miércoles, 11 de marzo de 2009

Los coches del PP.


Alberto Núñez Feijóo

Ganador de las elecciones gallegas, Alberto Núñez Feijó presume de ser leal, humilde y austero. Sus amigos aseguran que “no le gusta gastar por gastar” y, al llegar a la Xunta como conselleiro de Política Territorial y luego como vicepresidente, heredó un Audi A8 hasta que el bipartito le arrebató el poder, en 2005. Desde que es presidente del PP gallego, disfruta de un coche gratis, un Peugeot 607, “prestado” por la factoría PSA Peugeot Citroën, ubicada en Vigo (Pontevedra). Dicen que, cuando el presidente electo de la Xunta de Galicia mencionó la firma Citröen durante la campaña electoral, asegurando que “es mi marca y mi coche”, no dijo toda la verdad. Porque suyo no lo ha sido nunca. Ni del PP gallego. Hace unas semanas, antes de que comenzara la campaña, “un concesionario de Citroën prestó a Feijóo un C6. Pero, hasta entonces –según su portavoz–, sólo usó el 607. Tampoco aprovechó el Audi A6 que el Parlamento gallego puso a disposición de los portavoces de los tres grupos parlamentarios.

PSA Peugeot Citroën, principal empresa de Galicia, con el mayor número de trabajadores, prestó sus vehículos a Feijóo como a algunas instituciones. “Pero, ¿por qué no se dijo nunca nada del vehículo – inquirió un periodista–, precisamente cuando Feijóo empleó el argumento del ‘despilfarro’ de Pérez Touriño?”. La portavoz de Feijóo contesta que entonces eso no se le preguntó. Y que, “cuando se nos ha preguntado, lo hemos dicho, sin problemas”. Mar Barcón, miembro de la gestora del PS de Galicia, insiste en saber por qué se ocultó ese dato. “El PP debe explicarse por si se saliera de los márgenes de la Ley de Financiación de Partidos. ¿Cómo es posible que una empresa que recibe dinero público para evitar despidos preste coches?”. Y Carlos Aymerich, portavoz del BNG en el Parlamento, refleja “la impostura del PP y de Feijóo, que se presentó como abanderado de la austeridad y la regeneración pero cuyo vehículo ‘prestado’ le impide defender los derechos de los trabajadores de Citroën de Vigo. ¿De parte de quién se va a poner cuando se presente el ERE?”.

Desde que fue elegido presidente del PP gallego, el 15 de enero de 2006, Feijóo dispuso de vehículos de alta gama cedidos por la factoría PSA, ubicada en Vigo. Primero fue un Peugeot 607, el mismo modelo que emplean la mayoría de ministros, y, últimamente, encargó un Citröen C6, el más exclusivo de la firma francesa. El mismo modelo utilizado por el presidente de la República francesa, Nicolás Sarkozy. Feijóo disfrutó gratuitamente de este vehículo durante toda la campaña electoral gallega y será el coche oficial elegido por el próximo presidente de la Xunta. En contra de su supuesta austeridad, Feijóo optará por la limusina de Sarkozy, jubilando “el coche de Touriño, más caro que el del presidente de los EEUU, Barak Obama”. Posiblemente aparque el vehículo alemán de Touriño para disfrutar de la marca francesa “muy digna y segura”, olvidándose definitivamente del tema “Creo –pidió hace unos días– que deberíamos dejar de hablar de eso”.

El PP rentabiliza así la acusación generalizada de “despilfarro” e inclinación al lujo del ex presidente socialista. ¡Y pensar que Feijóo llegó a confesarse “avergonzado” por tanto dispendio y hasta citó a Galicia como “referente nacional del despilfarro”, gobernada por dos “jeques”, Emililo Pérez Touriño y Anxo Quintana! El PP cargó igualmente contra el presidente del Parlament de Catalunya, Ernest Benach, por instalar una oficina móvil en su coche oficial que acabó retirando y contra el líder del BNG, Anxo Quintana, a quien acusó de instalar en su vehículo un minibar de 6.000 euros que resultó ser, finalmente, una nevera de playa. Sin embargo, el PP nunca criticó al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, por disfrutar de un Audi A6, aparcado bajo su despacho, cuyo alquiler asciende a 591.624 euros por cinco años, entre 2008 y 2012. Ni el Audi A8 de Francisco Camps, ni el de Rita Barberá o Esperanza Aguirre. Ni el A6 de Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón o el de Sonia Castedo, alcaldesa de Alicante, o el de otros altos cargos populares. Sólo los que tiene el PSOE. A esto se le llama demagogia barata sobre coches caros.

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