Cómo salir del régimen argentino.
Argenlibre (Movimiento Ciudadano Argentina Libre) publicaba el otro día un artículo, firmado por Jorge Omar Alonso, titulado “¿Cómo salir del régimen?”, que me llamó la atención. El artículo decía así:
“El Estado ha dejado de existir y, en su lugar, se ha instalado una banda de salteadores con altos cargos y canonjías, haciendo de los habitantes un rebaño que sirve al patrono del régimen. El kirchnerismo ha logrado el descalabrado de la Nación, convirtiéndola en patrimonio propio, para repartirse los bienes fiscales con espíritu de saqueadores. Esta canalla gubernamental suplantó el imperio de la ley por su vil voluntad, transgrediendo el orden jurídico con lo que desquició la vida cívica. Manejando los dineros coparticipables de las provincias con fines extorsivos para la compra de voluntades, destruyeron el sistema federal plasmado por la Constitución”.
Según el articulista, el kirchnerato hizo de la demagogia un modelo de política clientelista e irracional. “Paradigma de gobierno de la chusma cobijada en sus pliegos, ha sabido nutrirse de seguidores infraplebeyos que dan marco referencial a esta cleptocracia. Ahora se intenta erigir el culto al finado déspota de la mirada oblicua, que supo arrastrar al tropel de sus aduladores con el ofrecimiento de la rapiña, la impunidad y el deshonor”.
”A quien se pretende canonizar supo hacer su juego en vida: aumentar descomunalmente el patrimonio del connubio como producto del trapisondeo. Su ideario, ese que ahora pretende difundir el ex Secretario de Medios, fue la prolija demolición de la República. De esta manera se vaciaron los poderes públicos para ser ocupados por la hez montoneril residual de los 70 y transversales caducos. Y por los compañeros de ruta, constituidos por gobernadores mendaces; jueces venales que apañaron a los atracadores en el gobierno parapetados detrás de las leyes; legisladores serviles y acomodaticios Había dicho Thomas Hooker: ‘el tema es difícil y el misterio es grande’ ¿Cómo llegamos a esto? ¿Cómo salir?”
A la luz de una historia que nos muestra cómo se resolvieron las crisis del pasado, Omar Alonso sugiere varias maneras. Y finaliza su artículo repitiendo el estado en que se encuentra la Nación: la caída. “Procurar el remedio contra su decadencia, es el deber más apremiante de nuestro tiempo. Es necesario ‘desestalinizar’ al Estado argentino. Debe aniquilarse la estructura totalitaria del sistema gobernante actual. Existe una minúscula elite que controla la política mediante el manejo espurio los dineros del pueblo de la Nación, en un festival de oprobioso despilfarro. La restauración de la Patria se llevará a cabo sacudiéndonos la apatía. Alcanzando los niveles más altos de compromiso con la Nación que somos todos.”
2 comentarios:
El fango y el arrabal ahora es en Japonés, Santiago.
chiflos.
Lo sé, Chiflos. Y de eso hablaré largo y tendido el próximo domingo.
Santiago Miró
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