Armengol, la nueva presidenta del Congreso, defiende la plurinacionalidad y un referéndum sobre la monarquía.
En 2015, Francina
Armengol, nacida en Inca en 1971, ha sido la primera mujer socialista en
presidir el Govern balear y ha enlazado dos legislaturas consecutivas gracias a
sus sucesivos pactos con las fuerzas políticas de izquierdas. Ayer, se convirtió
en presidenta del Congreso de los Diputados, en sustitución de Meritxell Batet.
Su perfil dialogante y las simpatías que despierta en aliados claves la colocaron
al frente de la Cámara de Diputados, como tercera autoridad del país.
Armengol es licenciada en
Farmacia y militante socialista desde los años noventa. Se define como
feminista y republicana. En el 2014, tras la abdicación de Juan Carlos I,
planteó la celebración de un referéndum vinculante para que la ciudadanía
eligiese entre la continuidad de la monarquía o la instauración de una
república. Entonces manifestó que la sociedad española tiene “suficiente
madurez” como para que se aborde un debate “sin prisas, con sentido común”
respecto a la permanencia de un modelo de Jefatura del Estado, cuya sucesión
está regida por criterios de “linaje y sexo”.
En su primer discurso
como tercera autoridad del estado hizo uso de las lenguas oficiales, el
castellano, el catalán, el euskera y el gallego, anunciando que las mismas
podrán ser utilizadas por el conjunto de diputados desde la propia sesión de
constitución de las Cortes. Su elección como candidata a presidir el Congreso fue
de una de las claves en la negociación con socios parlamentarios como ERC,
Junts o EH Bildu por su compromiso con la pluralidad y la diversidad de los
distintos territorios del Estado, de la que hizo gala durante sus primeras
palabras. “Se trata de sumar. De practicar el diálogo. De hablar, falar, hitz
egin, de parlar. Y de hacerlo para
avanzar. Porque España siempre avanza cuando se reconoce en su pluralidad y
diversidad. Y la riqueza de este país reside en su carácter plural”.
La presidenta del
Congreso describió la legislatura como “la oportunidad de demostrar que la
pluralidad de nuestro país es nuestra gran riqueza, que la convivencia de
culturas, tradiciones y lenguas distintas nos hace mejores”. Para ello, defendió
que “debemos abandonar los miedos, huir de las divisiones, escapar de
posiciones uniformes que nos empobrecen, y asumir que esta es la España real y
que es mejor”. Pidió al conjunto de la Cámara “evitar trasladar tensiones
gratuitas y enfrentamientos estériles que solo contribuyen a dividir”. Y anunció
un primer compromiso al frente de la Cámara: “Trabajar sin descanso para que
unidos acabemos con la violencia machista”. Finalmente, se acordó de las
futbolistas que disputan el Mundial femenino de fútbol. “Nuestras futbolistas están
haciendo historia en Nueva Zelanda y Australia”, dijo Armengol. “Ellas, como
tantas otras a lo largo de nuestra historia, dan esperanza a los jóvenes y nos
hacen creer que podemos ganar un futuro mejor”.
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