¿Setenta años de paz?
Compromís considera un insulto la acuñación de estas monedas.
La Real casa de la
Moneda o Fábrica Nacional de la Moneda y el Timbre (FNMT) ha tenido la
ocurrencia de sacar una moneda que conmemora el fin de la II Guerra Mundial,
con el lema “70 años de paz”. Para ello, la ha adornado inadecuadamente con el
rostro del rey de Felipe VI en una cara y, en la otra, con una paloma de la
paz. El emblema recuerda el eslogan ideado por el régimen franquista en 1964
para celebrar el 25 aniversario del final de la Guerra Civil: “25 años de paz
española”. Compromís califica de
“insulto” esta moneda de Felipe VI con la leyenda “70 años de paz”. “Es un
insulto a las personas que dieron su vida en la Guerra Civil por defender el
Gobierno legalmente elegido por las urnas de la II República y que luego fueron
perseguidas durante más de 35 años por la dictadura y represión franquista”.
España es el país menos
apropiado para conmemorar una paz que disfrutaban otros países en 1945 mientras
que aquí ese año sufríamos la instauración de n régimen de carácter golpista y
dictatorial que, lejos de acabar la guerra civil en 1939, siguió persiguiendo,
encarcelando, torturando y asesinando a miles de personas. A la FNMT se le
olvida que, en 1945, en España no había paz, sino una dictadura franquista de
'tomo y lomo' que se dedicó a la caza y exterminio de rojos y masones. Incluso,
hubo campos de concentración en pleno funcionamiento, cárceles llenas de presos
políticos, miles de prisioneros que trabajaron forzosamente en los Batallones
de Trabajadores para el régimen franquista y los famosos Tribunales de Orden
Público (TOP) que reprimieron todos los delitos políticos, por no hablar de los
miles de asesinatos, torturas, ejecuciones, suicidios provocados o el robo de
miles de bebés.
No cabe olvidar que el
régimen de Franco, durante la II Guerra Mundial, mandó a los bufones de la
División Azul a Rusia y que, en los campos de concentración nazis, fallecieron
más de 10.000 españoles, sin que el régimen de franco hiciera nada para
evitarlo. Tampoco hay que olvidar a los miles de republicanos que ayudaron a
liberar París de los nazis, que combatieron el fascismo y que hoy siguen sin
recibir un homenaje institucional por parte del gobierno español. España carece
de toda legitimidad moral para hablar de la paz de los demás países, cuando en
el propio país se violaban reiteradamente todos los derechos humanos. “Toda
esta desfachatez de la monedita se la podrían haber ahorrado si no hubiesen
incrustado de manera esperpéntica la figura del rey. Un monarca que goza de ese
privilegio, gracias a que el genocida Franco instauró la monarquía en España
con la Ley de Sucesión en la Jefatura de Estado (1947) y que se consolidó
cuando el entonces príncipe, Juan Carlos de Borbón, prometió lealtad a Franco
con la Jura de los movimientos y principios del régimen franquista (1966). Por
cierto, en España enaltecer el franquismo sigue siendo legal, no como en
Alemania, donde el nazismo es un delito”.
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