La política tiene también sexo femenino.
La imagen que Fátima Báñez, ministra de Empleo, ofrecía el jueves pasado en las Cortes, tras la aprobación de la Reforma Laboral, era risueña y de satisfacción. Mariano Rajoy estrechaba su mano en un gesto de felicitación. El PP había logrado, con el apoyo de CiU, UPN y Foro Asturias, sacar adelante en el Congreso de los Diputados dicha reforma, con 197 votos a favor y 142 en contra (PSOE, Izquierda Plural, PNV, UPyD y el resto del Grupo Mixto), en un duro y crispado debate, subido de tono, plagado de interrupciones e de insultos. De nada sirvió que Soraya Rodríguez, portavoz socialista, espetara al Gobierno que aquella reforma laboral “ideológica” era el “reajuste de cuentas de la derecha más radical de este país contra los derechos sociales de los trabajadores”, y asegurara que era, económicamente, “una barbaridad porque destruye empleo en un momento de recesión económica y de grandes ajustes presupuestarios y no va a crear empleo”. Fátima Báñez pidió al PSOE que abandonase “las movilizaciones y las pancartas” y que fuera “leal” como lo fue el PP ante otra reforma laboral del Gobierno socialista en 2010, que había provocado una última huelga general. Pero la reacción sindical ha sido, como en aquella ocasión, inmediata, oponiéndose radicalmente, al considerar que la reforma es “injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo”. Lo contrario de lo que opinaba Rajoy, quien la juzgaba justa y necesaria. Y los sindicatos mayoritarios responderán con una convocatoria de huelga general, convocada para el próximo 29 de este mes de marzo contra “la reforma laboral más regresiva en la historia de la democracia en España”. Rajoy ya tiene su huelga general, declarada el viernes contra una reforma que va a destruir, según sindicatos, unos 650.000 empleos.
I. Fernández Toxo y Cándido Méndez, de CCOO y de UGT.
Lo grave de esta reforma es que quita definitivamente a los trabajadores todos los derechos que habían conseguido y devuelve a los empresarios todos los pudiera tener. La marcha atrás para los sindicatos es evidente. En unos segundos que duró la votación de las Cortes, pasamos del siglo XXI al siglo XX y se rompió el equilibrio logrado entre el libre ejercicio del capitalismo y los derechos de los trabajadores. Todo se acabó en unos segundos. De ahí el anuncio de esta huelga general, convocada, según Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, secretarios generales de Comisiones Obreras y de UGT, contra Rajoy y su gobierno por la aprobación de “un decreto ley que no se compadece en absoluto con las necesidad y la realidad de la economía española”. Una huelga inevitable contra la política de Rajoy, empeñado en seguir adelante pese a quien pese. “El gobierno, de forma imprudente, ha jugado a la contraposición de identidades” que “viene a arruinar varios decenios de diálogo social en nuestro país”, dijeron ambos dirigentes, quienes lamentan la falta de diálogo de Rajoy y de la ministra Fátima Báñez, autora del desaguisado. “Las leyes franquistas fueron acabadas en su día con el Estatuto de los Trabajadores –dice Toxo–, que ha conocido 52 reformas hasta el momento. Aquí lo que se produce es una regresión total, instalando el despido libre y gratuito que debilita las tutelas judiciales, elimina los controles administrativos, coloca las bajas por enfermedad como causa de despido y puede llevar a la destrucción masiva de puestos de trabajo”. Toxo recuerda que “la huelga general no es un fin, sino un medio para conseguir que el Gobierno se siente a negociar”. Méndez reconoce que la convocatoria de huelga general, la séptima de la democracia. “es una decisión difícil, pero intachable desde el punto de vista democrático y constitucional”, además, de ser “una huelga general justa y necesaria”. La mayoría de medios de prensa de la derecha se apresuran a calificarla de futuro fracaso. Los pocos que quedan de izquierdas la apoyan y esperan que no sea en vano.
Elena Salgado, ex ministra socialista de Administraciones Públicas, de Economía y Hacienda y vicepresidenta segunda del Gobierno de Zapatero acaba de fichar por Endesa en Chile a los tres meses de salir de su despacho, en una operación que puede que sea legal, pero que sin duda no es ética. “La principal eléctrica española (o italiana) –escribe al respecto Ignacio Escolar desde su web– no es precisamente esa ‘ONG’ en la que Salgado aseguró que pretendía pasar dos años ‘cuasisabáticos’, estudiando historia tras dejar la política. Endesa, sin duda, es una de esas grandes empresas donde un alto cargo público no puede trabajar hasta que pasen dos años, según la ley de Incompatibilidades. Lo mismo debería suceder con su filial en Chile. El espíritu de la regulación no es obligar a los exministros a emigrar para encontrar trabajo, sino evitar que las empresas paguen favores inconfesables a los políticos. Chilectra será chilena, pero su matriz cotiza en nuestro Ibex 35. Salgado, como todos los ministros, cobrará un 80% de su sueldo durante los próximos dos años. Si se les paga un salario durante el tiempo que dura esta incompatibilidad es, precisamente, para evitar estos conflictos. Hay cierta demagogia, eso sí, en quienes cuestiona este sueldo tras dejar el cargo y, al tiempo, pretenden que los políticos vivan del aire. Se puede criticar las pensiones de los exministros o que salten desde lo público a lo privado sin cumplir un periodo de descompresión, pero no ambas cosas al mismo tiempo”.
Tres mujeres relevantes que destacaron y aparecen esta última semana en la lista de Newsweek: Santamaría, Manjón y Pasavan. Se trata de tres mujeres que forman parte de la lista de 150 féminas “sin miedo”, elaborada por la revista estadounidense y que están haciendo que “se oiga su voz”: Soraya Sáenz de Santamaría, la vicepresidenta del Gobierno, Pilar Majón, la vicepresidenta de la Asociación 11-M, y la alpinista, Edurne Pasaban. Para la revista, la primera es “la mujer más poderosa, desde la llegada de la democracia española” y forma parte del Ejecutivo de Rayoy. De Pilar Manjón, la revista explica que, tras los atentados del 11-M en los que murió su hijo Daniel, “entró en acción inmediatamente” y convenció a los medios de comunicación para que “respetasen a las familias de las víctimas” a través de la asociación que preside que “da asistencia a las víctimas y los familiares de los afectados por el ataque terrorista más devastador que ha sufrido España”. Sobre Edurne Pasaban, indica que es la primera mujer que logró escalar las 14 cimas más altas del planeta, con más de 8.000 metros, “la única en lograrlo”. En la lista figuran otras como Hillary Clinton, secretaria de Estado de EEUU; Merkel, la canciller alemana; Michelle Bachelet, expresidenta de Chile; la política italiana, Emma Bonino; la periodista Marie Colvin, recientemente fallecida en Siria; la presidenta del FMI, Christine Lagarde; la presidenta de Brasil, Dilma Roussef; las actrices Meryl Streep, Angelina Jolie y Glenn Close; la fiscal mexicana Marisela Morales; la activista birmana y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi; la bloguera cubana, Yoani Sánchez; las congresistas estadounidenses Michele Bachmann, Gabrielle Giffords y la cantante Lady Gaga, entre otras. “Estas mujeres están haciendo que sus voces sean escuchadas”, describe la publicación.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, defendía el pasado miércoles, en el Congreso, la dignidad de la mujer “con uno de sus valores fundamentales: el derecho a la maternidad”. La diputada socialista, Ángeles Álvarez le había preguntado si el Gobierno “mantiene su intención de recortar los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres”. “No solamente no los vamos a recortar –contestó rápidamente el ministro, leyendo unas notas escritas en un cuaderno– sino que vamos a aumentar la protección del derecho reproductivo por excelencia de la mujer, que es el derecho a la maternidad”. Gallardón explicó que “muchas mujeres ven violentado su derecho a ser madres por la presión que generan a su alrededor determinadas estructuras, que supuestos embarazos no deseados las hacen responsables únicas de esos conflictos o de esas situaciones problemáticas”. Dijo que “en muchas ocasiones se genera una violencia de género estructural contra la mujer por el mero hecho del embarazo”. Y añadió que “es insuficiente una legislación que se limite a proteger la vida del no nacido mediante la tipificación penal del aborto y que no preste atención a la situación de la mujer, que debe estar protegida”. Al terminar su intervención en la sesión de control, un sonoro “¡Bravo!”, resonó en las filas de los escaños del PP, seguido de una fuerte ovación de los diputados populares, la más intensa de la mañana. Según la diputada, el PP sabía que iba a perder el recurso planteado ante el Tribunal Constitucional, y por eso no quería esperar a su pronunciamiento para reformar la ley del aborto libre, impulsada por el Gobierno de Zapatero. “No hay nada que justifique una reforma –concluyó– con la que está amenazando, salvo una cosa, la imposición al Estado de Derecho de una moral religiosa que tiene a sus espaldas la sistemática oposición a los derechos de las mujeres”.
Horas más tarde, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, declaraba, en una entrevista a la COPE, que la interrupción voluntaria del embarazo “no es un derecho, es un fracaso de la mujer en todos los supuestos”, pero que eso no tiene que suponer pena de prisión para la mujer. Aguirre se mostraba partidaria de modificar la actual ley del aborto porque la legislación que cambió el PSOE no le gusta “nada”. “Espero que el PP la vuelva a cambiar, con unos plazos. Los abortos practicados a los ocho meses son asesinatos”. Además, Aguirre respaldaba las palabras pronunciadas en el Congreso por Ruiz-Gallardón, en relación con el derecho a la maternidad y señalaba que “es verdad que muchas veces los hombres no quieren hacerse responsables” y que “la ayuda a los mujeres para que puedan llevar adelante el embarazo, tiene que ir a más”.
“No queremos defensores ni salvadores ni padres espirituales que nos digan qué es lo bueno y lo malo para nosotras –protesta Elena Valenciano, vicesecretaria general del PSOE, Diputada en el Congreso y presidenta de la Fundación Mujeres, respondiendo así al discurso de Alberto Ruiz-Gallardón–. No queremos un ministro que sea una especie de guerrero del antifaz defendiendo a las mujeres sobre la base de su propia ideología o su propia moral. Lo que queremos es ser libres para decidir ser madres o no serlo y tener las condiciones necesarias para los dos casos”. En declaraciones en los pasillos del Congreso, Valenciano anuncia que su grupo pedirá la comparecencia del ministro de Justicia para que clarifique su postura sobre el aborto. Elena Valenciano recuerda que la única presión social que han sufrido las mujeres en España ha sido la de “la Iglesia, los sectores más conservadores y el machismo cultural”. Estos tres elementos son, según la dirigente socialista, los que han tratado de impedir su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Y, aunque admite que puede haber casos de presión laboral o económica que hacen que una mujer no quiera ser madre, asegura que “son muy pocos”, y que, en general, la presión que sufren es justamente “la contraria” de la que habla Gallardón. “A ver si [Gallardón] aprende cuál es la realidad social de las mujeres españolas”, dice la número dos del PSOE en alusión al titular de Justicia. Elena Valenciano señala que, en cualquier caso, no entiende los argumentos que llevan al ministro a querer cambiar la ley para “penalizar” a las mujeres y convertirlas incluso en “delincuentes”, si pretenden interrumpir su embarazo. Subraya que la ley vigente abrió un “espacio de libertad” tras muchos años en los que las mujeres tenían que salir del país para abortar, hacerlo en malas condiciones o poner “excusas falsas”. Por eso, ahora, sería muy duro “retroceder” y perder esos derechos. Critica que los conservadores recurrieran esa ley ante el Tribunal Constitucional y ahora “les dé lo mismo” lo que diga y vayan a reformarla sin esperar a una resolución. “Lo que no tiene ningún sentido es volver atrás –insiste–. Esta ley ha demostrado que es mejor, porque hay menos abortos”.
“Si el ministro de Justicia quiere apoyar la maternidad –escribe Ignacio Escobar sobre Gallardón y la hipocresía estructural– que se olvide de la reforma de la ley del aborto. Las soluciones son otras: más guarderías públicas, horarios laborales razonables, multas más duras contra las empresas que discriminen a las embarazadas, permisos de maternidad y de paternidad como los de Escandinavia y viviendas subvencionadas en alquiler para las parejas jóvenes que se quieran emancipar. Si al ministro de Justicia le preocupa ‘la violencia estructural’ contra la mujer, que no toque la ley del aborto. La solución no está en su departamento, estaba en el extinto Ministerio de Igualdad, en las leyes contra la violencia de género y contra la discriminación de la mujer; esas medidas de las que tanto se burló el PP cuando estaba en la oposición y que hoy no se sabe con qué dinero se van a pagar. Si el ministro de Justicia quiere evitar los embarazos no deseados, que no nos cante milongas sobre el aborto. La solución pasa por la educación sexual en los colegios, las campañas de fomento del uso del preservativo y la píldora del día después. Pero el ministro Alberto Ruiz-Gallardón en realidad no cambia la ley del aborto para apoyar a la maternidad, ni para combatir la violencia de género ni para evitar los embarazos no deseados. Todas estas excusas son tan falsas como la imagen progre del exalcalde de Madrid. La reforma que plantea el Gobierno –regresar a la ley de supuestos, en vez de la actual ley de plazos– lo único que busca es apaciguar al sector más conservador del PP, en contra de lo que opina la mayoría de la sociedad. Si se vuelve a la regulación anterior, las españolas podrán abortar, pero lo tendrán que hacer sin que se note y con subterfugios: mintiendo a un psicólogo para poder tomar esa difícil decisión o, si la reforma es muy reaccionaria, viajando a Londres (quienes lo puedan pagar). Mezclar la ‘violencia estructural de género’ con el aborto es solo otra hipocresía más. También un insulto a las mujeres, a las que el paternal ministro trata como si fuesen menores de edad”.
“El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón –dice la revista humorística ‘El Jueves’– destapó ayer la que va a ser su principal batalla durante la presente legislatura: salvar a las mujeres de los contubernios que se ciernen sobre ellas, según un mandato divino que asegura haber recibido. Gallardón ha desvelado que la misión de salvar a las mujeres no es una iniciativa suya, sino que fue una revelación, una orden divina, que le dijo el cristo mientras juraba su cargo como ministro del nuevo Gobierno. ‘Lo de la violencia estructural contra el embarazo va más allá de lo que la gente se cree’, ha dicho esta mañana mientras oía misa de doce en su capilla particular que se ha hecho levantar en el Ministerio. Con su lenguaje de seminarista reprimido, ha venido a decir que, en España, hay un complot organizado contra las que se atreven a quedarse preñadas. Pero, en contra de lo que pudiera creerse, esta brutal campaña está organizada por un colectivo que se autodenomina 'Hermanas de Herodes'. ‘No hay más que salir a la calle para encontrarse con hordas de mujeres con unas pintas inconfundibles: vestimenta en la que abunda el violeta y el negro, con faldas que parecen mantas y medias de esparto, sin un resto de maquillaje en la piel, sin afeitar y un cigarrillo de liar en la boca, entre otras extravagancias’ ha dicho tras recitar de memoria el Introito. Con el cuerpo de cristo aún entre los dientes, Gallardón ha asegurado que ‘estas tipas reparten montones de condones y píldoras del día después a las puertas de los parvularios. Y cuando se topan con alguna ingenua que se ha dejado preñar, sacan el gancho de carnicero que llevan camuflado entre las tetas, y en el primer portal le extraen el feto sin ningún miramiento para liberarla de la dictadura patriarcal que dicen ellas’. Tras estas afirmaciones, el ministro se ha postrado en el reclinatorio, ha bajado la cabeza y ha iniciado a recitar su dosis diaria de versículos del Antiguo Testamento con los ojos en blanco”.
Antonio Piera, en su web (malablancayenbotella.blogspot.com) escribía el pasado lunes un artículo sobre “El vomitivo editorial de El País”, en el que criticaba el editorial del mismo: “El 'caso Urdangarín' y el futuro de la monarquía”. Comenta Piera: “Afirma este diario –no, no ha podido ser Fraga el autor material de la insidia, pero al amanuense habría que darle un premio de sosias excepcional– que la ovación a don Juan Carlos de los diputados del Congreso desmiente que la opinión pública esté cuestionando la santa Institución. Espléndida pirueta argumentaria que reafirma, una vez más, lo que tantos sospechamos y a este periódico le parece de libro: el secuestro parlamentario de la vida pública real, en la que el representante decide lo que opina el representado. A callarse, que ya votaste, sostienen, cuando la mera existencia de este editorial aberrante sugiere que está pasando en la calle justo lo contrario de lo que manifiestan… No menciona El País los negocios privados del Rey al que defiende, sus estrechas relaciones con las monarquías árabes más retrógradas del mundo, su proverbial enriquecimiento partiendo de la nada, la participación de la reina en los foros decisorios del mundo como el privadísimo club Bilderberg, las declaraciones del embajador alemán tras el golpe de Estado... No menciona la indudable participación de su propia hija en los oscuros negocios del balonmanista, ni los años trascurridos desde su tibia llamada al orden a su yerno que continuó con sus affaires como si tal cosa sin nuevas admoniciones, ni los altísimos costes de la Monarquía (más de 560 millones anuales) que denuncia el coronel Martínez Inglés”...
Antonio Piera, termina así comentario: “En su panegírico monárquico, El País -caballero andante- se bate por su rey y una institución obsoleta y derrochadora que es una auténtica ofensa para un pueblo al que están haciendo pagar entre todos, los banqueros y empresarios tan afines los primeros, las dolorosas consecuencias de una crisis creada solo por ellos, bendecida por la Real Institución y teorizada por las plumas bien pagadas de este diario que acaba de desvelar, con el editorial mencionado, su verdadera careta al servicio exclusivo de los que están arriba”.
La canciller alemana Ángela Merkel y el presidente galo, Nicolás Sarkozy
El presidente de la República Francesa, Nicolás Sarkozy, criticaba el martes pasado las propuestas del Partido Socialista en materia de empleo, poniendo como ejemplos el repunte de las tasas de paro en España y Reino Unido, que ha vinculado a los gobiernos de Zapatero y Gordon Brown, respectivamente. Sarkozy se presentaba como salvaguarda del empleo y especulaba con lo que habría ocurrido en Francia si, en el 2007, hubiese ganado las elecciones la socialista Ségolène Royal, ciudadana francesa que fue derrotada por él. Para los próximos comicios, Sarkozy tiene como principal rival a otro galo, François Hollande, a quien ha querido recordar lo que han hecho sus “amigos” de Reino Unido y España. Asegura que “el aumento de paro en Francia ha sido diez veces menor que en España y tres veces menos que en Reino Unido”. Sarkozy figura en todos los sondeos por detrás de Hollande para las elecciones de abril y mayo, pero concluye que “el socialismo no ha sido la solución”. Y, a cuarenta días de la primera vuelta electoral, el presidente francés, amigo inseparable de Merkel (por algo es conocido como Merkozy), hace, ante las radios y cámaras televisivas, el anuncio más preocupante y polémico: “Todavía no se qué haré, si soy derrotado –declara, sonriente y relajado, consciente de que sólo el efecto de sus palabras puede movilizar a los franceses–. Solo está claro que, en este caso, abandonaré la política”. De esta manera, “dramatiza” la campaña electoral, cuando todos los sondeos anuncian la victoria de su rival socialista, François Hollande, que esta vez es del mismo sexo y parece mucho más difícil de doblegar.
Fotomontaje de la campaña que muestra a Nicolás Sarkozy y Marine Le Pen como enfermos terminales.
El mismo día en que aparecen estas declaraciones, se puede ver la imagen de Sarkozy en el lecho de muerte, vestido con un camisón de hospital y con tubos nasales para respirar, ojeras y semblante serio, como parte de una campaña publicitaria para convencerle de que revise su postura contraria a la legalización de la eutanasia en Francia. “Señor candidato –dice el mensaje de la Asociación para el Derecho a Morir Dignamente (ADMD)– ¿debemos ponerle en esta postura para hacer que cambie la suya sobre la eutanasia?”. Philipppe Lohéac, director general de la ADMD, explica, antes de lanzar la campaña, que preguntados sobre el tema a los principales candidatos a los comicios presidenciales, el único que defiende la legalización de la eutanasia es el socialista, François Hollande. Tanto Sarkozy como el líder centrista, François Bayrou, como la presidenta del ultraderechista Frente Nacional, manifiestan la oposición a legislación sobre este tema. La organización busca con estos carteles que a una persona moribunda se le conceda “la libertad de elegir si quiere continuar hasta el final con su enfermedad, si accede a los cuidados paliativos, o si desea que se le ayude a morir”, como ya sucede, según Lohéac, en países como Bélgica o Luxemburgo. La campaña se completa con un manifiesto a través de Internet en el que los ciudadanos firmantes instan a los candidatos a legalizar la eutanasia, con una manifestación y una conferencia, prevista para el próximo 24 de marzo, para debatir la propuesta. Un sondeo realizado el pasado agosto por el instituto demoscópico Ifop para el diario local “Sud Ouest”, reflejaba que el 94% de los encuestados se mostraba a favor o muy a favor de la legalización de la eutanasia, frente a un 6% que dijo estar en contra.
Con este fotomontaje de “Merkel, alimentando a su bebé, Sarkozy” (en este caso, la política internacional francesa, así como la europea, tiene nombre e influencia de mujer), damos paso al humor de este domingo. Otras viñetas de humor que hoy recordamos pertenecen a Peridis, Erlich, J.R. Mora, Azagra, Faro, Forges y El Roto.
Desde Mallorca, Pep Roig nos recuerda la serie: La crisis crea nuevos oficios, Donde dije digo, digo subida de impuestos y La gran estafa.
Terminamos con tres vídeos. El primero, La Petite Morte, es un elegante juego de gráficos llenos de erotismo. En el estudio barcelonés, Pornographics, la agencia Seisgrados desarrolla este spot para la firma de productos eróticos creada para la mujer Late Chocolate.
El segundo, es un montaje con voz en off de Mario Benedetti. Poema: Si dios fuera mujer. Música adaptada: Adagio en sol menor - Albinoni
¿Y si Dios fuera mujer?
pregunta Juan sin inmutarse,
vaya, vaya si Dios fuera mujer
es posible que agnósticos y ateos
no dijéramos no con la cabeza
y dijéramos sí con las entrañas.
Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez
para besar sus pies no de bronce,
su pubis no de piedra,
sus pechos no de mármol,
sus labios no de yeso.
Si Dios fuera mujer la abrazaríamos
para arrancarla de su lontananza
y no habría que jurar
hasta que la muerte nos separe
ya que sería inmortal por antonomasia
y en vez de transmitirnos SIDA o pánico
nos contagiaría su inmortalidad.
Si Dios fuera mujer no se instalaría
lejana en el reino de los cielos,
sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,
con sus brazos no cerrados,
su rosa no de plástico
y su amor no de ángeles.
Ay Dios mío, Dios mío
si hasta siempre y desde siempre
fueras una mujer
qué lindo escándalo sería,
qué venturosa, espléndida, imposible,
prodigiosa blasfemia.
En el último, observamos el carnaval de Río de Janeiro desde el aire. Unos buenos filtros y un gran trabajo de postproducción hacen posible que podamos disfrutar de este sublime –y real– espectáculo audiovisual. Cuando viajamos en avión todos hemos tenido la experiencia de ver cómo a cierta altura, las casas, los coches y los trenes parecen de juguete. Ahora no hace falta volar para tener esa misma experiencia. Los artistas Jarbas Agnelli y Keith Loutit, ganadores de varios certámenes internacionales, presentaron su documental/cortometraje “The City of Samba”, un completo trampantojo sobre el Carnaval de Río de 2011.
2 comentarios:
Cándido Mendez ha declarado que está harto de que ciudadanos anónimos y periféricos de todas las manifas le pidan la hora...
chiflos.
Y una última reflexión mañanera para este 11 de Marzo.
De nuevo la rabiosa actualidad surte el efecto de un tupido velo.
Quiénes y porqué, son dos cuestiones pendientes de resolver. Mi solidaridad y apoyo para las victimas y familiares de los asesinados en los trenes de Madrid.
chiflos.
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