La Semana Santa cambió
de nombre en Bruselas, en donde al menos 32 personas resultaron muertas por los
atentados del pasado lunes y 270, de cuarenta nacionalidades distintas, heridas,
como consecuencia de las explosiones en el aeropuerto de Zaventem y en la
estación de metro de Maelbeek. La autoría de los atentados fue reivindicada por
el grupo yihadista, Estado Islámico. Los yihadistas “abrieron fuego en el
interior del aeropuerto de Bruselas-Zaventem, antes de que detonasen sus
cinturones explosivos, mientras que un terrorista suicida detonó su cinturón en
la estación de metro de Maelbeek”. Khalid El Bakraoui, el suicida del metro,
alquiló una vivienda en Charleroi que sirvió de escondite al grupo que cometió
los atentados contra la capital francesa. Tanto él como su hermano, Ibrahim, captado
por las cámaras de seguridad del aeropuerto, figuraban en una lista de EEUU
como potenciales terroristas. Ibrahim El Bakraoui había sido expulsado el
pasado verano por Turquía, en donde había sido detenido como combatiente
extranjero junto a la frontera siria, y había comunicado la información a
Bélgica. La página web “Politico Europe” indica que Abdeslam sólo fue
interrogado una hora por la policía belga desde su captura el viernes, 18 de
marzo, y tras los atentados de Bruselas, y ese interrogatorio se limitó a su implicación
en los ataques yihadistas de París, pese a que había diversos elementos que
podían hacer pensar en nuevas acciones terroristas.
Grabación de una cámara de seguridad del
aeropuerto de Zaventem.
Según fuentes
policiales citadas por RTBF, cadena de televisión estatal belga, los hermanos Khalid
estaban fichados por los servicios de seguridad, si bien no por vínculos con el
terrorismo. El mayor, Ibrahim, de 30 años, participó en un tiroteo contra la
Policía en 2010, mientras que, al año siguiente, Khalid fue condenado por robo,
según informa el periódico 'Dernière Heure'. En las imágenes, difundidas
inicialmente por la Policía a través de las redes sociales y recogidas después
por los medios belgas, tres hombres jóvenes, en el aeropuerto Zaventem, empujan
cada uno un carrito de maletas. Uno de ellos era Ibrahim El Khalid, objetivo de
una importante polémica entre Bélgica y Turquía, de donde fue expulsado el
pasado verano tras haber sido detenido como “combatiente extranjero”. El
Gobierno belga ha reconocido que, cuando Turquía le comunicó por qué lo había
detenido y le anunció su expulsión, no estaba al corriente de su vinculación
con grupos terroristas y sólo sabía que tenía un largo historial como
delincuente común. El taxista que les llevó al aeropuerto dio toda la
información posible sobre ellos, así como el punto donde les recogió con las
maletas que, al final, eran las que contenían los explosivos. El tercer
terrorista del aeropuerto dejó la carga explosiva más importante sin detonar,
siendo hallada y controlada más tarde por los artificieros. Los terroristas
suicidas que se inmolaron fueron los dos hermanos fichados por la Policía. El
primero había alquilado, con una identidad falsa, una habitación en la calle
Dries de Forest, escenario de un tiroteo con la Policía. Najim Laachraoui, el
terrorista fugado tras las explosiones en el aeropuerto de Bruselas, fue
detenido el miércoles en Anderlecht. El presunto terrorista huido, con el
rostro camuflado bajo el sombrero, podría haber participado también en los
atentados de París, el pasado 13 de noviembre. Era, según medios belgas, el
'artificiero' de la red, y sus huellas se habrían encontrado en los cinturones
de París y en el piso franco en el que se hallaron explosivos en Bruselas. Los
otros dos sospechosos fallecieron en el atentado. Todo ocurrió apenas cuatro
días después de que uno de los terroristas de estos ataques, Salah Abdeslam,
fuera detenido en Bruselas, en Molenbeek, a apenas 300 metros de su antigua
casa.
La policía belga tenía
informaciones, a comienzos de diciembre, del lugar donde estaba escondido Salah
Abdeslam, el terrorista más buscado de Europa, pero, al parecer, éstas no llegaron a los servicios antiterroristas. Las
autoridades belgas han abierto una investigación para aclarar por qué un
informe policial del pasado mes de diciembre con datos sobre dónde se escondía
Abdeslam no fue tenido en cuenta por la lucha antiterrorista.
La información no llegó a ser transferida a la unidad antiterrorista de la
Policía federal. Un agente de la ciudad de Malines supo, el pasado 7 de
diciembre, que un tal Abid, del barrio de Molenbeek, que vivía en el número 79
de la rue des Quatre Vents, estaba en contacto con Abdeslam, quien, desde
mediados de noviembre de 2015, había sido identificado como el responsable de
la logística de los atentados del día 13 de ese mismo mes, en París, que
provocaron 130 muertos y cientos de heridos. Según “RTL”, el agente cayó
enfermo y comunicó la filtración que había recibido a un compañero, que redactó
un informe, pero que no llegó a los servicios antiterroristas de la policía
federal o bien no fue tenido en cuenta. La policía ha abierto una información
interna para aclarar por qué no se utilizó esa información. Abdeslam fue
finalmente arrestado el pasado viernes, 18 de marzo, en ese mismo barrio de
Molenbeek.
Policías en
la estación de metro de Malbeek, barrio donde se
encuentran las principales instituciones de la Unión Europea.
El tercer terrorista,
que participó en el atentado en el aeropuerto de Bruselas, dejó en la terminal
de salidas la “carga explosiva más importante” antes de abandonar el lugar,
pero no estalló hasta horas más tarde, cuando ya se encontraban los
artificieros en el lugar y nadie fue herido. Los servicios de Seguridad
“reaccionaron muy rápido”, aunque, al principio, “hubo órdenes confusas,
reinando, sobre todo, la confusión”. Es la descripción que hizo del atentado,
en la estación de Maelbeek, uno de los miembros de la Dirección General de la
Comisión Europea. “Estaba justo ahí, frente a uno de los edificios que están
situados frente a la estación, y que fue evacuado, junto a otros dos. Se ordenó
salir a todas las personas. Hubo bastante confusión. De repente todo se llenó
de policías, la Cruz Roja... Fue terrible”. La tragedia pudo ser peor porque,
en medio de la Semana Santa, hubo menos personas en el metro. Los
atentados ocurrieron en el corazón de la
Comisión Europea. Y hubo una sensación general de inseguridad.
Atentado en el aeropuerto de Bruselas.
El grupo yihadista,
Estado Islámico, aseguró que los yihadistas “abrieron fuego en el interior del
aeropuerto de Zaventem, antes de que varios de ellos detonasen sus cinturones
explosivos, mientras que un terrorista suicida detonó su cinturón en la
estación de metro de Maelbeek”. Las cámaras de seguridad del aeropuerto
captaron imágenes de los terroristas implicados en las dos explosiones
registradas en la terminal de salidas. En las imágenes, difundidas inicialmente
por la Policía a través de las redes sociales y recogidas después por los
medios belgas, se ve a tres hombres jóvenes, empujando cada uno un carrito de
maletas. Los terroristas suicidas inmolados fueron identificados como los
hermanos Jalid y Brahim el Bakraui, “conocidos” por los servicios de seguridad.
Dos hermanos fichados por la Policía por actos vandálicos, pero no por
terrorismo. El primero había alquilado con una identidad falsa una habitación
en la calle Dries de Forest, escenario de un tiroteo con la Policía el 15 de marzo.
La policía detuvo el miércoles al tercero, Najim Laachraoui, de 25 años. Los
otros dos sospechosos habrían fallecido en el atentado.
El papa Francisco lava y besa los pies
de unos refugiados y migrantes.
El papa Francisco
arremetió el jueves contra los “fabricantes y traficantes de armas”, a quienes
culpó de los atentados terroristas como el perpetrado en Bruselas porque, en su
opinión, “quieren sangre, no la paz, quieren guerra y no la fraternidad”. El
pontífice hizo esta declaración dentro de las ceremonias de la Semana Santa,
ante unos mil refugiados, la mayoría musulmanes, y los trabajadores del centro
de acogida de Castelnuovo di Porto, a las afueras de Roma. “Hace tres días se
registró, un gesto de guerra, de destrucción, en una ciudad de Europa. Gente
que no quiere vivir en paz. Pero detrás de ese gesto, como detrás de Judas,
había otros (sujetos)” señaló el pontífice durante la ceremonia del lavado de
pies del Jueves Santo. Francisco agregó que “detrás de Judas, estaban quienes
le habían dado el dinero para que Jesús fuera entregado. Detrás de ese gesto
(el atentado de Bruselas), hay fabricantes y traficantes de armas que quieren
la sangre, no la paz, que quieren la guerra y no la fraternidad. Dos gestos. Lo
mismo. Jesús lava los pies y Judas vende a Jesús por dinero”, añadió Francisco.
“Pero, pobres de aquellos que compran armas para destruir la fraternidad”. En
su alocución, Bergoglio destacó el valor de los gestos que, a su juicio,
“hablan más que las palabras” y sirven para reivindicar el valor de la
fraternidad y de la convivencia entre religiones.
El presidente de la Xunta de Galicia,
Alberto Núñez Feijóo.
En España, mientras la
derecha ataca sin tibieza los atentados terroristas, la izquierda trata de
explicar los motivos de los mismos. Podemos cree que la respuesta al terrorismo
yihadista debe ser política y la amenaza internacional debe afrontarse de forma
“integral”, en vez de estar basada en el actual modelo centrado en “costosas
intervenciones militares” o en “respuestas solamente policiales, que no abordan
las causas de los conflictos”. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto
Núñez Feijóo, lanza un dardo a Podemos, asegurando que “ante el crimen, no se
puede estar de observador; o se está en contra o, de lo contrario, se permite”.
Núñez Feijóo afirma en la rueda de prensa que, ante los atentados perpetrados
en Bruselas, no caben posiciones de “tibieza”, mostrado su sorpresa ante la
posición de simple “observador” en el pacto contra el crimen yihadista, en
alusión a Podemos. Y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, advierte a
Podemos de que al terrorismo internacional “no se le observa”, porque los
partidos no son “cascos azules”, sino que se le combate con “unidad de acción”
e “inteligencia”, tanto en España como en Europa. El PP y Ciudadanos utilizan los
recientes atentados como arma contra Podemos por no suscribir el pacto
antiyihadista. Sus dirigentes aprovechan también la polémica para insistir en
la necesidad de llegar a un pacto que evite una vuelta a las urnas. Rafael
Mayoral, responsable de movimientos sociales, recuerda que su condena del terrorismo
es “absoluta” y atribuye las críticas a “polémicas absolutamente artificiales”.
El partido de Pablo Iglesias considera necesario “superar el actual modelo de
defensa y seguridad nacional”. Para él, la
respuesta ha de ser política y debe estar basada “en una nueva agenda global
que afronte esa amenaza internacional de forma integral”.
Alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve.
Por otra parte, El
alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve
(Zaragoza en Común), expresa su “condena” y “repulsa” por “el ataque
irracional e indefendible” en Bruselas y afirma que “ahora, de alguna forma,
nos vuelve esa violencia que hemos contribuido a sembrar en el mundo”. El
alcalde participa, junto con la corporación municipal al completo y los
trabajadores del Consistorio, en una concentración para guardar un minuto de
silencio en repulsa por los atentados, después de que el pleno leyera una
declaración institucional de condena. El alcalde condens el atentado y afirms
que “la Europa que queríamos construir, basada en los valores y defensa de los
derechos humanos, se está desmoronando, producto de agresiones que hemos hecho
los países occidentales a terceros países”. Santisteve considera que esto nos
debe hacer reflexionar porque “no queremos esta Europa de la huida hacia
delante, sino una Europa acogedora, defensora del derecho a la vida, de la
inclusión de todo tipo de personas, identidades, credos y creencias. Esta es
nuestra Europa por la que vamos a seguir luchando”.
La extrema derecha advierte:"Hoy, Bruselas; mañana, Madrid".
El pasado martes, tras
lo ocurrido en Bélgica, el Hogar Social Madrid, Ramiro Ledesma, uno de los
grupos neonazis más activos en la capital, ocupó varios edificios y protagonizó
una campaña para repartir comida únicamente a personas desfavorecidas de
nacionalidad española. El grupo neonazi lanzó bengalas contra la Mezquita de la
M-30, y colgó un cartel en el que se podía leer: “Hoy, Bruselas; ¿mañana
Madrid?”. En su cuenta oficial de Twitter, este grupo ultraderechista
calificó su acto como una acción “contra
el islamismo radical”. En un comunicado a través de Facebook, el hogar social
madrileño expresó que la “protesta se realizó en dicho templo debido a ser un
lugar de financiación “donde se adoctrina y se organizan grupos salafistas
proclives a alistarse en las filas del Estado Islámico”. E insistió: “No aceptamos ni aceptaremos la imposición de vernos
amenazados por el radical extranjero mientras tenemos, además, que renegar a
nuestro pan para alimentar, con nuestras propias manos, a la bestia terrorista.
Porque cerrar nuestras fronteras no es sinónimo de odio hacia el de fuera, sino
de amor hacia los nuestros, hacia nuestra gente”. A finales del 2015, miembros
de este grupo protagonizaron también un lanzamiento de bengalas en la puerta de
la sede del PP, al grito de 'Arriba España', durante la celebración del Comité
Ejecutivo Nacional del partido donde se analizaban los resultados electorales
del pasado 20 de diciembre. Concepción Dancausa, delegada del Gobierno de
Madrid, condenó el ataque y advirtió que “se actuará en consecuencia”,
investigando y trasladando las diligencias al juzgado correspondiente. El
Centro Cultural Islámico de Madrid consideró que el ataque es “inaceptable” y
“nefasto”, y pidió a la opinión pública que se sumase a la condena a éste o a
toda reacción extremista. La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid,
Purificación Causapié, expresó su “contundente rechazo”, indicando que ello
supone un “ataque a las personas musulmanas” y subrayó que el terrorismo “se
combate con la buena convivencia”.
La “caverna” española dispara tras los
atentados de Bruselas.
Tras los atentados de
Bruselas, la “caverna” española dispara, de nuevo. Suele ser una constante.
Cuando Europa se ve sacudida por un atentado, la red no sólo se llena de
mensajes de apoyo a los ciudadanos que han vivido la barbarie sino que los
habitantes de la “caverna” aparecen como setas, aprovechando para llevar el
agua a su molino. Entre estos no suele faltar a su cita Hermann Tertsch, que derrama
su bilis en Twitter. La 'caverna' aprovecha la Semana Santa para rearmar su
cruzada eclesiástica, disparando ideológicamente contra la extrema izquierda, utilizando
los dos medios más representativos de la llamada 'caverna mediática': 'ABC' y
'La Razón'. El diario de Vocento, bajo el título 'La extrema izquierda contra
la Semana Santa', dice que quienes representan ese radicalismo ideológico (y
ahí sitúa a Podemos e IU) demuestran ‘su profundo desprecio e intolerancia
hacia la tradición católica y el importante papel que juega la Iglesia en la
sociedad española’. El ABC aprovecha para recordar episodios como el de la
‘esperpéntica’ cabalgata de Reyes o ‘la Navidad laica’ de Valencia”. El diario
dirigido por Bieito Rubido, desde septiembre de 2010, indica que estas
formaciones “defienden que el Ayuntamiento de Sevilla no participe en ningún
acto religioso”. Y, a su vez, carga contra ‘un callejero 'laico' o la
celebración de una ‘procesión paródica e hiriente’. Para dicho periódico, esto
es intolerable y recuerda cómo Carmena, desde Madrid, mantiene a Maestre como
portavoz, “pese a haber sido condenada por un delito contra la libertad de
conciencia y los sentimientos religiosos, tras participar en el asalto a la
capilla de la Universidad Complutense”. El ABC señala que “la izquierda radical
maquilla, bajo el falso manto del laicismo, lo que, en realidad, no es más que
un ataque frontal a la religión católica”. Y asevera, a modo de conclusión, que
“la libertad de culto y el respeto a las creencias constituyen un pilar básico
de la democracia”, al tiempo que acusa a esas formaciones 'radicales' de no
abogar “por el modelo de tolerancia religiosa que impera en España y en otros muchos
países desarrollados, sino por un sistema anticlerical y, por tanto,
liberticida”.
Por su parte, en el
editorial de “La Razón”, titulado 'El anticlericalismo populista se estrella
contra la Semana Santa', Marhuenda ataca con contundencia, dejando a un lado lo
de la caridad cristiana. Afirma dicho medio, tras mencionar a Podemos y “sus
sucedáneos”, que “su prioridad no es la gente, sus problemas, preocupaciones,
necesidades, sino imponer su proyecto ideológico a esa misma gente con la que
aseguran identificarse”, situando entre esas preocupaciones o necesidades de
los españoles... ¡la libertad religiosa! A su juicio, ésta “ha sido objeto
predilecto de sus embates en este tiempo”. Se crece el diario y asegura que la
tradición de la izquierda española pasa por “el anticlericalismo”, añadiendo
que “no pierden oportunidad de acosar a los creyentes y a cualquier
manifestación que guarde relación con la vida de la Iglesia y con la propia
institución”. Menciona 'La Razón' las
trabas que los partidos de izquierdas ponen a la Semana Santa, conducta que
califica como “obstruccionista y hasta beligerante”. Habla de ataques de los
radicales e indica que, “pese a todo ese ímpetu reaccionario de los ayuntamientos
populistas, la Semana Santa será de nuevo un espléndido retablo de
espiritualidad, fervor y fe de un pueblo que hunde sus raíces y sus valores en
el humanismo cristiano”.
Montaje Sister Act, estrenado en la
Semana Santa, en Madrid.
Madrid estrenó durante
la Semana Santa, el musical Sister Act en el Nuevo Teatro Alcalá, protagonizado
por Whoopy Goldberg, en una coproducción de Stage (Rey León), El Terrat y la
propia Goldberg. El musical se estrenó en Broadway y en el West End londinense,
donde fue nominado a cuatro Premios Oliver y a cinco Premios Tony. Llegó a
Madrid para concluir una gira que comenzó en octubre de 2014, con una temporada
en el teatro Tívoli de Barcelona. Sister Act estará en cartelera hasta el 26 de
junio. Es la historia de una “corista” que se refugia en un convento de las
amenazas de unos mafiosos. El personaje de Deloris, que interpretó Goldberg, lo
encarna la actriz Mireia Mambo, galardonada como Mejor Actriz Principal en los
premios Broadway World.
“Se veía venir –escribe
Adrián Mac Lima, escritor y periodista en su web, ‘Ventana al Mundo’–… Fue esta
mi primera reacción al descubrir las horroríficas escenas de los atentados de
Bruselas. Sí, cabía esperar una reacción violenta por parte de los radicales
islámicos, de las famosas células durmientes de Al Qaeda, tras la detención en
la capital belga de Salah Abdeslam, el cerebro de la matanza de París. Se veía
venir; los servicios de inteligencia occidentales conocían los planes de los
terroristas. Sin embargo, optaron por actuar siguiendo la rajatabla las
sacrosantas normas de conducta del sistema democrático. Mas olvidando un
detalle: estamos en guerra. Una guerra larvada, un conflicto no declarado que
amenaza a todos los pobladores del Viejo Continente… El Estado Islámico y Al Qaeda combatían en el
mismo bando. Sus valedores eran las monarquías supuestamente pro occidentales
de Qatar y Arabia Saudita, aliadas de Washington e integrantes de la coalición
internacional antiterrorista liderada por el Presidente Barack Obama. En ambos
casos, se trata de agrupaciones que persiguen el mismo objetivo: levantar un
Califato regido por la Sharia, la ley islámica. Algo que, de paso sea dicho,
Osama Bin Laden había conseguido en el Afganistán de los talibanes. Huelga
decir que la eliminación física del multimillonario saudí no obstaculizó el
desarrollo del proyecto. Al contrario, su muerte aceleró el proceso de
radicalización… Sabido es que el operativo militar Libertad Duradera, ideado y
capitaneado por los estrategas del Pentágono, no logró acabar con la presencia
de los talibanes en tierras afganas o paquistaníes. Si bien los aliados
occidentales ganaron los combates de primera hora, la nutrida fuerza
multinacional estacionada en suelo afgano fue incapaz de erradicar el islamismo
militante. Ello se debe ante todo a que los políticos del primer mundo no
llegaron a analizar el fondo de la cuestión. Para muchos, Al Qaeda no dejaba de
ser un fenómeno aislado, un mero accidente histórico. Sin embargo, Bin Laden
había avisado: volveremos dentro de diez años”…
Atxe. Iceberg.
“Conviene recordar –insiste
Mac Lima– que, en 1992, tras el desmoronamiento del bloque socialista,
Norteamérica y la OTAN buscaban un enemigo. Un político español no dudó en
ponerle nombre: el enemigo es el Islam. Siguió un largo tiempo de silencio, de
aparente olvido. Las guerras en tierra del Islam no eran, no podían ni debían
ser nuestras guerras. ¿Simple error de cálculo? Es obvio que George W. Bush no
ganó la guerra contra el terrorismo. Lo único que logró el expresidente
norteamericano fue un incremento de la corriente anti islámica en Estados
Unidos y algunos países de Europa occidental. Un buen caldo de cultivo para la
incomprensión y el odio. Los atentados del 11-M de Madrid (2004) y/o las bombas
que estallaron durante la maratón de Boston (2013) sirvieron para alimentar la
animadversión de una opinión pública desconcertada. La matanza perpetrada en la
redacción del semanario parisino Charlie Hebdo (2014) fue la detonante para la
nueva ofensiva, esta vez, generalizada, contra el radicalismo islámico. ¿Contra
el radicalismo o contra algunos radicales? La guerra global desencadenada por
el Presidente Bush en 2001, se cobró su infinidad de víctimas, tanto en el
mundo islámico como en Occidente. Sin hablar, claro está, de los daños
colaterales, las millones de personas sospechosas de connivencia con el enemigo
(¡islámico!), que figuran en las listas negras elaboradas por los organismos de
seguridad estadounidenses y/o europeos. Sin embargo, el ideario de Al Qaeda se
fue propagando a la casi totalidad de los países de Oriente Medio y el Magreb.
Su presencia generó un profundo malestar en las cancillerías occidentales. El
enemigo se estaba acercado a pasos agigantados”.
Obama
llegó a Cuba bajo la lluvia.
En la misma Semana Santa
–Semana Endemoniada para los habitantes de la principal sede administrativa de
la Unión Europea (UE)– Barack Obama voló por primera vez hacia la Habana. “El destino de Cuba no lo va
a decidir Estados Unidos o cualquier otro país –dijo el presidente
norteamericano nada más aterrizar en Cuba–. El destino de Cuba lo van a decidir
los cubanos, nadie más”. Con estas palabras se expresó, durante una rueda de
prensa conjunta, con su homólogo cubano, Raúl Castro. “Vamos a dar inicio aquí,
en La Habana, este mismo año, a un diálogo sobre Derechos Humanos que va a
contar con la asistencia de Naciones Unidas”, informó Obama. Castro, por su
parte, contestando a preguntas de los periodistas, negó que existieran presos
políticos en la isla. Ambos estrecharon sus manos antes del encuentro que mantuvieran en el Palacio de la Revolución,
en La Habana. Unas horas antes, el mandatario estadounidense afirmaba, en un
encuentro con el personal de su Embajada en La Habana, que su visita a Cuba era sólo “un primer
paso” en la nueva relación entre ambos países, agregando que la misma tenía
carácter “histórico”. Se mostró convencido de que la visita a la isla serviría
para “alcanzar nuevos acuerdos, pactos comerciales, y construir nuevos lazos
entre ambos pueblos”. “Es maravilloso estar aquí”, añadió a través de un
mensaje en su cuenta de Twitter. Las primeras horas del presidente norteamericano
en suelo cubano estuvieron marcadas por la lluvia (ver vídeo). Obama participó
en un encuentro con empresarios estadounidenses y “cuentapropistas” (emprendedores
que han emergido con la controlada apertura a la iniciativa privada puesta en
marcha por Raúl Castro como parte de las reformas económicas de la isla).
Raúl Castro estrecha la
mano a Barack Obama durante una rueda de prensa conjunta.
David Torres escribe en
Diario Publico, bajo el título: ‘Cuba, en blanco y negro’: “El presidente Obama
se ha sentado en el Palacio de la Revolución al lado de Raúl Castro y juntos
han compuesto la metáfora perfecta de la Revolución: Cuba en blanco y negro. La
democracia contra la dictadura. La libertad contra la tiranía. Sin embargo, en
el momento en que se acerca el zoom, el observador atento comprende que el
contraste no es tan fácil y que las contradicciones empiezan a brotar sin salir
siquiera del archipiélago. Cuba no es un buen lugar para pedir respeto a los
derechos humanos cuando en el sitio donde menos se respetan –Guantánamo– ondea
la bandera de las barras y estrellas. Imaginar Cuba sin la presencia de su
hostil vecino del norte –un país que ha depredado y saqueado Iberoamérica hasta
extremos horrendos– es un ejercicio de futilidad absoluta. No hay más que
preguntarse dónde están los doce millones de indígenas que habitaban las
tierras que hoy denominamos Estados Unidos y que fueron masacrados a lo largo
de un siglo en lo que, según el profesor Ward Churchill de la universidad de
Colorado, puede considerarse el genocidio más atroz y prolongado de la
historia. También el más hipócrita, puesto que lo llevó a cabo la misma nación
cuya Declaración de Independencia incluye el viejo chiste de que ‘todos los
hombres nacen libres e iguales’. Un chiste negro, muy negro en los Estados
Unidos”.
Barack Obama y Raúl Castro en el Palacio
de la Revolución de La Habana.
Lluís Foix escribe en
su blog el artículo ‘Un presidente americano en la Habana”, en el que dice: “Es
difícil proclamarse vencedor en una guerra política y económica que ha terminado
por agotamiento. Los Castro siguen al frente de Cuba. La salud de Fidel está
muy deteriorada y Raúl no podrá dirigir el país durante mucho más tiempo. Cuba
ha sido un dolor de cabeza para todas las administraciones americanas. Fidel
Castro se construyó una sólida alianza con la Unión Soviética de Kruschev,
Breznev y de todos los líderes del Kremlin. Con la guerra fría trasladada a la
puerta trasera de Estados Unidos, Cuba ha sobrevivido las invasiones y las
presiones de Estados Unidos. (…) El bloqueo ha dañado a los cubanos pero no ha
tumbado al régimen. Las murallas y las sanciones económicas pueden debilitar a
un país asediado. Pero no lo asfixian hasta hacerlo sucumbir. El bloque sigue
vigente pero no será eterno. El futuro de Cuba dependerá de los cubanos. Pero
la complicidad de Estados Unidos y de Occidente en el relanzamiento económico
cubano será decisiva. Los cambios políticos vendrán después, quizás muy
después. El discurso de Raúl Castro ante Obama ha sido categórico dando
lecciones sobre derechos humanos a Estados Unidos. El régimen no tiene
intención de cambiar. Ha pedido el levantamiento del bloqueo y la devolución de
Guantánamo a Cuba. Más material para Donald Trump. Fue un error del gobierno
Aznar romper la política de cercanía a Cuba que ni siquiera Franco quiso romper
del todo. Hoy España es un mero espectador político de cuanto ocurre en La
Habana”.
Obama, paseando por La Habana bajo la
lluvia.
Luis Solana titula
“Castro recibe a Obama”. Escribe que se había visto por televisión a todo un
presidente americano, pisando suelo cubano bajo la lluvia. Que Obama y Castro se
reunieron para pactar (entre otras cosas) una mejor vida para los ciudadanos
cubanos. “Que Raúl Castro es de izquierdas supongo que no lo duda casi nadie;
que Barak Obama es más bien de centro derecha supongo que abrirá pocos debates:
pues se han entendido para conseguir seguridad en la zona y bienestar entre sus
habitantes. En España, cosas así no se aceptan (todavía). ¿He dicho España? No,
perdón, debo decir, entre los partidos políticos españoles. Naturalmente que
soy consciente de lo difícil que es aprender eso de pactar cuando, durante
cuarenta años, no ha sido necesario. Ya sé que sí hubo pacto al inicio de este
tiempo, pero eso lo puedo explicar otro día. El hecho es que no tenemos
práctica política de pacto. Y casi ningún partido quiere tachar ni una línea de
su programa. ¿Qué pasa si todo el mundo convierte en dogma sus programas? Pues
que el pacto (necesario) resulta imposible y que algunos partidos descubren que
lo más cómodo es ser dogmáticos. Hay dogmáticos de derechas (tenderán hacia la
extrema derecha sin remedio) y hay dogmáticos de izquierdas (irán poco a poco
hacia extremismos de corte dictatorial). Mientras aquí no sabemos cómo
coincidir por el bien de los españoles, en Cuba, Obama y Castro van a sentar
las bases de un mayor bienestar de sus pueblos. Venga, rápido: a ceder para que
nuestros conciudadanos tengan un presente y un futuro mejor”.
El humor de El Jueves:
Policía belga. Comienza el puente de Semana Santa, Sánchez se reunirá con
Iglesias antes de Semana Santa, SS entre ladrones, Barack Obama llega a Cuba
para iniciar, según El Jueves, una nueva era y Bescansa reconoce que existen
“discrepancias tácticas” entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.
Bajo el hashtags
#JeSuisBruxelles la red se ha inundado de ilustraciones y dibujos donde dos de
los personajes más emblemáticos de la cultura belga son los principales
protagonistas Tintín y el Manneken Pis.
Pep Roig dibujó: El beso del otro Judas (en simulado y diferido), La conjura de los “ignorantes”, Aquellos polvos, Sigamos y El infierno europeo.
Entre los vídeos de esta semana, presentamos: El momento del atentado en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem-
Momento del Atentado en Bruselas Aeropuerto de Bélgica Explosiones
DarkJosevi