El pucherazo en las elecciones del 26-J.
Josep
Manuel Novoa Novoa (Barcelona, 1949) es periodista, escritor y editor. Antes de
dedicarse de lleno a esta faceta de su vida estuvo ligado profesionalmente al
grupo de empresas de Banca Catalana como Gráficas Industriales, S.A. Fue
gerente de Premsa i Publicitat, S.A., la comercial en su día de Premsa
Catalana, S.A. editora del diario Avui, y de Fomento de la Prensa S.A., editora
de El Correo Catalán, siendo posteriormente gerente y administrador único de
ésta última hasta su desaparición, en 1985. Ocupó la gerencia en El Día, en
Palma de Mallorca, y cargos directivos de otros diarios.
En su web “Ataque al
poder”, Josep Manuel Novoa titulaba el pasado martes: “No te dejes engañar, hay Pucherazo en las elecciones
del 26-J”. Tras un preámbulo, Novoa asegura: “Me encuentro con la noticia
fechada el 13 de mayo de este año: Indra recupera el concurso de las elecciones
tras bajar un 40% el precio. Meses antes había sido otra compañía la que se
hizo cargo de la contabilización de los comicios del 20 de diciembre. Que
Indra, empresa presidida por Fernando Abril-Martorell, (hijo del ex ministro de
Economía del Gobierno de Adolfo Suarez) rebajara el 40% de la oferta de sus
rivales Tecnocom y Scytl era más que sospechosa. Estas empresas obtuvieron el
concurso al ofertar 9,5 millones de euros y, en una oferta temeraria, Indra,
que se había hecho cargo del recuento de votos desde el inicio de la democracia,
fue a por todas sin importar si ganaba o perdía dinero. Lo que parecía de
suprema importancia era estar presente
en el recuento de votos. Se veía a una legua el interés de Indra, sin embargo
el Ministerio del Interior hablaba de las exigencias de 'un modelo de elecciones
low cost’, sin preguntarse cómo era posible que un servicio que ofrecía Indra
por más de 10 millones de euros ahora lo ofreciese por la mitad de precio… Los
medios de comunicación proclives ‘al régimen’ repiten sin comprobación alguna
la tesis mentirosa del Ministerio del Interior. El voto por correo se
contabiliza en cada una de las mesas electorales que le corresponde una vez que
llegan las 20 horas del día de la votación y se incluyen en el acta. Este es el
punto clave de la mentira. El descuadre lo expongo: según, el Ministerio del
Interior una vez escrutado el 100% facilita el total de votantes, 24.161.083
(aquí debe de contener los votos nulos, en blanco y los remitidos por correo)
un 69,84% y la Abstención, 10.435.955 un 30,16%. Si queremos averiguar de qué
censo se parte, es decir cuál es el 100% de ese 69,84% nos da que son
34.594.906. El Instituto Nacional de Estadística nos dice que los electores del
26-J son 36.518.100, si hacemos una simple resta nos da 1.923.194 personas que
faltan, o también cabe una posibilidad: que casi dos millones de los electores
del 20-D hayan muerto en seis meses ¿Alguna epidemia que desconozca?...
“Las
diferencias del censo del 20-D y del 26-J son mínimas”, asegura Novoa. “Los
escaños a repartir son los mismos (350) y las circunscripciones son las mismas,
entonces los escaños que unos ganan otros los pierden. Los escaños que gana el
PP (+14) los pierden PSOE (-5) y C´s (-8) y otros más por la pérdida de otros.
Los votos son otra cosa, en el 20-D se abstuvieron 9.280.639 y en 26-J fueron
10.435.955, la diferencia de 1.155.316 es evidente que no computa en el reparto
de los escaños, pero juega la partida. Dicho hasta aquí puedo lanzarme a la
piscina, mi reputación (que tampoco me importa mucho) está en juego. Un
ministro del Interior como Fernández Díaz, que ya le hemos visto de que pie
calza en las cintas que manipula las instituciones a favor de las tesis de su
partido, es capaz de manipular las elecciones del 26-J cuando las encuestan dan
a Unimos Podemos una situación de privilegio. Es ahí cuando entra en juego, a
la desesperada, el ‘todo por la patria’ y en el mes de mayo, in extremis, se
coloca a Indra para el recuento de votos y la instrucción de cortar las alas a
los ‘malos’ y se depriman chafados por una apisonadora. Me atrevo a dar mi
opinión de cómo lo han hecho siguiendo la declaración en juicio del informático
Clinton Eugene Curtis…. Lo que nos dice
Curtis, para alterar el resultado, es la facilidad de introducir en el código
fuente un discriminante a los votos del rival que se quiere perjudicar. Esto se
debe de hacer en el ordenador principal, Al código fuente se le ordena que un
determinado porcentaje de votos del partido que se pretende perjudicar vayan a
la abstención. Para dejarlo claro y diáfano: los votos que constan en el acta
llegan a manos del representante de la Administración que se pone entonces en
contacto con el centro de recogida de datos de los comicios. Le transmite los
resultados del recuento de votos por teléfono y le envía una copia del acta de
escrutinio por vía telemática. De esta forma llegan al ordenador central los
votos de Unidos Podemos que son detectados por el código fuente y una parte
(programada) la envía a la asignación de escaños según de la jurisdicción que
provengan y otros votos se derivan al cajón de sastre de la abstención. El
sistema manipulado tiene que enviar obligatoriamente, estos votos que han sido
legalmente emitidos, para que cuadre todo, por un lado el reparto de los 350
escaños que lo que ganan unos los pierden los otros, y por otra parte el total
de votantes más la abstención deben de proporcionar los integrantes del censo.
Aquí, en el incremento de la abstención están los 1,2 millones de votos
desaparecidos de Unidos Podemos…
Oficinas centrales de Indra en
Alcobendas
“El
gobierno en funciones del PP no realizó ningún concurso público para la
adjudicación del contrato del recuento de votos en el 26-J. El contrato se le
adjudicó a Indra mediante un ‘procedimiento negociado’, es decir, a dedo. La
Junta Electoral no manifestó ningún inconveniente ya que es elegida por el PP.
Indra no es la primera vez que genera una polémica de este tipo: año 2010,
Indra es sancionada por faltas graves en el voto electrónico en Cataluña.
También en 2010, en Argentina fueron descubiertos captando sobornos del
ministro de transportes Ricardo Jaime. Año 2012, se le acusa de complicidad con
el gobierno angoleño de José Eduardo dos Santos para ganar las elecciones tras
una cuestionada licitación. En 2013, de nuevo en Argentina cobraron 33 millones
de dólares extra por una cuestionable ampliación en decisión administrativa. En
2014 involucrada en varios escándalos en España. En 2015, Sevilla, fallo
informático en el recuento de votos. En 2016 en Ecuador tienen una demanda por
perjuicios de 32 millones de dólares. Para acabar de rematar el galardón de
Indra: está implicada en la trama Púnica de sobornos al PP. ¿Quiénes son los
accionistas de Indra? Mira por donde el primer accionistas es el Estado español
a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que
ostenta el 20,14% de las acciones, La Corporación Financiera Alba ostenta el
11,32%, la sociedad norteamericana Fidelity Management Research ostenta el
10,14% y Telefónica el 3,16% el resto son pequeños accionistas. La historia
parece que se repite al menos para la Corporación Financiera Alba de la familia
March, que tienen el honor que el fundador de la saga financió el golpe de
estado del general Franco contra la república y ahora participa en el lucrativo
negocio de quitar de en medio al partido que estorba. Pagando San Pedro canta…
“El
asunto da mucho más de sí del contenido de este artículo que por sorprendente
que pueda parecer, en este país contaminado por una corrupción extrema todo es
posible pero para concluir el fraude electoral no se consuma en los colegios
electorales donde hay mil ojos vigilantes, se produce en el santuario de unas
pocas personas que guardan la omertá como ley del silencio de una oligarquía
que es capaz de todo”. Novoa recomienda echar un vistazo a u otro artículo “El
clan de la Dehesilla” lo que permitirá entender lo que está pasando. “En
definitiva, es más fácil hacer desaparecer votos enviándolos a la abstención
donde no hay comprobación alguna. No hay razón que se incremente la abstención
precisamente en los votos que le faltan a Unidos Podemos. Tal como ha explicado
el informático Curtis en el video enlazado la modificación en el código fuente
es indetectable, la única opción de comprobar el trapicheo de votos es
volviendo al origen de los datos introducidos al ordenador mentiroso. Con los
datos en la mano me veo capaz de ‘construir’ un simulador (al igual del que se
dispone para itvhipotecas) y así determinar de una forma precisa y exacta que
ha habido pucherazo. Solo hay una pega: la falta de tiempo. Ya hablaremos del
asunto”.
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