sábado, 13 de junio de 2020

El hombre que toca el piano para tranquilizar a elefantes viejos, discapacitados o que han sido torturados.


El pianista y compositor británico, Paul Barton, toca música clásica con su piano para elefantes ciegos y enfermos en un centro de recuperación de estos paquidermos en Kanchanaburi. El santuario tailandés alberga a más de 30 elefantes. Barton decidió, en 2011, estando ya retirado, trasladar su piano al aire libre y ubicarlo en plena naturaleza; en concreto, en un retiro para animales de Kanchanaburi, donde interpreta obras de Beethoven, Chopin y Schubert para su auditorio: los elefantes de la organización Elephants World, un santuario sin ánimo de lucro que rehabilita paquidermos que previamente han sufrido daños o sobrecargas de trabajo en la industria maderera. Suelen tener una edad ya avanzada, y algunos se han quedado ciegos.

La primera vez que se sentó en su piano, un elefante ciego llamado Plara fue el que más se acercó a curiosear. “Cuando escuchó Beethoven – comenta Paul–  dejó de comer, se detuvo y escuchó la música con la hierba saliendo de su boca”. Aquel elefante había sufrido mucho. Su anterior dueño le había quitado los colmillos y Plara no logró superar la infección que le provocó la extracción. Su muerte tocó el corazón de Barton. Siete años después de este concierto “privado”, Barton sigue tocando para un total de 28 paquidermos. Para este personaje lo bonito es que los animales no están obligados a escucharle, son libres. Lo son también de acercarse. No tienen cadenas que los aten a nada.

De esta manera, algunas de las mejores composiciones de la historia de la música culta son interpretadas para infundir paz a estos animales en las montañas y junto al río Kwai. Refiriéndose a uno de los elefantes que abren sus grandes orejas a la melodía, y de manera especial a la Sonata “Pathétique” de Beethoven, Barton, de quien partió la iniciativa, explica en su canal de Youtube que ‘Chaichana a menudo se mueve al ritmo de la pieza, casi como si la estuviera bailando’. Otros, como Ampan, una elefante de 80 años, ciega de un ojo y parcialmente del otro, disfrutan del “Claro de Luna” de Debussy de una manera casi humana.

Según explica Barton en My Modern Met, “la idea se me ocurrió un día que estaba tocando el piano en Elephants World. Estaba cerca, por casualidad, Plara, desayunando hierba. Al escuchar la música, dejó de comer y permaneció inmóvil durante toda la audición”. Plara, que ya falleció, fue solo el primero de los muchos elefantes que han disfrutado del talento de Barton, que incluso ha detectado que algunos de ellos se acercan al instrumento atraídos por el sonido. El pianista ha estado publicando estas experiencias en su canal de YouTube, que tiene más de 300.000 suscriptores, y donde los vídeos que recogen las reacciones de los elefantes ante la música se cuentan por decenas. Elefantes ciegos disfrutan de las melodías de Beethoven en un refugio de Tailandia .

Debussy "Clair de Lune" on Piano for 80 Year Old Elephant

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