martes, 23 de diciembre de 2025

Extremadura: la unidad sí funciona. Hay que dejar de mirarse el ombligo y construir algo reconocible

 

Irene de Miguel, candidata de Unidas por ExtremaduraCuando la izquierda deja de pelearse, empieza a crecer. Extremadura ha desmontado uno de los grandes autoengaños de la izquierda estatal. La unidad no resta, suma. Y lo ha hecho con cifras que no admiten relativismos.

Cuando la izquierda deja de pelearse, empieza a crecer. Extremadura ha desmontado uno de los grandes autoengaños de la izquierda estatal. La unidad no resta, suma. Y lo ha hecho con cifras que no admiten relativismos

La candidatura de Unidas por Extremadura ha logrado 7 escaños y más de 53.000 votos en las elecciones autonómicas de 2025, casi el doble que en 2023 y mejor resultado histórico de toda la izquierda a la izquierda del PSOE desde la Transición. Ni siquiera Podemos en solitario, en su mejor momento en 2015, alcanzó esa representación.

No es un rebote ni un golpe de suerte. Es el resultado de una confluencia real entre Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde, construida durante años, con trabajo territorial, estructura compartida y sin romperse cada ciclo electoral. No es una coalición electoral, es un espacio político. Y esa diferencia es clave.

Mientras el PSOE firma su peor resultado histórico en Extremadura (18 escaños, 10 menos) y una parte importante del voto progresista se va a la abstención, Unidas por Extremadura logra atraer a una parte del electorado desencantado. No todo, pero sí lo suficiente para romper la tendencia descendente que arrastra la izquierda estatal desde hace años.

La candidata, Irene de Miguel, lo resumió con claridad tras el recuento: “Somos una luz de esperanza para la izquierda transformadora”. No como consigna, sino como constatación política. Donde hay proyecto, coherencia y unidad sostenida, la gente responde.

El contraste con otros territorios es evidente. Galiza, sin representación, Euskadi, pasando de seis escaños a uno por la división; Catalunya, firmando mínimos históricos. Extremadura demuestra que la fragmentación no es inevitable, es una elección.

El mensaje incomoda porque es sencillo. Sin unidad no hay remontada, solo resistencia a la baja. Mientras el PP gobierna con una Vox en ascenso y el PSOE se hunde, la izquierda alternativa solo tiene una vía para ser útil. Dejar de mirarse el ombligo y construir algo reconocible.

Extremadura no ha descubierto nada nuevo. Ha recordado algo básico. Cuando la izquierda se toma en serio a la gente, la gente se lo devuelve en las urnas.

(Spanish Revolution)

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