Cospedal, en el Congreso: “Todo es un montaje de Bárcenas para perjudicar al PP”.
De Cospedal, defendiéndose a ella y a su marido.
María Dolores de Cospedal
llegó al Congreso de Diputados para la comisión de investigación de la presunta
financiación ilegal del PP con una declaración ante la prensa: “Vengo a
defender la honorabilidad de mi partido”, a declarar “con mucha tranquilidad”. Advirtió,
a modo de resumen: “No le doy carácter nuclear a la sentencia”. Y señaló al PP,
como “partícipe a título lucrativo” lo que es “falso”, según ella, porque el PP
no obtuvo “ningún beneficio económico” por los delitos cometidos por los
acusados.
Con estas advertencias
defendió a capa y espada sus tesisi. Ante Artemi Rallo, el portavoz socialista,
negó en redondo sus propios presuntos sobresueldos. El socialista la llamó
mentirosa y la acusó de “falso testimonio” en suelo parlamentario y en sede
judicial, a lo que la secretaria general popular le retó varias veces a repetir
lo dicho fuera del congreso para que pueda “querellarse” contra él. Txema Guijarro,
de Podemos, como todos los demás portavoces, le preguntó por los discos duros
de los ordenadores de Bárcenas, destruidos brutalmente en Génova antes de que
el juez los reclamara. Ella negó los hechos, reconocidos hasta por el encargado
de informática del partido ante el juez y sostuvo que, era el “procedimiento
habitual” (borrarlos 35 veces, rallarlos, destruirlos y tirarlos): resetear el
ordenador para que otra persona lo pudiera utilizar. Toni Cantó, portavoz
naranja trató de llevarle a un callejón sin salida, exigiéndole ejemplos de
colaboración con la justicia de los suyos o de represalias con quienes no lo
hicieron. El portavoz de Ciudadanos consiguió arrancarle dos titulares: “Todo
es un montaje de Bárcenas para perjudicar al PP” y un “Yo niego que hubiera una
caja B desde que soy secretaria general del partido popular”.
Ante sus respuestas
evasivas, Gabriel Rufián, portavoz del ERC, le llegó a decir: “Usted no se
merece hacer aquí de una Cristina de Borbón o de una Ana Mato”. “Su señoría es
muy inteligente”. Mikel Legarda, el discreto portavoz del PNV, en un tono muy
pausado, le lanzó que “esta sentencia ha supuesto una auténtica hecatombe, que
ha generado un ambiente social, mediático y político que ha llevado a la moción
de censura”, y le preguntó si no se arrepentía de haber pospuesto las
responsabilidades políticas. Cospedal se deshizo en explicaciones. Y la portavoz
Popular, Beatriz Escudero, terminó atacando al resto de los grupos e informando
de que la sala no se había llenado de diputados populares por petición expresa
de su secretaría general que había pedido evitar líos.
Tras cuatro horas de
comparecencia, la secretaria general ha vuelto a tomar la palabra para describir
la comisión como un “linchamiento” y presumió de que su partido había pedido
perdón mientras otros, con casos “mucho más graves”, no lo han hecho. A su
salida, dijo a los numerosos medios que espera que la moción de censura no
salga adelante, “que haya responsabilidad en España” y, que “lo mejor para
España es que tengamos estabilidad”, “que podamos seguir creando empleo” y, que
lo triste era que se antepusieran “los intereses partidistas a esto”. Un
ejemplo más de la cara dura del PP.
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