domingo, 15 de septiembre de 2013

La vuelta al cole, el TIL, las goteras de las Cortes y de los colegios, el laicismo galo y catalanes en el corredor mediterráneo.

 
 
La vuelta al cole llega este año con una mochila económica mucho más pesada –nos recuerda Javier Ruiz en Vozpópuli–.  De hecho, es la más onerosa de la última década y la más costosa desde que comenzó la crisis, según los datos de la Fundación de Usuarios y  Consumidores Independientes. A las subidas de precios de libros (un 6% más caros), comedores escolares y transportes (que se encarecen un 20%), se suman los recortes en las becas y las rebajas en ayudas a comedores. El resultado es que la vuelta al cole de este año costará 838 euros de media, frente a los 796 del año pasado. Es la vuelta al cole más cara de la crisis. Todos los tipos de centro se encarecen: los colegios públicos pasan a costar una media de 560 euros, los concertados, unos 780, y los privados, una media de 1.175 euros. Los alumnos acuden a aulas más llenas porque los ratios de ocupación aumentan como consecuencia de los 25.000 profesores menos que este año no serán contratados por las Administraciones Públicas”. Los padres con hijos en colegios concertados tienen que afrontar el doble de gastos que los de los colegios públicos, y el triple en los privados. Algunos gobiernos autonómicos han eliminado por completo las ayudas a la compra de libros para infantil y primaria. Y el transporte escolar sube hasta el 20 %. Como resultado de la política de recortes y el encarecimiento de precios, la vuelta al cole de este año se convierte en la más cara de la década y la más costosa desde que comenzó la crisis.
 

Ocho millones de alumnos de infantil, primaria y secundaria, comenzaron esta semana el curso con menos profesorado y con una crisis de fondo que no ayuda en nada a la mayoría de familias. “Va a ser conflictivo”, marcado de nuevo por “los recortes, la pérdida de derechos y la quiebra de la igualdad de oportunidades”, comenta Francisco García, el secretario general de enseñanza de CCOO. “El sistema educativo –apostilla–empieza a estar en los huesos”. No será un curso tranquilo, confirma el presidente de enseñanza de CSIF, Adrián Vivas; y estará lleno de “incertidumbre”, también por la reforma educativa, según el AMPE, sindicato independiente, al servicio del profesorado de la enseñanza pública. Éste calcula que colegios e institutos han perdido cincuenta mil profesores desde 2011, entre el “despido de miles de interinos” y la “práctica desaparición” de la oferta de empleo público. La situación, denuncia en una nota, es “insostenible: muchos más alumnos para muchos menos profesores”. Jesús Sánchez, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), subraya la diversidad de alumnado de las aulas españolas y confirma que más estudiantes por profesor representa una “merma” de la calidad. “Por mucho que se empeñe el Ministerio –argumenta–, esto no beneficia; al contrario, perjudica por la atención que necesitan muchos estudiantes con necesidades educativas especiales o problemas por el idioma, sobre todo en la escuela pública”. Puestos a detectar problemas de la educación, ironiza Francisco García, los principales serían el ministro de Educación, José Ignacio Wert, y las medidas del PP. Crecen las tasas de matrícula, decrecen las ayudas y se endurecen sus condiciones con esa política “torpe y miope”. Además, la reforma educativa, en tramitación parlamentaria, supondrá la “cronificación de los recortes”. Lo que vaticina un otoño “caliente” de protestas en la escuela pública.

 
El curso escolar arrancó esta semana, coincidiendo con la reforma educativa y las protestas de profesores y estudiantes. Mientras los alumnos reinician los estudios, los grupos parlamentarios retoman los trabajos sobre el proyecto de Ley Orgánic de Mejora de la Calidad educativa (LOMCE), que se encuentra en fase de presentación de enmiendas al articulado.  Precisamente la reforma legislativa es una de las materias que han llevado al Sindicato de Estudiantes a convocar una “semana de lucha” a partir del 21 de octubre con tres jornadas de huelga. Consideran que se trata de una regresión que devolverá el sistema educativo español “al franquismo”, que la nueva política de becas atenta contra la igualdad de oportunidades y que el encarecimiento de las matrículas universitarias expulsará del sistema a los alumnos con menos recursos. En Madrid arrancó el curso con “miles de profesores menos” y con el “caos” que supone que aún no se han asignado medio millar de plazas, tal y como ha denunciado a Servimedia el diputado socialista de la Asamblea de Madrid Eusebio González. En la misma línea, EQUO Madrid ha denunciado en un comunicado que el curso comienza sin completar las plantillas de profesorado generando “muchas dificultades para las familias y centros escolares”. FETE-UGT Madrid denuncia la situación en la que se encuentran los centros educativos como consecuencia de la tardía y pésima asignación de destinos docentes de inicio de curso y exige la dimisión de la Consejera de Educación, Juventud y Deporte, Lucía Figar. En Castilla-La Mancha “no se incorporarán más de 700 maestros de apoyo en educación infantil ni más de 1.000 suprimidos entre el año pasado y éste”, según denuncia CCOO. Más de lo mismo en Valencia. La rama valenciana de CSI-F alude a reducciones de jornada de docentes titulares, a habilitaciones de centros y a sustituciones que todavía no ha ofertado la Conselleria de Educación. 


La polémica Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) se encuentra aún en trámite parlamentario. Sin embargo, podría no llegar a ver la luz si la Comisión Europea estima la denuncia preventiva presentada por la Federación de Enseñanza de CCOO. De este modo, en un máximo de 15 días el Gobierno podría verse obligado a 'congelar' los artículos El sindicato CCOO ha presentado una denuncia ante la CE contra varios artículos de la LOMCE por considerarlos contrarios al principio de igualdad, consagrado tanto en la Constitución Española como en el derecho europeo. Alega que la norma “vulnera el derecho comunitario, ante la imposibilidad de los ciudadanos españoles de poder acudir a los tribunales ordinarios para recurrirla” e insta a la CE a que actúe de forma preventiva. Tres son los aspectos que chocan contra la legislación europea, según la Federación de Enseñanza de CCOO: la enseñanza diferenciada por sexos (art. 84.3); la enseñanza de las asignaturas de Religión y Valores sociales y cívicos (arts. 18.3.b, 24.3.b y 25.4); y la contratación de expertos con dominio de lenguas extranjeras. En cuanto al primer apartado, el sindicato argumenta que el Gobierno se escuda en un “texto preconstitucional” para consagrar la educación diferenciada por sexos y sortear así la Ley Orgánica 2/2006 que impedía a dichos centros docentes el ser sostenidos con fondos públicos.  La Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) ha sumado más de 400 enmiendas, tras media docena de prórrogas al plazo para la presentación de estas en el Congreso. Hasta el PP ha presentado más de 40 propuestas para mejorar el texto de Wert.
 
El ministro Wert, escuchando en el Congreso.

“Wert –escribe Patricia Hernández en Plural.com– nos dijo ayer que nos lo inventamos todo y que eso de menos becas y menos becarios es falso, que todo está bien, que los jóvenes que han perdido la beca no existen, que nadie tiene problemas para pagar las tasas universitarias, que los pajaritos cantan y las nubes se levantan. Ha llegado un punto en que las mentiras del ministro Wert se convierten en obscenas e indecentes para cualquiera que le escuche, pero mucho más, para aquellos y aquellas que sufren sus medidas; mucho más para aquellos y aquellas sobre los que miente. Me imagino a los alumnos que perdieron sus becas escuchando a Wert. Mientras Wert decía esto ayer desde su escaño en el Congreso, me imaginaba a los 35.000 alumnos y alumnas que perdieron su beca el año pasado, atragantándose con la comida, mientras lo veían en el telediario. Me imaginaba a los 30.000 universitarios que en junio no pudieron presentarse a los exámenes pese al esfuerzo realizado durante todo el curso, por no haber podido pagar las tasas universitarias. Me los imaginaba, frente al televisor, jurando en arameo y deseando traspasar la pantalla. Me imagino ahora a los que están por solicitar la beca en estos días, sabiendo ya hoy, que si se la dan, lo cual dudan (con razón), la cuantía de la beca será la mitad que el año pasado. Me imagino a los estudiantes de las islas, de mis islas, a aquellos y aquellas que tenían una beca de movilidad y que el ministro ha suprimido, pasmados ante tanto cinismo exhibido por el ministro. Pero es que las mentiras que vertieron desde el banco azul durante la sesión de control al gobierno de ayer, formaron una sucesión interminable, una detrás de otra. Parecía que Rajoy hubiera abierto la veda y hubiera dicho… ‘adelante…cambio de estrategia…guardamos la matraca de la herencia, y sacamos las mentiras’. Después de llovernos, literalmente, dentro del Congreso, nos llovieron mentiras de todos los tamaños y colores. Inaugurando la jornada, Rajoy…no podría ser de otra forma”.
 

En Baleares, el llamado TIL (Tratamiento Integrado de Lenguas), aprobado en el pasado mes de abril, ha creado una polémica que no ha dejado de crecer. El primer gran sobresalto llegó el 6 de septiembre, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Baleares anunció que había atendido las dos demandas de los sindicatos UGT y STEI (Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de las Islas  Baleares) que suspendía cautelarmente la implantación del modelo trilingüe en las escuelas a una semana del comienzo de curso. Los jueces cuestionaron el anexo de la norma y el calendario de aplicación del modelo sin consultas ni negociación del modelo y sin ser sometido a exposición pública. Como reacción, el Gobierno Balear, en manos del PP, aprobaba un nuevo decreto ley, una opción excepcional que no exige debate parlamentario y entra en vigor de inmediato, tras su aparición en el boletín oficial. Decreto que no puede ser impugnado ante los tribunales ordinarios y que solo es apelables ante el Tribunal Constitucional, con el aval de 50 parlamentarios nacionales. Este modelo de trilingüismo que afecta, en su primera fase a 36.000 alumnos, a 10.500 profesores de la escuela pública y a unos 4.500 de la concertada, afecta a todas las plantillas de profesores. Biel Barceló, del grupo Més, acusa al presidente José Ramón Bauzá de regirse por un “funcionamiento dictatorial” y de hacer “cacicadas”. Francina Armengol, del PSOE dice que la norma urgente del Gobierno es un “disparate” y reclama al presidente “sentido común”. Para Biel Candente, del STEI, la respuesta del Gobierno de las islas “demuestra que su propuesta de trilingüismo es una falacia que sólo pretende cercenar el modelo estable de cada centro”. Pero, el PP defiende que el TIL no va contra el catalán y que “esta educación se entiende como valor añadido”. Para 16 de agosto, se ha convocado una huelga indefinida.
 

Antoni Tarabini, sociólogo y presidente de la Fundación Gadeso, escribe bajo el título de “Insoportable”, un artículo sobre el tema: “De nuevo nuestra educación, el presente y futuro de nuestros hijos, está en la picota. Sin exagerar todos los comentarios, tirios y troyanos mostraban un cabreo (literal) con la actitud chulesca de nuestro Govern, cuya penúltima muestra ha sido la entrevista publicada al señor Estarellas, conseller real de Educación, mientras la señora Camps permanece ocupando su poltrona titular virtual. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares suspende, de manera cautelar, la aplicación del TIL. La respuesta es inmediata: un Decreto-Ley deja sin efecto el dictamen del TSJ. Y a otra cosa, mariposa. No es una mera anécdota. El Govern, sin ningún complejo, ha decidido poner a sus órdenes al poder judicial. La penúltima muestra, nunca es la última, fue el desprecio absoluto hacia el Consell Consultiu, cuyo Presidente, Rafael Perera, ha decidido mantener su independencia tal como expresa en una entrevista publicada en el D. M. de ayer. El abuso del mal uso del Decreto-Ley es un ataque a la yugular de nuestro sistema democrático. Pero para nuestros populares su mayoría absoluta les permite cualquier tropelía. Estarellas lo tiene claro. Ya nos veremos en las urnas. Además los convocantes de la huelga son una minoría que intenta amordazar al resto de la comunidad educativa. Incluso pone en duda la verdad de las 5.000 firmas de los profesores. Según él, el Decreto-Ley es el instrumento adecuado para iniciar el curso con ‘normalidad’. Pero hay más. Intentan enfrentar a los maestros y profesores con las familias, presentado a la comunidad educativa como unos impresentables únicamente preocupados en defender sus ‘privilegios’. Lo que está en juego no es sólo el TIL, sino también la lastimosa situación de nuestra educación, sobre todo la pública. El TIL, especialmente, en el modo y forma como se pretende imponer, no es más que otra muestra de los cambios radicales en nuestro sistema educativo. Es una realidad nuestro insoportable fracaso y abandono escolar. ¿Alguien en su sano juicio cree que es posible aplicar la reforma Wert, y, en nuestro caso, ahora el TlL, sin un mínimo consenso con la comunidad educativa? Determinadas ‘medidas’ incluidas en la reforma Wert, ¿son las adecuadas para afrontar el fracaso escolar? Recortes sustanciales en plantillas y aumento de ratios, recortes en las becas, incluidas las propias de los comedores escolares, aumento de las tasas de la UIB, eliminación fáctica de los programas de apoyo y refuerzo a la diversidad… Podríamos continuar. ¿Es posible reconducir tal situación, reflejada en un inicio caótico que puede condicionar el desarrollo de todo el curso? La iniciativa de un imprescindible diálogo corresponde al Govern. De momento, nada de nada. El Govern sigue escudado en su mayoría absoluta”.
 
Un TIL sin pies ni cabeza.

Tomeu Picornell escribe en el Periscopi: “El TIL, genealogía de una estafa”. Para hacer méritos, con el TIL, José Ramón Bauzá, presidente de las islas Baleares, ha querido correr más que Wert. Y la primera derrota del espíritu de la LOMCE se producirá en las Baleares. “El Til  -dice Picornell– consiste en obligar a profesores que no saben inglés a impartir materias en esta lengua, de modo que alumnos que apenas siguen la explicación en catalán o en castellano, ni aprendan las materias en cuestión. Es el Palma-Arena de la era Bauzá: una obra faraónica sin fundamentos, con ascensores que no conducen a ninguna parte. Esta monumental estafa incorpora todos los elementos estelares de la historia del partido. La diagnosis previa y la justificación se han realizado con el mismo rigor con que Aznar involucró a España en las aventuras de Bush. La famosa aseveración: ‘Irak tiene armas de destrucción masiva’ es a la base de la actual ‘Los profesores secuestran a sus alumnos’. De la misma manera, el fracaso escolar, en la legislación vigente hasta ahora, encuentra sus raíces en aquella frase pronunciada el 11-M por Ángel Acebes: ‘El responsable de este atentado es la banda terrorista ETA’. La intervención educativa de Bauzá, desde una concepción de la autonomía de los centros educativos, emparentada directamente con la noción que tenía Manuel Fraga sobre la propiedad de las calles y el derecho de manifestación cuando, antes de la democracia, era ministro de Interior: ‘La calle es mía’. Como en el Túnel de Sóller, habrá peajes a pagar, ahora, en forma de repaso para los niños. Como en el caso Formentera, en el censo de la consellería aparece el número de profesores capacitados para dar clase en inglés que sus compañeros  no conocen. Como en el de Bitel, dirigiendo algo a un destino que no es el confesado. Como el caso Metro de Palma, aunque dicen que acabarán con la inmersión, con un rociado habrán ahogado la escuela pública. ¿Alguien se extraña de que los profesores hagan huelga?”

Goteras en el Congreso de los Diputados.
 
Mientras tanto, y antes de acabar el verano, caen algunos chaparrones y se descubre  que hay goteras y goteras. Porque no es lo mismo tenerlas en el Congreso de los Diputados que en un colegio público. Si sucede en el primero, marcando el inicio del Parlamento, tras el verano, la fotografía puede dar la vuelta a España en cuestión de segundos y el escándalo puede ser mayúsculo. Sus señorías parecen indignadas por el simple goteo que puede ser noticia de primera, pero sus señorías se irán a tomar café mientras los albañiles y los técnicos tratarán de arreglar el tejado como sea. Y, aunque el escándalo es que las obras del Congreso costaron 4, 4, millones de euros y, con ese precio, bien pudieran haberlas solventado si hubiera llovido antes, nadie duda que acabarán arreglado el tejado antes de que vuelva a ocurrir.

  Goteras en Colegio Público Maestro Casanova, de Cangas del Narcea, Asturias  

Goteras en el Colegio Manjón Cervantes. Alicante.
 
Todo lo contrario de lo ocurre en parecidas circunstancias y en numerosos colegios públicos. Entonces la noticia no aparece en la prensa con tanta precisión ni se corre tan deprisa para solventar los incidentes. Entonces se colocarán cubos bajo las goteras y se esperará a que escampe. Alumnos y profesores tendrán que cargarse de paciencia. Porque son las goteras que cada curso aparecen en aulas y pasillos de dichos colegios. Y esta vez, el desperfecto se quedará como está durante meses o años. Y hasta los alumnos y profesores tendrán que coger la fregona y el cubo para recoger el agua y poder dar la clase.
 

Esta misma semana nos enteramos de que las escuelas públicas francesas muestran en un lugar visible, junto al lema de la República  –“Libertad, igualdad, fraternidad”– y a la Declaración de Derechos Humanos y del ciudadano, una Carta del Laicismo que se enseña a los alumnos como la base de los valores del país. “Demasiada gente tiene ahora una representación errónea del laicismo”, señala en una entrevista publicada por Le Journal du Dimanche el ministro de Educación, Vincent Peillon, que justifica la enseñanza de esta síntesis en 15 puntos de sus grandes principios.

 
Vicent Peillon, ministro de Educación francés, recuerda que la Constitución en su artículo primero establece que Francia es una república “indivisible, democrática, social y laica”. Señala que el laicismo es “una exigencia de razón, de justicia y de paz” que fija “un cierto número de obligaciones, de límites y de reglas: el respeto de los demás, la neutralidad del Estado, de los espacios en los que no se hace proselitismo, la distinción del saber y de la fe”. Insiste en que eso nunca se hace por la violencia y que, “aunque impone una obligación de neutralidad religiosa y política, asume valores” como la libertad de conciencia, el respeto de la persona, la igualdad hombre-mujer y la racionalidad. Y que el laicismo “ofrece un espacio preservado y neutro en el que se da a cada uno, sea cual sea su religión, su origen social o geográfico, los medios para elegir y construir su vida”. La Carta del Laicismo recuerda la libertad de opinión de los alumnos, pero también que no pueden poner en tela de juicio los contenidos de lo que se les enseña ni faltar a las clases alegando motivos religiosos. Peillon indica que se trata de recordar la ley que proscribe el uso de signos religiosos con ostentación. Los profesores tienen a su disposición un documento con comentarios, artículo por artículo, para facilitar su enseñanza. Además, esas nociones pasarán a los currículos de las escuelas de formación del profesorado. Para dar un viso solemne a la aplicación de esta carta en los centros desde la primaria al liceo, el titular de Educación, junto a la de los Derechos de las Mujeres y portavoz del Gobierno, Najat Vallaud-Belkacem, acuden a una escuela de la región de París, acompañados, entre otros, del exfutbolista Lilian Thuram, presidente de la Fundación Educación contra el Racismo.
 
 
 
En esta tierra desconocemos estos gestos que ennoblece a los que los mantienen. En cambio, otros ciudadanos, como los catalanes, son capaces de inundar, con la “marea amarilla”, los 480 kilómetros de la “vía catalana”. Y cientos de miles de catalanes ocuparon, desde primera hora de la tarde del miércoles, 11 de septiembre, el tramo designado que recorre Cataluña de norte a sur, uniendo los municipios de El Pertús –ya en territorio francés– y Alcanar (Tarragona), pasando por 86 localidades para reclamar la independencia de Cataluña. La Asamblea Nacional Catalana, entidad privada que actúa como centinela del proceso soberanista desde la socieda civil, convocó a los más de 400.000 inscritos, aunque las imágenes sugieren que pudieran ser muchos más. El reto era cruzar Cataluña de norte a sur en una cadena humana. La Vía Catalana empezó con un repique de campanas desde la Seu Vella de Lleida, a las 17.14, hora que emulaba el año en el que cayó Barcelona en la Guerra de Sucesión. Los ciudadanos, muchos con banderas ‘estelades’ y camiseta amarilla, iban llegando a Plaza Catalunya, Camp Nou, la Rambla, Sagrada Familia, y Plaza Sant Jaume, donde algunas autoridades se unieron a la cadena. Por su parte, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, asegura que la Vía Catalana reitera el mensaje al Estado de consulta de autodeterminación, y advierte al  Gobierno central que tendrá un “problema grave de relación con Cataluña” si no le da una vía para canalizar esta reivindicación. El mismo día, miembros del Govern y del Parlament se entrevistan durante más de una hora con periodistas extranjeros para explicarles la aspiración a una consulta, y aseguran que Cataluña está despertando la atención de muchos países, algunos de los cuales la miran “con lupa”. Definen la ‘catalan route’ como el camino hacia la consulta, y el ‘catalan way’ como lo que caracteriza a esta tierra: democracia, espíritu pacífico, mayorías amplias, puertas abiertas a todos, progreso, ‘derecho a decidir’ y defender el presente y el futuro propios…

 Recorrido vía catalana  Via-Catalana-Girone
Los organizadores califican de “éxito” la convocatoria y consideran que la movilización de este miércoles cumplió ampliamente con su objetivo: demostrar dentro y fuera de Catalunya la posibilidad de reunir pacíficamente a un gran número de personas –la Generalitat cifró en 1.600.000 personas las participantes en la cadena humana–, con determinación y voluntad inclusiva. La presidenta de ANC, Carme Forcadell, durante el discurso que pronuncia por la tarde reclama una consulta para que el pueblo catalán pueda decidir sobre su futuro y se dirige a la multitud concentrada en la Plaça de Catalunya para reclamar que la consulta al pueblo catalán sobre su propio futuro se realice sin dilaciones, “no en el 2016” y con “una pregunta clara”.  Afirma que para lograr la independencia y ser “un Estado de Europa se debe celebrar, durante el 2014, un referéndum de autodeterminación, y añade que “la historia de los últimos 30 años ha demostrado que hay dos caminos: o someterse a la centralización del Estado español y desaparecer como pueblo o la independencia”. En sus palabras de conclusión, Forcadell explica que la Vía Catalana marca el camino hacia un Estado propio. “Necesitamos un Estado que nos defienda y pedimos a las instituciones que cumplan con la declaración de soberanía aprobado por el Parlament de Catalunya. En momentos históricos, hacen falta decisiones históricas”.  
   Carme Forcadell, la lideresa de la independencia que trabajo para TVE durante la Transición.
S. Sanz, la describe así en Vozpópuli: “La presidenta de la ANC, plataforma organizadora de la cadena humana secesionista, milita en Esquerra Republicana, formación por la que ha sido concejala en el Ayuntamiento de Sabadell entre 2003 y 2007. Desde 1996, es vocal de Òmnium Cultural, entidad que organizó el año pasado la manifestación por la Diada, en Barcelona. Comenzó sus andadas en el cuarto poder formando parte del programa 'Giravolt', una especie de 'Informe Semanal' a la catalana que narró el primer 'Onze de Setembre' tolerado por el franquismo y ofreció el primer reportaje sobre Joseph Tarradellas, que residía entonces en su exilio en Saint-Martín-le-Beau (Francia). Conocedora de las estratagemas mediáticas para lograr la repercusión deseada , esta licenciada en Filología y Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona, es la cara visible y principal impulsora (en la sombra, lo ha sido el Gobierno de Artur Mas) de la cadeba humana, articulada en torno a una campaña que buscaba amplia resonancia y remover conciencias. Maneja toda una red tejida en torno a su figura, emergente entre los suyos, pues despierta enorme empatía en ellos. Una vestal del secesionismo que se eleva sobre el jefe de la Generalitat. Es ella a la que veneran como su verdadera lideresa, su alma máter, más que Oriol Junqueras, presidente de ERC, o el propio Artur Mas, al que sólo ven enfrascado en un juego de equilibrios entre el nacionalismo y el separatismo. Si los independentistas vascos confían su futuro a Arnaldo Otegi, sus homólogos catalanes lo ponen en manos de Carme Forcadell. Profesora de Lengua y Literatura catalanas en diversos centros docentes, contribuyó al germen de lo que más tarde vendría a llamarse proceso de ‘normalización o inmersión lingüística’, primando el catalán y desplazando el castellano a un uso residual. Funcionaria de la Consejería de Educación de la Generalitat, Forcadell se especializó en esta materia y presta asesoramiento al Ejecutivo catalán desde 1991 hasta la actualidad”.
 
Un ultra empuja al diputado Sánchez Libre.

Artur Mas ensalzó el “civismo” durante el desarrollo de la cadena humana y de otros actos de la Diada, en contraste con el incidente que tuvo lugar en la librería Blanquerna, propiedad de la Generalitat de Cataluña, en Madrid, donde un grupo ultra asaltó el local mientras se celebraba el Once de Setembre. Una quincena de personas que portaba banderas españolas con el águila de San Juan, de Falange y de Alianza Nacional, irrumpió en el local, tras romper la entrada de la librería, y bajaron al salón de actos, al grito de  “No nos engañan. Cataluña es España”. Los extremistas derribaron varias estanterías, lanzaron el gas lacrimógeno y arrancaron el atril y la senyera que presidía el acto. La mayoría de fascistas iban con la cara descubierta y algunos, embozados con pañuelos y gafas de sol. El diputado de CiU, Josep Sánchez Libre, trató de hacer frente a uno de los boicoteadores que lo apartó de un manotazo. Los asaltantes zarandearon a algunos de los asistentes que trataban de expulsarles de la sede y golpearon al cámara de TV3 que tomaba imágenes del acto. Luego, arrojaron gas pimienta, antes de salir a la calle. El acto fue suspendido durante media hora, tras la cual se reanudó en un patio al aire libre. El diputado Sánchez Libre se dirigió luego a una comisaría a denunciar  el ataque ultraderechista. Doce miembros de distintos grupos ultras fueron detenidos al día siguiente. Izquierda Unida, a través de sus diputados y portavoces en las comisiones de Interior y Justicia del Congreso, Ricardo Sixto y Gaspar Llamazares, llevaron a cabo distintas actuaciones políticas y judiciales, que incluyen la presentación de una proposición no de ley en la Cámara Baja e instar la actuación de la Fiscalía General del Estado para la declaración de ilegalidad y disolución de las formaciones de extrema derecha que realizan actuaciones ilegales. La sucesión de actos violentos de este tipo se ha incrementado en los últimos meses. El último ha sido este asalto de ultraderechistas al Centro Blanquerna, en el día de celebración de la Diada, que ocasionó cinco heridos leves, uno de ellos hospitalizado.


 “Cataluña –escribe David Jiménez bajo el titular ‘Catalonia is not Tibet’– es la comunidad autónoma de una democracia averiada y en crisis, donde una parte de la población quiere independizarse de España y otra no, dos propuestas legítimas que deberían poder defenderse sin manipulaciones. Lemas como “Freedom for Catalonia”, discursos sobre la España que oprime y acusaciones de saqueo por parte de la dictadura de Madrid suponen una ofensa hacia los pueblos que realmente sufren falta de libertad, están oprimidos y son expoliados por dictaduras. Es lo que tiene la libertad de la que sí disfruta Cataluña y que la hace tan diferente al Tíbet, el Kosovo yugoslavo o el Sahara Occidental: no solo se puede mantenerse un discurso independentista, sino que puede hacerse con los argumentos más alejados de la realidad. Nací y viví mi infancia en una Cataluña donde no existía el resentimiento artificialmente inflado de estos días. No me gustaría tener que utilizar el pasaporte para visitar a los amigos que todavía tengo en Barcelona. Pero si una gran mayoría de catalanes estuviera a favor de la independencia, y así se pronunciaran en una consulta en la que fueran enfrentados a todas las consecuencias de esa decisión, no tendría ningún problema en aceptar el resultado. Me gusta pensar, sin embargo, que catalanes y españoles tienen suficiente en común para vivir juntos, incluidos políticos tan parecidos en su ramplonería y mediocridad que cuesta pensar que puedan pertenecer a países diferentes. Mi nada científica encuesta, sumando la opinión de cada catalán con el que me encuentro, me dice que la mayoría no quieren romper completamente con España, sino un vínculo político y económico diferente que debería poder negociarse. Que la mayoría se sienten cómodos siendo catalanes dentro de una España que garantice su lengua, cultura e identidad. Y que la mayoría tienen el suficiente respeto por pueblos oprimidos como el Tíbet para saber que el suyo no lo está.
 

“Estoy convencido –dice Luis García Montero en el artículo ‘Cuando te duela España’ –de que, en los últimos años, la prepotencia y la zafiedad del nacionalismo español ha contribuido a despertar el independentismo catalán. Pero creo también que la causa más importante del independentismo es la desaparición de una ética socialista en medio de la España neoliberal. La corrupción, la avaricia y la sumisión al dinero han imperado sin límites en la sociedad española y catalana. ¡Qué gobernantes hemos sufrido los unos y los otros! ¿Es que no es como para identificarnos en la misma vergüenza? La ética socialista ha desaparecido o se ha convertido en una mascarada insoportable por culpa de unas siglas históricas sometidas al mandato del negocio, los bancos, las reformas laborales y la ley del dinero. ¿Quién se va a preocupar así de un obrero extremeño en Barcelona? Nadie, pero tampoco se preocupa nadie de un obrero andaluz o madrileño en Madrid. Es triste: en los debates sobre nacionalismo se formulan pocas preguntas sobre las condiciones de vida de los más necesitados. ¿Vivirá el proletariado catalán mejor con la independencia? ¿Y el de Castilla y León? ¿Qué pasará con su sanidad y su educación pública, al margen del catecismo y de los falseamientos previsibles a la hora de contar la Historia? Son preguntas que muy pocos formulan. Y son las que a mí más me importan”.

 
“En fin –escribe David Torres en el artículo “España se vuelve a romper”, en Público.es–, que España se resquebraja por la línea del Ebro y la cosa no huele a guerra civil ni a limpieza étnica ni a apocalipsis terminal. Era lo lógico, puesto que España lleva rompiéndose más o menos desde que se inventó, juntándose y disgregándose, ayuntándose y despedazándose en una danza secular que habrá quien se aventure a denominar dialéctica, aunque a mí me parece una palabra demasiado gorda. España es un autobús que no lleva a ninguna parte y entonces un montón de gente decide dar un toque y bajarse en Portugal. Oigan, que Portugal no va a ninguna parte. Ya, ya lo sabemos pero al menos iremos por nuestra cuenta. Es lo mismo que dijeron luego en México, en Chile, en Argentina, en Perú, en Filipinas y en Marruecos. Y no pasó nada, no se rajaron los cielos ni se salió el eje terrestre. Hay un par de cosas que no me han convencido de la Diada, pero son cuestiones personales. Una es que la señal de salida sonara desde las siete campanas de la Seu Vella en Lérida, y yo no sé muy bien qué diablos pinta la iglesia en esta historia. La segunda es la hechura de los líderes políticos que encabezaban la marcha, empezando por Artur Mas, un señor con pinta de vendedor en unos grandes almacenes metido a Moisés del Llobregat. Digo yo que los catalanes podían haber tenido mejor gusto al elegir pero, no sé, a lo mejor tampoco había muchas más opciones y además cada uno se equivoca como le da la gana. No les voy a dar yo lecciones teniendo de presidente a Mariano I de España y V de Alemania”.


De los fotomontajes aparecidos esta semana, seleccionamos cuatro. Y empezamos con  el de Ana Botella, en el desayuno, con Aznar. En el segundo, Obama reúne a sus aliados para volver a Siria sin el aval de la ONU. En el tercero, vendemos la sanidad privada como la mejor alternativa, pero luego vamos cagando hostias a la pública. Finalmente, volvemos con la abdicación del rey Juan Carlos.



 

Erlich nos enseñala la vieja y la nueva política.


La manera de atarse los zapatos de un presidente en plena crisis o de un economista.



 
La elección del Comité Olímpico por Tokio y la confesión ante la crisis.


 
Otras muestras de humor, presentadas por El Roto, J. R. Mora, F. Villalobos, Peridis, Farrugo, Ramón, A. López , Varona…











 
Pep Roig nos recuerda: El botellazo olímpico, Es la war, El club nacional de la comedia, Prepotencia aTILdada, Ispanis chou y La gran estafa electoral, suma y sigue.

 

 
 
 

 
Terminamos con cinco vídeos. En el primero, dos bebés dialogan con vehemencia en su lengua, sin hablarla. Así son los niños, y así se expresan, antes de iniciar su aprendizaje en la guardería o en la
escuela.



En el segundo, unos niños piensan en trabajar el día de mañana en diferentes profesiones…



Este vídeo es una respuesta al institucional, lanzado por el Gover Balear, tras implantar por decreto el TIL, haciendo caso omiso de la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia de las Baleares que suspendía, de forma cautelar, su aplicación. La “Coordinadora del Profesorado Preocupado de Ibiza” hace una llamada a toda la comunidad educativa para que secunde y dé soporte a la huelga indefinida convocada para el próximo día 16 de los corrientes.



En Fort Apache, con una mesa plural y de nivel, se atreven a debatir sobre la naturaleza de la nación española, sobre su relación con las identidades nacionales periféricas y sobre su derecho a la autodeterminación. Participa en el debate Teresa Jordà (diputada de ERC), Jon Iñarritu (diputado de Amaiur), Joan Josep Nuet (diputado de EUiA), Jaime Pastor (profesor Ciencia Política UNED), Ramón Cotarelo (profesor de Ciencia Política UNED) y Rosana Pérez (diputada de BNG).


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