La verdad está en el rock and roll.
De izquierda a derecha: Magic Manoo (contrabajo), Diego The Kid (guitarra), Vicky Larookie (batería), Joe Gabardo (guitarra, armónica y coros) y Al Navarro (Voz, guitarra y percusión)
Esta noche, jueves, a las 21, 30 horas, en la
Sala Taboo (en el nº 23 de la calle San
Vicente Ferrer, Madrid), el grupoThe-Boo-Devils hace la presentación de su
segundo disco (Mala Suerte), con la interpretación de varias piezas rock-and-rolleras.
Un grupo que se gestó en el invierno del 2010, cuando Joe Gabardo (guitarra)
conoció a Diego Serrano (guitarra) y a Al Navarro (vocalista). Cada uno de
ellos canta con procedencias musicales distintas, pero todos con la idea de
crear una banda con espíritu rockabilly aunque abierta a la influencia de otros
géneros como el psycho, swing y surf entre otros.
Poco tiempo después se unían a la
banda Viky LaRookie y Hugo Babyface, batería y contrabajista respectivamente.
Momento en que The Boo Devils dejó de ser “una maquiavélica idea para
transformarse en una perversa realidad”. La voz del grupo en ciernes había
entrado en escena buscando los orígenes del punk-rock guiado por, una vez más,
la inmensa sombra de Elvis. Con la poderosa voz de Al Navarro, las guitarras
con twang perfectamente emplastadas y con la sección rítmica compacta y potente,
consiguieron hacerse con un público, cada vez más numeroso, en torno a su
primer mini-LP, “Act One”, una pequeña perla y un impecable trabajo compuesto
por seis temas originales, entre los que se encuentra el single “Devil Waits at
Home” Hasta que, en el 2012, Hugo decide
dejar el grupo por un apretado calendario con otras bandas. Y, en su lugar, se incorpora
al contrabajo Emmanuel Miró (‘Magic Manoo’), autor de la música de The
Messenger (El mensajero), mi primer hijo que me acercó al rock.
Se trata
de una banda que, pese a estar a 5.000 millas de la ciudad de Memphis, la
sienten muy cercana y la utilizan de faro en su travesía. En
el rock n’ roll de Boo Devils no hay segundas intenciones y es “un vómito de
sexo, libertad y muchas ganas de fiesta”. Joe Gabardo nos asegura que “es un
chute de vida, de energía… Uno crea lo que lleva dentro y yo expreso lo
que llevo metido en mi ser, mis raíces y vísceras. Para mí, Bob Dylan, The Beatles
y Elvis Presley son como la Santísima Trinidad ”. Todos
los miembros de este quintero habían coqueteado anteriormente con el rockabilly
y el country. Diego, otro de los guitarras, es el más ecléctico de la
banda en cuanto a estilos. También Viki, aunque tiene unos gustos musicales muy
abiertos. Algunos, como Manoo venían de hacer punk rock con aires rockin. Y
esta “diversidad” les aporta cosas muy
interesantes.
Desde hace unos años, The Boo
Devils no ha dejado de dar conciertos y hoy presenta su segundo disco: una
selección de 11 temas rock-and-rolleros que terminan con “Corazón Loco”, una
canción de Gabardo dedicada a Maxi “Mambocut”, un amigo que se mató cuando
circulaba en una moto. Ya han pinchado por radios de
USA y el Reino Unido. Reconocen
un acierto haber dado una vuelta de tuerca a aquel viejo proverbio latino de
‘In Vino Veritas’ (‘La verdad está en el vino’), convirtiéndolo en ‘In Rock And
Roll Veritas’, el lema de la banda. Honestidad rocker, sin más palabras.
Orgullo y coherencia con el rock and roll.
Escuchar
The Boo Devils en acústico en Noise off Festival:
Escuchar Corazón loco:
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