miércoles, 10 de octubre de 2018

From nope to HOPE.


Bajo el título “De la desesperanza a la esperanza: Arte vs Armas, Petróleo e Injusticia”, el pasado 1 de octubre, LQSomos mostraba dicha exposición contra el comercio de armas, sita en el centro cultural Recreation de Brixton (Londres), abierta durante todo el mes de septiembre. Calificada por sus organizadores como “resistencia de base”, recordaba cómo recogió el trabajo de diseño de más de 40 artistas antimilitaristas que retiraron su trabajo del Design Museum de Londres tras haber descubierto que este museo había servido de sede para organizar eventos por una compañía fabricante de armas. La muestra incluye diferentes paneles pintados por artistas antisistema que desvelan la siniestra tecnología bélica desarrollada hasta el momento por las compañías productoras de armamento y el devastador efecto destructivo que pueden llegar a tener los engendros bélicos que cada nuevo día aparecen en el mercado mundial de armas.

La exposición denuncia tanto a EEUU como al Reino Unido por su sucio comercio de armas utilizadas contra poblaciones indefensas (caso de venta de armamento a Arabia Saudí), ha sido considerada por sus organizadores como un acto provocativo y de rebeldía contra un comercio criminal que se enriquece sacrificando a todo tipo de víctimas civiles. El pasado año se organizó la primera exposición de Art the Arms Fair, en respuesta contra la feria de armas de DSEI (Defence & Security Equipment International) que se celebra cada dos años en Londres. Más de un centenar de artistas colaboraron en esta muestra antimilitarista, que fue visitada por miles de ciudadanos y que incluyó actos culturales de todo tipo: performances antisistema, conciertos de música y recitales de poesía. El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, una de las voces británicas más firmes contra el tráfico de armas, fue el político que más se destacó en su oposición a las nuevas tecnologías bélicas. Hace ya cuatro años se opuso públicamente a los misiles nucleares Trident, instalados en los submarinos de la Royal Navy, y aseguró que, si algún día él se convirtiera en primer ministro británico, jamás utilizaría esos misiles y los retiraría de la circulación. Esto molestó mucho a toda la clase política británica, incluso a algunos parlamentarios de su propio partido, que hicieron inversiones particulares en esa diabólica tecnología con que van equipados los submarinos nucleares británicos.

El programa iniciado en Brixton, incluye varios tipos de actos culturales. El 7 de octubre hubo una proyección pública de la película “Shadow World” (El mundo en sombras), del realizador Andrew Feinstein, ganadora en el 2.016 del premio al mejor documental en el Edinburgh Film Festival. Dicho documental ofrece una descarnada visión del comercio mundial de armas, con sus astronómicas cifras de ganancias y su costo en vidas humanas. El 15 de octubre se abrirá un debate sobre la responsabilidad de Gran Bretaña en las guerras del golfo, con David Wearing, Iona Craig y Owen Jones como invitados. La organización quiere hacer hincapié en su denuncia contra el gobierno del Reino Unido, que desde que comenzó la guerra en Yemen ha vendido a Arabia Saudita la astronómica cifra de 4.7 billones de libras en aviones de guerra, misiles y todo tipo de armamento pesado. Con el suministro de material bélico a Arabia Saudita, España es igualmente cómplice del genocidio que está llevando a cabo en Yemen. Como botón de muestra, el reciente bombardeo saudita de un autobús escolar en Yemen que acabó con todos los niños que trasportaba.

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