El fin de Eurovisión.
En solo 10 días,
Eurovisión ha entrado en su fase terminal.
Desde la Asamblea de la
UER del 4 de diciembre de 2025, que blindó la permanencia de Israel sin
votación democrática, el festival ha saltado por los aires: cinco países se han
retirado (España, Países Bajos, Irlanda, Eslovenia e Islandia), RTVE ha roto
tras 64 años, se han confirmado presiones diplomáticas, artistas históricos han
devuelto sus trofeos y plantillas de televisiones públicas y sindicatos han
señalado la farsa.
La dirección del certamen
ha optado por la huida semántica, llamando al genocidio en Gaza simples
“acontecimientos de Oriente Medio”, mientras exige neutralidad solo a quien
molesta. El resultado es una mancha reputacional irreversible.
A las puertas de su 70º
aniversario en 2026, Eurovisión ya no representa unión ni diversidad, sino
normalización del horror y subordinación política. Cuando un festival necesita
negar la realidad para sobrevivir, deja de ser cultura y se convierte en
propaganda. (Spanish Revolution)

No hay comentarios:
Publicar un comentario