miércoles, 7 de diciembre de 2011

La historia de los gatos y los ratones.


Desahucio del Hotel Madrid.




Varios “okupas” en el balcón de un edificio de la calle Tres Peces, donde han colocado carteles. Foto: David R. Nelson

La policía y miles de desahuciados representan en las grandes ciudades la imagen de la constante persecución entre el gato y el ratón. A primeras horas de la mañana del lunes, la Policía Nacional desalojaba el Hotel Madrid, ocupado por parados y familias desahuciadas por impago de la hipoteca desde el pasado 15 de octubre. En el interior del edifico se realizaban actividades culturales como proyección de películas, debates, charlas o talleres. En una de las estancias del inmueble se había incluso habilitado una Oficina de Vivienda para asesorar jurídicamente a personas que habían perdido su casa. En el momento del desalojo había, según la Policía, 103 personas dentro del inmueble, ocupando igualmente el Teatro Albéniz, aledaño al hotel. Treinta de ellas no tenían documentos de identificación. A todos se les imputó un delito de usurpación de bienes inmuebles. Diez, fueron detenidas.

El operativo policial, dotado de 18 furgonetas, contaba con 100 agentes antidisturbios –uno para cada ocupante–, que entraron por la fuerza en sendos edificios. “Llegaron armados hasta los dientes –se queja uno de los ocupantes–, como si fuéramos terroristas y estuviéramos armados, tirando la puerta abajo, pese a que les decíamos que esperaran, que les abríamos y que no íbamos a resistirnos”. El desalojo se produjo tras la orden judicial dictada por el Juzgado de Instrucción número 39 de Madrid, ante la denuncia del propietario del edificio, cerrado al público durante varios años, que pertenece al grupo inmobiliario Monteverde, relacionado, según “El Mundo”, con el caso de corrupción urbanística conocido como Operación Malaya.

Poco más de medio día después del desalojo, cientos de indignados se reunieron de nuevo en la Puerta del Sol para protestar, moviéndose posteriormente por zonas aledañas, como la Gran Vía, la plaza de Callao o Cibeles. Los manifestantes –que se proliferan como los ratones– mostraron su apoyo al colectivo de desahuciados y a los indignados, gritando consignas como “Hotel Madrid, 200 personas a la calle”, “Qué pasa, qué pasa, que no tenemos casa”, “Un desalojo, otra ocupación”, “Familia desahuciada, casa ocupada”, y otros. A las 20.15, unos dos mil manifestantes cortaron el tráfico de la plaza en donde iniciaron una sentada por la “vergüenza” que suponía la actuación policial.

La Policía desalojó igualmente el mercado de la calle Montamarta 7, denominado 'Espacio Vecinal Montamarta', en el madrileño barrio de San Blas, que había sido ocupado por vecinos de la asamblea del barrio hace dos semanas. Según uno de los vecinos, “la Policía Municipal llegó sin previo aviso y no sabemos si tenían orden judicial”, rompiendo las cerraduras y tapiando el local para impedir el acceso”. Ante estos hechos, que no dejarán de repetirse en los próximos meses –me imagino, mientras existan gatos y ratones–, las fuerzas políticas de izquierda se limitan a decir que no comparten las ocupaciones pero que las comprenden, siempre que vayan precedidas de instrucciones judiciales. El PP considera que estos desalojos llegan “tarde”, aunque se alegran de que se haya puesto fin a los mismos.

Los indignados ocuparon ayer dos nuevos edificios en el centro de Madrid, uno en la calle de Tres Peces 25 y otro en la calle Toledo “Para nosotros y nosotras –decían los “ocupas” del Hotel Madrid tras su desalojo–, este desalojo supone solo otro reto. Porque volveremos a hacerlo. Y la próxima vez será aún mejor. Porque somos más. Porque somos el 99%” En el manifiesto difundido por el movimiento 15-M se exige, entre otras, la creación de un parque de alquiler social universal, la reforma legal para terminar con la inaccesibilidad a la vivienda y la despenalización del delito de usurpación. Critica que el desalojo de lunes supone la vuelta a la calle de las más de 100 personas que el hotel “okupado” había “rescatado” y reclama el cumplimiento del derecho a la vivienda digna que reconoce la Constitución en su artículo 47. Y así continua la caza entre el gato y el ratón. En la mayoría de casos, con mucho más ratones que gatos, aunque estos vayan armados hasta los dientes.

A este respecto, quisiera recordar una original Video de Tommy Douglas, grabado en 1962, sobre el sistema de votaciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me resulta simplista y -como es habitual en su autor.- partidista y desproporcionada la creencia de que esta sea una história de gatos y ratones, de polis y okupas, como aquella de las FARC descrita como un grupo solidario. Es una historia como muchas otras en la que se refleja la falta de dialogo y de talante. Una farsa absoluta en la que Rubalcaba y la delegada del gobierno en Madrid tienen mucho que ver. 36 años hace que murió el general Franco, tras lo cual 21 fueron de gobierno socialista en supuesta democracia, y la sociedad española se muestra estratificada, a día de hoy, en un sistema de castas. De privilegiados frente a desposeídos e inclasificables. Salimos de guatemala a guatepeor. Podéis opinar, inventar, ideologizar, expresar conceptos artisticos en todas sus formas y expresiones. Podeis creeros libres y actuar como si realmente lo fuerais, pero no tratéis de cambiar las cosas en lo sustancial. Esta es la doctrina del psoe. Una forma de totalitarismo solapado, más dificil de reconocer y de combatir que el convencional fascismo de la derecha. Es el gran hermano. Y Rubalcaba su rostro.

chiflos.