El Fondo Monetario Internacional advierte: quienes nacen pobres, morirán pobres.
“No existe movilidad social y quienes nacen ricos
siguen siendo ricos mientras que los hijos de los pobres morirán pobres”,
advierte el Fondo Monetario Internacional, denunciando que la desigualdad de
rentas se está contagiando a futuras generaciones y se convierte en
“desigualdad de oportunidades”. Según el FMI, países como España empiezan a
vivir bajo esa curva que implica que quienes nacen ricos, morirán ricos y que
quienes nacen pobres, morirán pobres. La curva que mide las posibilidades de
saltar de una clase baja a una más alta refleja que la desigualdad empieza a
heredarse entre generaciones y que la “desigualdad de rentas” se está
convirtiendo en “desigualdad de oportunidades”.
Según el último informe del FMI (“Política Fiscal
y Desigualdad de ingresos”), los países con mayores tasas de desigualdad son
los mismos con menor posibilidad de ascenso social. Y eso empieza a ocurrir en
España. De hecho, España resulta ser un país en el que la desigualdad se hereda
más que en Alemania, Japón, Australia o Canadá, entre otros. Por contra, la República Checa ,
Italia o Gibraltar son, entre otros, países donde la cuna determina más que en
España la clase social adulta. Según los datos del FMI, desde mediados de los
80 hasta principios del año 2000, la mitad de la riqueza que se ha generado ha
ido a parar a las manos del 20% de los más ricos. Y España se ha convertido en
uno de los países en los que más del 50% de las ventajas económicas que posee
un padre son heredadas por sus hijos. Según el FMI, el contagio de esa
desigualdad presente está provocando la “desigualdad de oportunidades”.
El diagnóstico del FMI es doblemente preocupante
porque coincide con el que acaba de publicar la OCDE (Organización
para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos). Compuesta por 34 estados, la organización de cooperación
internacional, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales,
la recuperación no significará el recorte de la desigualdad. “Los episodios de
recortes de la desigualdad, normalmente no duran lo suficiente como para
atenuar el distanciamiento entre las rentas altas y bajas abierto durante los
años precedentes”, concluye el organismo internacional. De hecho, los recortes
que se han llevado a cabo son, precisamente, responsables de que exista menos “movilidad
social”, es decir, menos posibilidades de escalar de una clase social baja a
una alta, especialmente en los terrenos de Educación y Sanidad. Entre los
parámetros que se investigan, figuran las tasas de suicidio. La OCDE revela que aumentaron
con el comienzo de la crisis pero se han mantenido estables desde entonces.
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