En los CIEs sí se vulneran los Derechos Humanos.
Tanto ONGs, como los mismos jueces
o la ONU, llevan años denunciando las condiciones de los CIEs, (Centro de Internamiento de Extranjeros).
Gestionados y controlados por la Policía, estos establecimientos públicos de
carácter no penitenciario, donde se retiene de manera cautelar y preventiva a
extranjeros sometidos a expediente de expulsión del territorio nacional, son
constantemente puestos en tela de juicio por la opinión pública mientras el
Gobierno los justifica. Hace unos días Juan Ignacio Zoido, ministro de Interior
respondía a Irene Montero, portavoz de Unidos Podemos, en el Congreso: “En los
CIE no se vulneran los derechos humanos”. Sin embargo, las asociaciones señalan
que son prisioneros por una falta administrativa y piden el cierre inmediato de
estos espacios.
“Según el número de vuelos de
deportación –recuerda Betty Roca, miembro de CIEs–, salen a las calles a cazarlos
como si fueran animales. Una vez cazados, los internos ponen en peligro su
salud mental, siendo hacinados en el centro, en donde se ven obligados a
defecar y orinar delante de sus compañeros”. Según Cristina de la Serna,
abogada de Derechos Humanos de Rights International Spain (RIS), “sus condiciones
deplorables equivalen a tortura y muerte por todos los fallos internos”. Pese a
ello, Zoido afirma que estos espacios son “eficaces y necesarios”. Pero para Moha
Gerehou, presidente de SOS Racismo Madrid, la postura del nuevo ministro de
Interior no es ninguna sorpresa. “Mientras gobierne el PP, no habrá voluntad de
cambio. Seremos la oposición y, sobre todo, la sociedad civil quienes cerremos
los CIEs”.
En los 20 años de existencia de
estos espacios, asociaciones como Pueblos Unidos y Andalucía Acoge han
denunciado el trato y las condiciones de los internos, que son incluso peores
que las de los condenados por la justicia nacional. En la actualidad, son siete
los centros de internamiento de extranjeros con un total de 3.395 personas. En
2011, España llegó a contabilizar 13.241 migrantes retenidos. Los últimos
incidentes en Aluche (Madrid) con un intento de fuga en octubre y un segundo
caso la semana pasada con 13 migrantes que escaparon recuerdan de nuevo su existencia. La respuesta
de los ‘ayuntamientos del cambio‘ es coordinarse para cerrar los CIEs. Sin
embargo, la última palabra la tiene el Gobierno. Zoido, antecesor del exalcalde
de Sevilla, llegó a decir que había “una leyenda negra” sobre estos espacios
que nada tenía que ver con la realidad.
La Dirección del Centro de
Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta solicitó el pasado viernes la
ayuda de la Comandancia General de la ciudad autónoma para habilitar literas y
tiendas de campaña en sus instalaciones con el fin de acoger a los 438
migrantes indocumentados que accedieron a primera hora de la mañana a
territorio español tras violentar una puerta del doble vallado fronterizo. Este
grupo, sumado a los 700 extranjeros que ya acogía el CETI, elevó la cifra de
migrantes albergado en sus dependencias por encima de los 1.100 cuando su
capacidad máxima operativa estaba fijada en 512 plazas.
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