jueves, 8 de noviembre de 2012

Flores para el rey y nuevos antidisturbios.



Un ligero recorte para la Casa Real y un aplauso del president del Gobierno.



Policía, vigilando, a caballo.


Cena de los reyes con el Emir de Catar, Hamad Bin Khalifa Al-Thani, y su esposa, la Jequesa Mozah Bint Nasser, en el Palacio de la Zarzuela, el 25 de abril de 2011. Y las flores, que nunca fallan.

Todo sigue como ayer. El palo o las flores son las dos medidas fácilmente aplicables por un gobierno, según a quien quiera castigar y desprestigiar o a quién alabar y apoyar. Más palo y antidisturbios para los manifestantes y más flores para los reyes y sus adláteres. De acuerdo con estas consignas, el PP rechazó las propuestas de Izquierda Plural, UPyD, BNG y ERC, de rebajar la asignación presupuestaria para la Casa del Rey. Consideró que es la sección “más castigada” del último decenio. Según el diputado Juan Manuel Albendea, lo “lógico” sería que la oposición pidiera más dinero para el Jefe del Estado, aunque asegura que el “espíritu de servicio” de Don Juan Carlos no lo aceptaría. Negó el supuesto “desprestigio” de la Monarquía y consideró que sigue siendo la institución más valorada.

En los próximos dos años, Patrimonio Nacional gastará algo más de 128.000 euros netos en la decoración floral de las cenas de gala en el Palacio Real y en las recepciones a jefes de estado en El Pardo. Entre 2009 y 2011 se han celebrado trece cenas de gala y ocho recepciones, un total de 21 actos, lo que da una media de más de 6.000 euros por celebración. El contrato es prorrogable a otros dos años. Aunque los 146 euros con que contaba se han reducido en 20.000 euros, todavía se consideran necesarios para que todo sigua como antes, pese al cambio drástico de la situación con casi 5 millones de parados.

Tal y como han denunciado en los últimos años diversos medios de comunicación, los gastos de la monarquía no sólo se cargan al presupuesto de la Casa del Rey, que será de 7,93 millones en 2013. De Interior y Defensa salen los gastos de seguridad, aunque el Gobierno no detalla cuánto se destina a estos servicios al Rey. El Ministerio de Exteriores se hace cargo de las facturas de los viajes oficiales y el de Presidencia, bajo el epígrafe “Apoyo a la gestión administrativa del Jefe del Estado”, y paga los gastos de personal de Zarzuela (más de seis millones de euros en 2012), entre otros. Además, el gobierno balear destina este año 1,7 millones de euros para el mantenimiento y limpieza del Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca. A eso habría que sumarle que buena parte del presupuesto de Patrimonio Nacional (casi 118 millones de euros en 2012) se destina al mantenimiento y pago de facturas varias del resto de palacios de los que hace uso la Casa Real -Zarzuela, Palacio Real, El Pardo, etcétera. Bajo ese capítulo de gastos es donde se encuentra la partida para sufragar la decoración floral de los actos protocolarios.

En cambio, el gasto en material antidisturbios de la Policía Nacional disfruta de uno de los aumentos más importantes, multiplicándose por 18 en 2013. Los 173.670 euros de este año pasarán a 3,26 millones, lo que supone un aumento de un 1.780 por ciento respecto a este año, según recoge el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2013. Y todo ello, pese a los recortes propuestos por el Ministerio del Interior, reduciendo un 6,3 por ciento que afectarán a partidas como Seguridad Ciudadana. Según datos de las compras efectuadas en 2009, los escudos antibala tienen un coste de 517 euros la unidad, los chalecos antibala, 389 euros, los escudos transparentes salen a 140 y los chalecos antigolpes, a 300. Además, los miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP), conocidos como antidisturbios, serán reforzados en Madrid con 378 nuevos agentes, que formarán una nueva sección denominada Unidad de Prevención y Reacción UPR, ante “la intensificación del conflicto social”. El protocolo de actuación de la UPR explica que la nueva unidad, que estará operativa antes de finalizar el año, se crea ante “el progresivo incremento en la capital de España de acontecimientos, grandes eventos y la intensificación del conflicto social”.

De esta forma, en lugar de solucionar las causas por las que la gente se manifiesta, se aumenta la policía para que siga reprimiéndola a toda costa. Las funciones de la nueva unidad serán la prevención de la delincuencia, el mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana, la colaboración con otras unidades e instituciones y la reacción “ante hechos imprevistos de gravedad”. De paso, los nuevos agentes también acudirán en ayuda de los “antidisturbios” si estos lo consideran necesario. Lo dicho: todo sigue como ayer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Espinas para el Rey de los paraisos fiscales, los gintonics, el 23-F, y ahora los antidisturbios. Oros, copas, espadas y bastos. Lo lleva todo, así que paso, no voy...

chiflos.