Huelga de hambre en Mallorca.

Ramón Bauzá, en París, en la final del torneo de tenis de Roland Garros, junto a la Infanta Elena..

La preocupación comienza a ser muy grande entre el equipo de apoyo a Jaume Sastre.

 



La presencia en París del presidente del Gobierno de Baleares, José Ramón Bauzá, en la final del torneo de tenis de Roland Garros, junto a la Infanta Elena, ha provocado reacciones encontradas entre los isleños. El presidente tiene tiempo y voluntad para estar con Rafa Nadal pero no para negociar con los docentes o con Jaume Sastre, que acaba de cumplir un mes en huelga de hambre. Sastre, el docente que el 8 de mayo iniciara la huelga, reclama que el presidente del Gobierno, José Ramón Bauzá, dialogue con la comunidad educativa. Un equipo de soporte envió una carta a la UNESCO para informarle del conflicto. Con el título "Acabemos con la huelga de hambre, acabemos con el conflicto educativo", la carta de 13 páginas resume el paso desde el principio de curso, con la implantación del Tractament Integrat de Llengues (TIL), y señala que la huelga de hambre se produce tras ocho meses de movilizaciones. Huelgas y protestas que no obtuvieron, a cambio, ninguna respuesta por parte de la Administración. El equipo que apoya Jaume Sastre resume sus reivindicaciones: que se suspendan los expedientes sancionadores abiertos a los docentes por el conflicto, el dectreto TIl, por considerarlo un ataque al catalán, así como el de convivencia escolar y la Ley de Símbolos. Reclama, igualmente, becas de transporte y comedor efectivas y convocadas en el tiempo y forma adecuada, un plan de reutilización de libros, que se recuperen las plantillas del profesorado de Atención a la Diversidad y las razones de alumnos anteriores a los recortes, además de sustituirse todas las bajas y los contratos a interinos en julio y agosto. Se pide, asimismo, la recuperación de los complementos perdidos en los salarios de los docentes, el reconocimiento de sexenios desde junio del 2012 y el cumplimiento del acuerdo salarial para la enseñanza concertada, así como que la Consellería de Educación inste al Gobierno central en la retirada de la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMQE).
 

A las tres semanas del inicio de esta huelga, Jaume Sastre, de 55 años, aún no había recibido ninguna visita ni llamada del Govern Balear, aunque sí de miembros del PP y, a título individual, de decenas de personas, centros educativos y asociaciones que se adhirieron a su causa, lo que le ha animado a continuarla hasta que el Govern deje de hacerse el sordo y el ciego y dé algún paso. Biel Mayoral dijo que si el president Bauzá es consciente de lo que significa esta huelga de hambre, con todo el movimiento que la sostiene "no creo que pueda cerrar los ojos". El apoyo llega de todas partes y de gente de todos los colores políticos, contando con el de tres expresidentes del Govern. Hasta Alfred Bosch, diputado de ERC, llevó el caso al Congreso español con una pregunta al ministro Soria. Un apoyo que se extiende en la red a través de la campaña de autofotos, promovida por Help Catalonia, en la página de Facebook o en Twitter. Aparte de los que prefieren manifetarse personalmente, acercándose a la Casa Larga de Palma, al lado de Son Espases, o que dejaron su firma en el libro de  visitas, dejando constancia de su solidaridad.

Se trata de una huelga de hambre que ya ha traspasado el ámbito del Mediterráneo. Personas de todo todos los continentes, desde Canadá a Vietnam, o desde Suecia a Sudáfrica han expresado su solidaridad con Jaume Sastre. Son reacciones que apoyan la postura de este profesor de instituto en huelga de hambre desde el 8 de mayo que reclama el diálogo en defensa de un modelo educativo de calidad. Es un modo de enfrentarse a las imposiciones políticas que pretenden ejercer el dirigismo cultural sobre los niños y controlar a los educadores de las islas Baleares. Una huelga que, en cualquier país democrático llama la atención pública. Se hace difícil de entender como, en el actual marco europeo, se pueda ejercer y practicar con aparenta impunidad un abuso que profana la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los Derechos internacionales de los Niños. Y se está preparando una macro campaña orientada en el sector turístico para denunciar la vuelta a la escuela franquista que el Gobierno de José Ramón Bauzá ha puesto en marcha de una forma imperativa y con expedientes sancionadores. Es una iniciativa salida básicamente del movimiento sindical educativo, pero que cuenta con otros sectores sociales que ya han expresado su simpatía por la nueva acción en curso y han recibido importantes estímulos procedentes del sector empresarial, preocupado por la insensatez de un gobierno bunkerizado que no quiere salir de su castillo.

Desde el último fin de semana, una gran cantidad de mensajes se mandaron a Twitter con la etiqueta #Bauzádimissió, reclamando que el presidente del Govern asuma su responsabilidad en el conflicto educativo. La iniciativa surgió de forma anónima en esta red social con la finalidad de convertirlo en uno de los temas más comentados de la jornada en la red social. Algo más tarde de la una del sábado #Bauzadimissió ya era 'trending topic' a nivel de España, aunque curiosamente no lo era a nivel isleño. La mayoría de los mensajes llegaron de ciudadanos anónimos, aunque algunas voces políticas como MÉS o Esquerra Unida de Balears se adhirieron a esta iniciativa. Entre otros, se sumaron los diputados del Parlament balear como Fina Santiago y Pilar Costa; el portavoz de MÉS en Palma, Toni Verger; Manel Cardona, coordinador de Esquerra Unida en Balears; así como partidos, sindicatos de enseñanza y entidades nacionalistas e independentistas tanto de las Illes Balears como de Catalunya, entre ellas PSM - Entesa, JEN - PSM, CUP Tarragona, STEI, FAPA Mallorca, Verds d'Artà, Endavant y hasta el diputado de ERC Joan Tardà. El activista Jaume Sastre, que superó los 30 días en huelga de hambre y que fue homenajeado con velas en toda la isla, también tuiteó desde su perfil (@vagadefam) la convocatoria que tiene como trasfondo el conflicto educativo.