El primer robot español con ‘alma’.
Diego García, de Aisoy Robotics, junto a su nueva creación.
La empresa
española Aisoy Robotics, ha desarrollado “el primer robot social”, un artilugio
“capaz de experimentar emociones” y “colaborar con los humanos”. No se trata de un proyecto ‘made in USA’ o ‘made
in Japón’, sino totalmente español que ha sido galardonado por el Premio
Emprendedores de la Fundación Everis. Es el “primer robot social” o “el primer robot con
sentimientos”, lanzado en el 2013 y diseñado para mantener diálogos fluidos, coherentes
y totalmente razonado con seres humanos o con otros robots. Y, aunque todavía
no tienen exactamente la misma capacidad de diálogo de una persona, sienta las
bases de lo que serán los sistemas de diálogo que harán que, en un futuro muy
cercano, los robots se expresen igual que cualquier ser humano.
La fundación
Everis apoyó el desarrollo y el lanzamiento de este autómata, capaz de aprender
de su entorno y de los comportamientos que tienen las personas con ellos. Son robots
inteligentes y emocionales que no responden de la misma manera a alguien que
les trata con cariño que a un interlocutor que actúa de forma inapropiada. Suponen
una herramienta educativa muy versátil porque al aprender de su entorno, son
capaces de dar las respuestas más adecuadas a cada persona. Asimismo, estos
autómatas funcionan sobre la programación de AIDIA, otra herramienta muy visual
con una sencilla interfaz, mediante la que se arrastran iconos a una paleta de
trabajo, que permite enseñar a los robots a comportarse de una forma
establecida por el usuario.
“Los Aisoy 1 pueden estar interconectados entre sí a
través de la nube (cloud computing) y van recabando toda la información a lo
largo de su vida útil, así como los programas que sus dueños les van cargando en
sus unidades de memoria. De esta manera, se genera una inteligencia colectiva y,
cuando uno de ellos aprende algo, esa información se pone a disposición de los
demás robots. De hecho, los Aisoy 1 tienen un comportamiento social que les
confiere la capacidad de cooperar e incluso de competir con otros robots y
personas. En este sentido, los autómatas de Aisoy Robotics están más que
conectados al Internet de las Cosas Afectivas”.
En el siguiente vídeo es el propio Diego García, responsable de Producto de la empresa, el que nos desvela algunos pormenores de la creación:
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