jueves, 31 de marzo de 2011

El humorista Bassi se enfrenta a una querella interpuesta por una asociación ultra conservadora.

Leo Bassi. Leo Bassi, Papa, distribuyeno preservativos. Leo Bassi, en una imagen de archivo en la convocatoria por un Estado laico.



Una asociación conservadora ha presentado en el juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid una querella contra el humorista Leo Bassi, acusándole de delitos contra los sentimientos religiosos, injurias y calumnias por una conferencia pronunciada en octubre del 2010. Los hechos se refieren a una parodia de Juan Pablo II que el actor realizó en el paraninfo de la universidad castellana en el que el cómico consagró preservativos que luego distribuyera entre el público.


Tras la admisión de la querella, el showman italiano confiesa que, al lado de procesos “más importantes” como el que está viviendo el juez Baltasar Garzón por la causa relacionada con los crímenes franquistas, la ve ridícula. “No es la derecha –matiza–, es la extrema derecha la que está detrás y los progresistas deben verlo y denunciarlo. Hay un auge de una extrema derecha totalmente oscurantista que ya no tiene miedo ni pudor de nada. Y es consecuencia de la timidez de la izquierda, que no ha sabido defender con pasión sus puntos de vista e ideales. Yo imitaba al papa para denunciar la postura de la Iglesia frente al uso del preservativo. Si eso ofende la sensibilidad de la extrema derecha, a mí me ofende mucho más que millones de personas mueran cada año de sida”.Una Iglesia que, a su juicio, “está enterrando los principios del Concilio Vaticano II y está volviendo al oscurantismo”.


El humorista italiano reivindica su condición de cómico para explicar el hecho de ser el blanco de tantas críticas y denuncias: “Se enfrentan a los bufones que decimos las cosas claramente y que, desde siempre, hemos estado del lado de la verdad y de la honestidad”. La Asociación Estatal de Abogados Cristianos presentó la querella contra el Ateneo Republicano, como organizador de la conferencia-espectáculo, y contra el rector de la Universidad de Valladolid, Marcos Sacristán, cabeza visible de la institución académica que prestó sus instalaciones. Y lo considera autor de una ofensa pública hacia la religión católica, con incitaciones al odio y violencia por razones confesionales. Pero no es la primera vez que el humorista italiano es perseguido por su actitud crítica con la Iglesia y por sus espectáculos transgresores. El año pasado acudió a los tribunales para “pararle los pies a la extrema derecha”. Denunció a Libertad Digital y HazteOir.org por difamación, al ponerle en su boca palabras que según el actor, nunca dijo. El actor llevó a las dos webs de “extrema derecha” a los tribunales por atribuirle afirmaciones ofensivas hacia la Iglesia Católica que asegura nunca pronunció.


Conocido por sus ácidas críticas contra la jerarquía eclesiástica, Bassi asegura que ya ha perdido el miedo que pasó hace cuatro años, cuando colocaron un artefacto explosivo junto a su camerino del Teatro Alfil, mientras representaba la polémica obra 'La revelación'. “No denuncié nada en su día porque estaba asustado y quería que las cosas se calmaran. Pero ya está bien, hay que responder a esta gente que sólo vive del odio”. En los últimos años, varios teatros en los que el humorista italiano actuó han tenido que ser evacuados por avisos de bomba.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por los principios constitucionales garantes de los derechos y libertades de los ciudanos, Leo Bassi es por mi, declarado inocente y absuelto de los cargos que se le imputan.
Otro si digo, que se identifique y ordene la investigación de los querellantes como incitadores al odio y a la violencia e integradores de asociaciones ilicitas y de fines perversos, así como por su intervención directa en otros hechos puntuales y delictivos, aún por resolver.

chiflos.

Microalgo dijo...

Me adhiero. Como una lapa.