Iñaki Urdangarín. ( Y II) Negocios que molestan a la Casa Real
Desde que, en el 2000, abandona la práctica y competición de balonmano, Iñaki Urdangarín –casado en 1997 con la hija del Rey–, incrementa notablemente su patrimonio personal. En 2003, los Duques de Palma crean Aizoon para la “compraventa y arrendamiento de bienes inmuebles” y la “consultoría y asesoramiento en gestión de empresas”. El mismo año, Urdangarín funda Nóos Consultoría Estratégica, el embrión del Instituto Nóos de Estudios Estratégicos de Patrocinio y Mecenazgo, entidad que se encuentra bajo escrutinio judicial por su presunta implicación en el caso Palma-Arena. Urdangarín fue el administrador único y presidente de Aizoon S. L., mientras que su esposa, la infanta Cristina, figuraba como secretaria general de la sociedad.
Hace una semana, el grupo valenciano Compromís inquiría a Camps por el convenio firmado en diciembre de 2005 con el Instiuto Nóos (en aquel entonces, en manos de Iñaki Urdangarín) para promocionar la candidatura de Valencia a los Juegos Europeos de 2010, competición que jamás llegó a celebrarse. El acuerdo se cerró por tres millones, de los que ya se habrían abonado 382.000 euros. “¿Qué actividades ha realizado Nóos? –preguntaba Enric Morera, portavoz del grupo, quien amenazaba con acudir a los juzgados si la Generalitat no mostraba las cuentas– ¿Dónde están las facturas?”. “Todo está debidamente documentado y fiscalizado”, objetaba Francisco Camps, sin aportar ni un solo dato. La respuesta encendía a la diputada Mireia Mollá quien espetaba: “No quiere admitir que le han timado. Sería aceptar que es un presidente nefasto y que cualquier tramposo le llama, le regala palabras bonitas y le roba nuestro dinero”.
Sin embargo, los éxitos profesionales del currículum de Urdangarín no dejan de crecer. En el año 2006, Urdangarín es designado consejero de Telefónica Internacional en Barcelona, empleo por el que percibe 500.000 euros al año, además de dietas y casa. Tres años más tarde, es ascendido a consejero y presidente de la Comisión de Asuntos Públicos de Telefónica Latinoamericana y Estados Unidos, trasladando su residencia a Washington D. C., pese a contar con una vivienda de 1.200 metros cuadrados en el exclusivo barrio barcelonés de Pedralbes, valorada en seis millones de euros. Pero sus negocios no acaban de ser tan boyantes como esperaba. En efecto, Urdangarín y la infanta Cristina de Borbón saldan con pérdidas su aventura en el sector inmobiliario. La inmobiliaria Aizoon S. L., propiedad de ambos, cierra el último ejercicio con pérdidas, después de haber registrado, en el anterior, un beneficio de más de 280.000 euros. Por otra parte, el Rey Juan Carlos fuerza a su yerno a eliminar de su biografía oficial toda referencia a su controvertido pasado empresarial, especialmente, su polémico paso por el Intituto Nóos, entidad especializada en patrocinios deportivos que logra contratos millonarios de varias administraciones públicas y que ahora está bajo escrutinio judicial y político.
“El larvado malestar del Rey por los numerosos negocios de su yerno –escribe José Luis Lobo en “El Confidencial”–, muchos de ellos alimentados con dinero público, estalló en febrero de 2006, cuando el PSOE de Baleares destapó que el Ejecutivo autonómico de Jaume Matas pagó 1,2 millones de euros al Instituto Nóos para que organizase un foro internacional de tres días de duración sobre deporte y turismo en Palma de Mallorca. Según fuentes cercanas a La Zarzuela consultadas, el monarca, preocupado por el daño que los negocios del Duque de Palma podían causar a la imagen de la Casa Real, presionó entonces a Urdangarín para que renunciase a la presidencia de la entidad, que abandonó en abril de ese mismo año, y ordenó borrar de la biografía oficial de su yerno cualquier referencia a su actividad empresarial”. Actualmente puede leerse en ella que el yerno del monarca “en los últimos años ha cultivado el interés por las cuestiones sociales y culturales, amén de las deportivas, intentando establecer caminos de diálogo entre unas y otras”.
1 comentario:
La verdadera función de la Casa Real es la invención de eufemismos. Estos tipos de la realeza son capaces de jugar a los chinos sin monedas, porque interpretan mejor que nadie las fantasias animadas de ayer y hoy.
De este modo, son los putos amos.
chiflos.
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