“Descanse en paz, Canarias” gritó un grupo de activistas en Fitur.
La Feria Internacional de
Turismo (Fitur), que el domingo cerró sus puertas, registró un crecimiento de
seguimiento con respecto al año pasado, con más de 222.000 asistentes, 136.000
profesionales, un 68% más, y 86.000 visitantes. La feria reunió a 8.500
empresas, 131 países, 755 titulares, a lo largo de 8 pabellones del recinto
ferial. Pero llamó la atención un grupo reducido de personas de Canarias que se
manifestó el sábado por la mañana contra la sobreexplotación de las Islas con
gritos de “Viva ese turismo, líderes en pobreza”. La mayoría eran mujeres, con
las caras pintadas, en representación de siete de las ocho islas (a falta de La
Graciosa). Con los brazos en alto mostraban unas lápidas hechas de cartulina en
las que se podía leer el mensaje: “Descanse en paz”, y el nombre de cada una de
las Islas Canarias.
Los
asistentes a la feria no podían dejar de mirar ni de oír al grupo que gritaba:
“Nos estamos cavando nuestra propia tumba”, mientras se sucedían los mensajes
dirigidos a dirigentes políticos canarios como el presidente del Gobierno de Canarias,
Ángel Víctor Torres, o el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín. “Canarias
no se vende, Canarias se defiende”, cantaron al unísono. Una consigna que fue la
más repetida del último año en el Archipiélago. Con ella, miles de personas
salieron a la calle el pasado mes de junio para exigir una moratoria turística
y una mayor a la biodiversidad del Archipiélago. Este sábado el acto
reivindicativo fue acompañado de mensajes explicativos con informaciones
relacionadas con la muerte de cetáceos por colisiones con embarcaciones,
proyectos de lujo que han destruido patrimonio aborigen, los vertidos de aguas
residuales al mar o la pobreza económica que azota al Archipiélago.
“Viva ese turismo,
líderes en pobreza”, se pudo escuchar entre los manifestantes. Las
reivindicaciones se enmarcaron dentro de un cambio de mentalidad en la
población canaria, que, desde el cero turístico de la pandemia, mostró
abiertamente su hartazgo y pidió un cambio de modelo, más consciente con el
entorno. Los datos hablan por sí solos y devuelven a cifras anteriores al
confinamiento, superando con creces la demanda del año 2019. Sin embargo, el crecimiento en el sector no fue
de la mano con la mejora en las condiciones económicas y sociales del
Archipiélago. Canarias se situó en 2022 como la región con mayor porcentaje de
población en situación de pobreza severa, según la European Anti-poverty
Network (EAPN). En total, un 37% de la población estuvo en riesgo de pobreza o
exclusión social en el año 2021.
El año 2022 fue un año
convulso en manifestaciones en el Archipiélago, pero parece que no va a ser el
único. En el anterior ejercicio la población canaria se manifestó en diversas
ocasiones contra la construcción de nuevos proyectos turísticos que podrían
afectar al medioambiente. La presión ciudadana paró de forma temporal el
macroproyecto turístico de Cuna del Alma, el macropuerto de Fonsalía o la
construcción del tren del sur en Tenerife. Los activistas también actuaron en
la isla de Gran Canaria con la construcción de la central de bombeo reversible
de Chira Soria o en Fuerteventura con el nuevo proyecto que pretende crear un
minihollywood junto al Parque Natural de las Dunas de Corralejo.
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