22 de octubre. Sarkozy, Platini y "La Marsellesa"
Los dos goles de Hery a Túnez quedaron en segundo plano por los silbidos a "La Marsellesa"
Silbar, pitar y abuchear el himno francés al iniciar un partido en París puede irritar y encolerizar a las máximas autoridades de la nación. El hecho ocurrió la semana pasada en el Estadio de Francia, situado en el departamento de Seine-Sant Denis, lugar en donde, dos años antes, se desencadenó una serie de disturbios. La selección francesa, un equipo multiétnico, se enfrentaba contra la tunecina, y, nada más entonar La Marsellesa, antes de comenzar el partido, las broncas fueron de órdago. Pero también abuchearon el himno nacional tunecino. El hecho no fue aislado. Ocurrió ya en el 2001, con Francia-Argelia, y en 2007, ante de Francia-Marruecos. Tres partidos contra una selección magrebí. Pero, cuando la hinchada oyó eso de “Marchemos, hijos de la Patria,/ que ha llegado el día de la gloria…”, no jaleó ni se unió a la marcha, sino que abucheó La Marsellesa.
El hecho alarmó a las autoridades nacionales, heridas por las pitadas. El presidente, Nicolás Sarkozy, criticó los “escandalosos incidentes” y mandó llamar a Bernard Laporte, responsable de Deportes, para exigirle una explicación. La Patria había sido ultrajada por los espectadores del partido de fútbol. Laporte se puso nervioso y dijo que no había que jugar más con equipos del Magreb. Que lo mejor era jugar en provincias, “donde somos recibidos como dioses”. Roselyne Bachelot, ministra de Salud, Juventud y Deportes, explicó que todos los ministros del Gobierno abnadonarían el estadio si se abucheaba el himno y Jean Pierre Escalettes, titular de la Federación Francesa, anunció que los próximos partidos amistosos serían suspendidos si pasaba lo mismo. Y todos coincidieron con le presidente en que "La Marsellesa" era "símbolo de la República Francesa" y en que no podían tolerar esos gestos contra la misma.
Michel Platini, presidente de la UEFA, criticó al presidente de la República, Nicolás Sarkozy, por su propuesta de parar los partidos en los que se silbara a “La Marsellesa”. Platini recordó que el himno nacional francés “ya era silbado” en su época de futbolista y que los mencionados pitidos en un partido amistoso entre Francia y Túnez no podían ser considerados como “una falta de respeto”. “Hace 30 años –recordaba en una entrevista con “Le Monde”–, cuando jugaba con Francia, 'La Marsellesa' ya era silbada en todos los campos, pero entonces el fútbol no interesaba a los políticos y esto no chocaba a nadie”. Para el dirigente deportivo el fútbol había pasado a ser un “rehén” del mundo político “porque esta historia de los silbidos se ha convertido en un asunto político que no tiene nada que ver con el deporte”. E insistía en su visión del tema.
Platini recordó el incidente del Mundial de España cuando el presidente de la Federación de Kuwait invadió el terreno de juego para anular el gol que había encajado su selección ante los 'bleus'. “El árbitro fue entonces suspendido de por vida”. Pero advirtió que los reglamentos dictaban que los partidos sólo se podían suspender “en caso de actos racistas” y nunca “por una autoridad política”. Tampoco estaba de acuerdo con la medida de retirar los himnos. “El himno es la historia del país y cuando uno juega con su selección, juega por su país”. Sin embargo, Platini aseguraba no haber nunca cantado “La Marsellesa”: “Me parece el himno más bello del mundo, pero, al fin y al cabo, un canto guerrero. Y, para mí, un partido de fútbol es un juego y no la guerra. Eso no quiere decir que no esté orgulloso de escucharla ni que un jugador que no cante su himno no ame a su país”, sentenció el dirigente, que lamentaba que los jugadores fueran “estigmatizados” por este tipo de acciones.
2 comentarios:
Los himnos y banderas de los Estados o Naciones grandes y consolidadas,-reconocidas- no parecen tener la aprobación de los ciudadanos, con excepción de sus fuerzas armadas, afines y representantes politicos de preboste. Al contrario de los territorios sin soberania propia, como Euskadi y Catalunya, donde estos simbolos -abundantes hasta el colmo en todas partes- aúnan voluntades y concitan el interés generalizado y reivindicador del personal. (Sólo ilusiona lo no realizado.) Mi patria son las vides, por el mapa de los vinos, como terricola vitivinicola que soy. chiflos.
Así que tu patria son las vides... Curiosa afirmación patriotera. Espero, apreciado Chiflos, que, como terrícola vitivinícola que eres, no te dejes llevar por el beber abusivo del mosto que te convertiría en tan patriotero como pretende serlo Sarkozy.
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