martes, 28 de enero de 2025

Con un martillo, Sara García, astronauta, “rompería el muro que separa las ciencias de las letras”.

 

Sara García, primera mujer española en ser astronauta.

Es la primera mujer española astronauta que realizó un entrenamiento en el Centro Europeo de Astronautas de la ESA, en Colonia. Sin embargo, Sara García, bióloga molecular que trabaja en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, va mucho más lejos, liderando un proyecto para descubrir nuevos fármacos contra el cáncer de pulmón y de páncreas. Y, el 23 de enero publicó su primer libro, “Órbitas”, una mezcla entre el ensayo, la ficción y la autobiografía. “Las órbitas son caminos, experiencias vitales, distintas trayectorias que llevamos a cabo cuando hay una fuerza que nos impulsa. Mi gasolina, mi motor, ha sido siempre la curiosidad y gracias a la curiosidad es cómo me he atrevido a explorar distintas opciones, sin ligarme a un único camino, a una única órbita, a una única trayectoria, porque para mí existen muchas más próximas a ese núcleo que te impulsa, más alejadas, más circulares, más hiperbólicas”, explica a Livia Drusila Castro, en Público

Sara es bióloga molecular y en el año 2022 fue seleccionada, entre 23.000 candidatos, como astronauta de reserva en el Cuerpo Europeo de Astronautas. Se convirtió en la primera mujer española en lograrlo. Y en septiembre de 2024 fue la primera en realizar un entrenamiento inicial en Colonia. El camino, la órbita que le ha conducido hasta el lugar en el que está hoy, no ha sido una órbita que haya trazado una línea recta, sino una curva. Sara se licenció en biotecnología y después se especializó en biología molecular, y como tantas otras mujeres ha tenido que lidiar con los prejuicios de convivir en un mundo, a veces, liderado inexorablemente por hombres.  “Vivimos en una sociedad que cada vez es más feminista, pero que todavía acarrea una cultura que al final lastra y dificulta el acceso de mujeres a según qué puestos, especialmente cuando la toma de decisión o la elección de los colegas que ocupan esos puestos de responsabilidad la hacen otros hombres”, se lamenta.

Sin embargo, los obstáculos para ella nunca han sido motivo suficiente para pisar el freno, sino más bien una razón para crecerse ante ellos, para plantarles cara y acelerar. “Una cosa que sí que he intentado desde que era pequeña es no permitir que mis circunstancias o mi sexo, en este caso, modifique o altere de alguna forma los pasos que yo voy a dar. Es probable que el hecho de venir de una ciudad pequeña o ser mujer me pueda condicionar, son barreras externas, pero no seré yo la que se ponga barreras internas de autolimitarse pensando que por el hecho de ser mujer lo voy a tener más difícil o no voy a llegar a un puesto relevante en ciencia o en otras profesiones masculinizadas”, esgrime.

Para ella no existen barreras, le gusta aprender de todo lo que le rodea. Le apasiona la ciencia, la investigación, la música, la cultura y también la literatura. “Si me dieran un martillo para romper el muro que separa las ciencias de las letras, lo haría ahora mismo. Para mí ambas cosas tienen que ir de la mano y se interrelacionan de mil maneras”, explica. En su libro habla, entre otras muchas cosas, de cómo, por ejemplo, relaciona las leyes de Newton con experiencias y aprendizajes vitales.

Astronauta Sara García: "Quiero contribuir de algún modo a la sociedad"| Elle España


No hay comentarios: