Los crucifijos y otros símbolos religiosos retirados de los edificos públicos en Valencia.
El Ayuntamiento de Valencia acaba
de aprobar una moción por la que retirará los símbolos religiosos de todos sus
edificios públicos. Fue aprobada por Compromís, València en Comú y PSPV-PSOE, y
rechazada por el Partido Popular y Ciudadanos. El PP la califica como un “ataque a las creencias
religiosas de los valencianos”. El Ayuntamiento también acuerda cobrar el IBI a
negocios religiosos y pide renegociar el Concordato con la Santa Sede.
Dirigido por Joán Ribó, el
Ayuntamiento de Valencia aprobó el pasado jueves que los reglamentos de honores
municipales y protocolos de sus entes públicos se adecuen a la aconfesionalidad
del Estado. En este sentido, los espacios municipales públicos no tendrán
simbología religiosa, salvo en lo que signifique un bien patrimonial e
histórico contrastado. En la moción aprobada también se insta al Consitorio a
celebrar actos y conmemoraciones “exclusivamente de carácter civil”, a excepción
de los que suponen un legado cultural o festivo.
El portavoz de València en Comú,
Jordi Peris, manifestó que no
desaparecen “ni la Ofrenda (floral a la Virgen de los Desamparados en Fallas)
ni la Semana Santa ni -la procesión que se celebra en “el Corpus” Christi. Con
este texto, Valencia se pronuncia a favor de modificar las leyes para eliminar
las exenciones fiscales de las confesiones religiosas y que paguen el IBI sobre
inmuebles destinados a negocios, y aprueba pedir al Congreso de los Diputados y
al Gobierno que renegocie el Concordato con la Santa Sede “que respete el
principio de no confesionalidad recogido en la Constitución”.
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