¡Eureka! La piscina de Pedro J. Ramírez es para todos.
Fotomontaje publicado por "Lobby per la Independència"
No es que Pedro J. Ramírez se haya vuelto generoso con los mallorquines, cediendo su piscina para uso y disfrute de la gente de la urbanización de la Costa de los Pinos (Son Servera), en donde veranea. No es eso. Es que el fallo de la Audiencia Nacional, en el que se reconoce el uso público de la piscina construida junto a su chalé, ha provocado una agradable o desagradable sorpresa, según quien la lea. La polémica piscinilla ya fue noticia en la portada de los periódicos cuando, en agosto del 2005, Joan Puig, entonces diputado de ERC, fue grabado mientras accedía sin permiso a la misma. Puig, junto a otros políticos y activistas, reivindicaba así el incumplimiento de la Ley de Costas al entender que la piscina se había construido en un suelo público. Cosa que ahora la Audiencia Nacional reconoce.
Todo ello es reconocido en las sentencias que estiman parcialmente los recursos presentados por Jaume Sastre, líder del “Lobby per la independencia”. En una de ellas, el tribunal remarca que el terreno en el que el director de “El Mundo” se construyó dicha piscina “se sitúa claramente dentro del dominio público” y, por tanto, no tiene ningún derecho sobre la citada instalación. La Sala señala en su fallo que se debe anular la Orden Ministerial de 17 de mayo de 2005 que otorgaba a Pedro J. Ramírez un plazo de tres meses para presentar un proyecto de uso público de la piscina para que pudiera utilizarla de forma exclusiva durante el verano. La sentencia subraya que el periodista carece de derecho sobre la instalación. Jaume Sastre asegura que, con esta sentencia en la mano, “se podría ir a nadar a la piscina mañana mismo”, pero prefiere apelar a la prudencia y anuncia que todo se hará con calma y “dentro del absoluto respeto por la legalidad que siempre hemos tenido”. “Estamos muy satisfechos y muy contentos –insiste Sastre– porque finalmente se nos da la razón, a pesar de las campañas de criminalización y de denuncias que Pedro J. Ramírez montó para darnos miedo e intimidarnos”.
Por su parte, el líder de ERC, Joan Puigcercós, valora como “una victoria de la democracia” la sentencia de la Audiencia Nacional. Su acción reivindicativa fue llevada a cabo por diversos militantes en las Islas Baleares y por el entonces diputado en el Congreso, Joan Puig, quienes denunciaron “la ocupación ilegal” del espacio público, lo que les valió “muchos titulares” en su contra y el calificativo despectivo de “asalta-piscinas”. Puigcercós valoró la sentencia como “una victoria de la democracia”. “En este país –dijo–, si hay justicia, no puede haber privilegios, y el señor Pedro J. Ramírez disfrutaba de privilegios más propios del antiguo régimen que de una democracia y de una división de poderes. Se había cometido una injusticia y una ilegalidad urbanística, con una dosis añadida de fanfarronería por parte de este personaje público”.
Según medios jurídicos, las dos sentencias de la Audiencia Nacional no producirán efecto alguno hasta que no sean firmes y, puesto que el director de “El Mundo” ha encargado a su representación procesal la interposición del correspondiente recurso, eso no sucederá hasta que el Tribunal Supremo no se pronuncie sobre el asunto.
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