Un barco racista de la extrema derecha patrulla el Mediterráneo.
Barco racista con el que la extrema derecha patrullará el Metierráneo.
La embarcación C-Star, alquilada
por el movimiento xenófobo, “Defend Europa”, dificulta las labores de rescate
de las ONG que socorren a las personas migrantes, a las que acusa de traficar
con personas. Su premisa es “Defender Europa” de esta supuesta temible
invasión. “Estamos perdiendo nuestra seguridad y nuestro modo de vida y
corremos el peligro de que los europeos se conviertan en una minoría en sus
propios países”. Con este mensaje xenófobo y, tras varios meses de campaña,
colectivos ultraderechistas de varios países europeos, agrupados bajo el
paraguas del movimiento “Generación Identitaria, han conseguido fletar un barco
que se sumará a los que ya patrullan el Mediterráneo en busca de vidas que
salvar. Sólo que este barco no llevará a los inmigrantes y refugiados que
rescate hasta Italia o Grecia, sino que los devolverá a las autoridades libias.
Defend Europe explica en su
página web que organizaciones como “Médicos Sin Frontera”, “SOS Mediterranée” o
“Proactiva Open” Arms no son más que meros colaboradores de las mafias que
trafican con personas y su misión es desenmascararlas. Consiguió recaudar más
de 100.000 euros mediante donaciones anónimas a través de Internet. PayPal
bloqueó su cuenta de donaciones el pasado junio y su cuenta corriente en la
entidad bancaria Steiermärkische Sparkasse. Aun así, este movimiento racista
consiguió la financiación necesaria para alquilar un barco, de 40 metros de eslora,
contrató una tripulación y sigue pidiendo dinero a los “patriotas” europeos
para “permanecer en el Mediterráneo el máximo tiempo posible”.
Aunque en su web aseguran que su
participación no supondrá nunca la muerte de personas y que el C-Star no
bloqueará ninguna embarcación en operación de rescate, lo cierto es que el
líder del Movimiento Identitario de Austria, Martin Sellner, una de las caras
más visibles de la iniciativa racista, ha asegurado que “se deberían bloquear
los barcos que van a la costa libia” para rescatar inmigrantes y trasladarlos a
Italia. Y, aunque afirman que ellos no tienen ningún tipo de filiación
política, su movimiento nació a principios de siglo en Francia como las juventudes
de un partido de ultraderecha. Su discurso, anti islam y anti inmigración, encontró
a seguidores entre la juventud de otros países europeos a medida que la crisis
económica hacía estragos en las clases medias y bajas del continente. Una
década después, Generación Identitaria ha visto crecer su movimiento en países
como Italia, que recibe a la mayoría de inmigrantes que atraviesan el
Mediterráneo; pero también en Alemania, donde contribuyó al despegue del
movimiento xenófobo Pegida, o Austria.
“El Fiscal General tiene
competencia de instrucción y puede ordenarle a la Guardia costera y a la
Guardia Civil que actúen contra esta
iniciativa completamente ilegal
que va contra el derecho español y el derecho internacional”, explica en una
conversación Estanislao Naranjo, abogado firmante de la denuncia contra la
embarcación C-Star. “Lo ponemos en conocimiento de las autoridades judiciales
para que ejerzan sus funciones, actúen e
impidan que este grupo lleve sus planes a cabo. O si los cometen, que sean detenidos”, prosigue
el representante. En este sentido, la red señala, por un lado, la posibilidad
de que la nave atraviese aguas jurisdiccionales españolas y, por otro, apela al
principio de justicia universal, es decir,
la capacidad de los jueces españoles para investigar y juzgar crímenes
de derecho internacional cometidos por cualquier persona en cualquier lugar del
mundo. Y subrayan que estos actos buscan “atacar a personas víctimas de un
conflicto armado, atentar contra los derechos de las mismas y sus
embarcaciones” e invaden competencias al “instituirse en una suerte de
organización paramilitar que obvia los acuerdos de Frontex y los organismos
internacionales, de forma que pone en riesgo las vidas de las personas que huyen
de los conflictos bélicos”.
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