Con un martillo, Sara García, astronauta, “rompería el muro que separa las ciencias de las letras”.
Sara García, primera mujer española en ser astronauta.
Es la primera mujer
española astronauta que realizó un entrenamiento en el Centro Europeo de
Astronautas de la ESA, en Colonia. Sin embargo, Sara García,
bióloga molecular que trabaja en el Centro Nacional de Investigaciones
Oncológicas, va mucho más lejos, liderando un proyecto para descubrir nuevos
fármacos contra el cáncer de pulmón y de páncreas. Y, el 23 de enero publicó su
primer libro, “Órbitas”, una mezcla entre el ensayo, la ficción y la
autobiografía. “Las órbitas son caminos, experiencias vitales, distintas
trayectorias que llevamos a cabo cuando hay una fuerza que nos impulsa. Mi
gasolina, mi motor, ha sido siempre la curiosidad y gracias a la curiosidad es
cómo me he atrevido a explorar distintas opciones, sin ligarme a un único
camino, a una única órbita, a una única trayectoria, porque para mí existen
muchas más próximas a ese núcleo que te impulsa, más alejadas, más circulares,
más hiperbólicas”, explica a Livia Drusila Castro, en Público
Sara es bióloga molecular
y en el año 2022 fue seleccionada, entre 23.000 candidatos, como astronauta de
reserva en el Cuerpo Europeo de Astronautas. Se convirtió en la primera mujer
española en lograrlo. Y en septiembre de 2024 fue la primera en realizar un
entrenamiento inicial en Colonia. El camino, la órbita que le ha conducido
hasta el lugar en el que está hoy, no ha sido una órbita que haya trazado una
línea recta, sino una curva. Sara se licenció en biotecnología y después se
especializó en biología molecular, y como tantas otras mujeres ha tenido que
lidiar con los prejuicios de convivir en un mundo, a veces, liderado
inexorablemente por hombres. “Vivimos en
una sociedad que cada vez es más feminista, pero que todavía acarrea una
cultura que al final lastra y dificulta el acceso de mujeres a según qué
puestos, especialmente cuando la toma de decisión o la elección de los colegas
que ocupan esos puestos de responsabilidad la hacen otros hombres”, se lamenta.
Sin embargo, los
obstáculos para ella nunca han sido motivo suficiente para pisar el freno, sino
más bien una razón para crecerse ante ellos, para plantarles cara y acelerar. “Una
cosa que sí que he intentado desde que era pequeña es no permitir que mis
circunstancias o mi sexo, en este caso, modifique o altere de alguna forma los
pasos que yo voy a dar. Es probable que el hecho de venir de una ciudad pequeña
o ser mujer me pueda condicionar, son barreras externas, pero no seré yo la que
se ponga barreras internas de autolimitarse pensando que por el hecho de ser
mujer lo voy a tener más difícil o no voy a llegar a un puesto relevante en
ciencia o en otras profesiones masculinizadas”, esgrime.
Para ella no existen
barreras, le gusta aprender de todo lo que le rodea. Le apasiona la ciencia, la
investigación, la música, la cultura y también la literatura. “Si me dieran un
martillo para romper el muro que separa las ciencias de las letras, lo haría
ahora mismo. Para mí ambas cosas tienen que ir de la mano y se interrelacionan
de mil maneras”, explica. En su libro habla, entre otras muchas cosas, de cómo,
por ejemplo, relaciona las leyes de Newton con experiencias y aprendizajes
vitales.
Astronauta Sara García: "Quiero contribuir de
algún modo a la sociedad"| Elle España
No hay comentarios:
Publicar un comentario