domingo, 11 de junio de 2023

El camión republicano que llevó libros a todos los pueblos... Y Podemos aceptó concurrir con Sumar, pero exige que se retire el veto a Irene Montero.

El camión de la Agrupación de Editores que llevó la Feria del Libro de Madrid a los pueblos de España.

En 1934, la Agrupación de Editores habilitó un vehículo para llevar la Feria del Libro de Madrid a todo el país. La historiadora Ana Martínez Rus relata la gran aventura de este antepasado del bibliobús. Henrique Mariño nos lo contaba el domingo pasado en Público. Un camión republicano surcó los caminos de España, en 1934, llevando libros a pueblos remotos y fomentando la lectura en todos los rincones del país. Un antepasado del bibliobús cuya visita era todo un acontecimiento, pues también llenaba de música y cine las plazas. “Se hizo popular por todas las carreteras que recorrió. Los chicos le aplaudían y vitoreaban; las personas mayores le saludaban con alegría; las gentes en general, le llamaban el camión de los libros y también el camión que habla”, contaba en Almanaque literario Rafael Giménez Siles, secretario de la Agrupación de Editores Españoles. El fundador de la editorial Cenit tuvo claro que resultaba necesario potenciar el mercado interior, debido al precario sistema de distribución y a la caída de las ventas en América. Y, para ello, impulsó la Feria del Libro de Madrid en 1933 y, un año después, el camión-librería. En vez de atraer a los potenciales lectores a las tiendas, los editores llevarían los libros a la gente, una iniciativa que tenía un fin eminentemente comercial, pero que se enmarcaba en una labor de difusión cultural de la Segunda República que había tenido como precedentes las Misiones Pedagógicas o el teatro ambulante de La Barraca, dirigido por Federico García Lorca. “Hasta vestían un mono, aunque en vez de azul era blanco”, explica Ana Martínez Rus, quien recuerda que la Agrupación de Editores, consciente de las tasas de analfabetismo en el rural, se propuso difundir el hábito de lectura más allá de las capitales y “hacer cantera” desde una perspectiva comercial. Además, la entidad, formada por 26 editoriales madrileñas y catalanas, donaba un lote de libros a la biblioteca pública de cada pueblo por el mismo importe que había desembolsado el Ayuntamiento en la compra de ejemplares, de modo que la lectura también estaba al alcance de las personas sin recursos.

El camión-librería que llevó la Feria del Libro de Madrid a los pueblos de España.

El primer camión-librería, diseñado por Arturo Ruiz Castillo, recaló en las provincias de Málaga, Cádiz, Huelva, Badajoz, Segovia, Ávila, Guadalajara y Guipúzcoa, donde las ventas fueron jugosas pese a las necesidades de sus habitantes, que pudieron disfrutar de su música y de la proyección de películas, cedidas por el Patronato de Misiones, por la noche. “La carrocería del vehículo se abría y en veinte minutos se convertía en una atractiva librería ambulante, donde se mostraban los diferentes títulos. Además, tenía un circuito eléctrico para iluminar los expositores, instalación radiofónica, micrófono, altavoces, tocadiscos y proyector de películas, alimentados por un generador eléctrico conectado al motor del automóvil”, escribe Ana Martínez Rus, profesora de Historia Contemporánea en la Universidad Complutense de Madrid. “Una vez instalado en la plaza y después de abrir los expositores, se izaba la bandera tricolor a los sones del himno de Riego. A continuación, comenzaban las ventas de los libros, amenizando a los compradores con música”. El camión transportó dos toneladas de libros, que eran recibidos en cada pueblo por la algarabía de las autoridades, los vecinos y los niños. Una “patriótica cruzada de cultura” —en palabras del gobernador civil de Huelva, Jerónimo Fernaud Martín— que causó impacto en 24 localidades malagueñas, incluida la capital, en apenas 19 días. Algunas ya contaban con librerías, pero la Agrupación de Editores había percibido que, en realidad, vivían de los manuales escolares y no exhibían los libros, relegados a las estanterías, de una manera atractiva que incitase a su compra. Por ello, tanto la Feria del Libro de Madrid como el germen del bibliobús fueron concebidos como un llamativo escaparate. El éxito fue tal que trascendió nuestras fronteras. “La Fox llegó a grabar el camión, porque supuso un desafío tecnológico, desde el chasis hasta la lona para proteger los ejemplares de la lluvia. Incluso una revista especializada como Radio y luz se hizo eco de cómo habían articulado un vehículo de gran complejidad”, comenta Martínez Rus, quien recuerda que en 1935 participó en la cabalgata de Reyes de Madrid, donde los escritores Ramón Gómez de la Serna, Salvador Bartolozzi y Antonio Robles encarnaron a Melchor, Gaspar y Baltasar. “La expectación que ha despertado nuestro camión-stand en cuantos pueblos visitó fue enorme. Y téngase en cuenta que sólo visitamos localidades de alguna consideración, pueblos, algunos de ellos, con veinte mil habitantes y sin ninguna librería…”, comentaba el inventor de la Feria del Libro de Madrid.

Rafael Giménez Siles en la Feria del Libro de Madrid, en 1935.

El editor de Cenit reconoce en la entrevista concedida a Almanaque literario que es “una aventura romántico-industrial”, en el sentido de que, además de desinteresada, persigue un fin económico. “Queremos despertar entre los pueblos emulaciones por causas puras, más nobles que las habituales”, afirmó Rafael Giménez Siles, quien avanzó que la Agrupación de Editores pretendía que sus miembros fueran sustituidos en las rutas por “jóvenes licenciados y doctores de Filosofía, Letras y maestros superiores”, quienes deberían presentarse a un concurso para ocupar esas plazas durante un par de años tras finalizar sus estudios. Todo sea por “la cruzada de difundir el libro por los pueblos de España”, en la que se enrolaron los propios responsables de las editoriales, lo que les mereció “el vivísimo elogio” de El Heraldo de Madrid, que, en noviembre de 1934, les dedicaba una breve reseña. En ella, el autor de la noticia valoraba que fueran “editores de solvencia” y “no sus dependientes o jefes”, que “han puesto el mejor entusiasmo en la obra”. Según el diario, “van en el camión Boris Bureba, no sólo técnico del negocio editorial, sino muy destacado editor; [Juan Bautista] Bergua, Ruiz Castillo (hijo), uno de los elementos más inteligentes de las expediciones; Giménez Giles, el gran animador, y otros, cuya solvencia, disposición y amor al libro están harto probados”. Al original pronto se sumaría un segundo camión, aunque el estallido de la guerra civil modificó las rutas. “El Quinto Regimiento de Milicias Populares los requisó y su labor, a partir de entonces, fue transportar libros a los soldados que estaban en el frente, hasta que quedaron destrozaditos”, se lamenta Ana Martínez Rus. “Más allá de la librería ambulante, la Segunda República hizo una labor ímproba para llevar libros a las zonas de combate y a la retaguardia. Tal era el ritmo de publicación y de distribución que parecía que España no estaba en guerra”. No cabe duda del ojo comercial y de las novedosas técnicas de marketing empleadas por Giménez Siles para expandir la cultura, pero también para crear una industria editorial. Manuel Bartolomé Cossío, presidente del Patronato de las Misiones Pedagógicas, decía: “Sólo cuando todo español sepa no únicamente leer, que no es bastante, sino tenga ansia de leer, de gozar y divertirse, sí, divertirse leyendo, habrá una nueva España”.

Con el ministro Ramón Prieto, en la Feria del Libro de Madrid, en 1935.

Rafael Giménez Siles no solo modernizó la edición, sino que tuvo ideas brillantes, como la Feria del Libro de Madrid, cuya primera edición de 1933 no tuvo lugar en el parque del Retiro, sino en el paseo de Recoletos. Henrique Mariño recuerda en Público que, si este señor hubiese nacido en Francia, estaría enterrado en el Panteón de París. Pero como vino al mundo en Málaga, al menos debería tener una calle o una estatua en el parque del Retiro o en el paseo de Recoletos, donde se celebró en 1933 la primera Feria del Libro de Madrid, promovida por el editor. “Un editor atípico, porque era farmacéutico, pero su lucha contra la dictadura de Primo de Rivera lo llevó al mundo editorial como una manera de oponerse al régimen. Sin embargo, luego le acabó gustando”, explica Martínez Rus. Él quería estudiar Derecho, aunque su padre consideró que Farmacia era una carrera de “más provecho”, un consejo que aceptó porque lo que pretendía era dejar su ciudad y respirar los aires bohemios de Madrid. Cambió la botica, en la que apenas trabajó unos meses, por la tertulia del Café Saboya, donde disfrutaba del poso subversivo que ya lo había llevado a la cárcel por difundir un manifiesto contrario a Alfonso XIII en la revista Post-Guerra. Ya se había significado a su paso por la Universidad Central, en la que recaló en 1916, cuando era un adolescente “muy dinámico y un gran organizador” de charlas y actos culturales, además de líder estudiantil. “Es el prototipo de editor moderno. Crea Cenit y, pese a que no cuenta con mucho capital, tiene olfato para editar en castellano a autores europeos y estadounidenses muy comprometidos, además de explotar el gran filón de la literatura antibelicista del periodo de entreguerras”, recuerda la especialista en historia de la edición y de la lectura en la España del siglo XX. Suya es la primera edición en castellano de “Manhattan Transfer”, de John Dos Passos, y “Sin novedad en el frente”, de Erich María Remarque.  Además de ese catálogo social y de denuncia, destaca su labor de divulgación marxista. Así, publica “El Capital” y pone sus imprentas al servicio del comunismo cuando la causa lo requiere. "Hace de paraguas del Partido y fue su compañero de viaje", añade Ana Martínez Rus, quien desconoce si llegó a tener carné y matiza que, cuando se exilió a México, rompió con el PCE, que lo había colocado al mando de la Distribuidora de Publicaciones. De carácter estatal, siguió enviando libros durante la guerra civil al frente, a los cuarteles, a los hospitales, a las colonias escolares y a las bibliotecas. “Hablamos de un personaje radical y muy peculiar, porque es un empresario —o sea, un hombre que encaja perfectamente en la dinámica capitalista—, pero su compromiso e ideología lo conducen a publicar un tipo de obras (de Karl Marx, Henri Barbusse, Hermann Hesse, Stefan Zweig, Máximo Gorki…) que tuvieron un éxito increíble, pues era la manera de sortear la censura primorriverista: todo libro que pasase de 200 páginas no tenía ningún tipo de control, al contrario que las publicaciones periódicas”, explica la historiadora.

Feria del Libro en 1935.

Henrique Mariño cuenta cómo, tras la proclamación de la Segunda República, Giménez Siles aprovecha el afán de las autoridades de democratizar la cultura para promover la creación de la Feria del Libro de Madrid, un evento abierto a las clases populares, que se surtían en los puestos callejeros y evitaban la atmósfera elitista de las librerías. El descuento del 10% en el precio de cada ejemplar era otro aliciente que ayudaba a socializar no solo el hábito de lectura, sino también la venta, aunque se encontrase con la oposición del gremio de los libreros.  “Ya había una Fiesta del Libro, cuando las tiendas aprovechaban para despachar las maulas en los tenderetes desplegados en las aceras. Sin embargo, en la Feria se exhibirían las novedades, no los restos polvorientos que sesteaban en los almacenes. Pese al rechazo de los libreros, veinte editoriales decidieron estar presentes en el paseo de Recoletos con sus casetas de diseño. Inaugurada el 23 de abril de 1933 y sufragada por los propios editores, la primera edición fue un éxito, al que contribuyó la ayuda de las instituciones republicanas… La feria puso el libro en la calle  y ensaya otras formas de propaganda y difusión de las publicaciones, que Rafael Giménez explotará con toda intensidad en México en las Librerías de Cristal con autores y títulos en anuncios de neón”, escribe Martínez Rus en “Edición y compromiso”, donde repasa la trayectoria del editor en Ediciones Oriente, la Cámara Oficial del Libro de Madrid, la Escuela de Librería y la Agrupación de Editores Españoles, que distribuyó ejemplares por toda España a bordo de sus camiones-librería. Exiliado en México, fundó Edición y Distribución Ibero Americana de Publicaciones S.A. (EDIAPSA), ayudó a poner en marcha la Editorial Siglo XXI y, como señalaba la profesora de la Complutense, inauguró unas modernas librerías sin mostrador y con vistosos escaparates. “La concepción del libro en la sociedad de masas implicaba sacarlo de las estanterías, publicitarlo como un producto más de primera necesidad, lejos de esa consideración como artículo de lujo, “fetiche para iniciados”, escribe Martínez Rus. “El propósito era desacralizarlo", subraya la historiadora, “desempolvar la aureola de reliquia destinada solo para un público experto”, lo mismo que hizo a miles de kilómetros de distancia, hace casi un siglo, cuando se propuso popularizar su venta en la Feria del Libro de Madrid, que ahora tiene lugar en el parque del Retiro. No cabe duda de que, además de socializar la cultura, Rafael Giménez Siles tenía una gran visión para los negocios.

 Feria del Libro en 1935, cuando era la “fiesta republicana por excelencia”.

Henrique Mariño insiste en que el nacimiento de la Feria del Libro de Madrid se enmarca en un contexto político que favoreció la difusión de la lectura entre la población española. “La Segunda República promueve la creación de bibliotecas y nutre de fondos a las ya existentes, una compra masiva que, además de fomentar la cultura, beneficia a los editores. Cuando Manuel Aguilar, vicepresidente de la Cámara del Libro de Madrid, reconoce en una entrevista concedida a El Sol que ‘la labor del Gobierno no puede ser más beneficiosa’ para el sector, el periodista le responde: ‘Ya era hora de oír dentro de la República frases de optimismo a algún animador de empresas industriales’. Un editor, al fin y al cabo, era un empresario, y muchos recelaban de la República y rechazaban las reformas sociolaborales emprendidas por el ministro de Trabajo, Francisco Largo Caballero. Sin embargo, los primeros eran conscientes de que popularizar la lectura no estaba reñido con mejorar sus cuentas, sino todo lo contrario. Aunque, para ello, hubiese que aplicar nuevas estrategias comerciales, como la creación de la propia Feria del Libro de Madrid, cuya idea partió de Rafael Giménez Siles, un moderno editor que planteó sacar los libros a la calle y revestir esa gran exposición de atractivos para los potenciales compradores, como las firmas o el descuento de un 10% en las novedades, una iniciativa que rechazaban los libreros. No bastaba con convertir las aceras en una extensión de las librerías, donde los tenderetes exhibían los restos a precios reducidos, como ya se hacía en la Fiesta del Libro, luego reconvertida en la Semana del Libro, que al principio se celebraba el 7 de octubre —porque entonces se pensaba erróneamente que Cervantes había nacido ese día— y luego el 23 de abril —fecha de la muerte del autor del Quijote—. El escenario sería una localización singular, el paseo de Recoletos, donde se instalaron unas atractivas casetas, diseñadas por Mariano Rawicz o Arturo Ruiz-Castillo, que ofertaban ejemplares recién salidos de la imprenta. Sobre el público, carteles con frases de escritores que incitaban a la lectura, como Cicerón: ‘Una habitación sin libros es como un cuerpo sin alma’. Además, algunas casetas son destinadas a instituciones públicas y privadas, mientras que en 1934 y 1935 se abre a Hispanoamérica, pero solo México aceptó el ofrecimiento. La Feria del Libro actual es heredera, incluso igualita, a la que creó Rafael Giménez Siles. Solo han cambiado las dimensiones y el escenario, pues en 1967 se trasladó al parque del Retiro.  El éxito de la primera edición, tanto de asistencia como de ventas, propició que se ampliase su duración y que se sumasen las editoriales catalanas y alguna librería. En cuatro años, la recaudación pasó de ​​43.399 a 238.666 pesetas, aunque la prensa subrayaba su labor de difusión cultural”. “La eficacia de esta primera Feria del Libro ha sido indudable. Más que como negocio, como propaganda, como iniciación de un camino, como siembra. Merced a esta primera Feria, gente que no conocía libros leerá ahora por primera vez”, destacaba el periódico La Libertad (30 de abril de 1933), que se hacía eco del “gran número de mujeres compradoras” de “libros de alta literatura, obras de preocupación y de estudio”.

Yolanda Díaz y Ione Belarra.

Bajo el título “Pacto a la izquierda”, Carlos Santos escribía el pasado miércoles: “Vistos los resultados del 28M es evidente que la izquierda lo tiene crudo, de cara al 23J, pero es igualmente evidente que para Feijóo y sus aliados esta campaña no va a ser ni mucho menos un paseo militar. En pura teoría, la formación de mayorías absolutas puede estar en el canto de un duro, o de un escaño, y la izquierda gobernante conserva posibilidades de seguir gobernando mediante pactos, como hasta ahora. Para eso necesita que el PSOE mantenga o aumente el voto y en esas anda Pedro Sánchez:  amarrar un grupo parlamentario potente que pueda servir tanto para gobernar como para, en su caso, ejercer una oposición eficaz.  A más corto plazo, para mantenerse en el poder la actual coalición necesita que los partidos a la izquierda del PSOE vayan juntos… juntos y unidos, que no es lo mismo. Una cosa es juntarse en unas listas y otra conseguir la unidad efectiva en torno a un discurso político y un liderazgo. Las listas tienen que cerrarlas en las próximas cuarenta y ocho horas, que es el plazo que les deja la ley para presentar coaliciones. La unidad parece muy difícil al cabo de un año y medio de relaciones enconadas. Para ser efectiva debería además corregir los errores que han propiciado la pérdida de crédito de Podemos y aprovechar los aciertos que han contribuido al aumento acumulado por Yolanda Díaz. Por lo poco que sabemos de las negociaciones, que ciertamente están llevando a cabo con máxima discreción, el núcleo duro de UP se resiste a aceptar el liderazgo de Díaz y a dejar fuera de las candidaturas a las responsables de sus errores, pero todas las partes implicadas, que son muchas, han echado cuentas provincia por provincia, circunscripción por circunscripción: juntos pueden sacar más de 40 escaños y separados pueden quedar por debajo de 20. Airear las discrepancias y prolongar las negociaciones hasta el último minuto y más allá, como ocurrió en Andalucía, no parece la mejor manera de escenificar la voluntad de unidad. Atentos a la pantalla porque lo suyo es que haya noticias en las próximas horas”. (Carlos Santos, en LA LIBRETA COLORÁ, A media mañana, RNE 07.06.2023)

 

La secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge; la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero

A mediodía del viernes, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en una comparecencia tras la ejecutiva del partido reunida, tras conocerse el resultado de la consulta a la militancia en la que participaron 52.829 votantes, anunciaba el acuerdo con Sumar para el 23J: “La firma de Podemos en la coalición está garantizada. Lo digo claramente: concurriremos a las elecciones generales con Sumar. Esa decisión está tomada”. Pero, a continuación, añadía: “Desde el equipo negociador de Yolanda Díaz, se nos ha trasladado que la presencia de Irene Montero en el equipo que concurra a las próximas elecciones generales es un obstáculo insalvable para alcanzar un acuerdo de unidad”.  Y pedía que no hubiera “vetos” a Irene Montero. Belarra concluía: “Me entristece profundamente que Yolanda, a través de su equipo, proponga que el acuerdo electoral de coalición entre Podemos y Sumar se construya sobre la exclusión a una compañera que ha llevado las transformaciones feministas más lejos que nadie antes en nuestro país. Se nos ha pedido una vez más sacrificar a nuestro principal activo político”. La ministra de Derechos Sociales concluía: “Mi respuesta como secretaria general y la de todos y todas los miembros del Secretariado ha sido que nos parece no solo una injusticia, sino además un tremendo error político. Con la última oferta que nos hace el equipo negociador de Sumar, Podemos podría quedarse sin representación en el Congreso de los Diputados. Esto es algo que no nos parece justo. Por todo ello, el Consejo de Coordinación de Podemos ha acordado trasladar al equipo de Yolanda Díaz lo siguiente: que el compromiso de Podemos con la unidad es firme y que la firma de Podemos en la coalición está garantizada, pero queremos llegar a un acuerdo justo”. La posición de Podemos era que los puestos en las listas, en caso de un resultado que ronde los 20 escaños, podrían hacer peligrar la representación de Podemos en el Congreso. Las bases de Podemos daban plenos poderes a la dirección para negociar y, en su caso, alcanzar un acuerdo de coalición con Sumar. La consulta lanzada el jueves en pleno proceso de conversaciones con el equipo de Yolanda Díaz obtuvo 49.089 votos a favor, un 92,9% del total. La participación fue de 52.829 personas. Hubo 3.568 noes, un 6,75%, y 172 votos en blanco. Tras este resultado, el Consejo de Coordinación Estatal, la ejecutiva del partido, tiene vía libre para decidir si concurre o no en coalición con el resto de partidos del espacio progresista sin tener que volver a ratificar el eventual acuerdo en una nueva consulta a los inscritos. En el partido sostenían que los plazos de las conversaciones que ha pilotado el equipo de Díaz apenas daban ya margen para una consulta posterior de ratificación, toda vez que el límite para el registro de coaliciones de cara a las elecciones generales del 23 de julio concluís ese mismo viernes a la medianoche.

La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Javier Portillo comenta, en Vozpópuli, que el cabreo de Podemos es mayúsculo, porque, se les ha pedido, “una vez más, sacrificar” a su “principal activo político”. La propia Montero habría intervenido en el Consejo de Coordinación para ponerse a disposición de Podemos y “para hacer lo necesario por injusto que sea, para asegurar la unidad”. El problema era que los morados no se apenaban. “Mi respuesta como secretaria general, y la de todos y cada uno de los miembros ha sido que nos parece no solo una injusticia sino además de un error político”. La pelota, pues, estaba en el tejado de Sumar. Fuentes del partido explicaron a Vozpópuli que iban a fijar un límite temporal para que los de Belarra se decidiesen “definitivamente”, aunque no dieron más datos. Mientras tanto, fuentes de Podemos garantizaban que, se retirase o no el veto, el partido participaría en la coalición de que aglutinaba hasta 15 fuerzas a la izquierda del PSOE. Por otra parte, Podemos había activado el mismo jueves la maquinaria para concurrir en solitario el próximo 23 de julio en previsión de que finalmente no hubiese pacto con el partido de la vicepresidenta segunda. Un miembro de Podemos registró ese mismo jueves un partido con el nombre 'Juntas sí se Puede' y con sede en la misma dirección que los morados. Estos se dolían de que el resto de partidos de la izquierda lo quisiesen reducir a su mínima expresión porque se consideraba la fuerza tractora que posibilitó, gracias a su entrada en el Gobierno, el liderazgo de la vicepresidenta al que ahora se sumaban hasta 14 fuerzas políticas de toda España. Pero la situación era explosiva. Una fuente morada reconocía abiertamente que “Sumar va a ser más complicado que la España de los cantones”. Esta misma fuente reconocía que “en vertebrar todo eso es donde tiene que poner el énfasis Podemos de cara al futuro. De manera que la cúpula morada no le daba mucho futuro a Sumar tras las elecciones generales adelantadas por Pedro Sánchez.


Sumar y Podemos firmaron el acuerdo para la unidad de la izquierda.

El partido de Ione Belarra firmó el pasado viernes el pacto de coalición, pero protestó por el “veto” de Sumar a Irene Montero, excluida de las listas por Sumar durante las negociaciones. Todo en un tiempo récord y tras unos días de máxima tensión. La izquierda concurrirá unida a las próximas elecciones generales. Sumar y Podemos concurrirán juntos después de que los de Ione Belarra hayan aceptado integrarse a regañadientes en la coalición de partidos que lidera la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, y en la que también estarán Izquierda Unida, los comuns de Ada Colau, Compromís y Más Madrid, además de otras formaciones como Verdes Equo, la Chunta Aragonesista, Batzarre, AraMés, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Drago Canarias, el partido de Alberto Rodríguez. A pesar de denunciar un veto en las listas a la ministra da Igualdad, Irene Montero, excluida por Sumar durante las negociaciones, Podemos aceptó firmar la coalición. Los partidos rubricaron el acuerdo de la unidad de toda la izquierda y los equipos negociadores registraron en la Junta Electoral Central la futura coalición, que llevará en el logo la palabra Sumar y una imagen con la cara de Yolanda Díaz. El proyecto de la vicepresidenta segunda se reserva una decena de puestos de salida para colocar a profesionales independientes y a diputados que en la pasada legislatura fueron en las listas de Podemos. “Se trata del acuerdo más amplio y plural alcanzado en toda la etapa democrática en España entre fuerzas progresistas y verdes. La pluralidad de Sumar es la pluralidad del país y queremos hacer de ello un signo de identidad de esta coalición electoral, que constituye la principal alternativa para que la ciudadanía progresista recupere la esperanza”, expresó Sumar en un comunicado.

Otros comentarios, imágenes, fotomontajes y fotos sorprendentes.

Muy bien el #YoComoFresasDeHuelva. Porque hay empresas freseras (muchas muy lejos de Doñana) que cumplen ética y ecológicamente con lo requerido.

El problema es que Juanma Moreno y Vox están siendo responsables directos de la mala prensa del sector. Queriendo legalizar pozos ilegales de agricultores corruptos que ponen en peligro #Doñana.  Están perjudicando a quienes SÍ cumplen por cuatro votos. (Skakeo FanZine)

El Ártico dejará de tener hielo en verano diez años antes de lo previsto. Ya en 2030, podría ser un océano deshelado en el mes de septiembre.  Pero fijo que algún cuñao negacionista del Cambio Climático tiene su explicación coherente y sesuda. (Skakeo FanZine)

Lo de Yolanda Díaz con SUMAR va a ser digno de verse.

Entre las exigencias de Podemos, Izquierda Unida, Más País, Compromís, las confluencias, las subdivisiones y el resto de partidos territoriales.


Oleada de memes por el nuevo cartel de NNGG del PP: “Por eso andaba con traficantes de drogas”. (Tremending).

El último bulo de Feijóo sobre la economía se le vuelve en contra: “¿Insolvencia, mala fe o miedo a debatir?”.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, interviene en el South Summit Madrid 2023 pintando un escenario dantesco de lo que es nuestra economía ante miles de empresas emergentes y más de 300 fondos de inversión: “ No es verdad que la economía española esté como una moto, el que diga esto es que ha desconectado de la realidad”, esgrimió el líder gallego, que no dudó en constatar que España se encuentra en pleno ‘estancamiento económico’ e incluso –advirtió– “los más pesimistas creen que estamos en un momento de declive económico”. Palabras contradicen todos los indicadores económicos.


Imagínatelos gestionando una pandemia: un consejero de Castilla y León dice que llevamos “muy al extremo la salud pública”.

Si hay algo que no querrías escuchar al piloto de un avión que vas a coger es cómo se queja de que se le da demasiada importancia a la seguridad aérea. Bueno, pues los castellanos y los leoneses acaban de experimentar algo similar. El consejero de Agricultura y Ganadería, Gerardo Dueñas (Vox), ha manifestado en una rueda de prensa que quieren relajar los controles sobre la tuberculosis bovina y que llevamos “muy al extremo la salud pública”, según han recogido con sorpresa diferentes agencias y medios de comunicación. (Tremending)

El despropósito de vox con la gestión de la ganadería de Castilla y León es esperpéntico. Pero que, encima, el PP les compre la película es alarmante. Estos son capaces de iniciar un Wuhan Español. Nos llega a pillar la pandemia con esta peña al mando y a saber el destrozo...(Skakeo FanZine).

Chrisadamsmusic.

Amanecer en Ibiza.

El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Vergara, Manel F., Riki Blanco…







 La lista más votada.

La unidad de la izquierda es posible.





Cinco dias.

La consulta.

La lista más votada.

No a los debates. 
Sigue ahí...


Parecidos ccomentarios entre Pepe y El Roto: 
Pep Roig, desde Mallorca:

.
De puesta
De moda.
Ultraempoecinados. 
 Desparpajo nacional.
Fantasmadas.

Los vídeos de esta semana:

Diez días de tensión: cronología del camino hacia Sumar

Podemos firmará un acuerdo con Sumar sin "vetos" a Irene Montero

SUMAR - UP: REGISTRAN la COALICIÓN y los MORADOS confían en que MONTERO vaya en las LISTAS | RTVE

Festival de lapsus y estrategia: por qué Feijóo no quiere debates en televisión

Alberto Núñez Feijóo interviene en el South Summit 2023 en Madrid

Alberto Núñez Feijóo participa en la quinta edición del Santander WomenNow

Sánchez vol posar pau – Polònia

L'espantall de VOX – Polònia




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