domingo, 28 de marzo de 2010

Corrupción en las islas.

De Jaume Matas y María Antonia Munar para abajo, los casos de presunta corrupción en las islas son frecuentes y numerosos, sobre todo en el PP y en UM.


De Baleares, lugar paradisíaco en primavera, llega un nauseabundo olor a corrupción, imposible de esconder o de disimular tras el sol o las playas. Las conjeturas, atisbos y vislumbres son harto frecuentes en estos últimos años. Por muy vistoso y colorido que esté el paisaje con el inicio de la primavera, imposible no distinguir escándalos, sobornos, cohechos, corrupciones de todas clases, ligadas sobre todo a una política determinada. Los ejemplos son harto frecuentes y los últimos casos, especialmente alarmantes. Toda una larga caterva de altos cargos (cuarenta y tres dirigentes del PP imputados, entre ex presidentes, diputados regionales, alcaldes, concejales y gerentes de empresas públicas) luchan desesperadamente por librarse de juicios y de penas judiciales. Como colofón, los dos pesos pesados que dominaron la política de estos últimos años: María Antònia Munar, ex presidenta del Parlament Balear y ex presidenta del Consell de Mallorca, imputada en varios casos de corrupción, y Jaime Matas, ex president del Govern Balear. Ambos acabaron siendo vapuleados por la Justicia. Tanto la Munar (se le imputan seis tipos de delitos: malversación, falsedad documental, prevaricación, delito electoral, negociaciones prohibidas y cohecho y, en la actualidad, se encuentra en libertad bajo fianza), ligada presuntamente a las grandes tramas corruptas de su partido –Unión Mallorquina–, como Matas, que esta semana ha vuelto a la isla para ser interrogado por el juez, son los dos máximos exponentes del maremagnum judicial. Una isla con supuestos prototipos de casos de corrupción que desborda todas las expectativas.


Reproducción de un billete de 500 euros con la imagen del ex presidente del Gobierno y de la ex presidenta del Parlamet Balear que circula por la isla. Foto de Jaime Reina.


Unas 250 personas esperaban el martes pasado a Jaume Matas a la entrada de los Juzgados de Vía Alemania, portando numerosos carteles y lanzando gritos tales como “Matas, zoquete, devuelve el palacete”, “chorizo” “ladrón”, “corrupto”… Una de las pancartas exhibidas rezaba “Bienvenido, mister Matas”, con una caricatura de grandes dimensiones del ex jefe del Ejecutivo balear. La Fiscalía anticorrupción le atribuye varios tipos penales: prevaricación administrativa, fraude a la administración, falsedad documental, malversación de caudales públicos, falsedad documental, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, un delito fiscal y otro electoral, castigados con penas de más de 24 años de prisión, aunque penados, según fuentes jurídicas, con un límite máximo de cumplimiento de 18 años de cárcel. Entre otros numerosos hechos delictivos, el Ministerio Público le atribuye haber ordenado el pago de desvíos presupuestarios de más de 41 millones de euros.


El ex presidente balear, con su mujer, en la entrada de los juzgados.


Nacido hace 53 años en el seno de una familia mallorquina socialista y laica, Jaume Matas se licencia en Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad de Valencia, siendo President del Govern Balear entre 1996 y 1999 y entre 2003 y 2007, siempre con el apoyo de UM y de su líder, María Antònia Munar –hoy también imputada en varios casos de corrupción–, que ostentó hasta hace un mes la presidencia del Consell de Mallorca. En el intermedio, Matas es elegido Ministro de Medio Ambiente del gobierno de Aznar, impulsando el Plan Hidrológico Nacional y recibiendo una oleada de críticas por su respuesta a la mayor catástrofe medioambiental de Galicia, el hundimiento del petrolero Prestige. En las elecciones autonómicas del 2007, su partido es el más votado pero, en esta ocasión, UM prefiere pactar con el PSOE y deja de lado al PP, que no consigue formar gobierno. El 21 de junio de ese año, Matas, en contra del criterio de Mariano Rajoy, anuncia que deja la política y se va a vivir a los Estados Unidos en donde trabaja como asesor para una empresa privada. Desde allí, vuelve el lunes pasado a Mallorca, citado por el juzgado, para enfrentarse con cierta gallardía a nueve delitos derivados del sobre coste del velódromo Palma-Arena, durante la anterior legislatura, del abultado incremento de su patrimonio y de la supuesta financiación ilegal del PP.


Matas, en bici, en el Palma-Arena, el día de la inauguración.


El partido de Mariano Rajoy confía en que Matas pueda aclarar su situación y tenga “argumentos sólidos” para hacerlo. Pero está a la espera y, por prudencia, prefiere desvincularse de él todo lo posible. Matas tendrá que explicar por qué la construcción del velódromo Palma-Arena costó más de cien millones de euros cuando la obra estaba presupuestada en 48. Los investigadores sospechan que él y su mujer se gastaron sumas millonarias en pisos, mobiliario, sofisticados artículos de electrónica, lujosos objetos de decoración y obras de arte, mientras ocupaba el máximo cargo público de las Islas. Deberá responder por un palacete en el centro de Palma adquirido en el 2006 por 950.000 euros, cuando el valor estimado por la Agencia Tributaria era de casi 2,5 millones. Y será interrogado por la presunta financiación ilegal del PP mediante contratos a la empresa de comunicación Nimbus.


Mariano Rajoy saluda a Matas, en el Congreso de los diputados, en el 2006.


José Ramón Bauzá, actual líder de los conservadores de Baleares, resume la actitud de la dirección nacional del PP respecto al que fuera presidente del Gobierno en las islas: “Matas pertenece al pasado y el pasado, mejor no tocarlo”. Y desde Argentina, en donde prefiere perderse antes de encontrarse cara a cara con Matas en su querida Mallorca, repite: “Matas es el pasado, ché”. El partido quiere enterrar el pasado, gobernado por Matas. Atrás quedaron los tiempos en que el mismo Rajoy se deshacía en elogios con uno de sus principales barones regionales. Cuentan las hemerotecas cómo Jaume Matas fue, según declaraciones de Rajoy, todo un “ejemplo” –su proyecto iba a “generar ilusión” porque los ciudadanos de Baleares se merecían un Gobierno “responsable”–. Rajoy se mostraba entonces convencido de que su compañero de partido, con “talante de moderación, equilibrio, diálogo y lealtad institucional” iba a aportar “estabilidad y crecimiento” a Baleares. Por eso le apoyó en la campaña en la que le describía como “un amigo” dotado de “personalidad, coraje, determinación y valentía”.


A propósito de esta foto, Spinola, colaborador de Nueva Tribuna, presenta una décima de la actualidad política que no tiene desperdicio. Dice así:


Esta foto me enternece,
me chifla y pone cachondo,
pues un recuerdo muy hondo
en su nostalgia me mece,
y digo a quien interese
que mi corazón se enciende
cuando la mente comprende
que en el mundo no hay dinero,
que el cariño verdadero
ni se compra ni se vende.


Francesc Fiol. “Todo el mundo tiene sus pecados”.


En su intervención en el XI Congreso Regional del 2004, Rajoy se lamenta de que, antes de la llegada del ex ministro de Medio Ambiente, Baleares no tuviera “suerte”. Y se felicita de que la recuperación llegue a las islas de la mano de Matas, “un presidente serio” al frente de un Govern “mucho mejor que el Gobierno de España”. Hacía pocos meses que el PP había perdido las generales y Rajoy se mira en el espejo de Matas. No en vano, afirma que seguirá su ejemplo para recuperar el Gobierno de España. “Vamos a intentar hacer en España –repite, pocos meses después de ser elegido presidente del PP– lo que Jaume y todos vosotros hicisteis en Baleares”. Hasta que, en noviembre del 2006, estallaba el “caso Andratx”, la primera gran causa de corrupción urbanística en Mallorca con la detención del alcalde de la localidad, Eugenio Hidalgo, del PP. Matas asegura que Rajoy está “absolutamente tranquilo”, aunque éste ya empieza a decir que no está dispuesto a “aceptar, de ninguna manera, que tres, cuatro, cinco o diecisiete emponzoñen la labor de un partido”. Poco después, en marzo de 2007, Matas inaugura el velódromo Palma-Arena, cuyo coste se duplica y cuyas irregularidades empujan a Matas a rendir cuentas ante el juez sin que la dirección regional ni nacional del PP regional le echen una mano. Estos y otros elogios ya no se repiten y en la calle Génova prefieren olvidarse del tiempo de Matas. “Matas es el pasado”, repite el PP, presintiendo el lastre que puede suponer. Sólo el portavoz parlamentario del PP balear, Francesc Fiol, defiende la gestión del Govern que presidió Matas, más allá de “determinadas actividades” investigadas por la Justicia, y rechaza los reproches del actual Ejecutivo, porque “todo el mundo tiene sus pecados”. Es uno de los pocos del PP que no se arrepiente de que Matas fuera presidente de Baleares porque hizo “muchísimas cosas bien”. Pero, el martes pasado ya reconocía que la declaración del ex presidente ante el juez que investiga el caso Palma Arena por presunta corrupción urbanística, “genera preocupación” en su partido.


Fernando Areal (izquierda), cuñado de Jaume Matas, junto a su abogado (derecha), Rafael Perera.


Fernando Areal, cuñadísimo de Matas y gerente del partido en Baleares, de la Fundación del partido (Antonio Maura) y gestor bancario de varias sociedades de inversiones de capital variable, además de administrar las propiedades de Matas, siempre dio la cara por su cuñado. Las investigaciones convierten a este apoderado de Bancaja en el “señor marrón”, el encargado de trastear con los trapos sucios. En la pasada legislatura nombró a su mujer, Encarnación Padilla, directora general de Tecnología y Comunicaciones. Areal aparece involucrado de lleno en el caso Palma-Arena por las declaraciones que hace el empresario publicitario, Miguel Romero, propietario de la agencia Nimbus. En agosto del año pasado, Romero confesaba que había recibido 71.000 euros en dinero negro de manos del cuñado de Matas. Una de las asalariadas de la agencia admitió que los servicios dispensados al PP se cobraban casi a precio de coste y sin emitir facturas.


Maite Areal, mujer de Jaume Matas.


Maite Areal, hermana del gerente y mujer de Jaume Matas, salta a la escena pública, en octubre del 2006, con el reportaje de cinco páginas de la revista “Lecturas” en el que Matas la piropea “Maite es mi princesa”, dice de ella. Durante su estancia en Madrid, se zambulle en la política como asesora de Educación de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre. A su vuelta a Mallorca, está en nómina de una asesoría tributaria. Ella y su marido se gastan 71.000 euros a tocateja en la mejor joyería de Palma. La investigación sobre el presunto enriquecimiento ilícito de Matas concede a Maite un papel primordial. Pero ella, que acompaña a su marido al juzgado, se niega a declarar. Se trata de una mujer obsesionada con el lujo y el ascenso social. La Guardia Civil encuentra un reguero de compras de Maite Areal ejecutadas en efectivo y con billetes de 500 euros. Las indagaciones de los agentes mencionan relojes, joyas, productos de menaje y hasta un coche de la marca Mini, modelo Cooper, de color blanco y con el techo negro, que alcanza un precio aproximado de 24.000 euros. Maite siempre paga al contado con billetes morados y entrega sobres cerrados repletos de dinero para pagar a los proveedores del palacete. El matrimonio alfombra las paredes con al menos una treintena de cuadros valiosos, invierte 40.000 euros en televisores y 375 en un escobillero de cuarto de baño.


Bartomeu Reus.


En 1993, Bartomeu Reus es nombrado conseller de Obras Públicas por el entonces presidente Cañellas. Cristòfol Soler, sucesor de Cañellas, le convierte en su hombre de confianza y el presidente Matas le nombra conseller de Medio Ambiente. En 1997, se convierte en el presidente de Gesa, cargo que conserva hasta octubre del año pasado, cuando la imputación en el caso Palma-Arena hizo insostenible su permanencia al frente de la eléctrica. Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona y máster en Derecho Mercantil y Tributario, hoy Bartomeu Reus ocupa las páginas de los periódicos como supuesto testaferro de Jaume Matas. Aparece en las escrituras como propietario de la vivienda de la calle Don Ramón de la Cruz, en Madrid. Declara que la familia Matas le paga su alquiler. Pero los investigadores sostienen que el piso del barrio Salamanca pertenece al ex president, puesto que fue su esposa, Maite Areal, la que lo eligió sobre plano. Fernando Areal pagó a la constructora 100.000 euros en concepto de reserva. Bartomeu Reus niega ante el juez haber sido testaferro del ex presidente y asegura que el piso de Madrid es de su propiedad y no de Matas. Argumenta que él compró el piso por 1,2 millones de euros y que Matas sólo lo ocupa en calidad de inquilino. Pero la Guardia Civil emitió hace meses un informe relacionado con este piso, que formalmente figura a nombre de Reus, testaferro de Matas. Pese a que la familia Matas paga oficialmente 2.500 euros por el alquiler, el ex presidente del Gobierno balear y su esposa serían, según la Benemérita, los propietarios reales de la vivienda.


Pepote Ballester.


En las primeras declaraciones, Jaime Matas reconoce haber sido el responsable político de la edificación del Palma-Arena, un velódromo levantado sin pista homologada y repleto de deficiencias, aunque se desvincula totalmente de la gestión administrativa posterior. Y se lanza contra uno de sus principales subordinados en el Govern, Pepote Ballester, ex director general de Deportes, medalla de oro de vela en los Juegos Olímpicos de Atlanta (1996), como el “cerebro” de la gestión del Palma-Arena. Ballester, amigo de Iñaki Urdangarín y del Príncipe Felipe de Borbón, como detalló Matías Vallés en su “Diario de Robinson” del pasado 12 de agosto, fue imputado el pasado verano por presunta corrupción en un juzgado palmesano. En 2005, el marido de la infanta Cristina de Borbón presidía una empresa del sector deportivo, Instituto Noos, que recibió del Govern balear un contrato de 1,2 millones por organizar unas jornadas de tres días sobre turismo y deporte. Matas califica a Ballester como “ministro de deportes” y explica que tenía autoridad para tomar todas las decisiones que considerara necesarias para que el proyecto saliera adelante. Descarga la responsabilidad sobre Jorge Moisés, ex gerente del Palma-Arena. Pero, tanto Ballester, que sufre en la actualidad una grave enfermedad, como Moisés, se encuentran en libertad bajo fianza desde agosto de 2009. Matas declara que firmaba personalmente muchos papeles, pero no estaba al tanto de lo que se hacía con el velódromo. Su versión contradice la de sus más directos colaboradores, entre ellos su jefa de gabinete. Todos ellos han declarado ya ante el juez que no se daba ningún paso sin el visto bueno del President.


Matas y su esposa, Maite Areal, en el Ministerio del Medio Ambiente.


Matas asegura ante el juez que su patrimonio se ha incrementado por los ingresos y ahorros familiares. Relata que él y su mujer reunieron los 100.000 euros entregados a su hermano, Fernando, en 2003, para que los diera como señal de compra del piso madrileño. Un año después se hacían con su “palacete” de Palma. Jaume Matas explica que los 400.000 euros con los que lo reformó fueron abonados en efectivo con dinero pagado en “negro”, procedente del alquiler de un local, propiedad de su esposa, y del traspaso de otro de su madre. La declaración de Matas ante el juez, José Castro, concluye en la medianoche del jueves, tras más de 15 horas a lo largo de dos días.


Matas abandona la sede de los juzgados en donde ha ido a declarar.


El viernes, los fiscales Anticorrupción piden que se adopten medidas cautelares contra Matas y su cuñado, Fernando. Tanto su mujer, Maite Areal como Barlomeu Reus, imputados en la causa, no son reclamados ni condenados. La Fiscalía solicita la prisión condicional, bajo fianza penal de tres millones de euros por delitos de corrupción para Jaume Matas a quien le atribuye delitos que acarrean penas de hasta 24 años de cárcel. Los fiscales anticorrupción, Pedro Horrach y Juan Carrau, solicitan que el ex presidente del Gobierno balear disponga de tan sólo un día para abonar la fianza millonaria para eludir la cárcel una vez el juez se haya pronunciado al respecto. El juez, José Castro, decreta la retirada del pasaporte pero, sobre la petición de cárcel bajo fianza, no adopta ninguna resolución. Se espera que lo haga el lunes próximo. Después de ésta, la fianza más alta solicitada por la acusación pública fue la pedida hace un mes a la ex presidenta del Parlament y del Consell, Maria Antònia Munar, por valor de 450.000 euros, pese a que el juez finalmente decreta una caución de 350.000 para eludir su privación de libertad, también la más elevada de las dictadas por supuesta corrupción política. Tras la ex dirigente de UM se sitúan: Alfredo Conde, presunto testaferro del ex conseller insular de Territorio; Bartomeu Vicens, diputado del Grupo Mixto del Parlament balear que fue condenado a cuatro años y medio de cárcel y ocho de inhabilitación; Jaume Massot, ex director general de Ordenación Territorial en el anterior Govenr del PP, condenado a 5 años de prisión por unas falsedades urbanísticas que permitieron a Carlos Hidalgo, hermano del ex alcalde conservador de Andratx, en el año 2000, instalar un restaurante en una zona húmeda protegida del Port de dicha localidad y el ex director de la empresa Bitel, Damià Vidal, que se encuentran en libertad bajo fianza de 200.000 euros.


Jaume Matas siempre quiso distinguirse con proyectos mastodónticos Proyectó una ópera de Calatrava sobre el agua en la bahía de Palma. Adjudicó un enorme palacio de congresos ganado por la hotelera Barceló para la que trabajó al dejar la política. Impulsó un centro diseñado por Moneo en el pueblo de Pollença. Compró casas señoriales carísimas para la comunidad y una para vivir él. Hizo contrarreloj el metro de Palma, que se inundó en 2007, recién inaugurado. Un macrohospital sin amparo urbanístico legal. Permitió la construcción de la autovía de Ibiza, repleta de deficiencias y en contra de la mayoría de isleños. Y construyó el velódromo Palma-Arena. Ahora, cuando todo ha sido construido a toda prisa y pagado a un elevado precio, se investiga la sospecha de la corrupción. En menos de tres años y coincidiendo con el incremento personal del ex ministro, ya se han dictado tres sentencias condenatorias contra cargos públicos, dos con penas de cárcel. Y la supuesta corrupción dibujada bajo su hiperactiva actuación, sigue atenazando al PP de Baleares.


Matas, según acusaciones del Fiscal, es el autor de hasta nueve delitos y se enriqueció con fondos de procedencia ilícita. Hizo obras de reforma y amuebló sus propiedades con dinero no declarado al fisco. Pagó dinero público por trabajos no hechos. Por lo que el fiscal sostiene que podría ser condenado a 24 años de cárcel. Dos ex consejeros de Matas están imputados en sendos casos abiertos, y otros tres, aludidos por un arrepentido. Casi dos decenas de altos cargos políticos y de empresas públicas de Baleares, Palma y Mallorca han acabado o pasado por los calabozos.


Este no es un caso excepcional. Hace un mes, también dimitía de su cargo la presidenta del Parlamento Balear, Maria Antònia Munar, de Unión Mallorquina, a raíz de unas declaraciones del ex vicepresidente del Consell de Mallorca, Miquel Nadal (UM), quien aseguraba ante el juez que Maria Antònia le había entregado 300.000 euros en efectivo en el coche oficial para comprar la mitad de las acciones de Video U, una productora que recibió contratos millonarios de la corporación insular. Nadal, quien no precisaba la procedencia del dinero aunque lo identificaba como “de UM”, involucraba, en la financiación ilegal del partido, a la presidenta del Parlamento autonómico, histórica líder, e incidía en que la intención era impulsar un medio de comunicación afín a UM, aunque aclaró “que no pretendía obtener beneficio económico”. Video U resultó adjudicatario del proyecto para la puesta en marcha de Televisió de Mallorca por más de cuatro millones de euros. Su declaración se produjo después de que tres ex directivos de Video U confesaran en contra de Nadal y de Munar, al responsabilizar a ambos de las irregularidades cometidas en la pasada legislatura desde el Consell de Mallorca mediante subvenciones a personas próximas a UM. El juez la acusó de haber desviado cinco millones de euros de fondos públicos del Consell de Mallorca y la obligó a abonar una fianza de 350.000 euros que le permitieron eludir la cárcel. El instructor también la conminó a depositar, en apenas 24 horas, otra fianza de 2,5 millones de euros de cara a cubrir posibles penas económicas del caso Maquillaje. La ex presidenta del Parlament rechaza las acusaciones y se declara víctima de una conspiración de otros imputado. Y descarga en los funcionarios, técnicos y altos cargos de esa institución la tarea de supervisar y fiscalizar la legalidad de todos aquellos expedientes.


Mallorquín y licenciado en derecho por la UIB, Miquel Nadal, ex conseller de Turismo y primer teniente de alcalde de Palma, cargos de los que dimitió después de ser imputado en el llamado “caso Inestur” (operación Voltor), dio sus primeros pasos en política de la mano de Maria Antonia Munar, como secretario técnico de la Conselleria General de Cultura. Fue posteriormente diputado en el Parlament y conseller de Servicios Generales del Consell de Mallorca. Nadal está imputado en los casos “Can Domenge”, en la “Operación Voltor” y en “Maquillaje”. A raíz de este último caso, se dio de baja de UM y acusó a Munar de una presunta malversación de fondos. La Fiscalía, a su vez, le acusa, entre otras cosas, de manipular concursos públicos y de emitirse facturas a sí mismo.



El ex presidente Matas dejó a sus espaldas un reguero de casos, igualmente afectados o imputados por alguna corrupción. Estos son algunos de ellos: Maximiliano Morales, licenciado en Ciencias de la Información y Publicidad y uno de los fundadores de UM, quien, juntamente con Bartomeu Vicens, evadieron impuestos al recuperar sus comisiones por la recalificación de un polígono; Juan Francisco Gosálbez, imputado del caso “Turismo Jove”, acusado de ser el cerebro de una trama corrupta; Miguel A. Flaquer, ex presidente de UM y ex conseller de Economía y Hacienda del Consell de Mallorca; Rafael Durán Vadell, ex portavoz del PP en el Ayuntamiento de Palma.; Rafael Durán, detenido en la “Operación Espada”; Jorge Moisés, ex gerente del velódromo Palma-Arena; José Luis (“Pepote”) Ballester, ex director general de Deportes del Govern; Javier Rodrigo de Santos López, coordinador de la campaña electoral de Jaume Matas en 2003, detenido por gastar más de 50.000 euros del erario público en clubes de alterne gay con la tarjeta de crédito del EMOP (Empresa Municipal de Obras de Palma); Antonia Ordinas, ex directora y gerente del Consorcio para el Desarrollo Económico de las Islas Baleares, imputada en la “Operación Scala”, quien guardaba parte del dinero malversado en una lata de cola-cao enterrada en el jardín, acusada de malversación, defraudación a la Administración y falsedad documental; Gonzalo Aguiar, ex Director Insular de Carreteras del Departamento de Obras Publicas del Consell de Mallorca hasta su imputación en marzo de 2009, dentro del marco de la “Operación Peaje”, Antoni Pascual, miembro de la comisión ejecutiva de UM, del que fue secretario general y ejerció como diputado en el Parlament balear, diversos cargos de responsabilidad en el Consell de Mallorca, igualmente imputado por presunta corrupción en el llamado “Caso Peaje” por los delitos de cohecho, malversación y falsedades… Y así continúa la larga lista de corruptos en el archipiélago más tranquilo del Mediterráneo.


Pero dejemos ya los casos lamentables de esta isla para cambiar de cara, esta vez sonriente. E intentemos disfrutar de los dibujos ofrecidos esta semana por los especialistas del humor. Comenzamos con Manel Fontdevila que nos muestra El Revistero del PP, Una farmacia de guardia, La imagen de Rajoy, o Temporada (judicial) alta.





Seguimos con Territorio Vergara que sitúa a Rajoy por los cerros de Úbeda, o presenta a un nuevo profe pariente de Matas, o se lía en las conversaciones con su abogado, o responde contundentemente a las 55 medidas contra la crisis u observa lo que une o lo que separa a Cospedal con Ana Mato.






El siguiente cuarteto se nos presenta el serio varapalo para Sarkozy, cómo el Tribunal Supremo cita a Garzón, cómo Jaime Matass desarrolla la corrupción en su velódromo y cómo Alemania impone serias condiciones a Grecia.



La estrella europea sobre el trasero de Zapatero.



La falla de economía sostenible.



También los animales tienen sueños. Pero ¿en que sueñan ellos? En lo mismo que nosotros. Vean, sino el sueño que tienen la cebra



el cerdo


y el ratón



Terminamos estos chistes volviendo sobre Mallorca, esta vez de la mano de Pep Roig: ¡Cómo se le ocurre brotar!, Domunmatas, Cómo cualquier tiempo pasado fue mejor para algunos, Amén, Negro porvenir sin corrupción y Juuuusticia.







Miles de personas participaron en la manifestación contra la corrupción el pasado 2o de marzo en la ciudad de Palma de Mallorca.

Prisión con fianza para Jaume Matas.

Rajoy rehúsa hacer declaraciones sobre Matas

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi, esta Maria Antonia Munar me pone,tiene un nosequé, esos morritos, los rasgos hebreos, y tan bien complementada que aparece en las fotos... no podríais hacer con ella un salsa rosa, o corazón o como se diga para verla mas claramente en asuntos más terrenales... Ardo en deseos por escuchar su voz atiplada y mediterránea diciendo lo que sea -no importa- y ver su cruzada de piernas... correcta, impecable.
chiflos.

Anónimo dijo...

menuda pajara y el resto chorizos S.A