Donde beber y comer sale casi gratis.
Los precios de los alimentos y bebidas de marca
de “calidad reconocida” del bar-restaurante de la Cámara Baja no sólo se
mantienen sin subir ni un céntimo sino que siguen siendo muy inferiores a los
que pueden encontrarse en cualquier establecimiento de Madrid. La diferencia
con el precio real se cubrirá durante cuatro años con una asignación de 4.287.500 euros más IVA procedente de
la partida que los Presupuestos
Generales del Estado. Y, sin embargo, se trata de un bar del Congreso, donde
los diputados cobran puntualmente cada mes unos sueldos elevadísimos y en donde
los precios máximos que pagan diputados, empleados de la Cámara y visitantes por los
menús del día son casi de risa: 9 euros: 1, 05 por el desayuno; 0,85 por los
café; 0,90 por los cruasanes; 4,45 por una ración de anchoas; l,20 por la pieza
de fruta del tiempo y hasta 1,45 por el extra de queso manchego en los
bocadillos.
Pero lo que más llama la atención de esta especie
de paraíso terrenal es que la subvención de la cafetería con fondos públicos también cubre los
destilados y combinados de alta graduación. Al menos hasta 2015 (para
ese año, se prevé una revisión condicionada de los precios), los gin-tonic del
Congreso no podrán costar más de 3,45 euros, y los cubalibres, deberán valer un
máximo de 3,40 euros. El pliego de condiciones también fija lo que pagarán los
diputados como máximo por un Bloody Mary (3,45 euros), un Dry Martini Importación
(3,10 euros), un whisky DYC Reserva 8 años (4,20 euros) o escocés
reserva (9,90 euros), un exclusivo licor Drambuie (6,20 euros), una copa de
cava brut (1,70 euros), el Ron Habana Club 7 años (5,65 euros) y un whisky
con refresco (5,35 euros), entre otras bebidas espirituosas. La lista es
extensa y el adjudicatario estará obligado a disponer siempre de todas las
referencias y venderlas por debajo del precio tasado.
La concesión de este bar está en manos de la
hostelera Arturo Cantoblanco, de Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE , quien ya ha anunciado
que se presentará al concurso para intentar conseguir de nuevo la adjudicación. Y la Mesa de la Cámara no ha tomado ninguna
decisión para eliminar este privilegio. Tanto PP (con cinco de los nueve
asientos de los que consta esta institución), como PSOE (tres miembros) y CiU
(un representante) han rechazado
modificar el pliego de condiciones del concurso para terminar con el
subsidio. De hecho, los tres partidos se han manifestado incluso en contra de excluir las bebidas de alta
graduación de la lista de precios para que, cuando se dispensen, lo
hagan con el precio real y no con uno rebajado gracias al erario público. De esta forma, con las tarifas aprobadas por la Mesa de la Cámara Baja , hasta
2015, cualquier persona que tenga la fortuna de poder acceder al Congreso podrá
comer un menú completo (primero, segundo, pan, bebida y postre), tomarse luego
un café y terminar el almuerzo con tres cubalibres por un precio total de 20,05
euros, un importe sin competencia en la calle.
Todo ello es posible gracias al presupuesto del
Congreso que la Mesa
del Hemiciclo reserva para pagar la diferencia con el precio habitual. Unos
precios que deben mantenerse intactos hasta 2015, con independencia de las
variaciones que sufran el IPC y las materias primas. De hecho, el cumplimiento
de las tarifas se considera una “condición básica” del contrato. Después de los
dos primeros años, el acuerdo podrá ser prorrogado por otro dos, una práctica
habitual, extendiéndolo así hasta 2017. Para este segundo periodo, la Mesa autoriza a la
concesionaria a actualizar los precios, pero la subida no podrá superar en
ningún caso el 85% de la variación total experimentada por el IPC.
En opinión del portavoz de la Izquierda Plural ,
José Luis Centella, en el
Congreso debe haber “precios de mercado”, aunque no tan caros como “los de los
aeropuertos”. Su compañero de grupo y diputado de ICV, Joan Coscubiela, apunta que “otra cosa sería que, como en otras
empresas, pusieran un precio para los trabajadores”, del que, naturalmente no
puedan beneficiarse los diputados. Izquierda Unida, Unión, Progreso y
Democracia y Esquerra Republicana de Catalunya ya han adelantado que pedirán que se elimine este subsidio e
incluso que se prohíba la comercialización de destilados y combinados en las
instalaciones del Hemiciclo. La medida no sería una excepción. La gran
mayoría de las instituciones y administraciones públicas restringe la venta de
bebidas de alta graduación alcohólica dentro de sus instalaciones. Pero ni IU,
ni UPyD, ni ERC tienen representación en la Mesa del Congreso, el órgano que se encarga de
tomar las decisiones que afectan a la intendencia de la Cámara. Una Mesa que está
en manos del Partido Popular (cinco miembros), PSOE (tres) y CiU (uno), y estos
tres grupos parlamentarios ya se han pronunciado a favor de que las cosas
continúen igual que hasta ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario