Valencia arde en fallas.

 

 

Valencia, con más de un millón de personas, entre valencianos, vecinos de otros pueblos y turistas –una ocupación que rondó el 85 por ciento–, ha vuelto a exponer esos días sus de “ninots”, reviviendo, entre el fuego, el  humo y el ruido de la pólvora, las fiestas de San José. Un total de casi ochocientas de fallas recuerdan la crisis económica, con el aparente dominio de Ángela Merkel, maestra de “recortes”, y la comicidad de los políticos y de la familia real, con don Juan Carlos y sus   hazañas cinegéticas a la cabeza y con el duque de Palma, Iñaki Urdangarín, como figura estrella en este “annus horribilis”. Otras figuras de este año fueron el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, como “cobrador del frac”, o los deportistas Iker Casillas, Pau Gasol y Alberto Contador.

Con un presupuesto total próximo a los ocho millones de euros, las fallas pusieron en el punto de mira de su sátira una actualidad marcada por casos de corrupción como Nóos, Emarsa o Bárcenas, las tijeras y los recortes y la gente del “famoseo” y del mundo del deporte. Las numerosas y caras “mascletàs”, así como las fallas, intentaron hacernos olvidar por unos días del duro momento de la crisis, los recortes y la corrupción que sigue galopando en una lucha sin cuartel. Todo ello, junto a la crítica a políticos, banqueros y famosos del corazón inspiró el arte fallero que engalanó Valencia con las “grandes” fallas.

Todos estos monumentos serán esta noche devorados por el fuego. El primer premio de la Sección Especial es para “Quien paga manda”, realizado por el artista Pedro Santaeulalia, en el que se recrea un país imaginario llamado “Pataquistán” (fácil de identificar con España) que convierte en poderoso a quienes tienen dinero y en “don nadie” a quien no tiene nada. El segundo, para “Castillo de Naipes”, obra realizada por Julio Monterrubio, que representa la inestabilidad económica y social actual. Y el tercero, para la falla de José Joaquín Lafarg, con “metereología de la vida”. Son obras casi de ingeniería que alcanzan entre dieciséis y veintidós metros de altura. El erotismo o la subida del IVA igualmente son excusas perfectas para la sorna de los artistas falleros, que tampoco renunciaron a tocar la fibra sensible del espectador con escenas de gran ternura.

No cabe olvidar en estas fiestas las protestas del “comando Xona Riot” que, el pasado día 8, hacía su aparición en un balcón. Se trata de un grupo de mujeres que pretenden seguir los pasos de las conocidas Pussy Riot, en Rusia, dos de cuyas componentes cumplen condena tras protagonizar una protesta contra el presidente Putin en una catedral de Moscú. Fue el preaviso de diversos colectivos durante las Mascletás de las Fallas. Su lema era: “Foc y festa, la que te va dar ésta”.