El líquido asesino: ni olvido ni perdón.
En los juzgados de Sabadell.
Antonio, hermano de Cipriano Martos, en su comparecencia en los Juzgados de Sabadell (Barcelona) ha declarado por orden (exhorto) en la querella por el asesinato de su hermano en el Cuartel de la Guardia Civil de Reus (1973), en la Causa 4591/10 por los Crímenes del Franquismo, en Argentina. El pasado 3o de agosto denunciaba lo que el Estado ha tratado de silenciar: las circunstancias en las que, el 17 de septiembre del 1973, murió su hermano Cipriano, un activista antifranquista fallecido en Reus (Tarragona) al haber ingerido ácido sulfúrico mientras lo interrogaba la Guardia Civil. “Fue obligado por la Guardia Civil a beber el contenido de dos cocteles molotov y murió por hemorragias internas”. Así lo declaraba ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Sabadell, a requerimiento de la jueza argentina María Romilda Servini de Cubría, que instruye la causa por crímenes de genocidio y lesa humanidad cometidos durante el franquismo.
En su declaración testifical, Antonio Martos relata el momento en que su madre le hizo saber que Cipriano había muerto. Hacía meses que la familia había perdido su rastro, puesto que Cipriano, que militaba en el Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP), actuaba desde la clandestinidad, en Reus. Días después de un reparto de propaganda frente a una fábrica textil en Igualada, Cipriano Martos fue detenido por la Guardia Civil el 25 de agosto de 1973 y permaneció encerrado en el cuartel de Reus hasta que, a los dos días de los interrogatorios, tuvo que ser ingresado en estado grave en el Hospital de Sant Joan con el aparato digestivo abrasado por un líquido corrosivo.
En su piso, los agentes encontraron justamente ácido sulfúrico, uno de los componentes para fabricar cócteles molotov. Prácticamente incomunicado, sin que nadie avisara de su situación a la familia y con una pareja de guardias civiles vigilándolo permanentemente en el hospital reusense, estuvo agonizando durante 21 días, hasta que falleció por una perforación de estómago. Fue enterrado en una fosa común sin presencia familiar. Una vez realizada la autopsia, el cadáver fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Reus el 20 de septiembre de 1973, según consta en el registro del propio cementerio.
A la salida del juzgado de Sabadell, Antonio Martos denunciaba que “ningún gobierno” en España, ni durante la dictadura franquista ni en los años posteriores, ha “facilitado” que se investigue este caso. “Lo único que quiero es que reconozcan los males que han hecho”, afirmaba Antonio, cuya declaración ante el juzgado de Sabadell será enviada ahora a Argentina para que la jueza Servini la adjunte a la querella presentada por él en relación con este caso. Desde la plataforma de apoyo a los impulsores de las querellas por crímenes del franquismo ante la justicia argentina, esperan que la jueza Servini exija ahora a la Guardia Civil que facilite los nombres de los agentes que se encontraban en el cuartel de Reus. Frente a las puertas del juzgado se reunieron decenas de activistas por la memoria histórica y ex compañeros de partido de Cipriano Martos. Nacido en el seno de una familia de campesinos pobres, emigrado de Andalucía a Sabadell, en 1969, Cipriano se estableció en el barrio de Can’Oriac, donde entró en contacto con el Partido Comunista de España (marxista-leninista), y, en 1971, promovió la formación del FRAP.
Xarxa catalana i balear de suport a la querella argentina.
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