domingo, 3 de noviembre de 2024

En EE.UU.,Trump y Harris quieren ser presidentes … En España, se expanden los estragos provocados por DANA.

Gestos de Harris contra Trump en política exterior.

En las próximas elecciones norteamericanas del 5 de noviembre, para ser candidato presidencial se debe haber nacido allí, tener al menos 35 años de edad y haber sido residente permanente en EEUU durante al menos 14 años. No se dice nada de que estar condenado en un juicio penal inhabilite para el puesto. Donald Trump y Kamala Harris cumplen las condiciones necesarias para ocupar la Casa Blanca. Trump tiene 78 años y Harris acaba de cumplir 60, exigencias fundamentales para postularse como candidato establecidas desde 1787 en la Constitución estadounidense. El caso del republicano es único. Es el candidato 'proscrito' que, sin embargo, puede aspirar a la presidencia. El juez Juan Merchan decidió el pasado septiembre retrasar la sentencia contra Trump por el 'caso Stormy Daniels', en el que fue declarado culpable de 34 delitos, convirtiéndose en el primer expresidente delincuente. Merchan aplazó su fallo, que estaba agendado para el 18 de septiembre, hasta después de las elecciones, en lo que fue una gran victoria para el magnate. Los juicios de los otros tres casos por los que está imputado quedaron también para después de los comicios, si es que llegan a celebrarse. Los votantes irán a las urnas sin saber si votan por un aspirante que puede acabar en la cárcel. Las encuestas están tremendamente ajustadas entre Harris y Trump, y cualquier resultado es posible. Como el sistema electoral estadounidense tiende a sobrerrepresentar a los estados poco poblados y el voto rural suele ser más conservador que el metropolitano, los demócratas están obligados a ganar en voto popular con un margen bastante elevado para poder alcanzar la presidencia. Trump ya ha dicho que quiere terminar la guerra y que forzaría un acuerdo “bueno para ambas partes”, aunque no sabemos qué entiende por “bueno” ni siquiera a quién se refiere cuando habla de “ambas partes”. Lo que parece evidente es que, si gana Trump, el apoyo a Ucrania se acabará, y la Unión Europea deberá enfrentarse a una soledad militar que le costará muchos disgustos… y mucho dinero. En la guerra de Oriente Medio, por el contrario, el apoyo casi incondicional a Israel no tiene visos de variar mucho… “En conclusión —concluye Enrique Feás—, mucha incertidumbre, y eso suponiendo que los resultados sean claros y no provoquen protestas, recuentos o incluso denuncias de fraude. Por otro lado, no olvidemos que cualquier victoria es compatible con un Congreso o un Senado débil o incluso hostil a la presidencia. Como siempre, pero esta vez más que nunca, la economía mundial va a depender de la papeleta que depositen los apenas 170 millones de ciudadanos registrados como votantes en Estados Unidos”.

Donald Trump, en un acto de campaña en el Madison Square Garden de Nueva York.

Desde el Madison Square Garden, uno de los estadios más simbólicos, Donald Trump  reclamó el pasado domingo la ciudad que lo vio nacer y en la que fue condenado por 34 delitos graves en marco del caso Stormy Daniels. Se rodeó de todo su séquito en un acto marcado por los insultos racistas por parte de los ponentes. Se refrió a Puerto Rico como “Isla de basura”, o al “anticristo” para hablar de la demócrata Kamala Harris. Trump no quiso quedar atrás en el desenfreno de insultos y ataques e insinuó que Harris es tonta: “Todo el mundo sabe que ella es una persona con un coeficiente intelectual muy bajo”. El periodista Tucker Carlson, que en su turno como telonero del magnate afirmó que “va a ser muy difícil para ellos decir que Kamala Harris obtuvo 85 millones de votos porque es muy impresionante. Que la primera exfiscal de California [...] con bajo coeficiente intelectual, ha sido elegida presidenta”. Insultos y teorías conspiranoicas sobre el fraude electoral de una sola pedrada. Antònia Crespí Ferrer, mencionó para ElDiario.es, el fantasma conspiranoico, que tanto agitan los republicanos en la recta final de la campaña, también se haya encarnado en la aparición de Rudolph Giuliani, exalcalde de Nueva York y antiguo abogado de Trump imputado en el caso estatal de Georgia por intentar alterar el resultado de las elecciones del 2020. “No voy a hacer teorías de conspiración, y tampoco las vaya a hacer, pero es algo curioso que intentaran todo lo demás [en referencia a las acusaciones penales contra Trump] y ahora intentan matarlo”, afirmó Giuliani, quien ya no puede ejercer como abogado en diversos estados por sus ataques a los resultados electorales de los pasados comicios. Trump compareció dos horas tarde. Las quejas y la frustración entre algunos de los asistentes eran visibles cada vez que el altavoz del estadio anunciaba un nuevo ponente y no era el republicano. El hecho de gastar el penúltimo fin de semana antes de las elecciones en dar un mitin en el Madison Square Garden es un claro mensaje de desafío a demócratas en unas elecciones que se auguran muy ajustadas. Aunque también hay un punto de sentimentalismo. Nueva York sigue siendo la ciudad de Trump, aunque el magnate ahora esté empadronado en Florida para pagar menos impuestos. Pero, por unas horas, el magnate ha podido acariciar la idea de cómo sería si consiguiese cambiar de color este estado. Una fantasía que alimentó el republicano Vivek Ramaswamy diciendo que Nueva York es un ‘swing state’ y la congresista, Elise Stefanik, declarase: ‘Como neoyorkina nacida y criada aquí, Nueva York es territorio Trump’. El expresidente volvio a hacer gala de su retórica xenófoba e histriónica, con las mismas promesas de una ‘época dorada” para Estados Unidos y una ‘deportación masiva’, si vuelve a la Casa Blanca. ‘El primer día lanzaré el programa de deportación más grande en la historia de Estados Unidos. Rescataré cada ciudad y pueblo que haya sido invadido y conquistado’, dijo. En su discurso, Trump argumentó que los estadounidenses están peor ahora que hace cuatro años y anunció una nueva política que ofrecerá un crédito fiscal a los cuidadores que se encargan de un padre u otro miembro de la familia. Y, como es de costumbre, volvió a asegurar que, si él gobierna, se acabarán los conflictos, prometiendo que no iniciaría guerras si es presidente. Aunque incluyera el matiz de que, si hubiera un conflicto con China, “les patearíamos el trasero“.

La ex primera dama, Michelle Obama se une a la vicepresidenta Kamala Harris en Kalamazoo.

La vicepresidenta Kamala Harris y la ex primera dama de EEUU, Michelle Obama, unieron fuerzas en el estado clave de Míchigan para advertir a los votantes de que “hay mucho en juego” en las elecciones del próximo 5 de noviembre, en especial para la salud y los derechos reproductivos de la mujer, si Donald Trump llega nuevamente a la Presidencia “En los últimos ocho años, Donald Trump se ha vuelto más confundido, más inestable y más enojado, y está claro que se ha vuelto cada vez más desquiciado”, le acusa Harris. La vicepresidenta también echa mano de una reciente sentencia de la Corte Suprema de EEUU que le otorgó inmunidad parcial al expresidente por el caso del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. “Imagínense a Donald Trump sin una barrera que lo detenga”, recalca. Harris critica a su oponente por haber dicho que quería generales como los de Adolf Hitler durante su mandato en la Casa Blanca y amenazar con usar al ejército contra aquellos que no están de acuerdo con él. Obama no se queda atrás en las críticas al republicano al confesar que está “un poco enojada porque somos indiferentes a su comportamiento errático, su evidente deterioro mental, y su historia como delincuente convicto”, cuando se compara al candidato republicano con Harris. La primera dama también dedicó un buen espacio de su discurso de más de 40 minutos y de antesala a Harris para enumerar los fracasos de la Administración Trump al calificar como pobre la respuesta a la pandemia de la covid-19, cuando desacreditó a los científicos y esparció información falsa. El mitin en Míchigan también sirvió para que Harris y Obama apelaran al voto de las mujeres y les advirtieran sobre los riesgos de permitir que el republicano regrese a la Casa Blanca. La ex primera dama retó a las mujeres a mantener su voto en privado, independientemente de las opiniones políticas de los hombres de su familia y a ellos les dijo que votar por Trump o un candidato de un tercer partido “traería daños colaterales” a sus esposas, hermanas e hijas. Por su parte, Harris hizo un recuento de cómo los tres miembros de la Corte Suprema elegidos por el republicano en su mandato ayudaron a derogar la sentencia Roe vs Wade que protegía el aborto a nivel nacional. Tanto Harris como Obama urgieron a los votantes a emitir su voto de forma anticipada. “Creo que Donald Trump es un hombre poco serio, pero las consecuencias de que vuelva a ser presidente son brutalmente graves”, afirmó Harris. Míchigan es uno de los siete estados competitivos de Estados Unidos que decidirán la elección en unos días.

¿Puede Donald Trump volver a ser presidente de EE.UU.?

Dos días antes del día electoral, se vive una de las campañas más tensas y controvertidas de la última década. Los ciudadanos estadounidenses se citan en las urnas el próximo martes, 5 de noviembre para elegir a su nuevo presidente o presidenta, el exmandatario republicano, Donald Trump o la hasta ahora vicepresidenta, la demócrata Kamal Harris.  “Pero, en esta ocasión — advierten en Vozpópuli Lupe Carrasco y Susana Crespo—, aunque el cruce de acusaciones, insultos y descalificaciones no ha cesado, es distinto, ya que se puede dividir entre el periodo en el que el magnate fue presidente y los años en los que aspiraba a regresar a la Casa Blanca. En el caso de Harris ocurre lo mismo, se pueden analizar sus decisiones como vicepresidenta de Joe Biden, así como candidata”. El mandato de Donald Trump, que ocupó el Despacho Oval desde 2017 hasta 2021, al coger el testigo a Barack Obama (2009-2017) y vencer a Hillary Clinton, fue uno de los más polémicos de la historia de Estados Unidos... Su presidencia también la marcó la política migratoria y la promesa de la construcción del muro en la frontera con México, así como sus continuos ataques a la OTAN, la dura guerra comercial con China, el negacionismo del covid, su particular batalla contra los medios y periodistas y difusión de fake news. Trump fue el primer presidente en enfrentarse a dos 'impeachment' (juicio político, en español). El primero, por haber presuntamente presionado a líderes de Ucrania para que investigaran a Joe Biden y a su hijo Hunter. Salió absuelto con 52 votos frente a 48 en la primera acusación y 53 a 47 en la segunda, incluyendo el voto para que fuera condenado del republicano Mitt Romney. En el segundo juicio político se le acusó de incitar a sus seguidores en el asalto al Capitolio contra los resultados de las elecciones de 2020. Pese a que la Cámara de Representantes aprobó el proceso, con el voto de 10 republicanos, finalmente el Senado lo absolvió, con 57 votos a favor y 43 en contra. Ahora, el magnate intenta recuperar la Casa Blanca siendo el primero en ser declarado culpable de un caso penal por un jurado. Así, el republicano se presenta inmerso en una maraña judicial, con casos sobre ocultación de documentos clasificados en su mansión de Mar-a-Lago, casos de abuso sexual y fraude fiscal, el mencionado asalto al Capitolio y las acusaciones de fraude electoral tras los resultados electorales de 2020. También con una campaña en la que ha empleado una estrategia racista, sexista y en la que ha vuelto a difundir bulos.

Si gana Harris, será la primera presidenta mujer y de raza negra del país norteamericano.

“Por su parte, Kamala Harris llega con un enorme hándicap y los republicanos se lo han hecho saber: ¿por qué siendo vicepresidenta no ha cumplido ninguna de las medidas que ahora promete? La demócrata ha estado en la Casa Blanca, ha sido la mano derecha de Biden y esto le ha beneficiado, pero, sin duda, también le ha perjudicado. No parte como desconocida pero su labor en Washington ha quedado enterrada, ha pasado desapercibida, algo a priori habitual entre los vicepresidentes. No obstante, en este caso, entre las funciones que le concedieron estaban asuntos tan relevantes como la inmigración. Otro de los principales escollos de Harris es su ambigüedad. Ha preferido mantenerse en la línea del anterior candidato no solo en temas como la frontera, sino en asuntos tan candentes como la guerra en Oriente Próximo y su apoyo explícito y férreo a Israel pese a que sus métodos están siendo cuestionados por la comunidad internacional. Todo ello, con un perfil supuestamente más progresista y partidario de reconocer los derechos de los palestinos. Harris tampoco cuenta con una agenda política clara ni propuestas demasiado concretas en asuntos como la sanidad. Pero uno de los puntos más polémicos también reside en sus cambios de opinión, que ella misma ha reconocido. Asimismo, la hasta ahora vicepresidenta apoya el derecho al aborto —uno de los asuntos que más divide a la sociedad estadounidense, incluso dentro de las filas demócratas—, aboga para que sean las empresas y las familias con más recursos las que hagan mayor esfuerzo fiscal —algo que hizo saltar las alarmas entre este sector— y aseguró en 2020 que prohibiría el 'fracking', algo que ahora defiende. Sin embargo, una de las controversias más destacadas de la candidata fue durante su etapa como fiscal. Se definía como 'top cop', es decir, ‘policía jefa’, pero lo hizo en un momento en el que estaba en pleno auge el Black Lives Matter, tras el asesinato de George Floyd a manos de un policía, por lo que la población de raza negra mostró su rechazo. Sea como fuere, estas elecciones presidenciales en Estados Unidos se presentan de lo más interesantes. Si gana Trump, lo hará como alguien de sobra conocedor del cargo en el que ya estuvo cuatro años, que tomó decisiones más o menos controvertidas pero que logró cambiar lo que decían las encuestas y sentarse en el Despacho Oval durante cuatro años. Si gana Harris, será la primera presidenta mujer y de raza negra del país norteamericano y lo haría como alguien que contaba con un nivel bajísimo de popularidad. Logró combatirlo dando la vuelta a las encuestas y con donaciones récord a un partido demócrata sumido en el caso, que consiguió recuperarse de manera milagrosa”.

La vicepresidenta estadounidense y actual candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, en la Elipse de Washington, DC, Estados Unidos.

Kamala Harris pronunció su discurso final de campaña desde el Ellipse, el mismo punto del National Mall donde el 6 de enero de 2021 un Donald Trump derrotado en las urnas gritaba a sus seguidores: “Si no lucháis como demonios, ya no tendréis país”. Antònia Crespí Ferrer nos cuenta lo declarado en ese discurso:  “Aquellos que vinieron antes que nosotros [...] no lucharon, sacrificaron y dieron sus vidas solo para vernos ceder nuestras libertades fundamentales. No hicieron eso solo para vernos someternos a la voluntad de otro pequeño tirano. Estos Estados Unidos no es un trampolín para los esquemas de aspirantes a dictadores”, defendido Harris ante una multitud exultante que ondeaba banderas norteamericanas y sujetaba carteles con las siglas USA.  “Él es la persona que estuvo en este mismo lugar hace casi cuatro años y envió una multitud armada al Capitolio de los Estados Unidos para anular la voluntad del pueblo en una elección libre y justa, que sabía que había perdido. Es hora de dejar de señalar con el dedo y empezar a unirnos. De pasar la página del drama y el conflicto, el miedo y la división. Es hora de una nueva generación de liderazgo en Estados Unidos”. Harris hizo uno de los retratos más oscuros de Trump hasta la fecha. Ya no era el “ególatra” que solo pensaba en sí mismo, o el “abuelo” cuyos delirios eran preocupantes. Tampoco el criminal convicto frente a la fiscal. Era el hombre que tenía una lista de enemigos para cuando volviese al poder, el que hablaba del “enemigo interno”, el individuo que miraba el asalto al Capitolio “desde la Casa Blanca” y, cuando “el personal le informó que la multitud quería matar a su propio vicepresidente, Trump respondió con dos palabras: '¿Y qué?'”  Con este giro, etiquetando el magnate de “fascista”, en lugar de reducirlo a un “ególatra”, la demócrata corría el riesgo de repetir los errores de su predecesor. Pero esta noche fue capaz de señalar a Trump como una amenaza para la democracia y aun así, ni su voz ni su mensaje se habían ensombrecido. Todo lo contrario, por encima de la oscuridad, intentaba reivindicar el futuro y la esperanza. “Este no es un candidato a la presidencia que esté pensando en cómo mejorar tu vida. Es alguien inestable, obsesionado con la venganza, consumido por el resentimiento y en busca de un poder sin control. Donald Trump ha pasado una década tratando de mantener al pueblo estadounidense dividido y temeroso unos de otros. Así es él. Pero, Estados Unidos, estoy aquí esta noche para decir: esa no es nuestra identidad”. Harris se ofreció no como la candidata alternativa para aquellos que no quieren a Trump en el poder, sino como la candidata para aquellos que quieren construir un nuevo país que deje atrás la polarización que empezó con la irrupción del magnate en la política. El endurecimiento de posiciones en la candidatura de Harris, que reflejan su voluntad de ocupar un centro político para llegar a los indecisos y a los republicanos descontentos con Trump, también se podía percibir en otras afirmaciones. Después de convertirse en el relevo generacional que necesitaba el partido demócrata, Harris se postuló como el relevo generacional que necesitan los Estados Unidos: “Me comprometo a escuchar: a los expertos, a aquellos que se verán afectados por las decisiones que tome y a las personas que discrepan conmigo. A diferencia de Trump, no creo que las personas que no están de acuerdo conmigo sean el enemigo. Él quiere meterlos en la cárcel. Yo les daré un lugar en la mesa”. La imagen que quería subrayar Harris a una semana de las elecciones era la de una líder fuerte capaz de liderar una transición hacia un país que deje atrás las divisiones que ahora parecen casi irreconciliables. Las encuestas nacionales siguen dibujando una lucha muy ajustada, con un 48,1% para Harris y un 46,7% para Trump, según el agregador Fivethirtyeight.      

Trump llega a su último mitin subido a un camión de basura para rebatir un desliz de Biden.

El ex presidente confiesa en un mitin en Wisconsin, al que llegó en un camión de la basura, que sus asesores le habían pedido, sin éxito, que no hiciese ese tipo de comentarios sobre las mujeres. “Voy a hacerlo, les guste o no a las mujeres. Voy a protegerlas. Voy a protegerlas de los migrantes que llegan. Voy a protegerlas de los países extranjeros que quieren atacarnos con misiles, y de muchas otras cosas”. Así explicó el ex presidente Donald Trump el miércoles en un mitin en Green Bay (Wisconsin) su plan para las mujeres estadounidense, vestido de trabajador de la limpieza, en respuesta a las críticas de Joe Biden por los comentarios contra Puerto Rico, en un acto del margnate el domingo pasado en Nueva York. Trump reconoció que sus asesores le habían aconsejado no hablar de “proteger a las mujeres”, a raíz de unos comentarios pronunciados en septiembre. “A esta gente le pago mucho dinero, y les respondí: 'Bueno, voy a hacerlo, les guste o no a las mujeres'. Voy a protegerlas”. La portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, le respondió, según recoge NBC: “Harris puede ser la primera mujer vicepresidenta, pero ha implementado políticas peligrosamente liberales [progresistas] que han dejado a las mujeres en peor situación financiera y mucho menos seguras de lo que estábamos hace cuatro años bajo el presidente Trump. Las mujeres merecen un presidente que asegure las fronteras de nuestra nación, elimine a los criminales violentos de nuestros vecindarios y construya una economía que ayude a nuestras familias a prosperar, y eso es exactamente lo que hará el presidente Trump”, añadió Leavitt, criticando las políticas de la Casa Blanca en materia de migración y economía. Trump, que ya ha sido criticado incluso dentro de las filas republicanas por ser “excesivamente masculino” y por obtener peores resultados entre las mujeres en los últimos sondeos, se ha atribuido el mérito de los recortes en los derechos al aborto y ha alabado que la cuestión del aborto se remita a los estados, si bien ha dado a entender que no firmaría una prohibición federal del aborto. “Tengo que empezar diciendo que 250 millones de estadounidenses no son basura”, dijo Trump al inicio de su discurso de casi 90 minutos. No especificó cómo había llegado a la cifra de 250 millones, pero parece que se trata aproximadamente de toda la población de Estados Unidos menos los que votaron a Biden en 2020. Una metedura de pata de Biden, una más en sus casi cuatro años en el cargo, amenazaba con complicar la campaña de Harris, después de que su esfuerzo por ganarse a los votantes latinos se viera reforzado por el comentario del cómico Tony Hinchcliffe en el mitin del domingo pasado en el Madison Square Garden, en el que dijo que el territorio estadounidense de Puerto Rico es “una isla flotante de basura en medio del océano”. Las estrellas puertorriqueñas Bad Bunny y Ricky Martin anunciaron desde entonces su apoyo a Harris, y el miércoles, el cantante de reggaeton Nicky Jam, que también tiene vínculos con la isla, citó los comentarios para retirar su apoyo a Trump. Biden, sin embargo, pareció regalar al Partido Republicano una nueva línea de ataque cuando dijo en una llamada Zoom el martes por la noche con una organización de votantes latinos: “La única basura que veo flotando por ahí son sus seguidores... su demonización de los latinos por parte de sus partidarios es inconcebible y es antiestadounidense”. El presidente aclaró más tarde que su intención era criticar “la retórica de odio” contra los latinos que se vio en el Madison Square Garden, pero la campaña de Trump insistió en que Biden estaba denigrando a las personas que votaron por el ex presidente.

Un experto de AEMET predijo, cinco días antes de la llegada de DANA, en Valencia, sus devastadoras consecuencias.

Juan Jesús González Alemán, doctor en Física y Meteorólogo Superior del Estado, fue el investigador de la Agencia Estatal de Meteorología que, cinco días antes de que llegase la DANA a Valencia, avisó del peligroso potencial de la misma a su paso por la Península. La emergencia fue anunciada con un aviso rojo por la AEMET, advirtiendo del “peligro extremo”. Dijo que, si todo seguía como preveían los modelos, “durante los próximos cinco días, esta DANA, por sus características y comportamiento, podía entrar en el grupo de las de alto impacto”. Irónicamente, su tuit se llenó en su momento de mensajes de negacionistas del cambio climático, burlándose de su predicción y llamándole “farsante climático”. Pero, desde su inicio, las cifras de lo que algunos ya describen como la peor DANA del siglo en nuestro país se temió que pudieran aumentar. (Tremending).

Otros comentarios, imágenes, fotos y fotomontajes:

Los estragos provocados por DANA, a su paso por Valencia.

DANA, acrónimo de “Depresión Aislada en Niveles Altos”, es un fenómeno meteorológico que, al entrar en contacto con aire cálido y húmedo, provoca intensas precipitaciones y tormentas. La actual DANA de esta semana afectó a varias regiones de España con lluvias intensas, desbordamientos de ríos y fuertes vientos, especialmente en la Comunidad Valenciana, Murcia, y otras zonas del Mediterráneo, dejando pueblos cubiertos de barro y miles de personas aisladas, sin luz, agua y comida La provincia de València es la más afectada por el temporal, con más de dos centenares de fallecidos y un millar de desaparecidos. En la noche del jueves más de 300.000 vecinos seguían sin teléfono y casi 80.000 sin luz. En las zonas más golpeadas siguen reclamando con urgencia alimentos y agua potable.

Así presumía el PP de Carlos Mazón hace un año de suprimir la Unidad Valenciana de Emergencias: “Que esto no se olvide”

Las redes sociales se volvieron a convertir en un foro utilizado por los ciudadanos que pidieron ayuda, haciéndose eco de las imágenes del devastador efecto de las inundaciones y preguntándose si no se podía haber hecho algo más para minimizar sus efectos o, simplemente, tirar de memoria. Muchos coinciden en recordar un tuit del PP de la Comunitat Valenciana, pocos meses después de que Carlos Mazón ganara las elecciones y se convirtiese en president, presumiendo de que la Unidad Valenciana de Emergencias fuera “el primer organismo de Ximo Puig suprimido por Carlos Mazón. Entre las atribuciones perseguidas, “mejorar la coordinación autonómica en la respuesta de catástrofes naturales, como incendios forestales o inundaciones”.  Desde la Generalitat se aseguró que la Unidad Valenciana de Emergencias (UVE) “solo era un organismo ficticio más, con cero bomberos, cero medios materiales más y cero eficiencia” y se aseguró que “en ningún caso mejoraba ni ampliaba ningún servicio” de Emergencias. “Solo crea puestos para pagar sueldos a eventuales colocados a dedo”, sostienen fuentes citadas por Europa Press.  (Tremending).

“Entre Mazón en chaleco y el Borbón en traje de faena, todos salvados”

La DANA más destructora del siglo ha dejado un país conmocionado con una cifra confirmada de más de dos centenares de muertos hasta el momento, la inmensa mayoría en València. Tras la tragedia, empieza el análisis de lo que pudo hacerse mal y la gestión de Carlos Mazón queda en entredicho por los múltiples avisos que desoyó antes de alertar a la población. De hecho, el propio president tuvo que borrar un tuit.  Y tras los esfuerzos de los servicios de emergencia, no podía faltar el show de los políticos, con Carlos Mazón y otros, poniéndose el chalequito como si fueran a quitar escombros con sus propias manos. Y el rey Felipe VI, disfrazado de Maverick en Top Gun y vestido con el mono de piloto del Ejército del Aire y el Espacio, afirmó desde la base aérea de Gando (en Las Palmas de Gran Canaria) estar desolado y preocupado por la tragedia. Sin embargo, se sentía preparado para coger el caza y bombardear algo. El mismísimo Juan Manuel Moreno Bonilla con una preciosa chaqueta reflectante señalaba el horizonte. (Trenmding)

…y no hemos avisado antes porque no hemos querido.

Y por si fuéramos pocos, llegó Alberto Núñez Feijóo para supervisar. Aprovechó el jueves para desplazarse al terreno y, desde allí… cargar contra el Ejecutivo de Sánchez y todo el que se pusiese a tiro: “No tengo ninguna información del Gobierno central en absoluto, nadie me ha informado de nada; he sido yo el que, a través de los presidentes autonómicos, me he tenido que ir informando de lo que ocurría en mi país”. A víctima no le ganaba nadie.


Raimon, cantautor español en lengua valenciana, uno de los máximos exponentes del movimiento histórico de la Nova Cançó y uno de los artistas veteranos más reconocidos, ya lo cantaba en 1984:

Al meu país la pluja no sap ploure:

o plou poc o plou massa;

si plou poc és la sequera,

si plou massa és la catàstrofe.

¿Qui portarà la pluja a escola?

¿Qui li dirà com s'ha de ploure?

Al meu país la pluja no sap ploure


Willy Toledo relata una década de ostracismo en el cine español

El actor Willy Toledo ha estado casi una década desaparecido de las pantallas de cine españolas por sus opiniones políticas y su posicionamiento con determinadas causas. Ahora que vuelve a tener protagonismo en series y películas de producción española, ha narrado cómo vivió esos años a la sombra. “Con el tiempo entendí que cuando quieren atacar, es difícil hacerlo contra todo un colectivo. Lo fácil es coger un chivo expiatorio y volcar toda esa rabia contra un solo sujeto. Me tocó a mí”, explicó en la Cadena Ser. “Me jode decirlo, pero intentaron joderme la vida y lo consiguieron. En casi diez años, sólo conseguí hacer una película en mi país y tuvo que ser Pedro Almodóvar quien me sacara”. Señala el podcast ‘Eh!’, tras explicar que era el único director en España al que nadie podía decirle ‘este actor sí’ o ‘este actor no’: “De la noche a la mañana, pasas de recibir 30 ofertas al año a no recibir absolutamente ninguna por el hecho de opinar como opino, sentir como siento y de haber formado parte del Sindicato de Actores y Actrices”. Después de todos estos años y a pesar de no sentir el apoyo de su gremio, al menos en público, el actor ha conseguido volver al ruedo sin renunciar a pronunciarse políticamente. “Si tengo que elegir entre mis principios y mi trabajo, volveré a elegir mis principios”, ha zanjado. (Tremending)

Olas gigantes en Nazaré, Portugal

Desde 2011, la playa de Nazaré, en Portugal, es de las pocas (por no decir la única) que luce más en la época invernal que en verano. La razón es el espectáculo de sus famosas olas gigantes. Unas olas que seguramente estuvieran ahí desde mucho antes, pero fue en ese año cuando se viralizó la hazaña del hawaiano Garret McNamara, que surfeó una ola de 24 metros.  Desde entonces los surfistas más experimentados corren a Nazaré en la temporada de olas para surfear las más grandes del mundo, llegado a registrar más de 30 metros de altura.

El humor en la prensa de esta semana: El Roto, Peridis, Eneko, Caín, Vergara, Manel F., Miliki y Duarte, Puebla, Sabiote, Santygutiérrez, Enrique, Flavita Banana, Javi Salado…










Heridas.


La DANA y el fango.
Va pa'lante
Dana.
La incompetencia.








Pep Roig, desde Mallorca:

 El regreso del Prínsipe Asul (Cap. 13)


Silencio, se viola.

   La suerte de matar.

La carnaza.

Bis

Temores.

Normalidad pasada.

Los vídeos de esta semana:

 Kamala Harris o Donald Trump: sprint final de una campaña electoral llena de polémicas

… A una semana de la gran batalla

Trump y Harris aceleran sus campañas en estados claves a pocos días de las elecciones

DANA EN VALENCIA | El día después de la tragedia: imágenes y testimonios | EL PAÍS

DANA EN VALENCIA | "El desastre en Paiporta está por todas partes" | EL PAÍS

la tragedia, la política y lo inabarcable · UN TEMA AL DÍA

Día 2 en la zona 0: Los valencianos siguen aguantando.

MAZÓN contradice a FEIJÓO y agradece a SÁNCHEZ la coordinación por la DANA

Raimon a Xàtiva (2010) - "Al meu país la pluja"


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