Libros para vender, adornar, rellenar las bibliotecas y también para leer.
Las lluvias del final
de mayo llegaron, una vez más, pisándose los talones con los primeros calores
del verano en la Feria del Libro de El Retiro –que este año celebró su 75
aniversario–, en la que miles de visitantes se dieron cita en las 367 casetas en
donde hubo una nube de títulos, atenciones, encantos y sofocos. Fueron doce
jornadas maratonianas en las que numerosos editores y libreros, con la ayuda de
no pocos autores que estamparon dedicatorias en las primeras páginas de sus
libros, hicieron acto de presencia. Afortunadamente, ya no hubo libros
prohibidos como en la dictadura franquista, hasta el año 1980 incluido. En su
lugar, el público lector se encontró con libros de nuevo cuño como Capitán
Grant. Este fue el primer año que el público acudió a la Feria alentado, en
parte, por el romanticismo. “Yo vengo a la Feria del Libro desde que era un
niño” –explicó Sergio Bang, uno de sus responsables–. Somos una librería
especializada en arte, fotografía y novela gráfica. Pensábamos que los
ejemplares de arte podían ser mucho más complicados de vender pero no, hubo mucha
gente interesada en este tipo de libros”. Expuestos a los caprichos
meteorológicos de un mes de mayo habitualmente travieso y un junio bochornoso, los
libreros se las ingeniaron para vender titulares, aplicando técnicas nuevas y
curiosas. La convocatoria emplazó a los seguidores a encontrarse en “el pradito,
justo enfrente, aprovechando la sombra que da la caseta de Astiberri”.
Más de dos centenares
de autores hicieron acto de presencia en
la Feria visitada por la Reina quien se detuvo en Pipas de Calabaza y en otras casetas. Algunos
compartieron “caseta-dacha-refugio”. “Lo hacemos por necesidad”, explicó
Alberto Almayer, uno de los responsables de la editorial especializada en no
ficción periodística. “Para poder tener caseta propia, tienes que tener un
mínimo de ciento veintitantos ejemplares y ninguno de los dos teníamos
suficientes”. Era la cuarta vez que acudían a la Feria y “cada año fue mejor
que el anterior”. Este año tuvieron mala suerte en el sorteo de localizaciones
y les tocó ponerse al final del paseo. La mayoría de personas entraba por el
estanque o por la entrada de Ibiza. Fueran como fueran, ayer, sábado, lo
celebraron en La Osa Moña, en “un encuentro festivo-literario independiente” al
que, a diferencia de lo que ocurrió en el resto de fiestas editoriales que se
organizan en el contexto de la Feria, “nadie va a currar”, explica Desirée
Rubio, una de sus precursoras. Este año, en su octava edición, contó con una más reciente
versión diurna en forma de picnic junto al Palacio de Cristal. En él confluyeron
editores, libreros, periodistas culturales, escritores... “Hay quienes dicen
que nos hemos convertido en 'el off de la Feria del Libro de Madrid' porque
celebramos el cierre del sinvivir de las casetas. Es una quedada entre colegas
el último fin de Feria”.
Más
de 400 expositores tomaron posesión durante tres semanas del Paseo de Coches
del Parque El Retiro hasta hoy domingo, 12 de los corrientes. Encuentros entre autores,
escritores y lectores. Hasta hace un tiempo, quienes acudían a la firma solían
ser, en un su mayoría, escritores. Este año se dejaron notar los escritores políticos,
escritores estrellas mediáticas, personajes del corazón y escritores cocineros.
Algo circense y sacrificado hubo en la imagen de los autores encerrados y
sentados en sus casetas, como si habitaran una reserva natural o un zoológico. Algunos
generaron auténticas mareas, largas y épicas colas a la espera de un libro
comprado con el autógrafo del mismo. La gratitud y comunión entre estos
encuentros, florecieron con la firma de ejemplares, para los lectores, del otro lado de las casetas.
Francia, como el país invitado de este año, inauguró la Feria con la
conferencia de Amin Maalouf. Y Francia desembarcó con autores de relumbrón, como
Jöel Dicker en el primer fin de semana. Acudieron también los superventas:
Julia Navarro, Almudena, María Dueñas, Andrés Trapiello, Llamazares, Rosa
Montero, Antonio Lucas, Andrés Neuman, Miqui Otero, Víctor del Árbol… Tampoco faltaron en ese raro cajón de sastre
los chefs travestidos en escritores y los personajes públicos acaparando las
colas. El periodista Jesús Cintora y Minguel Ángel Revilla, Mario Vaquerizo,
Andreu Buenafuente, José Luis Garci, Miguel Ríos, Luis Eduardo Aute… Hubo
poetas, novelistas, músicos, dibujantes, cocineros... Todos convertidos en
autores. Y bajo el sol, algunos lectores de especial relumbrón se dejaron ver,
como Andrea Levy, portavoz del PP.
Miqui Otero
“Miles de lectores
–escribe Karina Sainz en Vozpópuli–, curiosos, paseantes y viandantes,
inundaron estos fines de semana el Paseo de Coches del Parque El Retiro. Los
periodistas pidieron a los escritores una selección de casetas imprescindibles
en su recorrido. Y surgieron más de las que pidieron. En la selección aportada
por los autores existían puntos en común: librerías y editoriales que se
repitieron, acaso por su calidad o su singularidad. Entre las editoriales
destacaron Pepitas de Calabaza, Delirio o La Uña Rota (Las tres compartieron la
misma caseta). Y fueron muy recomendadas”. Entre los libreros, ganaron por
goleada Tipos Infames, una librería que hace ya casi cinco años abrió sus
puertas en el número 3 de la calle San Joaquín de Madrid y que, en esta
oportunidad, visitó la Feria del Libro por segundo año consecutivo. Aloma
Rodríguez, escritora y periodista zaragozana, autora de la novela “Los idiotas
prefieren la montaña (Xordica)”, sello en el que también figuran sus libros
anteriores: “París tres” (Xordica, 2007), “Jóvenes y guapos” (Xordica, 2010) y “Solo
si te mueves” (Xordica, 2013). “Este año visité la Feria del Libro como autora
(es la primera vez que lo hago solo como autora, las otras era autora-casetera,
que es algo así como ser portero delantero). Miqui Otero, autor barcelonés,
comentó que “si las editoriales fueran personas, querría pasarme un fin de
semana entero tomando cañas con Pepitas de Calabaza”. Y añadió el libro
galaiconarco de Nacho Carretero, Novato en nota roja, de Alberto Arce o Una
historia personal, de Katharine Graham. Estupendos editores, cruzados del
periodismo narrativo cuando solo en los libros parece poder ejercerse. Otero
aseguró que se trataba de su “casa” y su “teléfono” no solo porque fueran sus
editores, había algo más: “Dado mi congénito talento para desorientarme y
perderme en cualquier lugar, incluso en la Feria, siempre está bien poder
regresar a la caseta de mi editorial, donde nunca me faltará un plato en la
mesa (ni un café con hielo)”.
Elena Medel, poeta y
editora cordobesa, responsable de La Bella Varsovia, se suma a la lista de
consultados y ofrece su bitácora. Comenzó con “Mujeres y Compañía”, especializada
en narrativa escrita por mujeres, biografías, ensayo feminista, en las diversas
“disciplinas” y áreas: ciencias, antropología, sociología, historia, educación,
salud, embarazo, maternidades, erótica y sexualidades, cuento infantil no
sexista y cómics. Su estupenda librería feminista se trasladó al Retiro. La
atención a la escritura de mujeres resultó evidente, justa y gozosa, porque
subrayaron la calidad de los libros conocidos y alumbraron la de obras que nos
pasaron desapercibidas. Le sigue el sello Páginas de Espuma. “Todas las ferias
me acerco para que Encarnación Molina y Juan Casamayor me recomienden algún
título de su fondo de catálogo que todavía no conozca y siempre aciertan.
Imprescindible para los amantes del cuento, y con una línea de ensayo
interesantísima”. Elena Medel le dedica un tiempo de su ruta a Ediciones
Torremozas: “La escritora Luzmaría Jiménez Faro fundó esta editorial para
visibilizar el trabajo pasado y presente de las mujeres, y ahora Marta Porpetta
continúa su labor. Publican joya tras joya. Entre las más recientes, la
valiosísima edición que Fran Garcerá ha realizado de ‘Pez en la tierra’, el
mítico poemario de Margarita Ferreras, miembro de la Generación del 27”. Aunque,
en principio, la elección incluía cinco, Elena Medel ‘se vino arriba’ y agregó
unas cuantas más. Eligió también Pepitas de Calabaza, Delirio o La Uña Rota
todas ellas incluidas en una misma caseta: “Cuando pienso en editoriales a las
que me gustaría que La Bella Varsovia se pareciera, se me ocurren de manera
inevitable estos cuatro sellos. En algún momento, caerá una visita para comprar
los libros de Luci Romero (Western, en Delirio) y Ángela Segovia (La curva se
volvió barricada, en La uÑa RoTa). A esta amplia selección se suma Antiguan,
Fórcol. ¿Alguna más? Poesía acaso. Pero, por desgracia, las editoriales de
poesía que me suelen interesar no tienen caseta en la feria...”.
Mercedes Cebrián, la
escritora y periodista, quien recientemente ha publicado el ensayo “Verano
azul: Un viaje al corazón de la transición”, recomienda las importantes en su
recorrido personal por la Feria. La primera que cita es el sello independiente
Impedimenta, “porque a menudo están sus editores (Enrique Redel y Pilar Adón), maravillosos
para aconsejar”. En su catálogo figuran, sin duda, traducciones esenciales y un
corpus de autores que dialogan entre sí. Fundada en el año 2007 por Enrique Redel,
aspira a recuperar y redescubrir aquellas obras literarias indispensables, ya
sean clásicos o voces olvidadas. La segunda opción de Mercedes Cebrián es la
caseta de Adriana Hidalgo, “la editorial argentina de referencia cuyos libros
por suerte se pueden leer en España”. Al igual que Miqui Otero y Elena Medel,
Cebrián señala la caseta 241: “El sello Delirio suele estar junto a “La uña
rota”: dos minieditoriales exquisitas con libros insólitos” que completan la
bitácora de Cebrián. La Librería Alberti “porque tiene estupendos firmantes” y La
Central, “por su amplia y buena selección”. Mercedes Cebrián ha publicado los
libros “El genuino sabor”, “Oremos por nuestros pasaportes” (Antología)
(Mondadori Argentina, 2012), “La nueva taxidermia” (Mondadori, 2011), “El
malestar al alcance de todos”, “Mercado
Común” (ambos en Caballo de Troya, 2004 y 2006), “13 viajes in vitro” (Blur
Ediciones, 2008) y “Cul-de-sac” (Alpha Decay, 2009).
El escritor y músico, Guille Galván, en
la librería madrileña, Alberti.
No hay mejor biografía
que describa a Guille Galván que la que aporta Bandaàparte Editores, sello que
publica su primer poemario “Retrovisores”. Sobre él, dice: “A Guille Galván
(Madrid, 1980) lo conocemos como escritor de canciones y guitarrista de Vetusta
Morla”. Quizá sea muchas más cosas –como en efecto lo es–, pero para quienes
han escuchado las canciones de Vetusta Morla les basta esa sola coordenada para
saber de qué estamos hablando. Alguien capaz de escribir que el tiempo no se
pone en su lugar jamás recomendaría una librería gris y anodina. El recorrido
de Guillermo Galván comienza en la Librería Muga un espacio que, a su juicio,
reúne aquellos atributos que realmente importan: los que se imprimen en la experiencia
lectora y creadora. “Son ya muchos años como punto de referencia en Vallecas.
Aparte de cuidadosa y detallista, ofrece propuestas culturales de todo tipo que
han ayudado a dinamizar el barrio. Compartí piso con Julia, una de sus
libreras, que me invitó a colaborar en su proyecto musical, Emite Poquito, con
pequeños conciertos entre sus estanterías de libros”. Al igual que los otros
escritores consultados, no deja por fuera a Tipos Infames: “Sus recomendaciones
pocas veces fallan. Una de las librerías independientes más completas de
Madrid”. Las librerías dominan la ruta de Galván, que elige como tercera parada
a Traficantes de sueños: “La conozco desde la Universidad, cuando pedíamos a
sus libreros que pusieran a la venta nuestra revista de cine independiente ‘Cabeza
Borradora’. Han cambiado de local pero siguen siendo referencia en Lavapiés y
todo Madrid como librería especializada”.
¿Otros títulos
encontrados en la Feria del Libro de Madrid de este año?: “20 buenísimas
razones para dejar de leer”. Son veinte razones ofrecidas para no volver a
hacerlo nunca. Un libro delicioso, devorado en una tarde cargada de dudas,
cuando ¿leer nos vuelve feos, holgazanes, pedantes? ¿Nos aísla del mundo? ¿Nos
vuelve reaccionarios? ¿Leer es peligroso? Manuel Rivas escribió sobre este
libro, cuando salió, en francés: “Creo que se debería traducir y distribuir
gratuitamente el libro de Pierre Ménard” (los libros del Lince). ¿En serio? ¿La
mejor manera de encabezar una lista de 15 títulos que animen a leer es un libro
que ofrece cinco razones más para no volver a hacerlo nunca? Encima, el autor
afirma llamarse como el triste antihéroe borgeano que pretendió
infructuosamente volver a escribir el ‘Quijote’... Y, sin embargo, si se hace
con este inesperado y delicioso libro, lo devorará en una tarde. Pierre Ménard
nació en París, hace 24 años. Vive en esa ciudad, donde trabaja como asesor
financiero, tras estudios en varias universidades, en Francia y los Estados
Unidos. Pero su pasión es la literatura, y su principal rasgo como escritor es
la ironía y la erudición. Ha publicado en francés tres libros, entre ellos el
que en España se publica como “20 Buenísimas razones para no leer nunca más”.
Actualmente prepara una biografía de Antoine Cruzat, un asesor de Luis XXIV que
fue propietario de Louisiana.
Ross, el padre de
Jeffrey Lockhart, es el inversor principal de un centro donde se lucha contra
la muerte congelando los cuerpos hasta que la tecnología pueda despertarlos.
Hasta ese extraño lugar viaja Jeffrey para consolar a su padre cuando va a
despedirse de su esposa enferma, con la esperanza de reencontrarla en el
futuro. Pero, cuando Ross, en perfecto estado de salud, decide acompañarla en
el experimento, Jeffrey le niega su apoyo y se rebela. “Cero K” es una oda al
lenguaje, una profunda meditación sobre la muerte y una aguda observación sobre
lo que implica estar vivo. “No hay ningún novelista norteamericano que escriba
mejor que Don DeLillo –escribe Paul Auster–. Sus libros son una lectura imprescindible
para quien quiera comprender qué significa estar vivo a finales del siglo XX”.
Manu Leguineche
escribió “El camino más corto”, a los veintitrés años, cuando logró unirse a
una insólita expedición para recorrer el mundo en coche. Era el año 1965 y todo
estaba cambiando. “¿Cómo pretendes dar la vuelta al mundo en una expedición
como esta si no sabes conducir?, le preguntaron, con buen acierto, los
organizadores de aquel viaje al fin del mundo. “Tengo otras condiciones
–respondió Manu–. No sé conducir ni nada de mecánica, pero sé cantar, jugar al
mus, tengo muy buen humor, sé algo de geografía y he leído a Conrad, Stevenson
y Verne”. Y así inició, según Javier Reverte,
“un libro canónigo en la literatura viajera del siglo XX español”, “un libro
maravilloso. Sesenta mil kilómetros de viajes y aventuras. Un canto a la
libertad.”, según Mariano López, en la revista Viajar, “Una obra única, un
relato que se puede leer una y otra vez, lleno de personajes, de historias, de
vida”, según Guillermo Altares.
Tarareamos canciones
que decimos detestar. Y sólo nos emocionamos cantando, cuando nadie nos ve.
Lloramos con baladas de las que nos hemos burlado antes. Mentimos sobre lo que
nos gusta para que nos acepten. Y decimos que los demás tienen muy mal gusto.
“Música de mierda”, de Carl Wilson (autor), Nick Hornby (Colaborador), y Manolo
Martínez (Epílogo), es uno de los mejores ensayos estéticos sobre el gusto
musical de la década, que investiga el mal gusto y la sensiblería musical a
partir de una contradicción: ¿por qué la persona que más discos vende es de la
que más gente se ríe? Carl Wilson quiso hacer una investigación sobre el éxito
de Céline Dion pero se descubrió escribiendo un ensayo maravilloso sobre el
amor (a la música), el esnobismo como coraza y la capacidad de emoción en
tiempos de cinismo. “Un ensayo profundo, provocador, que te obliga a
preguntarte quién diablos eres realmente”. “Leyéndolo –dice Nick Hornby– sentí
que me acercaba un poco más al gran misterio de la música”.
“La España vacía” es otro
viaje histórico, biográfico y sentimental, pero esta vez por España, un país
deshabitado. En solo veinte años, entre 1950 y 1970, el campo español se vació.
Las consecuencias de este éxodo marcan el carácter de la España de hoy. El
ensayo de Sergio del Molino, excelente prosista, es capaz de hacer relevante lo
trivial con el solo poder de la palabra exacta y la formulación imaginativa.
Está editado en Turner Noema y es un emocionante y necesario viaje sobre las
raíces de un desequilibrio que hace tanto daño a la ciudad como al campo. Un
viaje a los pueblos de la España vacía y un análisis de la literatura, el cine
y la historia que los relata: “Hay que viajar muy al norte, hasta Escandinavia,
para encontrar en Europa unas densidades de población tan bajas como las de la
España vacía”.
“Crisálida” es el nuevo
álbum de Carlos Giménez que ejercita un triple salto mortal sin red. Un trabajo
íntimo sobre la vejez, la creación y la muerte. Trata de la gran crisis humana.
De la que nos afecta, por una parte, en términos económicos y morales: este es
un álbum muy crítico con nuestra actualidad reciente. Pero, por otra parta,
trata sobre todo de la grave crisis que impone subrepticiamente la vejez. Como
en un juego de espejos, y desde la primera página del prólogo, Carlos Giménez
nos presenta a una pareja de sosias o dobles. Al primero, el tío Pablo, lo
reconocerán rápidamente los seguidores del autor. El segundo, Raúl, su amigo
del alma, es la novedad y el detonante de una larga serie de reflexiones y
equívocos sobre las miserias de la creación y las limitaciones de la senectud.
Quedarán entonces dos opciones, encarnadas por sendos personajes: la decadencia
o la muerte.
Los fallos de
inteligencia en torno a la invasión de Irak ilustran dramáticamente la
necesidad de desarrollar estándares para evaluar la opinión de los expertos. En
este estudio, el filósofo, Isaiah Berlín Tetlock (traducción de Jorge Sola) explora
lo que constituye el buen juicio en la predicción de acontecimientos futuros,
analizando por qué los pronósticos de los expertos son a menudo tan
deficientes. Durante más de dos décadas llevó a cabo un registro que incluía
unos 82.000 pronósticos de 284 expertos. ¿El resultado? Las predicciones
fueron, en promedio, ligeramente más acertadas que las suposiciones al azar,
pero el mercado de ideas no elimina a los malos expertos debido a que, en
parte, no existe una rendición de cuentas. Basándose en la famosa distinción
entre “zorros” y “erizos”, Tetlock considera erizos a los expertos proclives a
una visión limitada y coherente del mundo desde firmes convicciones
ideológicas. Los zorros, sin embargo, tienen la capacidad de ajustar sus
opiniones, son más cautelosos, pragmáticos, tendientes a dudar de sí mismos e
inclinados a ver la complejidad y los matices. Si bien no ofrecen grandes
titulares y citas, tienen probabilidades mucho mayores de acertar con sus
conjeturas.
Ésta es la historia de
Cleo, joven poeta residente en La Habana, una autora bajo sospecha. La
Seguridad del Estado y el Ministerio de Cultura creen que su éxito ha sido
construido por “el enemigo” como un arma de desestabilización, una invención de
la CIA. Para determinado grupo de intelectuales del exilio, en cambio, Cleo es,
con sus aires críticos, una infiltrada de la inteligencia cubana. Atrapada en
este vaivén de elucubraciones, prohibida e ignorada en Cuba, Cleo es la
controvertida pero exitosa escritora traducida a varias lenguas que estremece a
quienes la leen fuera de la isla. Sus textos narran el final de un largo
proceso revolucionario de casi sesenta años. El domingo de una intensa semana
de revolución que ya ha conocido dos siglos. Enclaustrada en una hermosa
mansión de El Vedado bajo la maravillosa luz de una ciudad detenida en el
tiempo, Cleo vive una aventura sentimental con un actor de Hollywood, al mismo
tiempo que “descubre” a sus padres y resiste, en un país que la culpa por su gran
pecado: escribir lo que piensa. Mientras Wendy Guerra creaba esta ficción, en
La Habana, la realidad entraba por la ventana, modificando la trama e
interviniendo en ella, contaminando, con sus procesos históricos, los sucesos
dramáticos que aquí se narran en tiempo real. Con esta novela, Guerra se
confirma como una de las autoras latinoamericanas más agudas y sofisticadas en
la construcción de sus historias. Una obra marcada por el fino humor con el que
esboza la tragedia cubana, por la naturalidad con la que describe sin
prejuicios una realidad que conoce al dedillo y por el lenguaje sonoro con que
evoca una ciudad asediada por la música, el mar y la política cotidiana.
“En Manos De Las Furias”
(Lumen), de Lauren Groff es una novela que sorprende desde la primera página y
que ha triunfado en el mundo anglosajón por su madurez y su talento narrativo.
Un hombre y una mujer caminan muy juntos por la playa. Hace frío, pero no
importa. De repente se esconden detrás de unas dunas para celebrar su primer acto
de amor carnal. Él es Lotto, ella, Mathilde. Los dos tienen veintidós años y
acaban de casarse, aunque solo llevan unos quince días juntos y saben muy poco
el uno del otro. El hilo de sangre que mancha los muslos de Mathilde sella esta
entrega que parece absoluta y exclusiva, y así será durante más de veinte años.
Lotto y Mathilde se convierten en la pareja casi perfecta; basta una mirada
para que se entiendan, un gesto cómplice para que los dos dejen una sala
abarrotada de gente y aprovechen cualquier rincón para amarse. Lotto se dedica
a escribir obras de teatro, al hilo de su pasión por Shakespeare, y Mathilde se
convierte en la esposa ideal, que es musa, empresaria y ama de casa. Hasta que,
de repente, el destino se impone. Es entonces cuando descubrimos que el
matrimonio, bien mirado, es una larga conversación, y que, en esta charla,
caben huecos, omisiones, palabras sueltas que pueden ser mentiras piadosas o
alfileres.
En “Antimemorias de un
comunista incómodo”, de Andrés Sorel, se muestran las muchas vidas de un
testigo privilegiado de la historia del siglo xx. Fue corresponsal de Radio
España Independiente (la Pirenaica) desde España y durante la invasión de
Praga, de 1962 a 1973; articulista en Mundo Obrero, Realidad, Información
Española, Hora de Madrid; testigo directo del 25 de abril, en Portugal, donde
envió crónicas desde la cárcel de Caxias y forjó una amistad hasta la muerte
con Saramago; fue consejero cultural de la Embajada cubana en España, de 1963 a
1967, y, tras el triunfo de la revolución castrista, viajó a menudo al país,
que conoce bien y cuyo régimen siempre ha apoyado, aunque con matices. Pasó un
mes en Corea del Norte, como miembro del partido comunista español, fundó el
periódico Liberación, de corta vida, y trabajó en una historia sobre ETA que
nunca pudo publicarse. Miguel Delibes, Alfonso Sastre, Juan Goytisolo, José
Luis Sampedro, José Saramago, Caballero Bonald, Jorge Semprún, Rafael Sánchez
Ferlosio, José Hierro, Luis María Anson, Alfonso Guerra, Carlos Barral, Jaime
Gil de Biedma, Rafael Alberti, Manuel Vázquez Montalbán, Mario Vargas
Llosa…Todos ellos asoman en estas páginas, que son también testimonio
emocionado de una época que parece quedar muy atrás pero, sin la cual, sería imposible
entender el presente.
Superada la barrera
psicológica de los cincuenta años y con plena conciencia de que lo mejor “ha
pasado”, Mircea Cartarescu nos invita a adentrarnos en su paisaje biográfico,
geográfico y literario personal, en un tono que mezcla la comedia con una
acentuada amargura existencial. Aquí encontraremos remembranzas sobre
paradisíacas islas en medio del Danubio, reflexiones acerca de los peligros de
la adicción al café soluble y confesiones íntimas sobre el amor, la muerte y la
nostalgia que culminan con la estremecedora obra “El ojo castaño de nuestro
amor”, dedicada al hermano gemelo, perdido en trágicas circunstancias. María
Ángeles Ochoa de Eribe Urdinguio traduce los delicados artefactos narrativos absolutamente
inseparables del “animal literario” que es su autor, como nos demuestra el
extraño descubrimiento que hace en la “Lolita”, de Nabokov, o la descripción de
los días previos a la muerte de Ovidio en el exilio. Todo ello se une, como las
cucarachas que, según él, Darwin, se entretenía en ensartar en un palo, para
configurar una suerte de arqueología en la que descubrimos las claves que nos
llevan a entender a uno de los autores primordiales de la narrativa
centroeuropea.
Otros personajes o gente del espectáculo que
visitó esta Feria del Libro:
Miguel Ríos.
Luis Eduardo Aute.
José Luis Garci.
Jordi Cruz.
Jesús Cintora y Miguel Ángel Revilla.
Andreu Buenafuente.
Andrés Calamaro.
Esta
semana elegimos fotomontajes políticos. Y comenzamos con sabrosos del merengue,
el disco con el nuevo himno del PP. Continuamos con: Rajoy, trabajando duro; la
tecnología le permite ver la puta realidad; Rajoy frena a Hernando; el ministro
da la mano al perro-policía; el arzobispo Cañizares; dicen los obispos y el
sueldo del presidente de Iberdrola, José Ignacio Sánchez Galán.
El
humor semanal: Forges, El Roto, Peridis, Elchicotriste, Ferranmartín, Atxe,
J.R. Mora, Vergara, Pat, Ansón, Indígoras, Mel, Manel F.A. López…
Pep
Roig, desde Mallorca, dibujó: Panorama oscuro; Campaña de verano; El Gobierno
ajusticia; Docencia adapta y Vivan las cadenas.
Esta semana mostramos los vídeos políticos de las elecciones. Comenzamos por los del PP. Gerjes Armando Ubaque, cantante colombiano, compuso dos canciones para las campañas populares en 2008 y 2011. En esa ocasión lo hizo por encargo directo de Rajoy. El artista asegura que actualmente “hay contactos” con algunos dirigentes conservadores, quienes podrían solicitarle un nuevo vallenato. La Asociación Popular de España en Colombia (APE-COL) sigue, desde el otro lado del Atlántico, la evolución de la precampaña electoral española. Y, a través de su página web, decidió apoyar a Mariano Rajoy a ritmo de “Vallenato”.
Mariano Rajoy, contigo estoy
aldelcorral
Esta es la segunda canción del PP, lanzada el 19 de octubre del 2011.
Actualizado el 19 oct. 2011GM FILMSVideo Gustavo Mesa
gerjes armando rajoy presidente
POPULAR MUSICA
Entre los últimos vídeos de los populares, los gatos del PP.
Partido Popular: Gatos
partidopopular
En este vídeo, publicado el 8 junio del 2016, Mariano Rajoy se convierte en anfitrión de nuestro viaje por los cuatro puntos cardinales de la corrupción del PP:
Un país en la cartera
El Plural
A través de un cuidado anuncio que apela a los momentos nostálgicos que caracterizan al verano, el PSOE lanzaba el pasado 1 de mayo este mensaje para poder votar por correo: “Estés donde estés, haz que tu voto llegue”. Como si se tratase de una campaña publicitaria de Estrella Damm, los socialistas publicaban el spot en su canal de YouTube que repasa una serie de “momentos insuperables” propios de la temporada estival como caminar descalzo, la sensación del primer baño, cenar al fresco, los viajes en carretera o las noches estrelladas de agosto.
El verano tiene momentos insuperables #ImagínateloSinRajoy
PSOE
El vídeo campaña del PSOE para el voto por correo.
Publicado el 1 mayo 2016
C's - Los héroes anónimos. Spot Elecciones Generales 2016 #26J #CambioaMejor
Ciudadanos
Ciudadanos, el partido liderado por Albert Rivera, se presenta como una fuerza renovadora y de cambio. Hacemos un repaso por su recorrido en el parlamento de Cataluña, sus vinculaciones o complicidades con ciertos grupos y el sentido de su voto durante 9 años, lo nos permitirá conocer mejor la inclinación de este partido, muy distinta a la que predican...
[REPORTAJE] Desmontando a Ciudadanos
RaGLaN
Por su parte. Podemos lanzó este otro vídeo:
Spot electoral - 26J - Unidos Podemos #VolverASonreir
PODEMOS
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