El TTIP revela el intento de EEUU por cambiar las leyes de la UE.
Greenpeace advierte que
“en ninguno de los capítulos se hace referencia a la regla de excepción general
incluida en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)” de
la OMC, que permite a los países regular el comercio “para proteger la vida o
la salud de seres humanos, animales y plantas” o “para la conservación de los
recursos naturales”. La omisión de esta regla “sugiere que ambas partes crean
un régimen que pone el beneficio por delante de la vida y de la salud de los
humanos, animales y plantas”. En cuanto al clima, Greenpeace asegura que la
protección del medioambiente será más difícil con el TTIP, dado que, en los
documentos, “no se puede encontrar nada apuntando a la protección del clima”. “Es
incluso peor –señala la organización–. El alcance de las medidas de mitigación
está limitado a provisiones de los capítulos Cooperación Regulatoria y Acceso
de Mercado para Bienes Industriales”. Esta propuesta deja fuera la posibilidad
de regular la importación de combustibles intensivos en CO2, como el petróleo
de arenas bituminosas, señala Greenpeace.
Tampoco estaría
recogido, en ninguno de los capítulos filtrados, “el principio de precaución de
la UE, mencionado en el Tratado de Funcionamiento de la Unión”. Con lo que no
se garantizaría un elevado nivel de protección medioambiental. EEUU exige un
“enfoque basado en el riesgo”, que pretende gestionar sustancias peligrosas en
lugar de evitarlas. “El Tratado es, según David Torres, una Biblia económica
con la que las grandes multinacionales pretenden implantar en Europa una atroz
religión en la que las empresas serán todopoderosas y los trabajadores simples
esclavos. De ahí el que las negociaciones se estén llevando a cabo de espaldas
a la ciudadanía, en un riguroso secreto que recuerda la devoción debida a los
cultos primitivos y los textos sagrados”.
La filtración de
documentos sobre el TTIP revela diferencias “irreconciliables” entre la UE y
EEUU. Los
informes pertenecen a la víspera de la 13ª ronda negociadora que tuvo lugar en
Nueva York la semana pasada y pueden suponer la puntilla a un tratado que no ha
sido bien encaminado. La Comisión no escatima en esfuerzos por cerrar el TTIP
antes de 2017, o a principios de este año. La reciente gira europea de Barack
Obama para vender el acuerdo transatlántico o el creciente número de charlas y
contenidos difundidos en redes sociales son algunos de los ejemplos de estos
esfuerzos, que podrían quedar en papel de borrajas, teniendo en cuenta que la oposición
contra el TTIP sigue creciendo en el Viejo Continente, o que uno de los
candidato con más opciones de liderar el Partido Republicano, Donald Trump, es
contrario a esta alianza. Desde el punto de vista de la protección del medio
ambiente y de los consumidores hay cuatro aspectos que son motivo de gran
preocupación: las políticas de protección ambiental parecen haber sido
eliminadas; la protección del clima será más difícil bajo el TTIP; el final del
Principio de Precaución y se abre la puerta a un mayor poder de las
corporaciones. Los documentos filtrados indican que la opacidad de la UE es
debida a la la influencia de los intereses de los poderes de la industria.
"Enviamos un mensaje a Obama", contra el TTIP
euronews (en español)
No hay comentarios:
Publicar un comentario