miércoles, 29 de mayo de 2024

Salvemos los elefantes del Okavango.


Amenazado el hogar de la mayor población de elefantes.

Thomas Muronga, líder de Kapinga Kamwalye, una reserva comunitaria del Okavango, muestra en Avaaz su consternación por una petrolera canadiense que está destruyendo el territorio del delta del Okavango, el edén escondido de África. Es el hogar de la mayor población de elefantes que queda en el continente africano y corre un peligro inminente por la codicia corporativa del ministro de Medio Ambiente y Turismo. Una decisión que deberían haber tomado hace tiempo y, con la suficiente presión internacional, podría revocar el permiso de perforación de ReconAfrica.

La compañía de gas y petróleo canadiense, intentó comprar el silencio de Thomás con sobornos y una oferta de empleo. “Pero mi pueblo y yo estamos hartos de la corrupción y no callaremos mientras esta enorme empresa petrolera amenace nuestra vida, nuestros derechos y aboque a la fauna salvaje a la extinción. En la tierra de nuestros ancestros hemos protegido algunos animales emblemáticos, como leones y jirafas, pero los elefantes africanos, que en su día alcanzaron los 26 millones en el continente, hoy son menos de 450.000. ReconAfrica supone una amenaza para el futuro de la población de elefantes más grande que queda en África, que apenas supera los 130.000 individuos, para quienes el Okavango es su hogar. ¿Te imaginas que desaparecieran?”

En junio de 2022, la comunidad se unió al Fondo para la Justicia Económica y Social, un grupo de la sociedad civil creado para combatir la corrupción y defender los derechos de la ciudadanía de Namibia. Presentó un recurso al ministro de Medio Ambiente, Pohamba Shifeta, para que revisara los permisos de explotación que había concedido a ReconAfrica a pesar de las denuncias sobre las flagrantes violaciones de derechos y leyes cometidas por la empresa. Pero, después de dos años, el ministro aún no ha tomado una decisión.

Entretanto, ReconAfrica puede seguir saqueando y perforando el territorio y destrozando a sus anchas la forma de vida. La vibración de las operaciones exploratorias de ReconAfrica continúa afectando a los elefantes y la construcción, las carreteras y el tráfico perturban sus rutas migratorias y los obliga a desplazarse hacia aldeas que no están preparadas para recibirlos, destrozando cultivos a su paso y despejando el camino a los cazadores furtivos. “Se ha demostrado que la empresa no consultó adecuadamente a las comunidades locales ni les informó acerca del proyecto petrolero. Nuestros derechos han sido pisoteados sin compasión, nos han tratado como si nuestra vida y la de la naturaleza que protegemos no valieran nada. Cuando reunamos firmas suficientes, entregaremos nuestra petición a Pohamba Shifeta como apoyo a nuestro recurso para proteger los derechos de mi pueblo y de las miles de especies que no tienen voz para defenderse por sí mismas”.

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