domingo, 29 de octubre de 2023

PSOE y Sumar, de acuerdo para un nuevo Gobierno progresista…

Pedro Sánchez y Yolanda Díaz cerraron el pasado lunes un acuerdo que permitirá la reedición de un Gobierno progresista. La medida será efectiva siempre que, en las próximas semanas, PSOE y Sumar logren el apoyo de las fuerzas nacionalistas e independentistas necesarias para formalizar la investidura del actual presidente en funciones en el Congreso de los Diputados. Con este acuerdo político, PSOE y Sumar sellan su compromiso de nueva coalición de gobierno progresista para los próximos cuatro años. El acto de firma y presentación fue muy diferente al que vimos en el 2019 entre PSOE y Unidas Podemos.  Entonces eran dos formaciones que se querían aniquilar mutuamente pero que, finalmente, fueron condenadas (por las urnas) a entenderse. “Ahora —advierte Juanlu Sánchez al echar un vistazo sobre esta nueva coalición la sensación es que Pedro Sánchez y Yolanda Díaz aceptan con naturalidad que se necesitan y deben proyectar no solo conveniencia sino compenetración. En ese ambiente se desarrolló la campaña electoral. Los resultados refrendaron esa estrategia y el acuerdo político refleja esa intención de profundizar en los puntos en común sin meterse en demasiados charcos donde puedan generarse conflictos entre los socios”. Yendo a lo concreto: si cumplen sus promesas, el nuevo Gobierno reducirá la jornada laboral hasta un nuevo máximo de 37,5 horas semanales, se renovará la subvención del transporte público, se ampliarán los permisos de maternidad y paternidad a 20 semanas, se actualizarán las pensiones según el IPC, se construirá vivienda pública, habrá más dentistas y más psicólogos en la sanidad pública., se “adaptará” el actual impuesto a la banca y a las eléctricas para mantenerlo en el tiempo…Son 48 páginas con cientos de propuestas, algunas más concretas que otras, propuestas especialmente llamativas,  alguna de ellas ya la conocíamos, aunque sin entrar al detalle.  Otras son pendientes de la anterior legislatura como Ley Mordaza, educación infantil y vivienda pública, y otras son nuevas y sugerentes… PSOE y Sumar esperan la llegada de los demás para acelerar la investidura. 

Miguel Muñoz titula en Público “Luces y sombras del acuerdo PSOE-Sumar: fiscalidad y empleo frente a la ambigüedad sobre el CGPJ”. Es un documento programático, firmado por Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que cuenta con ‘letra pequeña’ a tener en cuenta. El título es “España Avanza”. Son más de 230 medidas clasificadas en 11 capítulos temáticos que, a su vez, se subdividen en varios epígrafes más. PSOE y Sumar cerraron en la noche del lunes su acuerdo para “una nueva coalición de Gobierno progresista”, según señala el propio documento, una alianza, la de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que pretende ser duradera. Una de las medidas más llamativas tiene que ver con la reducción de la jornada laboral que, al mismo tiempo, supuso uno de los grandes escollos en las negociaciones. De hecho, en el acuerdo tienen un gran protagonismo las cuestiones de empleo o de fiscalidad. E incluye algunos avances concretos, especialmente por las exigencias previas de Sumar. También algunas sombras por su inconcreción en determinadas propuestas como la de renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y una parte de ‘letra pequeña’ que puede condicionar el impulso de algunas medidas”. Por su parte, Alexis Romero recuerda que “no es la primera vez que los líderes de PSOE y Sumar se citan en persona para afrontar una situación complicada. Ese es el guión de todas sus negociaciones: sus equipos sientan las bases de los acuerdos, y Sánchez y Díaz atan los cabos que terminan de darle sentido. Esta vez ni siquiera bastó con eso. En casi dos meses de negociación, ambas partes se han remitido alrededor de una quincena de borradores en los que, hasta hace unos días, los tachones y borrones superaban con creces a la letra limpia que, medida a medida, iban conformando el acuerdo”.  

“Por eso, después de la reunión de Sánchez y Díaz, Pérez Rey y Álvarez seguían dándole vueltas a un pacto que terminó de cerrarse, según algunas fuentes por la noche, según otras de madrugada. El equipo negociador de Sumar terminó en el apartamento de Yolanda Díaz (dentro del edificio ministerial) rematando los últimos puntos y comas del texto; la misma vivienda en la que Díaz ha cerrado en alguna ocasión algunos de los más importantes acuerdos alcanzados con la patronal y los sindicatos…Entre la fase de los escollos y el desbloqueo del pacto sucedieron muchas cosas y se remitieron muchos borradores, aunque un elemento clave, que se vivió durante todo el fin de semana y el lunes, fue la presión del PSOE para tratar de cerrar un acuerdo rápidamente. El objetivo de los socialistas era presentar el acuerdo como más tarde el martes porque Pedro Sánchez debía viajar el miércoles a Bruselas para participar en la Cumbre Social Tripartita y en el Consejo Europeo y no volvería España hasta el viernes por la noche. El PSOE quería celebrar este mismo sábado su Comité Federal, órgano donde convocar la consulta a la militancia para ratificar el pacto. Díaz también viajaba en la tarde del martes a Bruselas y no se quería dejar pasar la oportunidad del acto público entre los dos líderes”. El Museo Reina Sofía fue el escenario elegido por ambos para estampar su firma en sociedad. Sánchez y Díaz eran los protagonistas absolutos del día y de la escena. Fueron los últimos en entrar en una sala abarrotada entre invitados y medios de comunicación. “Las negociaciones avanzan y todo cogerá velocidad a partir de ahora”, insistieron en el PSOE. El Gobierno confía en que el pacto de la coalición acelere las negociaciones con ERC y Junts.

Juan T. Delgado advierte en Vozpópuli del peligroso cuento de la lechera protagonizado pot Yolanda Díaz: “Trabajar menos, ganar más y cobrar pensión”. Y añade: “Sorpresa relativa entre los empresarios familiares por el acuerdo para reducir la jornada laboral. Sorpresa porque algunos no esperaban que el PSOE iba a tragar con una propuesta de Sumar a la que se opone la vicepresidenta Nadia Calviño. Por dos razones. Una: es una idea muy difícil de aterrizar por su complejidad. Y dos: el debate sobre la flexibilidad laboral ya está sobre la mesa de muchas empresas, sin necesidad de que los dos partidos de la coalición tengan que recordarlo. Empezando por el último punto, el sondeo realizado en Bilbao por el Instituto de la Empresa Familiar presenta dos datos reveladores. Por un lado, el 89% de los encuestados asegura que tiene ‘mucha’ o ‘bastante’ dificultad para ‘encontrar profesionales con los perfiles que requiere su empresa’. Por el otro, los empresarios reconocen que la conciliación (flexibilidad, teletrabajo) ya es el factor que más pesa a la hora de atraer talento (un 60%, frente al 57% que da más importancia a las condiciones económicas). ‘Hace tiempo que los salarios ya no lo son todo al explorar la búsqueda de personal. Los jóvenes vienen con otro chip. Y esa tendencia se ha acrecentado con la pandemia. Ha venido para quedarse’, reflexionaba este martes en Bilbao un economista que conoce bien el difícil día a día de los empresarios familiares. ‘La clave no es tanto la duración de la jornada, sino el grado de productividad’. Para muchos analistas, ese el auténtico talón de Aquiles de la economía española. Según Eurostat, la productividad en nuestro país —medida por hora trabajada— está 16,5 puntos por debajo de la media de la eurozona. Pesan demasiado las cargas fiscales y laborales que soportan los empresarios. Todo un lastre que deja en desventaja a nuestras empresas frente a —por ejemplo las— alemanas o las estadounidenses. ‘Nosotros no sólo competimos con empresas de Sevilla o de Cáceres. Competimos, sobre todo, fuera. Por ejemplo, en Estados Unidos, donde hay compañías que operan con un marco fiscal distinto’, recuerda el presidente del IEF, Andrés Sendagorta. La mejora de la productividad y el 'tamaño' de la jornada laboral deberían ser casi un asunto de Estado, puesto que de ello depende la prosperidad del país. Por eso, el debate debería plantearse con el mayor nivel de 'racionalidad' y consenso entre todas las partes implicadas: Gobierno, patronales y sindicatos”.

“Hemos gobernado cinco años y vamos a hacerlo otros cuatro años más”, indicó Sánchez al firmar junto a Yolanda Díaz, este 'acuerdo programático.

Tras largas negociaciones  –según Agence France-Presse, los socialistas españoles firmaron el martes un acuerdo de coalición con la lista de izquierda radical Sumar, paso indispensable para una nueva investidura de Pedro Sánchez como jefe del ejecutivo, que depende ahora de los partidos independentistas catalane El texto contiene 230 medidas, entre ellas el aumento del parque público de viviendas, la revisión al alza de los objetivos climáticos de España, y una reforma fiscal destinada a aumentar la contribución de los grupos bancarios y energéticos al gasto público. El acuerdo incluye, igualmente, un plan de lucha contra el paro juvenil, un alza del salario mínimo o un recorte de la jornada laboral “sin reducción salarial”, reclamado durante mucho tiempo por los sindicatos españoles y del que Sumar había hecho un caballo de batalla en las últimas semanas. “Queríamos una reducción” de la jornada laboral “a 37 horas y media”, frente a las 40 horas actuales, “y eso va a quedar reflejado de manera muy clara en el acuerdo”, se felicitó el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, en la televisión pública RTVE, sobre esta medida para acercarse a los países que “concilian mejor y son más productivos”. El pacto, que llevaba negociándose desde finales de julio, le permitirá a España “seguir avanzando” en la “senda de progreso”, expuso Sánchez, en el poder desde 2018, y que gobierna en coalición con la extrema izquierda desde 2020. 

  
El vicesecretario del Partido Popular, Borja Sémper.

El portavoz del Partido Popular (PP, derecha), Borja Sémper, minimizó el alcance de este acuerdo. “Ya sabíamos todos que [PSOE y Sumar] iban a seguir casados”, pero esta alianza no tendrá valor sin el “visto bueno” de los independentistas, especialmente los catalanes, recordó. El PSOE de Pedro Sánchez acabó en segundo lugar en las legislativas del 23 de julio, por detrás del Partido Popular (PP, derecha) de Alberto Núñez Feijóo. Pero este último, sin mayoría absoluta, no consiguió los apoyos suficientes de otras formaciones para ser investido presidente, abriendo la vía a un nuevo gobierno de izquierda. Las negociaciones parecen, sin embargo, más complicadas con los partidos separatistas catalanes, especialmente con Junts per Catalunya (JxCat), una de las formaciones clave en el fallido intento de secesión de esta región del noreste español en 2017, cuyo líder Carles Puigdemont huyó a Bélgica para escapar a la justicia española. Tanto este partido, que dispone de siete diputados, como Izquierda Republicana de Cataluña (ERC), pusieron condiciones para dar su apoyo a Sánchez, como la aprobación de una amnistía de los independentistas con causas judiciales por la fallida secesión. La negociación de un posible perdón legal es muy criticada por la derecha y la extrema derecha, así como por algunos sectores del propio partido socialista, y dio lugar a varias manifestaciones contrarias en las últimas semanas. “¿Cómo es posible” que el acuerdo entre los socialistas y Sumar “no nos hable de amnistía?”, lanzó Borja Sémper, criticando la falta de “transparencia” de Sánchez, que todavía no tiene fecha para su debate de investidura en el Parlamento, hecho muy criticado también por el PP. El líder socialista tiene hasta el 27 de noviembre para tratar de ser investido por los diputados. Si no lo logra, se convocarán automáticamente elecciones para mediados de enero.

Otros comentarios, imágenes, fotomontajes y fotos:

Obama rompe su silencio y le manda un mensaje a Israel sobre sus bombardeos a Gaza

“El mundo está siguiendo de cerca los acontecimientos en la región y cualquier estrategia militar israelí que ignore su impacto humanitario podría resultar contraproducente”. Obama opina que es “importante” que Israel respete el derecho internacional en la guerra contra Hamás en Gaza, evitando “en la medida de lo posible” la muerte de civiles inocentes. Según los datos del Ministerio de Salud palestino, los bombardeos israelíes han causado más de 7.000 muertos, siendo cerca de un 40% niños.


El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu se enemista con el secretario general de la ONU, António Guterres.

Las agencias humanitarias de la ONU advertían el pasado miércoles que podrían verse obligadas a detener por la noche sus operaciones en Gaza debido a la falta de combustible y denunciaban la caótica situación de los hospitales en la Franja, con pacientes hacinados y cadáveres apilados en tiendas de campaña. A raíz de las declaraciones de su secretario general, António Guterres, Tel Aviv denegó el visado al jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Martin Griffiths. Y Gilad Erdan, el embajador de Israel ante la ONU, declaró en la radio del ejército: “Debido a sus comentarios, nos negaremos a expedir visados a los representantes de la ONU. Ya hemos denegado el visado al subsecretario general de Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths. Ha llegado el momento de darles una lección”. Israel, además, pidió al secretario general de la ONU, Guterres, que dimitiese después de haber mencionado “las claras violaciones del derecho internacional humanitario que estamos presenciando en Gaza”. Guterrez acusó a Israel de “tergiversar” sus palabras sobre Hamás “Creo que es necesario dejar las cosas claras, especialmente por respeto a las víctimas y a sus familias”, señaló sin aludir en ningún momento a Israel ni a las medidas tomadas como represalia por sus palabras. Un ejemplo de su entereza moral. 

Países como España, Portugal o Alemania han mostrado su firme apoyo a Guterres después de que Israel le pida su dimisión.

El gobierno de Israel, con sus mortales bombardeos indiscriminados sobre la Franja de Gaza, ha declarado la guerra a la Organización de Naciones Unidas (ONU). Su secretario general, António Guterres, aseguró que el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre “no viene de la nada, sino de 56 años de ocupación”. En este marco, Israel vetó a la ONU, rechazando visados y exigiendo la dimisión de Guterres, mientras varios líderes internacionales han declarado su apoyo al secretario general de la organización, entre los que se encuentra Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español en funciones.

Mafalda y  las guerras.
Leo Messsi y el apoyo palestino.


El exfutbolista Eric Cantona (y siempre activista antifascista) ha demostrado una vez más su compromiso con la justicia. Defender los derechos humanos y abogar por una Palestina libre no implica apoyar a grupos como Hamas. Es esencial que se entienda que la lucha por los derechos humanos trasciende las etiquetas y las afiliaciones políticas. Es posible abogar por la paz y la justicia sin tomar partido por la violencia, este es el camino por el que queremos transitar.

“Uno de los peores tipos de injusticia es cuando el opresor juega el papel de víctima y acusa al oprimido de ser injusticia”. (David Helbert)



Sigiriya, la octava maravilla del mundo.

Escondidas sobre una extraña formación geológica de 200 metros de altura se encuentran las magníficas ruinas antiguas de un templo que alcanza las estrellas: Sigiriya. Este sitio antiguo es considerado por muchos eruditos la octava maravilla del mundo.

Pirates de Flandre Maritime.

El humor en la prensa de esta semana: Sansón, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Manel F., Vergara, Harca, Peerich, Mr Hair, R. Mora…













Cómo saberlo.


Pecado y delito.

La patronal contra...




Pep Roig, desde Mallorca:

Oremus.
Siempre igual.
Patriotas.

Adiós, muy buenas. 
 
 
A patadas.

Los vídeos de esta semana:

PSOE y Sumar cierran un acuerdo para un gobierno de coalición 

Las CLAVES del acuerdo entre PSOE y SUMAR para un nuevo Gobierno de coalición.

Irene Montero reconoce que #Podemos no conocía el acuerdo entre #PSOE y #Sumar

Acuerdo PSOE-Sumar: las promesas de la próxima coalición

¿Es posible destruir a Hamás? Así responde Yago Rodríguez, experto en política internacional

Graves enfrentamientos entre la Policía y los Bomberos en Ourense

Carles Puigdemont versiona "Without Me" d'Eminem- Polònia


El mediador del PSOE i Sumar – Polònia




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