viernes, 6 de marzo de 2009

Tronera en el cielo despejado.

Malecón de la Habana.

Lage y Pérez Roque, defenestrados.

Ofrecemos este artículo de César Reynel Aguilera, de Montreal, que salía ayer publicado en Internet (http://www.penúltimosdias.com/). Con él, presentamos la segunda parte de los vídeos sobre el programa “De Costa a Costa”, de María Elvira Salazar. Un programa de información y análisis para todos los hispanos en los EEUU.
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“Supongamos un ápice de coherencia en eso que algunos llaman política cubana. Imaginemos por un momento que es posible encontrar una lógica en el manejo que los hermanos Castro hacen de esa finca llamada Cuba. Hagamos ese esfuerzo y luego, como un ejercicio, intentemos encontrar respuesta al rediseño de gobierno que satura los titulares.

”Que esto se veía venir —y que todavía faltan unos cuantos muertos— es algo que reconocieron casi todos los que NO viven de analizar la realidad cubana. Las razones del blindaje raulista van desde el miedo que el hermano menor tiene que sentir cuando piensa en su seguridad personal hasta la certeza que corre por La Habana de que ya viene “el dinero grande”, el de Obama, el del levantamiento del embargo, el que le permitirá a la nomenclatura castrista reciclarse en una clase empresarial que después podrá dirigir el país —y proteger a los Castros— desde un simulacro de democracia.

“Lo que realmente llama la atención con esta “tronadera” de última hora es el momento y la forma en que ha sucedido. ¿Por qué ahora? Habría sido mucho más simple, y se habría visto como algo natural, hacerlo unas semanas o meses después de la muerte oficial de Castro I.Si el control de Raúl Castro sobre el ejército y la Seguridad del Estado es tan fuerte como pensamos, bien habría podido esperar, tranquilamente, por la muerte de su hermano antes de deshacerse de unos “cuadros” que nunca han tenido otra fuerza que la que emana de ser los seguidores de la “moral fidelista”, una forma de actuar tan contradictoria y traicionera que seguirla, o defenderla, se convierte en un absurdo.

”¿Por qué de esta forma: en grupo, a la tremenda, y con acusaciones y metáforas tan manidas y obsoletas como corrupción y “mieles del poder”? ¿Qué sentido tiene hacerlo así cuando el castrismo disfruta de la omnímoda facultad de multiplicar por cero a cualquiera de sus desechables, de una forma bien sutil y escalonada, hasta hacerlo desaparecer del panorama político sin que nadie se dé cuenta?Pero más importante aún, ¿por qué con el apoyo del propio Fidel Castro, el hombre que seleccionó y “formó” durante años a ese grupo y que ahora —como si acabara de despertarse de un coma— pretende negar con razones que a nadie convencen? El coste político —asumiendo que hay una “política”— de todo esto es enorme y las ganancias que se pueden ver a simple vista no justifican lo que ha sucedido y la forma en que ha sucedido. Algo se tiene que estar moviendo en los palos más bajos del gallinero castrista, algo importante que los hermanitos intentaron atajar con esta “tronadera”, y que intentarán minimizar ordenándole a los “tronados” una o dos declaraciones de autocrítica y de lealtad perruna al nuevo líder. Pero algo se mueve”
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Por su parte, Lage y Pérez Roque, ex secretario del Consejo de Ministros y ex ministro de Exteriores, presentaban el martes pasado su renuncia y salida del Partido Comunista y el abandono de todas sus funciones en el Gobierno. En las cartas, además, “reconocen sus errores”. ¿Son estas las verdaderas razones del cese fulminante?

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