Extremadura: la unidad sí funciona. Hay que dejar de mirarse el ombligo y construir algo reconocible
Irene de Miguel, candidata de Unidas por ExtremaduraCuando la izquierda deja de pelearse, empieza a crecer. Extremadura ha desmontado uno de los grandes autoengaños de la izquierda estatal. La unidad no resta, suma. Y lo ha hecho con cifras que no admiten relativismos.
Cuando la izquierda deja de pelearse, empieza a crecer. Extremadura ha desmontado uno de los grandes autoengaños de la izquierda estatal. La unidad no resta, suma. Y lo ha hecho con cifras que no admiten relativismos
La candidatura de Unidas
por Extremadura ha logrado 7 escaños y más de 53.000 votos en las elecciones
autonómicas de 2025, casi el doble que en 2023 y mejor resultado histórico de
toda la izquierda a la izquierda del PSOE desde la Transición. Ni siquiera
Podemos en solitario, en su mejor momento en 2015, alcanzó esa representación.
No es un rebote ni un
golpe de suerte. Es el resultado de una confluencia real entre Podemos,
Izquierda Unida y Alianza Verde, construida durante años, con trabajo
territorial, estructura compartida y sin romperse cada ciclo electoral. No es
una coalición electoral, es un espacio político. Y esa diferencia es clave.
Mientras el PSOE firma su
peor resultado histórico en Extremadura (18 escaños, 10 menos) y una parte
importante del voto progresista se va a la abstención, Unidas por Extremadura
logra atraer a una parte del electorado desencantado. No todo, pero sí lo
suficiente para romper la tendencia descendente que arrastra la izquierda
estatal desde hace años.
La candidata, Irene de
Miguel, lo resumió con claridad tras el recuento: “Somos una luz de esperanza
para la izquierda transformadora”. No como consigna, sino como constatación
política. Donde hay proyecto, coherencia y unidad sostenida, la gente responde.
El contraste con otros
territorios es evidente. Galiza, sin representación, Euskadi, pasando de seis
escaños a uno por la división; Catalunya, firmando mínimos históricos.
Extremadura demuestra que la fragmentación no es inevitable, es una elección.
El mensaje incomoda
porque es sencillo. Sin unidad no hay remontada, solo resistencia a la baja.
Mientras el PP gobierna con una Vox en ascenso y el PSOE se hunde, la izquierda
alternativa solo tiene una vía para ser útil. Dejar de mirarse el ombligo y
construir algo reconocible.
Extremadura no ha
descubierto nada nuevo. Ha recordado algo básico. Cuando la izquierda se toma
en serio a la gente, la gente se lo devuelve en las urnas.
(Spanish Revolution)

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