viernes, 13 de abril de 2018

El Mediterráneo, sin testigos.


Italia retiene el barco de Poactiva Open Arms.

Picasso, en el Mediterráneo.

El sueño europeo se ha convertido en una pesadilla para muchos inmigrantes. En el primer trimestre de 2018, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha registrado 3.345 llegadas por mar, un 38% más que en el mismo periodo de 2017. Pero no solo crece el número de migrantes que logran llegar a destino, sino también se dispara el de quienes no lo consiguen y mueren durante el trayecto. Entre enero y marzo fallecieron un 150% más de personas que en el primer trimestre del año pasado. Más de 2.726 personas, casi la mitad de las víctimas migrantes que fallecen en todo el mundo, lo hacen en este mar. Un testigo mudo de la crisis migratoria al que solo ponen voz las oenegés que aún pueden seguir rescatando vidas en él.

En 2013, conmocionó a toda Europa. Lampedusa, un pequeña isla italiana, amanecía con 366 cadáveres es sus costas. El gobierno italiano de  Enrico Letta tomaba las riendas y ponía en marcha la operación Mare Nostrum. Se detuvo a 728 traficantes y se salvó a casi 100.000 inmigrantes. Sin embargo, esta operación no duró ni un año y fue sustituida por la llamada operación Tritón. Hubo menos presupuestos, un radio de alcance más limitado y más intención de capturar traficantes que de rescatar inmigrantes. Entonces, comenzaron a llegar las primeras organizaciones para elaborar misiones de salvamento y  retratar lo que hasta ahora sigue siendo el mayor corredor migratorio por mar. “Las personas que rescatamos muestran las marcas de las torturas que sufren en los centros de retención” confiesa Ricardo Gatti, jefe de misión de Proactiva Open Arms. Fundada por Óscar Camps, la organización lleva en el Mediterráneo Central desde 2016. “Somos un testigo incomodo de lo que hace las UE”, declara Camps. Y, según Anabel Montes, jefa de misión de Open Arms, “cada vez hay más trabas para realizar rescates. Desde julio del año pasado, las formas de la guardia costera libia son más agresivas”. La Unión Europea financia a la guardia costera libia. En agosto de 2017 había nueve ONG operativas con 12 barcos. De ellas, actualmente solo queda una ONG con un barco en funcionamiento.

El 6 de julio de 2017, ministros de la Unión Europea se reunían en Tallín para acordar “seguir aumentando la capacidad de la guardia costera de Libia” y “reforzar los controles fronterizos”. El 28 de agosto, España, Alemania, Francia e Italia ratificaban en París los incipientes acuerdos del mes de julio. La guardia costera libia iba a ser instruida y financiada para frenar la llegada de inmigrantes a las costas italianas. Creció la  campaña de descrédito. Las ONG, y, en concreto, Proactiva Open Arms, sufren, desde entonces graves ataques por parte de la guardia costera libia. Llegaron a secuestrarles, amenazando con abrir fuego si no cumplían sus órdenes. Fabrice Leggeri, director de Frontex, sembró la duda sobre la labor de “algunas” de estas organizaciones. Llegó a acusarlas de “taxis para los traficantes”. Ricardo Gatti explica que este tipo de declaraciones forman parte de una campaña para criminalizar a las ONG y confiesa que, si se instaura la idea de que las organizaciones “están podridas”, la gente llegará a pensar que “es mejor que no salgan”. Ahora, el barco con el que opera la ONG está retenido en el puerto italiano de Pozallo. Les acusan de tráfico de inmigrantes al desembarcar en Italia y no entregar a los rescatados a la guardia costera libia, que según Roma eran quien coordinaba el rescate. Sin embargo, Libia no tiene capacidad para coordinar salvamentos y Roma era el puerto más cercano y seguro, lugar al que según el derecho marítimo internacional habría que llevar a los rescatados. Sin Centro Operacional de Búsqueda y Rescate Marítimo (MRCC), Libia no puede coordinar rescates. Y, mientras Proactiva Open Arms persigue evitar la muerte de los inmigrantes en su travesía por el Mediterráneo, el Gobierno italiano está centrado en evitar a cualquier precio las llegadas a su territorio, lo que incluye unos feroces acuerdos con Libia (un Estado fallido) que muchas organizaciones llevan denunciando desde que se firmaron.
Oscar Camps, tras un naufragio masivo: "En el rescate nos jugamos vidas para salvar vidas"- ToKyma Resumen Misión 39 - Mediterráneo central - MORADA FILMS

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