sábado, 24 de junio de 2017

Rajoy, aludido por la sentencia del TC que anula la amnistía fiscal.

Montoro y Rajoy, contestando, en primera fila del Congreso.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, mostró en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados que nada de lo que sucedía a su alrededor era competencia suya y, en consecuencia, que no tenía por qué verse afectado. “Conviene recordar –dijo– lo que estamos hablando. Lo que el tribunal Constitucional ha declarado inconstitucional es el medio utilizado”… Margarita Robles, la nueva portavoz del grupo parlamentario socialista, se comportó con formas un tanto rígidas y alejada de un debate de este tipo, sin duda presionada por ser novicia en este cometido. Y aludió a que “el decreto-ley supone la abdicación del Estado”, garantizando la contribución equitativa que manda la Constitución a la hora de pagar impuestos. “¿Con qué fuerza moral va a pedir a los ciudadanos que contribuyan a la carga fiscal”, preguntó a su interlocutor. Rajoy no se dio por aludido y poco le faltó para decir que la amnistía fiscal no había sido cosa suya. Aseguró que se hizo por recomendación de la OCDE y que, además, se había ingresado dinero “cosa que no había ocurrido con la amnistía fiscal de 1991”.

El portavoz vasco, tras recordar las descalificaciones que recibió de personas como Acebes y el portavoz Hernando fue  muy concreto: “¿Piensa usted manifestar un desagravio?”. Pero Rajoy justificó que “sentencias del Tribunal de Derechos Humanos ha habido muchas”. Con Joan Baldoví, quien le expuso un decálogo de razones por las que debería dimitir, Rajoy estuvo un tanto displicente e irónico: “Pues no coincido con usted. Debo seguir por responsabilidad, por tener el respaldo de 137 escaños y después de haber superado una moción de censura. Utilice usted, ya que no tiene que gobernar, sus cuatro diputados con un poquito más de altura e inteligencia”… PSOE y Podemos pidieron al ministro de Hacienda que dejase el cargo por “decencia política” tras el “varapalo” del TC a su amnistía fiscal.  Y Ciudadanos acusó al Gobierno de “premiar a los defraudadores”. Pero Cristóbal Montoro aseguró que no pensaba dimitir tras el fallo del Tribunal Constitucional contra la amnistía fiscal de 2012. Y justificó aquella polémica medida ante PSOE, Podemos y Ciudadanos, negando que la sentencia del TC anule el fondo de la misma y asegurando que no se marcharía hasta que España salga del déficit excesivo.. Por su parte, Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, le afeó que no reparase el daño causado: “Ustedes han premiado a los defraudadores”.

Montoro dijo que “cuanto más se levanten a pedir mi dimisión, menos me puedo ir. La sentencia es una descalificación al procedimiento en una decisión tomada en un momento de asfixia de país”, afirmó el ministro, rebajando el carácter negativo de la resolución del TC. “Lo que hace la amnistía fiscal –le replicó Pedro Saura, el diputado socialista– es blanquear la corrupción, a los corruptos, a muchos dirigentes del PP porque para eso se hizo. Por eso se tiene que ir, porque es la mejor manera de devolver el prestigio a la política española. Si no dimite, lo vamos a reprobar y el señor Rajoy tendría que cesarlo de manera inmediata”. El ministro de Hacienda contestó que “a base de repetir una mentira, no se hace la verdad, ni cae del cielo”. E insistió en que la amnistía fiscal fue una “regularización de activos en el extranjero”, apuntando que “sólo hubo un dirigente del PP” que se acogió a esta medida,  Rodrigo Rato, exvicepresidente del Gobierno y exdirector del FMI, y “hoy está en los tribunales”.

Por su parte, Mayoral acusó a los populares de ser “un gobierno que trabaja para las élites y no para la gente. No nos conformamos con que dimita usted, señor Montero, queremos que se vaya su gobierno”. Y lamentó que la sentencia del TC “llega tarde” y “no vamos a poder recuperar ese dinero”. Montero le reprochó que siga con la “novela negra” sobre España, trazada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias. Por su parte, el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, indicó a Montoro que “la sentencia del TC no es sólo un reproche procedimental, sino que hay un reproche moral. Se le dice que usted han legitimado la insolidaridad”, mientras “han subido todos los impuestos, como el IRPF, un 52%, sumado esto a la voracidad de algunas comunidades autonómicas”.

La sesión de control al Ejecutivo fue, una vez más, un despropósito de un gobierno que, pese a tener toda la oposición en contra, se aguanta y no termina de caer. Fue la imagen de  Pedripol en la noche de San Juan.


No hay comentarios: