jueves, 31 de marzo de 2016

No comparecen, pero ‘pillan’ el dinero.

 Los ministros 'rebeldes'.

Los ministros ‘rebeldes’ no sólo no renuncian al dinero del Congreso, sino que algunos incluso ganan hasta 22.000 euros más ahora que están en funciones y trabajan lo mínimo. El actual Gobierno en funciones somete a un bloqueo el Congreso de los Diputados, negándose a informar y ser controlado por los representantes de los ciudadanos.  Los miembros del Ejecutivo de Mariano Rajoy, se  autoproclaman por encima de la Cámara, y  se niegan a rendir cuentad de sus actividades. Lo que ha llevado a un conflicto entre los dos poderes en el que, según un informe jurídico, el Gobierno está comportándose directamente de manera ilegal. El argumento de Moncloa de que ellos están ya ‘de paso’, y por tanto por encima de cualquier control, es una forma de ‘golpismo’ autoritario que, de darse en otro sitio como en Venezuela, sería duramente criticado por los ‘boicoteadores’ y el partido al que pertenecen.

Jorge Fernández Díaz se aseguró repetir por Barcelona, Alfonso Alonso por Álava, José Manuel Soria por Gran Canaria, y Fátima Báñez por Huelva. Rajoy es hombre que paga favores a los fieles. E incluso Cristóbal Montoro, al que no querían ni en su natal Jaén, ni en Sevilla, ni en Almería, acabó siendo colocado en la lista de Madrid en puesto ‘asegurado’. Todos ellos han seguido percibiendo sus sueldos íntegros, no sólo de ministros en funciones (que es exactamente igual de cuando sí funcionaban), sino también en concepto de ‘Indemnización por ejercicio del cargo’ (el popular y erróneamente conocido como ‘plus de vivienda’).

Cuatro de los ministros ‘rebeldes’ al Congreso, curiosamente, ganan más de lo que percibían cuando eran ministros ‘normales’ y  acudían a las comisiones parlamentarias. Es el caso del ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, el de  Agricultura, Isabel García Tejerina, el de Justicia, Rafael Catalá, y el de Educación, Iñigo Méndez de Vigo. Cuatro ministros cuya situación de ministros en funciones y en rebeldía parlamentaria, paradójicamente, les vale para ganar más dinero que cuando eran sólo ministros, cumpliendo con su trabajo. Entonces sus ingresos se limitaban a sumar los 69.671 euros, que es el sueldo de cada ministro. Ninguno de ellos, ni estos cuatro, ni los otros cinco, ni la vicepresidenta, ni el Presidente, tienen por el momento previsto cambiar nada de su actual privilegiada situación. Ni la de su negativa a comparecer ante sus compañeros diputados, ni la de cobrar su suplemento en condición de parlamentarios.

En casi diez meses, Rajoy sólo ha contestado a seis preguntas de la oposición. Su presencia ante el Congreso de los Diputados se ha limitado, además, a dos comparecencias adicionales: una, el 15 de julio, y otra, el 18 de agosto. En ambas ocasiones, para informar de asuntos relacionados con un consejo europeo de la UE y la participación española en el tercer programa de ayuda a Grecia. Nada más. Los ministros han estado presentes en tres sesiones de control más, todas ellas en la anterior legislatura, pero no todos comparecieron para responder a las preguntas de los diputados. El argumento de que no se deben a unas cámaras que no le han conferido su confianza ha desatado un enfrentamiento institucional entre el parlamento y el Ejecutivo que lleva camino de acabar en el Tribunal Constitucional.

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