viernes, 6 de abril de 2018

“El fin de la banca”



Es la tesis de la que parte el libro “El fin de la banca” de Jonathan McMillan, que propone “modernizar” el sistema financiero y eliminar la actividad empresarial de las entidades para evitar una nueva recesión económica a nivel mundial. Jonathan McMillan es el pseudónimo en el que se ocultan los autores del libro: Jorge, nombre ficticio de un experto suizo en economía, y Jürg Müller, periodista del Neue Zürcher Zeitung, por el temor a posibles represalias del sector. Sin embargo, ambos cuentan que se han sentido “ignorados” por el sector bancario, objeto de las críticas del trabajo, y explican que han tenido una respuesta más “positiva” por parte de políticos y economistas de distintos países de la Unión Europea. La banca aparece en el libro como una empresa o institución que recurre al crédito para generar riqueza, un concepto que tenía su utilidad durante la era industrial, al ser “una buena forma de organizar los elementos del sistema financiero: el dinero y el crédito”. Cuenta cómo la irrupción de la era digital introdujo otras alternativas en el sistema financiero, como los préstamos entre particulares (P2P) o la diversificación de riesgos, dos elementos que antes eran exclusivos de los bancos. Los autores señalan que actualmente es “necesario” buscar otros enfoques más tecnológicos que “modernicen” el sector, por lo que lamentan que se desaprovechara la “gran oportunidad” de cambio en la estructura de la banca que se abrió durante la reciente crisis económica.

El libro culpa a la banca de esta recesión e incide en que los políticos de la zona del euro optaron por activar una serie de medidas urgentes en el marco de los rescates que recibieron algunos países para evitar un mayor “colapso mundial” en vez de abrir este debate. La propuesta de este trabajo parte de que reemplazar a los bancos evitaría nuevas crisis económicas, además de ser “beneficioso” para la población. Sin embargo, los autores del libro son conscientes de que el cambio estructural que proponen no es tan sencillo y lamentan que “los académicos siguen utilizando en las universidades los modelos macroeconómicos que no funcionaron en el pasado”.

Subrayan la importancia de eliminar la “banca en la sombra”, término con el que se refieren a las actividades financieras ajenas a las leyes reguladoras del sector. “La mecánica de la banca en la sombra es opaca y difícil de comprender y no resulta extraño que los reguladores no se dieran cuenta de que estaba formándose un pánico bancario en el sector paralelo”, dicen. Según su tesis, mantener la estructura actual del sector bancario, que según ellos “no funciona”, genera una serie de costes que se podrían destinar a “otras partidas” más sociales. El trabajo es un “llamamiento” para que se produzcan “acciones políticas” que cambien el modelo estructural del sector económico y terminen con la posición de la banca en el sistema financiero, ya que “la irrupción tecnológica no ha sido suficiente para romper este marco rígido que tiene el sector”.A este cambio se suma la “necesidad” de implantar normas fiscales adecuadas y que regulen todas las actividades del sector, sin que supongan un "freno" para la democracia, algo que los autores creen “muy difícil” ya que los poderes actuales son los que impiden esas iniciativas. Otro de los impedimentos que citan es la actual relación que mantiene el poder político con el bancario, cuya supresión supondría “combatir la corrupción” entre dos agentes que se “corrompen” mutuamente.

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