El torero Víctor Barrio.
La muerte del joven
torero segoviano, Víctor Barrio, de 29 años, el
pasado 11 de julio en la plaza de toros de Teruel, generó un intenso
debate en las redes sociales entre los antitaurinos que celebraron sin reparos su fallecimiento y
otros usuarios que utilizaron su cuenta para transmitir su pésame a la familia.
Entre los mensajes de los primeros destaca el del polémico rapero Pablo Hasel, conocido
por sus controvertidas declaraciones y el de un maestro valenciano que asegura
que “hoy es un día muy alegre para la humanidad. Bailaremos sobre su tumba”. “Si
todas las corridas de toros acabaran como las de Víctor Barrio –advirtió Pablo
Hasel –, más de uno íbamos a verlas”. Frank Cuesta criticó la actitud de los
usuarios que se alegraron de esta trágica noticia: “Los que os alegráis de la
muerte de un torero –advirtió Víctor Barrio– no sois más amantes de los animales
sino peores personas. Las peleas hay que mantenerlas de frente”. Papi Arima
sintió pena y felicidad por la muerte de Víctor Barrio. Pena por la muerte de
un ser humano y felicidad por la muerte de un torero. El Puto @El_Putoxd
escribió: “Me imagino que el toro salió por la puerta grande con las orejas y
el rabo de Víctor Barrio” Apocalypse@catapumchimpum declaró: “Víctor Barrio
(torero) ha fallecido tras ser corneado por el toro. ¿Y sabéis qué? No me da
ninguna pena. Javi B.@javiblanc: “… Pues que no se hubiera expuesto. Él podía
elegir, los toros no pueden”. Cabrón @soyCaillou: “Ha muerto Víctor Barrio por
un toro que intentaba defenderse, dejando eso a un lado, ya es un poco tarde
para sacar el pañuelo blanco, ¿no?. Paula Díaz Unzueta@loskysound: A Victor
Barrio nadie le obligó a ponerse ahí; al toro, sí. Lo siento, no me da nada de
pena, al fin y al cabo murió haciendo lo que quería”. Marta Cadenas
@MartaCadenas: “Cuando puteas a un toro, y lo torturas hasta la muerte. A veces
y solo a veces (que pocas me parecen...) ocurre lo de Víctor Barrio”. SILVIA
(@SilviaaRivaas): “La muerte de Victor Barrio es arte también”. Nacho
@nachotovic: “Luego dicen los hijos de puta de los antitaurinos. Dan asco. Que
se alegren de la muerte de Víctor Barrio”...OCARINAA@torosikiG30: “Que seáis
antitaurinos lo respeto totalmente, pero que os alegréis de la muerte de
alguien, eso es de no ser persona”.
La Fundación del Toro de
Lidia, organismo que promueve y defiende jurídica y legalmente la tauromaquia, anunció
que tomaría acciones legales contra aquellos que se burlaron de la muerte del
torero en las redes sociales “puesto que no podemos permitir que estos hechos
queden impunes”. Para la Fundación, muchos de estos tuits y mensajes que
circulan por las redes constituyen “verdaderos delitos por injurias, penados
con hasta 14 meses de prisión, viéndose agravados por la publicidad que de los
mismos se hace con su difusión en redes sociales, así como delitos de calumnias”.
E interpusieron las primeras denuncias en una comisaría de policía por delitos
de injurias, calumnias y odio. Paralelamente, se solicitó amparo institucional,
tanto al Defensor del Pueblo como a los Ministerios de Cultura, Justicia e
Interior, con el fin de “garantizar el cumplimiento de la legalidad y el
respeto por el mundo del toro, sus profesionales y aficionados”, concluye la
nota.
Sin embargo, lejos de
rebajar el tono del debate, la noticia de que iban a sacrificar a la madre de
Lorenzo, toro que acabó con la vida de Barri, volvió a abrir la polémica. “Es
la miseria de la tauromaquia –advirtió alguien–. Como venganza, llevan al
matadero a la madre del toro que mató a Víctor Barrio. Karma Gabi lamentó:
“Llamáis mezquinos a unos, pero mandáis al matadero a la madre del animal que
mató a alguien tratando de defenderse”. En España, sigue vigente una tradición
aún más bárbara que la de las corridas de toros: cuando un torero muere en el
desempeño de su trabajo, el toro es sacrificado, pero la madre del toro y su
descendencia corren la misma suerte, igual que los reos de la China Imperial. El
torero Víctor Barrio murió corneado por el astado Lorenzo, un hecho lamentable.
Pero la muerte del torero fue sólo la primera de un rosario que se llevaría a,
al menos, otros seres vivos por delante como su madre, la vaca Lorenza. Sin
embargo, por suerte o por desgracia, esta tradición nauseabunda no pudo
cumplirse esta vez: porque Lorenza fue sacrificada “por la edad” unos días
antes de la fatal corrida, en la que Lorenzo, su vástago, tenía reservado el
papel de víctima y salió como verdugo.
La muerte de Víctor
Barrio es la primera acaecida en España en lo que llevamos de siglo. Las
muertes de los toreros Francisco Rivera "Paquirri" (Pozoblanco,
Córdoba, 1984) y José Cubero "Yiyo" (Colmenar Viejo, Madrid, 1985),
así como las de los banderilleros "Manolo Montoliú" y Ramón Soto
Vargas (ambas en 1992), fueron las últimas muertes en los ruedos españoles.
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