miércoles, 10 de diciembre de 2025

Las tres claves de un modelo sanitario que hace aguas.

 

La tardía reacción de Ayuso.

Ribera Salud lo destapó todo. La trama que Madrid lleva años negando ya tiene voz, cifras y responsables.

1️ ROMPER EL RELATO

Un CEO pidiendo más listas de espera. Eso es lo que recogieron los audios de Pablo Gallart (Ribera Salud) en el hospital público de Torrejón. Sin saber que estaba siendo grabado, ordenó engordar demoras y evitar operaciones costosas para mejorar beneficios. No fue un lapsus: fue un plan.

La consecuencia llegó rápido. Quienes denunciaron estas prácticas fueron despedidos. Y el triaje se modificó para degradar casos graves a leves, priorizando lo económico sobre lo clínico. El modelo Aguirre, basado en incentivos privados dentro de hospitales públicos, quedó expuesto.

Ayuso tardó 36 horas en reaccionar: primero habló de contundencia, luego redujo la crisis a “rencillas entre directivos”.

2️ LA SOMBRA ALARGADA

Mientras Torrejón estallaba, otro dato reventaba la confianza en la sanidad madrileña. Entre 2020 y 2024 Quirón cobró más de 5.000 millones de euros de la Comunidad de Madrid (previstos 2.500).

El grupo que más factura es, además, el que sostiene económicamente al novio de Ayuso, Alberto González Amador. La justicia investiga sus negocios y la compra sospechosa de una empresa a la esposa de un alto directivo de Quirón Prevención.

Por si fuera poco, la consejera de Sanidad, Fátima Matute, pasó veinte años en Quirón y hoy reparte desde su cargo contratos millonarios al mismo grupo. En su currículum oficial, borró esas dos décadas.

3️ UN SISTEMA QUE CASTIGA A LA MAYORÍA

Los datos no admiten maquillaje estadístico. Madrid supera el millón de personas en lista de espera, alrededor del 14% de la población. Una cifra histórica incluso descontando pacientes desplazados.

Mientras los hospitales públicos cierran por la tarde, los centros privados del modelo externalizado citan a pacientes a cualquier hora para facturar sin freno.

El escándalo de Torrejón confirma que este sistema no busca atender mejor, sino captar casos fáciles y derivar los caros.

Feijóo ha pedido una auditoría. Ayuso resiste. La oposición exige una comisión de investigación. Y la ciudadanía ya ha salido varias veces a la calle porque entiende lo esencial: cuando la salud se convierte en negocio, alguien paga la factura y nunca es la empresa

(Spanish Revolution)

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