miércoles, 25 de junio de 2025

Peligra el alto el fuego: ¿Qué esperabais de un mono con platillos jugando a gobernar?

 

Donald Trump ha anunciado un alto el fuego entre Irán e Israel como quien lanza una oferta del Black Friday: con letras mayúsculas, entusiasmo de vendedor de teletienda y una fe ciega en su propio relato. Lo ha llamado “La guerra de los 13 días”. Le ha puesto nombre antes de que termine. La ha convertido en producto, en historia, en branding. Porque para Trump, las guerras no se libran: se narran. Y si se puede salir en la portada y llevarse el mérito, mejor.

Pero mientras él felicitaba a las partes por su “coraje e inteligencia”, Israel seguía lanzando misiles sobre Teherán y la Guardia Revolucionaria iraní respondía con ataques balísticos sobre Beersheva. No es paz. Es pausa. Y peligra desde el primer minuto.

Trump habla de “acuerdo ilimitado” mientras todo huele a pólvora y petróleo. Porque su concepto de diplomacia es el de un niño jugando con cerillas: provocar el incendio para luego colgarse la medalla por apagarlo. Aunque el fuego siga ardiendo por dentro.

No hay tratado, ni verificación, ni garantías. Solo un tuit, un par de fotos, y el ruido habitual de un sistema internacional que se cae a trozos mientras aplaudimos al que grita más fuerte. La pregunta no es si durará el alto el fuego. La pregunta es cuánto falta para el siguiente show. (Spanish Revolution)


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