El pueblo 'rojo' que ganó a los bancos.
El alcalde de Rivas, Pedro del Cura, en su toma de
posesión en 2015.
Rivas-Vaciamadrid, un
municipio en el sureste de la región que acogió durante décadas a familias de
clase trabajadora, gobernado desde los 90
de forma ininterrumpida por IU, hace gala de la política de vivienda pública.
Una política municipal que se enfrentó, en 2011, al Gobierno regional de
Esperanza Aguirre. El Tribunal Supremo dió la razón al Consistorio y, al menos
durante un día, tensó a la gran banca española.
Rivas acaba de ganar, en
el alto tribunal, un recurso que podría significar que uno de los impuestos que
grava la compraventa de una vivienda, el de Actos Jurídicos Documentados, lo
tienen que pagar las entidades crediticias y no los clientes. Podría, porque el
Supremo dictó hace unos meses una sentencia en sentido contrario. Y, ahora, el
Pleno del órgano deberá resolver un galimatías jurídico que pone en juego el
destino de una cantidad indeterminada de dinero que podría sumar varios
millones de euros.
“La cantidad que motivó
que Rivas llegara a los tribunales -explica Aitor Riveiro en Eldiairo.es- fue
mucho menor: 2,5 millones que la Hacienda madrileña reclamaba al municipio por unas
4.000 hipotecas firmadas por la Empresa Municipal de la Vivienda de la
localidad. El Ayuntamiento se convirtió en un promotor de pisos que sacar al
mercado del alquiler a un precio bajo para las personas que cumplieran
determinados requisitos. El Gobierno municipal, presidido entonces por José
Masa, reclamó al Gobierno regional del PP la misma exención fiscal de la que
disfrutan otras administraciones, como la propia Comunidad de Madrid. Pero el
Ejecutivo que ya comandaba Esperanza Aguirre rechazó la petición, al considerar
que los pisos de protección eran más grandes de lo que debían. Agotados los
recursos administrativos, el Gobierno municipal de IU recurrió a los
tribunales. El Superior de Justicia de Madrid, en 2015, no le dio la razón. El
Supremo, en 2018, sí”.
“Estábamos reclamando 2,5
millones de euros de los vecinos que nos negábamos a tener que pagar porque
entendíamos que lo tenían que pagar ellos”, asegura Pedro del Cura. El alcalde
del municipio que gobierna IU, en coalición con la marca de Podemos en la
localidad, considera la sentencia “un éxito del municipalismo. Los vecinos
solos no hubieran podido”, apunta. El pleito se ha llevado con los servicios
jurídicos propios del ayuntamiento. “Los costes han sido pocos, 10.000 ó 15.000
euros”, explica el regidor. La disputa, asegura Del Cura, comenzó por una
decisión política de Esperanza Aguirre. “Cuando el Gobierno del PP promocionaba
vivienda libre y subía tanto el precio, nosotros hacíamos lo contrario”,
recuerda Del Cura, que ya formaba parte del Consejo de Administración de la EMV
antes de llegar a alcalde. “Casi todas las políticas eran contrarias a las del
PP”, añade. “Recalificaban para hacer vivienda libre y nosotros, protegidas.
Hicieron todo lo posible por boicotearlo”. “El PP, por ir contra Rivas, ha acabado yendo
contra todo el sistema financiero”, apunta Del Cura con ironía. Siempre y
cuando el Tribunal Supremo opte por convertir en jurisprudencia una sentencia
que, en el caso concreto de este municipio, ya es inamovible.
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