La ONU pide cerrar la escuela taurina de Salamanca.
La Fundación naturalista
Franz Weber (FFW) ha pedido el cierre de la escuela taurina dependiente de la
Diputación Provincial de Salamanca para dar cumplimiento a una recomendación
realizada por el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas en 2018. La
FFW ha recordado en un comunicado cómo el órgano de especialistas en protección
y derechos de la infancia y la adolescencia “solicitó a España alejar a los
menores de edad de la tauromaquia, incluyendo su participación directa en este
tipo de recintos o como personas espectadoras”.
Para los naturalistas “resulta preocupante el uso que hace la Diputación
de Salamanca de los recursos públicos” ya que con su promoción se promueve que “chavales
puedan maltratar animales y exponerse a riesgos de carácter médico-sanitario
para perpetuar una actividad que recibe un importante rechazo de la ciudadanía”.
Isabel de la Calle señala
en Público que la Escuela de Tauromaquia de Salamanca se creó, en 1985, bajo el
amparo de la Diputación Provincial y que ha dejado de recibir el aliento e
impulso del ahora presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández
Mañueco. El político popular reivindicó en numerosas ocasiones la tauromaquia
como “seña de identidad” de la Comunidad, que hay que “preservar”. En 2020
dicha escuela recibió el Premio de Tauromaquia de Castilla y León por parte de
Mañueco —que fuera presidente de la Diputación entre 1996 y 2001— quien
felicitó a la institución provincial y a la Escuela, deseando el “mayor de los
éxitos” a sus alumnos para que sigan defendiendo la fiesta de los toros y las
señas de identidad de la “Comunidad y del mundo rural”. Para ingresar en esta esta
escuela basta con haber cumplido los 8 años de edad en la fecha de la
solicitud.
En contra de la misma se
han manifestado activistas y políticos ecologistas como Juan López de Uralde, quien
recuerda que, “en primer lugar, los toros son un espectáculo sangriento que se
basa en el maltrato de un animal y por lo tanto todo lo que rodea a esta
llamada fiesta se basa en el maltrato de los animales. Por ello es natural que
el Comité de Derechos del Niño recomendara este alejamiento”. Y añade: “Lo que
se hace en este tipo de escuelas es acostumbrar a los niños a estas fiestas y,
de alguna manera, darle carta de normalidad, lo que desde nuestro punto de
vista es inaceptable porque es un espectáculo sangriento. Por lo tanto, el que
se aleje a los niños nos ayuda a avanzar como sociedad para no normalizar el
maltrato animal”.
El actual coordinador federal
de Alianza Verde, tras 10 años como director de Greenpeace España, subraya,
además, que “ningún espectáculo taurino debería contar con fondos públicos.
Poco a poco las gentes se van alejando de las plazas y los toros se mantienen
gracias a las subvenciones que reciben por parte de Ayuntamientos,
Diputaciones, etcétera. Es una manera de subvencionar el maltrato animal porque
el dinero público es lo único que hace que este espectáculo se mantenga”.
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