Las memorias de un rey no tan campechano... Y la semana negra del PSOE.
El lunes pasado, día 7 de los corrientes, Juan Oliver recordaba en Público las memorias de Juan Carlos de Borbón (Reconciliación, Editorial Planeta), redactadas por la periodista Laurence Debray, su actual biógrafa. El exjefe del Estado consideraba una “venganza” las leyes de memoria democrática, admitía su veneración por Franco y se atribuía” el mérito de la Transición: “La joven democracia española, mi obra”. Y reconocía en su autobiografía el intento de evasión a Hacienda, pero regularizando su situación, o engañando a su esposa con “deslices”, pero intentando aparecer como víctima del Gobierno y de la frialdad de su familia. La conducción y la velocidad fueron “una de mis pasiones”, cuenta en las memorias que acaba de publicar en español. En 1954, cuando tenía 16 años y llevaba casi seis viviendo al amparo de Franco para ganarse su favor, asistió a una feria de tecnología organizada por el antiguo Instituto Nacional de Industria. Un amigo íntimo y él se quedaron embobados ante un modelo prodigioso de la marca Pegaso que presumía de alcanzar los 200 kilómetros por hora. Informado de la identidad del joven visitante y de su proximidad al dictador, el director de la empresa se apresuró a ofrecérselo de inmediato como regalo. “Yo estaba loco de alegría y agradecimiento”. “Que se sepa –recuerda su biógrafa–, desde aquella feria hasta ahora, siempre que el exmonarca ha podido elegir, ha preferido los coches a la escritura. Incluso en Abu Dabi, a donde se fugó hace más de cinco años huyendo de sus escándalos fiscales y de faldas, Juan Carlos ya no conduce, pero sigue recibiendo regalos, como, según confiesa en el libro, ha hecho toda su vida. Y eso que se define como un hombre sencillo y natural, campechano; que huye del boato y del lujo; que añora a su familia, especialmente a su mujer; que ama a su patria, por la que daría la vida, y a la democracia, por la que también, y que se siente injustamente expatriado al final de su existencia por haber hecho lo que, según él, los reyes han hecho siempre: aceptar regalos. En realidad, la supuesta confesión a la que Juan Carlos de Borbón se somete con Debray –hija de Regis Debrais, un filósofo de izquierdas– nos desvela a un franquista irredento, ególatra, machista y vividor empedernido, mentiroso, superficial y sobre todo muy, muy infiel. Con su familia y especialmente con su mujer, a la que confiesa haber engañado en repetidas ocasiones –‘deslices sentimentales’, en su lenguaje–; pero también con su país, con sus instituciones y con sus ciudadanos y ciudadanas, a las que ha intentado hurtar millones en impuestos y a las que escondió la existencia de una fortuna engordada mediante dádivas de dudoso origen. Ni para lo uno ni para lo otro, muestra arrepentimiento alguno, ni ofrece explicaciones en estas memorias, en las que, al contrario, se atreve incluso a mostrarse ultrajado. Como pretendiendo que se puede ser a la vez franquista y demócrata; traidor y justiciero; solidario y defraudador; caballero y machirulo; austero y derrochador... A veces, recuerda a un señorito adinerado y malcriado que se enrabieta y monta una escena cuando no le compran el coche que acaba de ver en un escaparate”.
“Me crie en un mundo donde el dinero fluía de una forma más sencilla, donde las donaciones y los regalos para mantener a nuestra familia eran lo habitual”, narra el emérito, admitiendo sin sonrojo que tenía fuera de España, en una cuenta en un banco suizo, 100 millones de dólares, fruto de 2una donación generosa, regalo del difunto rey de Arabia Saudí, Abdalá”, que se le hizo no a él, sino a “la familia real española”. La obtuvo justo en la época en que su mediación logró que un grupo de empresas construyera el AVE en ese país, pero asegura que no pudo negarse a recibirla porque en los países árabes “rechazar un regalo se consideraría una ofensa”. Ya le había sucedido otras veces, asegura: “En 2011, el jeque Mohamed bin Zayed, de los Emiratos Árabes Unidos, nos regaló a mi hijo y a mí dos coches Ferrari (...) Patrimonio Nacional se opuso y los sacó a la venta prácticamente nuevos (...) El príncipe heredero emiratí vivió esa operación como una afrenta”. Juan Carlos –reconoce– ya aceptaba regalos de todo tipo desde joven, cuando se criaba a las órdenes de Franco y seguía su adiestramiento militar. “Un día –sigue contando a Laurence Debray–, un piloto de Iberia que volaba a Senegal me regaló una cría de chimpancé que me seguía por la Academia del Aire”. Jugó con el pobre animal hasta que se licenció y lo dejó en manos del médico de la escuela. Luego, tuvo dos guepardos: uno, regalo del emperador de Etiopía, Haile Selassie, que “murió de una indigestión de pájaros (sic)”, y otro, de una hermana del sha de Persia. “Un día que lo paseaba por los jardines de la Zarzuela, pasó mi hijo Felipe al volante de su kart y el guepardo saltó hacia él sin que yo pudiera hacer nada. Se quedó todo en un susto”, explica aliviado. Años después de sobrevivir a aquel ataque, y ya como Felipe VI, su hijo acabaría renunciando a su herencia. Entonces, él se fugó a Abu Dabi, donde no paga impuestos. “No busco destinos lujosos”, cuenta ahora desde su isla frente a la capital de Emiratos, en la casa que le buscaron sus anfitriones emiratíes y que considera un hogar digno pero austero, con su piscina, su gimnasio particular, sus tres olivos milenarios, un loro con los colores de España en la cresta y su tele de dos por tres metros “para ver los acontecimientos deportivos. Yo la llamo the wall [el muro]”, afirma jocoso, pero sin desvelar si se trató también de un regalo. Sí lo fue la mansión La Mareta, que le regaló Huséin de Jordania en 1989, y que acabó entregando a Patrimonio Nacional para saldar otra deuda: “Hacienda me pedía una cantidad de dinero para conservar la propiedad de la que yo no disponía”, sostiene. “Quienes pasan hoy allí las vacaciones son los presidentes del Gobierno, algunos de los cuales no dejan de criticarme”, se lamenta.
Las referencias a los regalos y a su justificación son continuas en sus memorias. En una de ellas llega a sostener que entre monarcas los obsequios son “parte de una forma de diplomacia, tanto como los matrimonios, las uniones políticamente útiles, a veces entre hijos y primos. Una aberración a nuestros ojos, que sólo entienden los matrimonios por amor”. A lo largo del libro, incurre en multitud de micromachismos. Como hablar de sus “hijos” o de los “niños” cuando, en realidad, se refiere a las infantas Elena –a la que bautizó así en honor a una antigua novia– y Cristina. Tuvo que hacerse cargo de ellas, relata, “porque sus respectivos maridos ya no podían hacerlo: Uno [Iñaki Urdangarin, condenado a más de siete años de cárcel por corrupción] estaba atrapado en problemas legales y el otro [Jaime de Marichalar], tras un derrame cerebral, carecía de perspectivas profesionales prometedoras. Desde el punto de vista institucional, sin embargo, el exrey confiesa tácitamente que los derechos de sus hijas no le preocuparon cuando se redactó la Constitución: “En la época, el artículo 57, que hoy resulta chocante, no suscitó ningún comentario”, dice. E incluso bromea con el asunto: “También debería modificarse un artículo que discrimina a los hombres, el que dice que la mujer del rey es reina, pero el marido de la reina sólo es príncipe consorte de la reina. Sé que Felipe de Edimburgo, marido de la reina Isabel II [de Inglaterra], sufría mucho por eso”. Probablemente, él ya daba por hecho que la democracia parlamentaria española no incluiría la igualdad en la sucesión borbónica, cuando narra con entusiasmo lo que sintió cuando nació Felipe: “Acababa de tener un hijo, un potencial heredero”. Entonces ya tenía dos hijas. Sobre aquella, época, Juan Carlos se atribuye todo el protagonismo en decenas de sentencias que salpican casi todos los capítulos de su biografía: “Devolví la libertad al pueblo español”; “No he fallado como rey constitucional”; “Construí la democracia española”; “La Corona descansa enteramente sobre mí [aún hoy, que ya ha abdicado]”; “La joven democracia española, mi obra”... Todo aquello que ahora se atribuye empezó en 1969, cuando el dictador, bajo cuyo amparo se crio por decisión de su padre, lo nombró heredero de un régimen autoritario y sangriento, que consolidó su poder mediante el exterminio sistemático de sus rivales. En su autobiografía, sin embargo, Juan Carlos se pretende equidistante, y describe la guerra civil como un enfrentamiento entre dos bandos de radicales: uno, de “socialistas, anarquistas y comunistas ayudados por la URSS, y otro apoyado por la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini”. Sin referirse ni una sola vez, en las cerca de 500 páginas del libro, a que de lo que se trató en realidad fue de un golpe de Estado militar contra un régimen democrático. “Hoy se recuerdan más las muertes de un bando que las del otro”, advierte, afeando que las víctimas, es decir las miles de personas que fueron asesinadas, torturadas, violadas u obligadas a exiliarse por negarse a apoyar al fascismo, sus familiares y descendientes, reclamen el cumplimiento de las leyes de memoria, que a su juicio no representan una expresión democrática de reparación y justicia, sino, más bien, “el espíritu de venganza” de los vencidos. Juan Carlos se confiesa admirador de Franco, por “su inteligencia y su sentido político”, así como por su forma de vivir “muy austera y disciplinada”, obviando cualquier referencia no ya a sus múltiples crímenes de sangre sino tampoco al expolio continuado de bienes públicos con el que el dictador y su familia se enriquecieron durante casi cuarenta años, mediante supuestos regalos como los que a él le han hecho, también, millonario. “Me consuelo de vez en cuando con el jamón serrano que me envían ya cortado desde España”, dice ahora, como para dar lástima desde su isla. “Aunque no es lo mismo que un jamón entero en un jamonero, cortado con arte por un cortador que libera todo su sabor. Me tengo que conformar con un sucedáneo”.
Y mientras el emérito
lucha contra todos para salvar su figura en los últimos cincuemta años, el PSOE
ha pasando la última semana negra de su historia tratando de salvar sus muebles
como puede. ... “Todo está fatal”, “esto es una tortura”, “brutal”... son algunas
de las expresiones que resumen el pesimismo y el desánimo de un socialismo que
ha entrado en ‘estado de shock’ constante. “El PSOE entra en 'modo shock'
constante –titula Irene Castro en ElDiario.es–. Hacía tiempo que el PSOE no
vivía una tempestad interna como la de las últimas semanas catapultada por el
‘caso Salazar’ que desvelamos. Las denuncias reveladas en el mes de julio
cortocircuitaron la intención de Sánchez de aupar a su asesor en la dirección
del partido, pero la gestión de las quejas que llegaron al canal interno de
Ferraz, y que se quedaron casi cinco meses en un cajón, ha provocado un
incendio interno que la dirección socialista aún trata de apagar. ‘No hay nadie
en primera línea que no se achicharre’, reconoce un dirigente socialista”. Y
Juanlu Sánchez remarca lo sucedido en el PSOE a mediados de esta semana “La
moral del Gobierno está tocada y hundida. Los socios parlamentarios de la
coalición parece que solo pueden sentarse a mirar, como miramos todos, y a
preguntarse, como nos preguntamos todos: ¿Aguantarán? La respuesta sigue siendo
sí, pero porque la pregunta implica casi un dilema extremo: un gobierno de
izquierdas zombie o un gobierno de derechas con Vox. El último golpe tiene
nombres y tiene cifra: “un millón de euros para comprar a José Luis Ábalos”. Es
el cálculo de los desembolsos y prebendas que la UCO constata en el informe de
otra trama (sí, otra trama) que vuelve a golpear la imagen del exsecretario de
organización del PSOE. Se resume rápido: una alianza de empresarios corruptores
(en este caso, Víctor de Aldama y su socio Claudio Rivas) le pagó un chalet a
Ábalos, en Cádiz, a cambio de contratos y favores. Como ves, la trama es nueva
pero los personajes y el método no tanto: es un calco de lo que pasaba con las
mascarillas, el caso por el que Koldo y Ábalos están en prisión preventiva. La
Guardia Civil investiga el papel de los cabecillas de esta organización
criminal también dentro de los ministerios de Industria, Comercio y Turismo y
Transición Ecológica y Reto Demográfico. O sea, que quedan cosas por saber.
Todo esto ha trascendido mientras tratábamos de entender el escándalo anterior,
que apenas llevaba unas horas vigente. Tras la detención de Leire Díez y del
expresidente de la SEPI, ha sido detenido Antxon Alonso. Espera. ¿Antxon Alonso
no era el socio de Santos Cerdán en la constructora aquella que hacía amaños
con Acciona? Sí. ¿Entonces es el mismo caso judicial? No. Es otro. Otro. A lo
mejor todos acaban formando parte del mismo, porque solo hace falta seguir la
línea de puntos, pero ahora mismo el secreto de sumario nos impide confirmarlo.
Lo que sí sabemos es que ayer se hicieron 19 registros en varias empresas
relacionadas con esta investigación. O sea, que quedan cosas por saber. Si eres
militante del PSOE es probable que este boletín te esté dando ansiedad. Pero
espera, que hay más. Ha aflorado un cuarto caso de presunto acoso sexual en el
partido, y este afecta a un miembro de la Ejecutiva Federal. Javier Izquierdo
ha anunciado su dimisión de todos sus cargos orgánicos y públicos (era senador)
sin decir por qué”.
Otros comentarios, imágenes, fotos y fotomontajes:
La radiotelevisión pública islandesa, RUV, ha dado el anuncio este miércoles de que tampoco va a participar en el festival de la canción de Eurovisión del próximo año. Ya son 5 los países, incluida España, que han decidido borrarse del certamen como protesta por la presencia de Israel. La cadena islandesa había decidido darse unos días de reflexión para comunicar su decisión final, que ya habían tomado España, Irlanda, Países Bajos y Eslovenia el mismo 4 de diciembre, día en que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) evitó las reivindicaciones de este grupo de países y permitió que Israel pudiera regresar a participar en Eurovisión.
Este martes, tras conocerse la sentencia del Supremo sobre García Ortiz, Miguel Ángel Rodríguez volvió a poner uno de sus tuits indecentes, esta vez con un extra de grosería. Respondiendo al vídeo de una noticia con declaraciones de Pedro Sánchez, MAR afirmó: “Estás hundido. Eres un dictador. Hoy tendría que caer tu gobierno. Solo hay que ver tu cara: Ayuso te gana de largo”. Por si fuera poco, añadió: “Tú no puedes salir a la calle: a ella la admiran. Tú y tu familia y tus adjuntos vais Pá'lante”. Se empieza con un “me gusta la fruta”, un “autócrata” o un “galgo de Paiporta” y se acaba con todo un jefe de Gabinete de la presidenta madrileña amenazando públicamente al presidente y a su familia o llamándole directamente “dictador”, sin que ya cause demasiada sorpresa ni crítica. (Tremending)
Andreu Buenafuente y RTVE
anuncian que el cómico y Silvia Abril no darán finalmente las Campanadas de Fin
de Año por los problemas de salud del presentador. El catalán explica en un
vídeo que debe priorizar su proceso de recuperación: “Tengo que estar bien para
hacer lo que me hace feliz”.
Van a la huelga porque el sistema les exprime hasta el límite y porque después de más de una década de formación se les exige aguantar como si fueran piezas de recambio. Sin condiciones dignas para quienes sostienen la sanidad pública, lo que se pone en riesgo no es su comodidad, sino la salud de todas y todos. (Spanish Revoution)
El humor en la prensa de esta semana: Forges, El Roto, Peridis, Eneko, Enrique, Manel F, Álvaro, I. Morgan, Emergol, Santigutiérrez, Puebla, Vergara, Asier y Javier...
Los
vídeos de esta semana:
Zarzuela cree inoportuno el vídeo del rey Juan Carlos dirigido a los jóvenes.
Las memorias del rey emérito ya están disponibles en España y no dejan a nadie indiferente
Las memorias del Rey Juan Carlos I | Futuro Imperfecto
Willy Toledo EXPONE al
REY EMÉRITO: ¿Fue la Transición una farsa?
Exsecretaria de Igualdad del PSOE pide al partido explicaciones convincentes sobre Paco Salazar
PSOE | Sánchez descarta dimitir y dice "tener el corazón tocado" por la crisis por corrupción
Díaz dice que el PSOE
"sigue en shock" y le pide medidas contra la corrupción
FEIJÓO utiliza el
FEMINISMO contra SÁNCHEZ y se hace un lío: "No se practica... No se
predica"
Ayuso vs. el fiscal
general (II): Operación M.A.R. · UN TEMA AL DÍA
Los Audios de Vox (III):
Mariscal, en las reuniones sobre cómo tapar la corrupción de Revuelta





























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