domingo, 22 de junio de 2014

Felipe VI sube; Juan Carlos I se va. La otra cara de la proclamación.

                                                                                

El día 2 de Junio, cuando el Rey compareció para anunciar su abdicación, se inició un proceso legal y protocolario que culminó el 19 con la proclamación del Príncipe de Asturias como rey Felipe VI. Tanto el PP en el Gobierno como el PSOE que ocupa parte de la oposición trataron de imponer al mismo tiempo la abdicación y la proclamación de un nuevo rey. Trazaron la imagen de un príncipe preparado, vital, responsable y ordenado, que genera confianza e inspira credibilidad. Y presentaron a la Corona como defensa de un sistema democrático, vendiéndonos que la transición funcionó espléndidamente, al menos por un tiempo, y aceptando, a lo sumo, haber llegado a algunos errores que el pueblo recibió en silencio y con disgusto. Pero añadieron que  el Rey intentó cortarlos en seco. “Ha llegado el momento –dijeron– de dar un impulso, porque lo que hagamos contribuirá a la renovación de España”. Reconocen que la “operación relevo de la Corona” afecta a la estabilidad de España y que está en juego el futuro de la monarquía y el de España”. Dijeron que necesitamos de políticos responsables, leales y comprometidos con el bien común. Que el rey mantuvo siempre con todos los expresidentes del Gobierno unas relaciones correctas, institucionales y de lealtad, como, en la actualidad, con M. Rajoy, cargado de serenidad y de sentido común y con Pérez Rubalcaba, un hombre con sentido de Estado. Pero, los resultados del 25-M, el desbarajuste electoral socialista y, a la vez, el avance de la extrema izquierda, con la novedosa irrupción del “We Can”, así como las exigencias de grupúsculos republicanos y el desafío catalán, fueron una confluencia de factores que suscitaron el nerviosismo y el posible peligro en ciernes. De ahí la urgencia de un nuevo ciclo que perpetua el anterior. “La tarea de Felipe VI –escribe Franky bajo el título ‘Abdicación y proclamación’, en la revista Opinión– es convertir a los españoles en monárquicos, convencidos de la utilidad de una institución que los conecta con su vieja historia nacional y forma parte de las señas de identidad colectivas, como sucede en Holanda, Inglaterra o Escandinavia y consolida la monarquía dentro de un Estado… Ellos serán los reyes, pero le toca a Rajoy y a los que vengan después gobernar bien, para que la monarquía se sostenga. En 1981 el rey salvó la democracia; ahora la democracia debe salvar a los reyes”. Según los barómetros publicados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la popularidad de la monarquía no ha dejado de descender desde octubre de 2008. Hace seis años, los españoles tenían un grado de confianza hacia la Corona del 5,54 sobre 10, mientras que ahora suspende con una nota del 3,72. Y si bien es cierto que, tras la proclamación del Rey Felipe VI, el apoyo a la monarquía ha aumentado notablemente, según encuestas de Sigma Dos publicadas por El Mundo antes y después del anuncio de la abdicación de Juan Carlos I, a pesar de la mejora de imagen la monarquía española, es la que tiene un menor respaldo ciudadano en Europa.

 En "King Juan Carlos of Spain to Abdicate Throne for Son", The New York Times  cuestiona la manera en que el rey amasó su fortuna personal.

Gracias al consejo de ministros aprobado recientemente,  Don Juan Carlos y Doña Sofía dejaron la poltrona y la corona de España, pero se prepara a toda velocidad un decreto para que sigan ostentando el título de rey y reina con tratamiento de majestad y honores análogos a los del heredero a la Corona y su consorte. Todo lo contrario de los monarcas belgas y holandeses que se quedaron sin privilegios tras abdicar. Alberto II de Bélgica es, desde que abdicó, en julio del pasado año, un simple súbdito sin ningún privilegio especial que le proteja si comete un delito. Lo mismo ocurre en Holanda con la princesa Beatriz, que fue reina hasta el mes de abril, y que, desde entonces, es una ciudadana más en asuntos judiciales. La artista Delphine Boël sostiene que es hija ilegítima del exmonarca Alberto II, pero hasta ahora no podía solicitar un examen de paternidad. Tras abdicar, los abogados de Boël estudian la forma de obligarle a que se someta a una prueba de ADN para conocer si es el padre de su clienta. Nada de eso ocurrirá en España, tras la abdicación. Por de pronto, el PP se ha apresurado en anunciar que hará aforado al rey Juan Carlos mediante una ley orgánica. De esta forma, el anuncio de las redes que se hacen eco de la fortuna del rey, estimada en dos mil millones de euros, según la prensa extranjera, no será motivo de la mínima preocupación monárquica. Desde hace dos semanas, no se ha dejado de especular sobre esta fortuna atesorada por los reyes,  tras casi cuatro décadas al frente de la monarquía española. Y se han recordado las últimas cifras divulgadas por la prensa extranjera sobre la riqueza acumulada por el rey. A este respecto, destaca el artículo publicado en su día por The New York Times, rotativo que cifraba en 2,3 millones de dólares el patrimonio acumulado por el patriarca de la Familia Real. Según este periódico, el Rey podía aceptar regalos en sus viajes “en nombre del Gobierno español”, pero no existía una lista pública de esos obsequios. No obstante, el periódico neoyorquino precisa que el monarca ha recibido “yates, una casa en una isla y automóviles de lujo”. Además, el prestigioso rotativo recalca que los bienes de Juan Carlos de Borbón a su llegada al trono, tras la muerte del general Francisco Franco, equivalían a “prácticamente nada”. Desde entonces, el monarca “ha trabajado duro para generar su propia fortuna personal, más allá de los 8,3 millones de euros de presupuesto anual”, en alusión a la asignación para la Casa del Rey consignada en los Presupuestos Generales del Estado. Y la revista Eurobusiness y el anuario Forbes estiman que la riqueza de Juan Carlos I ronda los 1.700 millones de euros. Según Eurobusiness, esa cantidad se dividiría en 545 millones de euros de “fortuna personal” y otros 1.136 millones de “bienes familiares”.

Los republicanos exigen un referéndum sobre el modo de Estado.
 
Horas después de que el rey Juan Carlos I anunciara el lunes, 2 de junio, su decisión de abdicar al trono a favor de su hijo, el príncipe Felipe, diferentes colectivos sociales y movimientos republicanos salieron a las calles de toda España a fin de pedir la convocación de un referéndum que decida la continuidad de la monarquía. Unos diez mil manifestantes exhibieron y corearon consignas tales como “España, mañana, será republicana”, “Los borbones, a las elecciones”, “Transición real sin Rey”, “No hay dos sin tres, república otra vez”, “Que viva la lucha de la clase trabajadora” o  “Los borbones a los tiburones”, abarrotando la Puerta del Sol, en Madrid. La concentración contó con la presencia de representantes de Izquierda Unida (IU), Podemos y el Movimiento 15-M. En Barcelona, unos 5000 españoles, de acuerdo con los datos de la Guardia Urbana, llenaron la plaza Catalunya en donde se expresaron a favor de una república. Una de sus grandes pancartas decía: “Queremos votar 9N”, en referencia a una consulta de autodeterminación. En otras, se podía leer “Felipe querido, nadie te ha elegido”. En Sevilla, unas 4000 personas, según los organizadores, participaron en una movilización similar en la que desplegaron una gran bandera tricolor ante la Casa Consistorial en reclamo de una consulta ciudadana para decidir la continuación de la monarquía o la proclamación de una república. Tarragona, Girona o Lleida, Valencia, Granada, el País Vasco, Alicante, Zaragoza, Salamanca, Burgos, Palma de Mallorca, Asturias y Extremadura, fueron igualmente  escenarios de estas protestas.  Protestas que traspasaron el territorio español y se extendieron a otros países como Francia, Bruselas y Alemania, donde cientos de jóvenes españoles portaron banderas con los colores de la República española, así como pancartas alusivas a los escándalos que han rodeado a la Casa Real, en reclamo de un referéndum.
 
 Vigilando al pueblo desde arriba.     

La Policía, basándose en un informe de la Abogacía del Estado y sin que hubiera ninguna decisión judicial que lo avalase, prohibió el jueves pasado la exhibición de banderas republicanas en el recorrido de la comitiva real por Madrid. Por su parte, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ratificó la decisión de la Delegación madrileña del Gobierno de prohibir la concentración que había convocado la Coordinadora Republicana en la Puerta del Sol, desestimando el recurso presentado por los republicanos. La Abogacía del Estado alegó que la prohibición de las banderas republicanas en el itinerario real se hacía para evitar altercados, ya que, según ellos, se congregaría una gran mayoría de personas favorables al rey y a la monarquía y, por tanto “la presencia de personas contrarias a esa institución podría derivar en un problema de seguridad y orden público”. Los agentes tenían la orden de impedir la exhibición de banderas o símbolos republicanos, así como la de cualquier mensaje contrario a la monarquía en todo el recorrido. De ello se encargaron un total de 7.000 efectivos, además de unos 120 francotiradores apostados en terrazas de edificios. En cuanto a la prohibición del acto de la Coordinadora Republicana en la Puerta del Sol, la sentencia del TSJM indicó que dicha zona se iba a emplear como aparcamiento del dispositivo de seguridad, algo que no indicaba la delegación del Gobierno en su comunicación, lo que generaba una “indefensión” a la asociación, según su abogado.
 

La Coordinadora Republicana de Madrid –dice un comunicado de la misma– conocía, a las 15 horas del miércoles, la Sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Ésta rechazaba el recurso presentado ante la prohibición de la Delegación del Gobierno sobre la concentración convocada para las 12 horas en la Puerta del Sol, La sentencia aceptaba en su totalidad los argumentos de la policía y anteponía los argumentos de orden público – absolutamente infundados– al ejercicio de Derechos Fundamentales como es el de Manifestación”. “Una vez más –concluye la Coordinadora Republicana–, la justicia no es igual para todos. La realidad pura y dura es que, con ocasión de la entronización del nuevo rey, se ha impuesto un Estado de Excepción en la práctica, con la represión como único argumento. Junto al desmesurado despliegue policial, se regresa a las prácticas más negras de la Dictadura con la policía visitando comercios y casas particulares conminando a la gente a exhibir la bandera rojigualda. Cuando millones de trabajadores y trabajadoras se encuentran sin lo más necesario para vivir, el Ayuntamiento de Madrid paga con dinero público las 120.000 banderas que la policía está repartiendo”.
 
Cuatro policías se personan en la redacción de ElDiario.es, exigiendo la retirada de una bandera republicana que cuelga de una ventana de la sede.

Al día siguiente, jueves, se registra en Madrid una jornada de miedo y represión para los republicanos. Cuatro policías se personan en la redacción de ElDiario.es para exigir la retirada de una bandera republicana que cuelga de una ventana de la sede, pero las personas que se encuentran en su interior se niegan a ello. En la calle, los agentes detienen o retienen a varios asistentes por gritar consignas contra la monarquía o por llevar símbolos republicanos, como banderas o pancartas. Entre las escenas más patéticas de la mañana resalta la de la Policía que invita a la gente que anda por los alrededores de la Plaza de España a que se traslade a la Plaza de Oriente para que así  llene para las imágenes de televisión. Por las redes sociales se divulga el hashtag #FelipeVIL en el que se recogen imágenes e incidencias que se producen durante el desfile real. Abundan los comentarios sobre las monarquías que no caben en una democracia. O los de don Juan Carlos, echado por los dueños del dinero. En Madrid, la Coordinadora 25-S emite un comunicado en el que considera un “Estado de Excepción” el despliegue policial efectuado, dirigido, según afirman, para “impedir que se expresen los sentimientos democráticos y republicanos”. “Represión contra las expresiones republicanas y antimonárquicas”, señalan, que acaban con agresiones, cargas y detenidos políticos. “Disentir es ya motivo de detención habitual”, concluyen en su comunicado.
 
Una imagen en la Puerta del Sol.

En los alrededores del Congreso hay más gente proclamando al 'Cholo' del Atlético que aplaudiendo a Felipe VI. Resacosos aún de la derrota de la selección, los madrileños no salen a la calle. Los más monárquicos resoplan, con disgusto: “¡Qué acto tan austero!”. Son más, muchos más, los policías en sus grilleras que los ciudadanos con banderas. Así lo expresa Karina Sainz Borgo, en Vozpópuli: “Un hombre con bolsas repletas de rojigualdas recorre la calle Prado. ‘La pequeña a tres; la grande a ocho’, dice a una mujer. ‘Viva la República’, le responde ella. ‘Te la dejo a dos una y a seis la otra, entonces’, le contesta él. Son las diez de una mañana. La derrota de la selección española sabe a muela rota en la boca de quienes beben con desgana un café en un bar cercano al Congreso, al que van acercándose turistas y curiosos para ver pasar a Felipe VI, que esta mañana se proclama tras la abdicación de Juan Carlos I, su padre. Muy cerca de Neptuno, un anciano lee un periódico deportivo: ‘Abdican’, reza el titular en alusión a la derrota deportiva. ‘Anda a trabajar, que hay que pagar la fiesta que se va a montar el Felipe’, grita una mujer a otra. Los helicópteros cruzan el cielo de una ciudad que no huele a multitud, una palabra en la que muchos quisieran verter el sinónimo de democracia y que se destiñe en la poca concurrencia de una mañana en la que campa el escepticismo y no la euforia (…) En la Puerta del Sol, un grupo de personas con banderas republicanas son invitadas por funcionarios de policía a abandonar el lugar. Todo ocurre rápido y a gritos. “Vámonos a Tirso de Molina”, grita al grupo un joven con rastas. Mientras, esa pareja que viaja desde Costa Rica se fotografía ante un retrato gigante de Felipe VI y Letizia que la Comunidad de Madrid ha colocado en la fachada de la sede del gobierno regional. La alcaldesa, Ana Botella, ha hecho repartir banderas y carteles con la foto del rey que hoy se proclama. Por la calle Carretas solo dos locales las exhiben. ‘Que el fútbol es el fútbol y el rey es el rey’, dice el dueño de un bar que a las once de la mañana no recibe más clientes que otros días. ‘Te aseguro que más gente lloró anoche que hoy’, remata.

Gritos en Sol entre republicanos y monárquicos.

La Policía carga contra la manifestación republicana en Sol. Una clara muestra de como evoluciona el Régimen del 78. El nuevo Borbón, junto a la casta política, no ha entendido nada de lo que está pasando en España. “Hemos sacado las banderas y ha habido cuatro placajes sistemáticos, han tirado a cuatro compañeros al suelo y se los han llevado”, relata Carlos, de la Coordinadora Republicana de Madrid, a Público.es. Aseguran que los agentes han retenido a tres de sus compañeros –la última habría sido liberada poco después de la una de la tarde– y que otro de los manifestantes ha sido detenido y llevado a la comisaría de Moratalaz. El detenido, de cerca de cincuenta años de edad y apodado Tiki, es miembro de la asamblea de Vallecas por la huelga general, y, según relatan, logró levantar una bandera republicana antes de ser placado por los agentes en Gran Vía, frente a la tienda Casa del Libro, donde protestaba junto a otros republicanos. La última de los retenidos en ser liberada pertenece a RC y Madres contra la represión, mientras que los otros dos son miembros de Red Roja. “A los otros dos los han molido a palos y luego los han soltado”, asegura Buendía. “Después de tirarlos al suelo y de llevárselos, los que estaban detrás han gritado por la República y los policías han sacado las porras y han comenzado a repartir golpes para evitar los gritos y para dispersarnos”, denuncia, corroborando la versión de que ha habido identificaciones masivas y varias retenciones. Alejandro López de Miguel el periodista de Público que narra esos incidentes, insiste en que “muchísimas personas han sido cacheadas o retenidas. A la gente con banderas o chapas republicanas las retienen y no las dejan pasar, está todo el centro tomado, no podemos hacer nada; la libertad de expresión ha sido tomada, Madrid está en estado de excepción, es un atentado a los derechos ciudadanos”. “Tenían orden de que no se mostrase ninguna bandera republicana al paso de Felipe VI, no querían que hubiera imágenes”, asegura  René Otaduy, portavoz de la Coordinadora 25-S, que también ha sido testigo directo de las actuaciones policiales denunciadas por la Coordinadora Republicana. Asegura que han pedido al mando policial que los detuviese y los trasladase a comisaría si habían incurrido en un delito, pero el policía se ha limitado a insistir en que no habían cometido ningún delito, y en que estaban siendo retenidos “porque no querían tensión”, y amenazando con acusarles de desobediencia en caso de que abandonasen esta calle. “Ha habido un estado de sitio encubierto, decretado bajo las órdenes de Interior y de la Delegación del Gobierno’, denuncia Otaduy.
 
  Captura del momento de la detención de Jorge Vestrynge en Sol.

Vozpópuli atestigua que la Policía Nacional cargó duramente contra un centenar de personas, que se congregaron en la Puerta del Sol de Madrid a favor de la República y en petición de un referéndum para decidir el modelo de jefatura de Estado. La carga se produjo después de que algunos de los concentrados tratara de sobrepasar el fuerte cordón policial establecido. La concentración había sido convocada por la Coordinadora 25-S bajo el lema “Por la democracia y el derecho a decidir” y “Viva la República’. Los agentes también identificaron a numerosas personas en los alrededores de la Puerta del Sol, que estuvo blindada todo el día al servir de aparcamiento para el dispositivo de seguridad con motivo de la proclamación de Felipe VI. A las ocho de la tarde, dos grupos de personas con banderas republicanas y carteles en contra de la Monarquía llegaron a una plaza casi completamente vallada y ocupada por numerosos efectivos policiales. Las fuerzas del orden rodearon a ambos grupos, que finalmente se ubicaron en la confluencia con la calle Alcalá, cerca de la estatua del Oso y el Madroño, donde los agentes establecieron un doble cordón en torno a ellos, mientras identificaban a varios congregados. Media hora más tarde, Jorge Verstrynge, el que fuera delfín de Fraga y ahora colaborador de Podemos y otras cuatro personas que participaban en la protesta eran detenidos, mientras que otros gritaban “Vergüenza”, “Policías terroristas” y “Estado policial”. Verstrynge aseguró el viernes que los antidisturbios le trataron “como a un perro, a él y a otros arrestados, y afirmó que España no fue el jueves una “nación democrática ni por cómo se ha elegido al jefe de Estado, nombrado como su papá ya lo era, ni por la actitud de la Policía”. Calificó la actitud de los antidisturbios de “chulesca” y “africana, de absoluta falta de respeto a la gente”. Y subrayó que no hubo “nervios” ni “violencia” que justificasen esa actitud, sino que todos los manifestantes eran pacíficos. Recordó que arrestaron “a una chiquita” que le miró la placa a un agente que acababa de “pegar una patada a un anciano” y a un “anciano de casi 80 años” miembro de Equo, “absolutamente pacífico”. Sin embargo, aseguró que, después, los agentes de la Policía Nacional le dispensaron un trato “impecable, incluso cariñoso, diciendo “no pasa nada, tranquilos, es que estos son así”.

 Cambio de bancos en  la Comunidad de Madrid.

Y, mientras en diversas ciudades se celebraban actos a favor de la celebración de un referéndum para decidir el modelo de Estado, la “monarquía renovada para un tiempo nuevo” empezaba como terminaba la otra: reprimiendo a golpes. Algunos detalles mostraban las contradicciones del régimen. El Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo,  renovó los bancos (de sentarse) en las calles por donde pasaría la comitiva real, tras la coronación de Felipe VI en el Congreso. La alcaldesa, Ana Botella, quería dejar la ciudad como los chorros del oro y emitió un bando para que los vecinos engalanasen los balcones y ventanas con toda clase de parafernalia borbónica. La patronal repartió banderas y carteles entre la ciudadanía para que los colgasen en sus casas. Además de poner bancos nuevos, las autoridades crearon un área de seguridad impresionante alrededor del itinerario de la 'procesión'. Ana Botella, no pudo o no quiso precisar los costes de la ornamentación de la ciudad pero señaló que la capital saldría “en las televisiones de todo el mundo” y que cualquier experto en marketing sabe lo que eso supone. La Policía solicitó los datos a las personas que vivían o trabajan en los edificios de las calles por las que pasaría el coche de los monarcas desde el Congreso hasta el Palacio Real. Los agentes obligaron a las personas que vivían o trabajaban en las calles por las que pasaría la comitiva real a enviar sus datos para tener un “control” de las mismas. El objetivo de esas identificaciones previas era, según fuentes del operativo, que la jornada de la coronación “discurriera con normalidad”. La Policía sostuvo que esos datos no se incluirían en ningún “archivo o base de datos”, sino que se elaboraría un “listado” para saber qué personas accedían a la zona por encontrarse allí su puesto de trabajo o su vivienda. Y aseguró que, tras la jornada de la proclamación, esa lista sería destruida. La Policía colocó 120 puestos de francotiradores para cubrir el área, que incluye el Congreso, el Palacio Real y todo el recorrido de la comitiva real y de autoridades. En cada puesto, ya operativos, se situó a un tirador y a un observador, ambos con apoyo para comunicar cualquier incidencia.
 
Entrada a Tirso de Molina por la calle Doctor Cortezo. Grito ensordecedor de "¡Un, dos, tres, República otra vez!"

Más de un centenar de personas se concentran el jueves en la plaza de Tirso Molina con banderas republicanas, coreando “¡Un, dos, tres, República otra vez”, “Sí, sí, sí, queremos decidir”, “Lo llaman democracia y no lo es” o “Es una dictadura, eso es”, después de que las fuerzas de seguridad les impidieran acceder a la Puerta del Sol. Durante su recorrido, según denuncia el colectivo del 15-M Política a Corto Plazo, en su perfil de Twitter, la policía arroja al suelo a las personas que intentan exhibir banderas republicanas, detiene, al menos, a tres personas, e identifica a otras muchas. Después, continúa la manifestación con la represión policial contra quienes ejercen sus derechos a la libertad de expresión y manifestación.
 

 
No todos los días abdica un rey. "Nada de lo que pasó se ha improvisado", asegura Mariano Rajoy. Una decisión tan memorable habría reclamado más habilidad y precisión. No todos los años abdica un Rey. José Alejandro Vara escribe en Vozpópuli algunos de los puntos más controvertidos que mueven a la sospecha:

1.- Del 'yo sigo' de Navidad al 'me voy' de Reyes. El último mensaje navideño de don Juan Carlos incluyó la siguiente frase: "Mi determinación de continuar estimulando la convivencia cívica en función del mandato que me atribuye el orden constitucional". Un compromiso inquebrantable por mantenerse firme en su función y en su papel al frente de los destinos de la Nación. Unos días después, el 5 de enero, fecha de su 76 cumpleaños, empezó todo.

Según la versión de la Zarzuela, el Monarca, ese día, le transmitió al Príncipe, primero, y a la Reina y la Princesa, después, su decisión de iniciar los preparativos para el proceso de abdicación. ¿Qué ocurrió en esos doce días? Se produjo luego, el 6 de enero, la penosa imagen del Jefe del Estado durante la Pascua Militar, confuso y trastabilleante, y, un día después, don Felipe se afeitó la barba.
 
2.- ¿Para qué el aforamiento del futuro Rey? El Rey informó a Rajoy el 30 de marzo y a Rubalcaba el 3 de abril de la operación. El día 4 de abril, el Consejo de Ministros aprobó incluir en la Ley Orgánica del Poder Judicial el aforamiento del Príncipe, junto al de la Reina y la Princesa de Asturias. ¿Para qué necesita el futuro Rey el aforamiento, si la Constitución le garantiza su absoluta inmunidad?

 
3.- Los esforzados e inexplicables viajes del Monarca. El Rey, ya de salida, engorda su agenda con desplazamientos incesantes fuera de España, en especial a los países del Golfo. Se trataba, dicen ahora, de rearmar la imagen de la Corona. El jefe de la Casa del Rey traslada a los periodistas la existencia de unas desconocidas encuestas privadas que reflejan un incremento en la popularidad del Rey. ¿Para qué el tremendo palizón de la gira por el Golfo por parte de un Monarca renqueante y saliente?

4.- Una ley de abdicación del tamaño de un tuit. La vicepresidenta del Gobierno, nos han dicho, se encargó de coordinar los trabajos para elaborar la ley de abdicación, tal y como recoge preceptivamente la Carta Magna, junto a Rafael Spottorno. En el nuevo texto legal, no se hace referencia ni a la inviolabilidad jurídica del monarca saliente, ni se recoge mención alguna a la Sucesión. Tampoco se señala nada respecto al tratamiento y a la disposición en la Familia Real de Don Juan Carlos en el futuro. ¿Tantos meses de trabajo para tan nimio resultado? O las prisas o el parto de los montes.

5.- El toma y daca sobre la jornada de proclamación. El mismo equipo de trabajo debía diseñar otros aspectos concretos sobre la ceremonia de proclamación del Príncipe de Asturias como Rey Felipe VI. Se dice que será el 18 de junio. ¿Nadie pudo haber mirado antes un calendario y despejar con tiempo y mesura la gran incógnita?

Al fin, Juan Carlos abdica a favor de su hijo, Felipe VI.

6.- Las agendas 'locas' del día D. Se nos dice que el jueves pasado se reunieron el Rey y el Príncipe de Asturias con Rajoy y Rubalcaba en la Zarzuela para ultimar los detalles del crucial lunes 2, el 'día D' de la operación. ¿Por qué ese día, si el monarca tenía agendado un desplazamiento a Barcelona que hubo de suspenderse? ¿Por qué precisamente esa jornada, si Rubalcaba se concentraba con la ejecutiva del PSOE? ¿Por qué esa jornada, si Rajoy despedía a la Selección Nacional de Fútbol que tuvo que esperar una hora a pie de avión la llegada del presidente?

7.- La familia Real, desperdigada. Se buscó, dicen, una fecha para llevar a cabo el sorprendente anuncio, en la que la Familia Real estuviera reunida. Nada más lejos. El Príncipe tuvo que acelerar su regreso de El Salvador para llegar a estar presente en momento tan señalado (si se hubiera averiado su avión, como es costumbre, no lo habría logrado) y la Reina viajaba esa tarde a Nueva York. La infanta Elena, por Ecuador y Cristina... no cuenta, pero seguía en Ginebra. O sea, la Familia Real reunida y bajo control.

8.- La penosa calidad del vídeo. En anuncio tan crucial para el futuro político de la institución y del país, la grabación del mensaje de monarca no pudo parecer más cutre. Toda España pendiente de su emisión y se tuvo que aplazar en dos oportunidades. Dicen que el Rey se emocionaba y tuvo que repetir varias veces. Quizás. ¿No estaba todo tan preparado? El resultado final del vídeo dio lugar a muchos comentarios.


“Acabo de avergonzarme al leer el Bando de la alcaldesa de Madrid con motivo de la proclamación del rey don Felipe VI en esta villa y corte’ –escribe Rafel Borràs, coordinador de programas de la Fundacion Gadeso, en el artículo ‘Con la República y la igualdad’, publicado en Periscopi–. Es vergonzoso que esta gente de extrema derecha intente imponer el pensamiento único. Conozco a muchos españoles y a bastantes madrileños que, en ningún caso, no estarían de acuerdo con esta estupidez (…) No escondo mi republicanismo. Estoy convencido de que la monarquía es la coronación de la desigualdad. Es más, soy de los que, desde la izquierda, reivindico el pensamiento de M. Robespierre y me fascina su radicalismo por la igualdad material de la ciudadanía… Para hacer más soportable los lameculos monárquicos por parte de del tripartido borbónico (PP, PSOE y UPyD), les aconsejo la lectura de algunos textos que recientemente se han publicado. Por ejemplo, cualquier cosa de Florece Gauthier, sobre la revolución francesa. Fíjense si 'pueden resultar actuales. ¿Hasta cuándo llamarán justicia al furor de los déspotas y barbarie o rebelión a la justicia del pueblo? La frase podría ser de alguien del 15-M, de un participante de ‘Ocupemos Wall Street’ o de un activista de la PAH. Pues sí, es de Robespierre. Toda esta disquisición viene al caso de la lamentable sucesión borbónica que nos han impuesto al pueblo. Dicen que por imperativo constitucional. Pero, todo el mundo sabe que la celebración de un referéndum sobre la forma de estado es perfectamente constitucional. En cualquier caso, conviene que Felipe VI sepa que asistir a la ceremonia de su coronación con uniforme militar es un símbolo tan potente que sólo se desprenderá de él si inicia su reino convocando un referéndum para que el pueblo decida si quiere monarquía o república”.

 Felipe VI, nuevo rey de España.

“Marioneta del poder –escribe Arturo González en Público.es, bajo el título ‘El nuevo rey, tan formalito y obediente’– prolongador de una saga que por fortuna ya no es lo que era pero por desgracia nos hunde en los abismos de la historia. Embajador sin atribuciones, capitán general sin mando. Símbolo de la unidad desunida, protagonista soñado de revistas del corazón. Asistirá impasible a la desigualdad de su pueblo, sin instar de manera seria a un poco de justicia, amenazando incluso con dimitir si hiciera falta, limitándose a recitar un cúmulo de palabras viejas con la intención de que sean nuevas, inconsciente y molesto tapón del cambio político necesario, qué decepción, érase que se era un príncipe tímido y taciturno que cuando se convirtió en rey se volvió respetuoso con lo establecido por podrido que estuviera”…
 
La Gran Vía, a las 10 horas, 30 minutos del jueves, Felipe y Leticia van al Congreso.
 
La proclamación de Felipe VI no pasó desapercibida para la gran mayoría de medios de comunicación de cualquier rincón del planeta. Son muchos diarios los que destacan las palabras de unidad y diversidad pronunciadas en su discurso por Felipe de Borbón, el guiño a nacionalistas con la frase de “en esta España cabemos todos” y el papel de la nueva reina, Letizia, sin dejar escapar los gestos de complicidad entre la nueva pareja real. En esta línea, el sensacionalista británico 'Daily Mail' abrió su edición digital con los besos entre los nuevos reyes, una pareja que convierte a la Corona española en la más “glamorosa” de todo el mundo. Sin embargo, el único diario que rompe con la idea de la sobriedad es el británico 'The Guardian', que subraya que “no todo fue austeridad” ya que “los nuevos reyes realizaron un recorrido por las calles del centro de Madrid en un Rolls-Royce descapotable”. Titula este diario en su web:  “El nuevo rey de España asume el trono”, resaltando que se trató de una ceremonia oficial sencilla acorde con la situación de austeridad de España, algo en lo que también incide el brasileño 'O Globo', que destacaba que “Felipe VI se enfrenta al desafío de un reino en crisis económica” o la versión digital de Der Spiegel. 


'Le Monde' pone especial énfasis en el “interminable” besamanos y se diferencia del resto al recoger en un lugar destacado el deseo de los republicanos de convocar un referéndum.  El diario 'Le Soir', el de mayor tirada en la región francófona del país, informa de forma destacada acerca de la ceremonia, haciendo hincapié en los retos a los que deberá hacer frente el monarca: la restauración de la imagen de la corona y el control de los movimientos separatistas y republicanos. Para el 'Daily Mail', Felipe y Letizia convierten a la Corona española en la más “glamorosa” de todo el mundo. Los principales medios chinos también se hicieron eco, reproduciendo la información facilitada por la agencia oficial Xinhua. Pero, son los medios de comunicación latinoamericanos, al margen de los españoles, los que lo han vivido con mayor entusiasmo, destacando la palabra “renovación” y la mención constante a los fuertes vínculos de sus países con España. 'Wall Street Journal' habla de una sobria ceremonia organizada en un periodo de “austeridad” que vive un país con “dificultades económicas”.
 
 
A pesar de los esfuerzos de la policía  que invitó al personal a que se trasladase a la Plaza de Oriente para que dieran una buena imagen, Felipe VI no logró llenarla...
Los 18 dibujantes que abandonaron  la revista satírica El Jueves, después de que la empresa editora, RBA, decidiera censurar una portada sobre la abdicación del rey, publicaron el miércoles pasado 'Orgullo y Satisfacción', un cómic de 75 páginas con el que quisieron “decir adiós a Juan Carlos I y dar la bienvenida a Felipe VI”. El cómic  está dirigido y coordinado por Guillermo, Albert Monteys, Manel Fontdevila, Bernardo Vergara y Manuel Bartual, históricos dirigentes de El Jueves. Los textos e historietas están firmados por los dibujantes que dejaron El Jueves: Ágreda, Albert Monteys, Asier y Javier, Bernardo Vergara, Guillermo, Isaac Rosa, Iu Forn, Lalo Kubala, Luis Bustos, Malagón, Manel Fontdevila, Manuel Bartual, Mel, Paco Alcázar, Paco Sordo, Pepe Colubi y Triz. La publicación salió a la venta un día antes de la coronación de Felipe VI. El cómic se puede comprar en la web abierta para la ocasión a un precio mínimo de 1,50 euros, “con la posibilidad de aportar más –afirman los dibujantes– si el lector lo desea (¡estamos con la nevera vacía y este verano va a ser muy largo!)”. Los autores seguirán colgando sus cosas si el tiempo no lo impide. “No queremos vivir en un país donde esta portada no se pueda publicar en papel”, dicen. La casta no quería que la corona de mierda apareciese en papel y ahora la revista catalana la ha publicado en portada y en contraportada.
 
"No se puede ceder ni un solo milímetro cuando la prensa se ha arrodillado de manera vergonzosa ante una monarquía antidemocrática y ensuciada por el escándalo –dicen en la revista–. Internet y las redes sociales son una herramienta fundamental para la libertad de expresión. Pero esta libertad de expresión ganada en el mundo virtual no debería servir de consuelo ante la pérdida de espacios de libertad en la prensa, las radios o las televisiones”. Estos profesionales del humor terminan dando su versión a la mierda que llevaba la corona de Manel Fotdevila en al portada de El Jueves: "Miramos el dibujo censurado y vimos que la corona estaba llena de porquería, suciedad... y nos preguntamos qué era toda esa suciedad que querían esconder los dueños de El Jueves. Nosotros tenemos una teoría. Esta teoría la hemos desarrollado en la contraportada".
Los profesionales que abandonaron la revista El Jueves, publican el  'Orgullo y Satisfacción', un tebeo de 75 páginas con el que quieren despedir al rey que se va y saludar al que viene. Estamos aquí –advierten–, en orgulloysatisfaccion.com. También nos encontrarás en Twitter y en Facebook, y podéis enviarnos cartas de amor a hola@orgulloysatisfaccion.com. Orgullo y Satisfacción lo edita “¡Caramba!”, una editorial independiente especializada en cómic y libros de humor fundada por Manuel Bartual y Alba Diethelm, en Madrid en junio de 2011. Son los editores de libros como Humor Cristiano de Alberto González Vázquez o El Hematocrítico de Arte, y de cómics como Ser un hombre: Cómo y por qué de Albert Monteys, Reunión de Manel Fontdevila o La industria de los sueños de Paco Alcázar.

 
Tras el especial del Web Negro sobre el cambio de rey, presentamos otros fotomontajes como: El Rey Juan Carlos y Rubalcaba se retiran, Me dejaron el marrón, Referéndum real, Entre un príncipe y un ex príncipe, Los lamentos de la reina Sofía y La reserva del capitán general.






 
Los dibujos de Erlich







Los humoristas tocan con sus trazos los temas de esta semana: Peridis, J. R. Mora, El Roto, Fontdevila, Forges, Pat, Malagón López, Vergara, Kap…

 Ascenso al trono.
 















   Todo lo republicano, fue prohibido el jueves en Madrid.
 
 
 
Pep Roig dibujó: Justicia políticamente ajustada, Todo el mundo es bueno, A rey abdicado, rey puesto, La inhumana humanidad, La España sólo para VIP’s.

 




Terminamos con seis vídeos. En el primero, los españoles reclaman un referéndum sobre la monarquía.



En el segundo, la Policía trató de impedir el acceso a personas con banderas republicanas al recorrido del paseo de Felipe VI por el centro de Madrid tras su coronación. Tres mujeres denuncian agresiones e insultos por parte de la policía al mostrar banderas republicanas. Un grupo de una decena de republicanos y cuatro periodistas fueron retenidos en las inmediaciones por los antidisturbios durante una hora y media hasta que acabó el acto.



En Bruselas, esta semana pasada los españoles organizaron un referéndum sobre la elección del jefe del Estado. En Bourse, se abrió el periodo de votaciones. La urna estuvo toda la semana en lugares emblemáticos de Bruselas. El jueves 19, se recontaron votos frente a la embajada.



Las absurdas órdenes recibidas de los altos mandos así como la incompetencia de los mismos para gestionar una protesta pacífica de unos pocos centenares de personas, unido al comportamiento de algunos agentes, más propio de un matón que de un servidor público, generan escenas tan graves e inquietantes como las que muestra este vídeo del jueves en Madrid, durante la concentración en la Puerta del Sol a favor de una república.



El popular programa Polònia, de TV3, ha hecho su propia versión de la sucesión de la Monarquía con una charla ficticia entre el rey y el heredero, en el que el estado actual de la Monarquía no sale bien parado. Con el regalo de un coche como pretexto, Don Juan Carlos hace entrega a Felipe de una herencia destartalada. “Hijo mío, ha llegado el momento de que lo conduzcas tú. A mí me lo dio Franco y yo lo tuneé un poquito para darle un aspecto más moderno”, empieza diciendo el rey a su hijo, que le responde: “Ya era hora, después de 39 años”. Pero lo que se encuentra el futuro rey está muy lejos de lo que imaginaba.


3 comentarios:

sancristo dijo...

No se donde nos llevará todo esto pero me da mucho que pensar que habia un libro que anunciaba ya en el 2007 la abdicacion del rey Juan Carlos y un proximo enfrentamiento cuando Felipe fuera rey
http://www.caesaremnostradamus.com/Lo%20cumplido_archivos/abdicaelreyjuancarlos.htm

sancristo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me quedo como minimo asombrado,después de ojear esta web.........tuvimos mas de un millón de muertos en el ultimo enfrentamiento entre españoles.....veo que no sera el ultimo.......me da pena,pero a los republicanos,no me gustan los bombones,por usurpadores y franceses,no a la republica,al menos ahora,repongamos como rey a un austria,y vacilemos al resto de las cortes..................